Jadiya (gran esposa del profeta) en la historia de la proclamación del Islam

Por: Por A. A. Razawi

Se había establecido el cimiento para que el Profeta Muĥammad se hiciera cargo de los deberes y responsabilidades de un Profeta y Mensajero.

La oscuridad del paganismo, el error e ignorancia habían permanecido por mucho tiempo, el hombre estaba en un estado de desesperación y no sabía si volvería a ver la luz del amanecer.

Fue la infinita misericordia de Dios la cual escucho las plegarías de la humanidad. En respuesta a este silencio, el sol del Islam se levantó sobre la Meca para vencer la oscuridad del politeísmo en el mundo y proclamar el triunfo de la doctrina del Tauĥid (el monoteísmo).

Muĥammad tenía 40 años de edad cuando por medio del ángel Gabriel, Dios le ordenó que declarara su unicidad a los idolatras y politeístas de todo el mundo, y que proclamara el mensaje de una nueva esperanza de paz, para una humanidad que se encontraba sitiada.

De acuerdo con los mandamientos celestiales, el Profeta Muĥammad hizo el monumental llamado al Islam, el cual cambio el destino de la humanidad para siempre. Aquello que él recibió de Gabriel es un diseño perfecto en los cielos y ahora este debía presentarlo a la humanidad.

Antes de recibir la misión profética, el Santo Profeta Muĥammad permanecía el día y la noche rezando y meditando, tanto en su casa como en la cueva de Hira, como se dijo antes. Una de esas noches en las que él se encontraba en la cueva de Ĥira, el arcángel Gabriel se presentó ante él y le trajo la noticia de que DIOS lo había escogido para ser el último mensajero para este mundo, y le impuso el deber de sacar a la humanidad de apartarse y traerlos hacia el camino de la verdad, y del conocimiento. Luego Gabriel le ordenó a Muĥammad que “leyera” el siguiente versículo.

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

¡Recita en el nombre de tu Señor, Que creó. Creó al hombre de sangre coagulada!¡Recita!, tu Señor es el Generoso, Que enseñó el uso del cálamo, enseñó al hombre lo que no sabía. (Corán 96: 1-5)

Estos cinco fueron los primeros versículos de la revelación. Los cuales se entregaron al Profeta Muĥammad. En una noche llamada “la noche del poder” o “la noche bendita” (Laylat al-Qadr) en el mes de ramadán (el noveno mes del calendario lunar) en el año 40 del elefante

1. Es el mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la Dirección y del criterio... (Corán 2:185)

2. Lo hemos revelado en la noche del destino. (Corán 97:1)

3. ¡Por la escritura clara! ¡La hemos revelado en una noche bendita! ¡Hemos advertido!(Corán 44:2-3)

La noche del poder, o la noche bendita, sucedió de acuerdo con la tradición islámica, durante las últimas diez noches del mes de ramadán, probablemente entre las noches 21, 23, 25 o 27 de este mes.[1] De acuerdo con el calendario gregoriano, la primera revelación llego al Profeta Muĥammad el 12 de febrero, del año 610 según el cálculo de  Maĥmud Pasha, astrónomo egipcio.

Estos cinco versículos (aleyas) son el comienzo del sura 96 en el sagrado Corán. El nombre de este capítulo es IQRA (lee) o al ALAQ (La sangre coagulada).

Los shi'ahs y sunnitas no coinciden con respecto a la recepción de la Revelación por parte del Profeta Muĥammad, los sunnitas dicen que la aparición del Arcángel Gabriel sorprendió al Profeta Muĥammad y cuando este le ordenó que leyera, él dijo: No ser leer. Esto sucedió tres veces y cada vez que el Profeta decía que no sabía leer, el ángel le presionaba en su pecho. De repente pudo repetir los 5 versículos, a lo que el ángel lo liberó y desapareció

Cuando el ángel Gabriel, despareció, Muĥammad quien ahora “tenía una responsabilidad” la de ser el mensajero de Dios, bajo del risco de Ĥira y se dirigió hacia su casa muy perturbado. Aparentemente la repentina aparición de Gabriel fue una experiencia traumática para él. Este estaba temblando de frio, y al entrar a la casa él le pidió a su esposa Jadiya, que lo arropara con una cobija. Ella hizo lo que el mensajero de Dios le pidió. Una vez que se recuperó un poco del shock él le contó la historia a su esposa y el extraño encuentro con el ángel Gabriel en la cueva de Ĥira.

La narración sunnita acerca de este suceso, se encuentra en el artículo escrito por el Shaykh Aĥmad Zaki Hammad, PHD, titulado “be hopeful” publicado en la revista “Islamic Horizons of the Islamic Sociaty of Northamerica”, en mayo-junio de 1987 en Plainfield indiana:

“El Profeta en las etapas iníciales en la Meca, temía que la experiencia de la revelación fuera algo maligno que lo había atacado y jugado con él mentalmente, desconcertando su tranquilidad y paz mental. Temía de que un ÿinn (genio) lo hubiese afectado. Según una narración autentica registrada en Ŝaĥiĥ al-Bujāri el Profeta preferiría suicidarse, antes de ser tocado por el mal, y ser forzado a corromperse”.

Según la tradición de la escuela shiita, el Santo Profeta Muĥammad nunca se sorprendió o se asustó por la aparición repentina del ángel Gabriel, por el contrario, lo saludo como si lo hubiese estado esperando. Gabriel le dio la noticia que Dios lo había escogido como su ultimo mensajero para la humanidad y lo felicitó por ser elegido para ser el receptor del más grande de todos los honores para un ser humano en este mundo.

El Santo Profeta no vacilo en aceptar la misión de la profecía y no tuvo ningún problema en repetir el primer versículo de la revelación. El los leyó y los repitió sin esfuerzo, espontáneamente, a decir verdad Gabriel no era extraño para él, y también sabía que como siervo de Dios, su propia razón eral levar a cabo la misión impuesta a él por Dios, era un misionero, incluso antes de que Gabriel lo visitara. Gabriel tan solo le dio una señal para que el comenzara con su misión.

La escuela Shiíta, dice que otra cosa que Gabriel no hizo fue obligar al Profeta mediante el contacto físico para que este leyera y si él lo hizo ciertamente sería una manera grotesca de enseñarle a leer mediante los apretones y empujones. Además los shi'ahs sostienen que el Santo Profeta nunca contempló en su vida la idea de suicidarse, incluso ni en los más crudos momentos; y nunca sucedió que se viera tocado por el “mal” o ser tentado por la corrupción o contaminación.

En este contexto los musulmanes shi'ahs agregan los siguientes dos versículos del sagrado Corán, los cuales parecen ser lógicos y estar conectados con este episodio.

1. Ciertamente no tienes ninguna autoridad sobre Mis Siervos" "¡tu Señor basta como protector! (Corán 17:65)

Dios mismo protege a su sincero y verdadero siervo, de las garras de Iblis (el demonio); él no puede tener autoridad sobre ellos, y ellos nunca pueden ser tentados o corrompidos.

2. Dios salvará a quienes le hayan temido, librándoles del castigo: no sufrirán mal ni estarán tristes. (Corán 39:61)

Ningún mal podría tocar a Muĥammad, el Santo Profeta y el elegido por el propio Dios, bajo la protección divina él estaba a salvo de todo mal. Él vivió bajo la jurisdicción divina todo el tiempo.

Además el Santo Profeta no sintió temor por la magnitud de la tarea, la cual se le encomendó. El comprendió que en la ejecución de su deber, se enfrentaría a una gran oposición por parte de todo el mundo pagano. El estado de su ansiedad era palpable. Por esto, abandonó la cueva de Ĥira, con un sombrío estado mental. Él le pidió a Jadiya que lo cubriera con una cobija y se sentó, y le contó los eventos acontecidos en la cueva de Ĥira.

Cuando Jadiya escucho la historia que el Santo Profeta Muĥammad le contó, ella lo reconfortó diciéndole: “Hoy hijo de mi tío, alégrate”. Dios te ha escogido para ser su mensajero. Tú siempre fuiste amable con tus vecinos, servicial con tus parientes, generoso con los huérfanos, las viudas y con los pobres, amigo de los extranjeros, Dios nunca te abandonara.

R.V.C. Bodley, dijo:

“Dios es mi protector, Oh Abul-Qāsim, dijo Jadiya: “Regocíjate y confórtate. Él en quien sus manos esta, la vida de Jadiya, es mi testigo, de que tú serás el mensajero para su gente, luego, ella agrego: ¿Acaso no has sido servicial con tu familia, amable con tus vecinos, caritativo con los pobres, hospitalario con los extranjeros, veraz de palabra y siempre defendiste la verdad”.[2]

Es posible que el Santo Profeta, por un momento se abrumara al pensar en su gran responsabilidad frente a Dios, pero cuando escuchó las palabras de apoyo de Jadiya, inmediatamente se tranquilizó. Ella lo tranquilizó y lo convención de que la mano de Dios estaba sobre sus hombros, y que lo ayudaría en sus deberes y le permitiría sobrepasar los obstáculos.

El Santo Profeta Muĥammad se reunió con Jadiya, desde ese momento, él supo que ella era un instrumento a través del cual Dios reconfortaría su coraje, si alguna vez se veía afligido, y reconfortaría su moral si en algún momento se vieran caída.

El siguiente versículo del sagrado Corán parece también apoyar el punto de vista Shiíta:

Y –recuerda- cuando concertamos un pacto con los Profetas, contigo, con Noé, con Abraham, con Moisés y con Jesús, hijo de María- pacto solemne, para pedir cuenta de su sinceridad a los sinceros. Y para los infieles ha preparado un castigo doloroso. (Corán 33:7-8)

Nota del traductor

Es implícito que todas las cosas creadas siguen la orden de Dios, la cuál es la ley de los seres, pero hay una ley especial para todos los Profetas, estricta y solemne, que es que ellos levaran a cabo su misión, proclamaran la verdad divina, sin temor ni favor y siempre están listos a su servicio en todas las circunstancias. Esto les da a ellos su posición y dignidad, y su gran responsabilidad con respecto a la gente, a la cual ellos vienen a instruir y llevarlos al camino recto. (A. Yusuf 'Ali).

Los musulmanes shi'ahs, aseguran que Dios había tomado un juramento del Santo Profeta Muĥammad para entregar su último mensaje a la humanidad. Por esto, ellos no están de acuerdo con aquellos historiadores, que alegan que el Santo Profeta reaccionó sorprendido con la visita del ángel Gabriel, con asombro, temor y sorpresa. Tal reacción, dicen ellos no atinan con su temperamento y no son consistentes con el carácter de su pacto solemne.

Tras un pequeño receso, Gabriel se apareció una vez más ante el Santo Profeta Muĥammad, cuando él se encontraba en la cueva de Ĥira y le presentó la segunda revelación, la cual es la siguiente:

¡Tú, el envuelto en un manto!

¡Levántate y advierte!

A tu Señor ¡ensálzate! (Corán 74:1, 2,3)

La orden del cielo de “levantarse y advertir” fue la señal para que Muĥammad (el envuelto en el manto) empezara su trabajo. Gabriel habló con él acerca de sus nuevas obligaciones, de las cuales la principal era, destruir la adoración de falsos dioses y establecer la bandera del Tauĥid – la doctrina de la Unicidad del creador en el mundo; y que debía invitar a la humanidad a la verdadera fe- el Islam. Islam significa someterse a Dios, y reconocer que Muĥammad es su siervo y mensajero.

A.L.R. Esta es la escritura que te hemos revelado para que, con permiso de tu Señor, saques a los hombres de las tinieblas a la luz, a la vía del Poderoso, del Loable. (Corán 14:1)

Muĥammad debería guiar a la humanidad de las profundidades de la oscuridad hacia la luz.

¿Cómo iba Muĥammad a guiar a la humanidad de las profundidades de la oscuridad hacia la luz? Esta pregunta es respondida por el sagrado Corán en el siguiente versículo:

Igual que os hemos mandado un Enviado de entre vosotros para que os recite Nuestras aleyas, para que os purifique, para que os enseñe la Escritura y la Sabiduría, para que os enseñe lo que no sabíais. (Corán 2:151)

El Sagrado Corán es preciso y específico, en la definición del concepto de su deber para el Santo Profeta. Él debía sacar y guiar a la humanidad de las profundidades de la oscuridad hacia la luz, mediante:

1. Enumerar los signos de Dios.

2. Santificar a la humanidad.

3. Enseñarle la escritura y la sabiduría.

4. Impartir un nuevo conocimiento para esto.

En ángel Gabriel y el Profeta Muĥammad salieron de la cueva de Ĥira. Gabriel le enseñó cómo hacer la Ablución (wużu, la purificación antes de la oración). El Santo Profeta Muĥammad hizo la oración y luego ambos hicieron la oración que fue dirigida por Gabriel.

Cuando la oración finalizó, Gabriel se despidió del Santo Profeta Muĥammad y desapareció en el cielo.

En la noche, el Santo Profeta regresó a su casa, y consciente de su nueva tarea “de levantarse y amonestar”. Él debía predicar el Islam, la religión de Dios para todo el mundo. Él debía empezar por su propia casa, predicándole a su esposa.

El Santo Profeta le informó a Jadiya sobre la segunda visita de Gabriel, y el deber impuesto por Dios de invitarla al Islam.

Para Jadiya, los antecedentes y la integra moral de su esposo, fueron un testimonio incuestionable de que su esposo era un mensajero divino, y ella aceptó el Islam. En verdad, entre ella y el Islam, existía una afinidad ideológica. Por esto, cuando el Santo Profeta Muĥammad le presentó el Islam, al instante ella lo reconoció y rápidamente lo acepto. Ella creía que el creador era uno y que Muĥammad era su mensajero y declaró:

 Testifico que no hay más Dios que Dios, y testifico que Muĥammad es su siervo y mensajero.

Muĥammad, el nuevo mensajero de Dios, se había ganado su primer seguidor Jadiya, su esposa, ella fue la primera, en afirmar su fe en el Tauĥid (unicidad de Dios) y la primera en reconocer a Muĥammad como el mensajero de Dios para toda la humanidad. Ella fue la primera musulmana.

El Santo Profeta Muĥammad había dado el Islam a Jadiya, él le explicó su significado y la inicio en esto. Le dijo que la obediencia y el amor por Dios era el centro de toda la estructura llamada Islam.

Luego el Profeta le enseño a Jadiya cómo realizar la ablución y como rezar. Ella hizo la ablución y ambos realizaron la oración, la cual fue dirigida por el Profeta Muĥammad. Después de la oración, ambos agradecieron a Dios por haberles dado la bendición del Islam, y también por las bendiciones de la oración (Ŝalāt) por medio de la cual Dios le recibió.

Por medio de la oración, Jadiya pronto encontró “la puerta que la conducía a la gracia de la misericordia de Dios”. Los siervos humildes de Dios deben pasar a través, de esta puerta para tener acceso hacia su tribunal y recibir la gracia y la misericordia de parte de Él. Ella encontró que la oración (Ŝalāt) era una perfecta renovación y satisfacción.

Jadiya la primera musulmana y la primera en someterse a Dios junto a su esposo. Ahora no interesa quien compile la lista de los primeros conversos al Islam, su nombre siempre será el primero, ningún historiador puede alterar este hecho. El honor del primer musulmán pertenece a Jadiya, y será suyo por toda la eternidad.

Después de su inducción al Islam, Jadiya adoptó el siguiente credo

Di: "A mí, mi Señor me ha dirigido a una vía recta, una fe verdadera, la religión de Abraham, que fue Ĥanîf y no asociador"

Di: "Mi azalá, mis prácticas de piedad, mi vida y mi muerte pertenecen a Dios, Señor del universo.

No tiene asociado. Se me ha ordenado esto y soy el primero en someterse". (Corán 6:161-163)

Washington Irving dijo:

Después del primer encuentro con Gabriel, Muĥammad llego agitado y tembloroso a donde Jadiya. Ella vio todo con los ojos de la fe. “Alégrate, son buenas nuevas las que tú traes” dijo ella: por Él, por aquel que tiene mi alma en sus manos, yo te admirare como el Profeta de nuestra nación. Regocíjate, agregó ella, Dios no permitirá que caigas en vergüenza. ¿No fuiste acaso amoroso con tus familiares, bondadoso con tus vecinos, caritativo con los pobres, hospitalario con los extranjeros, veraz con tu palabra y siempre defendiste la verdad?[3]

A. Yusuf ''Ali dijo:

A los veinticinco años el (Muĥammad) se unió en el sagrado matrimonio con Jadiya, la grande, la noble dama, quien fue su amiga cuando él no tenía recursos materiales, confió en él, cuando era poco conocido, lo animo y entendió en su lucha espiritual, creyó en él, cuando en un paso tembloroso el atendió el llamado y soporto el ultraje, la persecución, amenazas y torturas, y fue su ayudante de toda la vida, hasta que se reunió con los Santos a sus cincuenta y un años, una mujer perfecta la madre de aquellos que creen.[4]

Cuando Muĥammad el enviado de Dios designó a su primo, 'Ali ibn Abu Ţalib, tenía diez años. Siendo tan joven, el mostró una notable comprensión de aquellos sucesos que habían tenido lugar a su alrededor, y fue altamente dotado con la capacidad para hacer parte de la experiencia religiosa de su guardián. Por esta razón impacientemente declaró su creencia en la unicidad de Dios y que Muĥammad era el mensajero de Dios y no veía la hora de rezar junto al Profeta Muĥammad y su esposa Jadiya. El deseaba ir a la presencia de Dios en compañía de su mensajero.

El Santo Profeta le enseñó a 'Ali, como hacer la ablución y a como rezar, desde entonces Muĥammad nunca fue visto rezando sin la compañía de 'Ali. El chico también memorizaba los versículos del sagrado Corán, tan pronto era revelado al Santo Profeta. Así que el creció con el noble Corán. En realidad, 'Ali y el Sagrado Corán crecieron juntos como gemelos en la casa del Santo Profeta y la gran dama Jadiya.

'Ali vivió en un ambiente vibrante con los hitos del Islam.

A través de dicha acción el Islam se convirtió en parte de la sangre de 'Ali ibn Abi Ţalib, el joven protegido de Muĥammad. El Islam era una parte de su ser.

Muĥammad el mensajero de Dios, había encontrado la primera musulmana en Jadiya, y el primer hombre en 'Ali ibn Abi Ţalib.

Muĥammad ibn Isĥāq dijo:

'Ali fue el primer hombre en creer en el apóstol de Dios, en rezar junto a él y en creer en su mensaje, a la edad de diez años Dios lo favoreció con ser criado bajo la protección del apóstol antes que el Islam empezara.[5]

Muĥammad Hasanayn Haykal dijo:

''Ali fue el primer joven en entrar al Islam. Tras el Zayd ibn Hariz, un cliente de Muĥammad.

El Islam permaneció confinado a una casa. Junto a Muĥammad, los conversos a la nueva fe, fueron su esposa, su primo y su cliente.[6]

Marmaduke Pickthall dijo:

El primero de todos sus conversos fue su esposa Jadiya, el segundo su primo a quien él había adoptado, y el tercero su siervo Zayd[7].

 Abdul.lah Yusuf ''Ali dijo:

Su primo 'Ali, el bien amado, nació cuando Muĥammad tenía treinta años de edad, el apareció como el buen modelo del hombre perfecto. Aquel que está en la defensa y empleó su fuerza y habilidad,

Manteniendo una vida austera, para apoyar una causa tan noble,

Y colocó sin reservas su caballería, su proeza, su ingenio, aprendizaje y su espada.

Al servicio de este poderoso mensajero de Dios. Jadiya creyó,

Con una fe, por encima de todas las otras mujeres; ''Ali, el bien amado, entonces un niño de diez años, pero con un corazón como el de un león, empeñaba su fe y desde ese momento se convirtió en la mano derecha del Islam.[8]

El tercero en creer en el Islam fue Zayd ibn Hariz, un esclavo liberado por Muĥammad, y miembro de su casa.

T.  Andrae dijo:                                           

Zayd fue uno de los primeros en aceptar el Islam, a decir verdad el tercero tras Jadiya y 'Ali.[9]

''Ali ibn Abi Ţalib, fue el primer hombre en aceptar el Islam, y su aceptación está por encima de cualquier cuestionamiento. El Dr. Sir Muĥammad Iqbal, el filósofo, y poeta indo pakistaní, lo llamo no el primero sino el “principal musulmán”.

''Ali fue el principal musulmán, ningún hombre lo precedió en aceptar el Islam. Pero él fue el principal musulmán, al servicio del Islam y a su mensajero él Santo Profeta, tal como lo revela el pasar de los años.

Muĥammad ibn Isĥāq, el biógrafo del Santo Profeta Muĥammad  cita los siguientes en su Sirah:

“De Yahya ibn al-Ash’ath ibn Qays al-Kindi de su padre, de su abuelo ‘Afif:

Al-Abbas ibn 'Abd al-Al-Muttalib, era un amigo mío que solía a menudo ir al Yemen a comprar plantas aromáticas y venderlas durante la feria. Cierto día, estando junto a él, llegó un hombre se lavó el rostro, los brazos, froto su cabeza y luego los pies; entonces, se paró y empezó a rezar, luego una mujer llego hizo lo mismo y se paró a rezar igual.

Poco después un jovencito cercano a la madurez, hizo lo mismo que los anteriores y rezó a su lado. Le pregunte al Al-Abbas, que están haciendo esas personas y él respondió: ese es mi sobrino Muĥammad ibn 'Abdul-lah ibn Abdul-Muttalib, que dice que DIOS lo ha enviado como Profeta; el otro es el hijo de mi hermano 'Ali ibn Abi Ţalib, quien lo ha seguido en su religión; y la tercera es su esposa Jadiya bint Juwaylid quien también lo sigue:

Afif dijo, después que se había convertido en musulmán y cuando el Islam se había establecido firmemente en su corazón, me gustaría haber sido el cuarto”.

El cuarto en aceptar el Islam fue Abu Bakr un mercader de la Meca.

Al principio el Santo Profeta predicaba el Islam secretamente, solo invitaba al Islam a aquellas personas en quienes el confiaba, y quienes eran sus amigos personales. El puñado de neófitos que él se ganó, mantenían un bajo perfil en la Meca.

Muĥammad Hasanayn Haykal dijo:

Por el temor, la enemistad y el antagonismo de Quraish, debido a la partida de la idolatría, por esta razón los nuevos musulmanes escondían su conversión.[10]

Entre los primeros conversos al Islam se encontraban Yasir su esposa Sumayyah; y sus hijos, ''Ammar. Ellos son notables, ya que ellos fueron la primera familia completa que acepto el Islam simultáneamente, y estos los convirtió en la primera familia islámica, a parte de la familia del Santo Profeta.

Otro de los primeros fue Abu Darr al-Ghifari de la tribu de Ghifar, años después, notables por su gran amor, justicia y verdad.

A través, del esfuerzo de Abu Bakr el cuarto musulmán, otro pequeño número de mecanos, aceptaron el Islam. Entre ellos 'Uzman ibn Affan, el futuro califa de los musulmanes, también Talhah, Zubayr, Abdu Raĥmānibn Awf, Sad ibn Abi Waqqas, y Abu Ubaydah Ÿarrah.

Abu Abdul.lah Arqam ibn Abil-Arqam era un hombre de veinte años, que pertenecía al clan de Quraish Makhzum, y era un exitoso negociante. Vivía en una gran casa en el valle de Safa, el también escuchó el llamado del Islam y lo aceptó, y colocó su casa Dar al-Arqam al servicio del Profeta del Islam.

Para ese tiempo el número de musulmanes era muy poco, por esto no se atrevían a realizar sus oraciones en público o en la Ka'bah. El Profeta agradecidamente aceptó el ofrecimiento de Arqam, y los musulmanes se reunían en su casa para realizar las oraciones en comunidad. Así dar al-Arqam se convirtió, al dar al Islam el centro misionero del Islam, y el primer lugar de reunión de los musulmanes.

Tres años transcurrieron de esta manera pero al cuarto año del llamado, el Santo Profeta Muĥammad se le dio la orden divina de invitar a sus propios familiares al Islam de una forma pública.

Advierte a los miembros más allegados de tu tribu. (Corán 26:214)

La familia de Muĥammad, incluía a los miembros de Bani Hashim y a Bani Abdul-Muttalib. El Profeta ordenó a su joven primo, que invitará a los jefes al banquete, a lo cual cuarenta de ellos respondieron a la invitación.

Los invitados se reunieron en la sala de la casa de Abu Ţalib, una vez que comieron, Muĥammad, el mensajero de DIOS, se puso de pie y se dirigió a ellos, entre los invitados estaba Abu Lahab, un tío paterno del Profeta, que había probablemente escuchado lo que su sobrino estaba haciendo en secreto, y se suponía que esta era la razón por la cual había invitado al Bani Hashim a la fiesta. El Santo Profeta Muĥammad, había empezado a hablar cuando Abu Lahab bruscamente lo interrumpió y se dirigió a la reunión diciendo:

“Hermanos, primos y tíos, no escuchen a este renegado, y no abandonen la religión de sus ancestros, si este los invita a una nueva. Si lo hacen recuerden que levantarán la ira de todos los árabes, en contra suya. Y ustedes no poseen la fuerza para pelear, en contra de ellos, después de todos ustedes son un puñado. Esto debe ser de su interés, el mantenerse firme en su religión”.

Abu Lahab mediante su discurso logro causar confusión, entre los presentes. Todos se pusieron de pie y empezaron a codearse unos a otros. Luego empezaron a abandonar la reunión y pronto el salón estaba vació.

El primer intento del Profeta para invitar a su familia al Islam había fallado. Pero el Profeta hizo caso omiso y nuevamente le dijo 'Ali, su primo, que invitara por segunda vez a las mismas personas.

Al poco tiempo, después los invitados llegaron y el Santo Profeta se dirigió a ellos diciendo:

“Doy gracias a Dios, por su misericordia. Alabado sea Dios, y busco su guía y en Él me encomiendo. Él es Beneficio, Benevolente, y es el Graciabilísimo y Misericordioso.

Tras esto el Santo Profeta dijo:

“Testificó que no hay más Dios que Dios. Él no tiene coparticipe, y yo soy su mensajero, Dios me ha ordenado que los invite a su religión, el Islam, diciendo: Y convoca a los familiares más cercanos.

Por esto, los advierto que abandonen su credo y testifiquen que no hay más Dios que Dios, y que yo soy su mensajero. Oh hijos de Abdul-Muttalib, nunca nadie les trajo algo mejor. Si lo aceptan su bienestar estará asegurado en esta vida y en la otra. ¿Quién de ustedes me apoya en este momento? ¿Quién compartirá conmigo este trabajo? ¿Quién será mi vice regente, mi diputado y mi Visir?

Había cuarenta invitados en la sala. El Profeta Muĥammad se detuvo para evaluar el impacto de sus palabras sobre ellos. Ninguno en la audiencia parecía moverse. Al final cuando el silencio era demasiado opresivo, el joven 'Ali se paró y dijo que el apoyaría al mensajero de Dios; compartiría su pesado trabajo y sería su vice regente, su diputado y su visir.

Pero el Profeta Muĥammad le dijo a 'Ali, que se sentará y le dijo que esperaba para ver si alguien mayor que tu responde a mi llamado.

Nuevamente el Profeta extendió su invitación, pero tampoco hubo una respuesta. Nuevamente el silencio invadió el recinto. Una vez más 'Ali se puso de pie y ofreció sus servicios, pero el Profeta aún estaba esperando que alguno de los miembros mayores del clan aceptara la invitación, y le pidió a 'Ali que esperara. Luego por tercera vez el Santo Profeta invitó a los miembros del clan, a considerar su invitación, y lo mismo que había ocurrido anteriormente sucedió. Ninguno en la reunión mostró interés en aquello que el Profeta había dicho, el observó que la gente estaba con sus miradas atónitas, pero ninguno se movió. A lo largo el contemplo la figura solitaria de 'Ali, rompiendo el silencio de los adultos, ofreciendo sus servicios por tercera vez.

Esta vez el mensajero de Dios, acepto el ofrecimiento de ''Ali. Lo acerco junto a su pecho y dijo a la asamblea, este es mi Visir, mi sucesor, y mi vice regente. Así que escúchenlo y obedezcan sus órdenes.

Edward Gibbon dijo:

Tres años fueron empleados para la conversión de catorce politeístas, secretamente, este fue el primer fruto de la misión profética de Muĥammad, pero en el cuarto año el asumió el ofició profético, resolvió impartir la luz de la verdad a su familia, para esto preparó un banquete para cuarenta invitados del clan Bani Hashim. “Amigos y familiares”, dijo Muĥammad: les ofrezco un regalo que nadie más podrá ofrecerles, los tesoros de este mundo y el otro. Dios me ha encomendado que los llame a su servicio. ¿Quién de ustedes me apoyaren esta labor? ¿Quién será mi compañero y visir? Nadie respondió hasta que ese silencio sepulcral fue roto por el coraje, de un joven de tan solo catorce años llamado ''Ali. Diciendo “Oh Profeta yo soy el hombre que romperá los dientes, hará que sus ojos lloren, quebrará las piernas y provocaré que las costillas rompan las barrigas de cualquier que se levante en contra tuya o Profeta seré tu visir, sobre ellos. Muĥammad aceptó su ofrecimiento, y Abu Ţalib fue exhortado irónicamente a obedecer y respetar a su hijo.[11]

Washington Irving, dijo:

“Oh hijos de Abdul-Muttalib”, dijo Muĥammad d, con entusiasmo, Dios, les ha concedido el más precioso regalo entre todos los hombres, en su nombre yo les ofrezco a ustedes, las bendiciones de este mundo y la felicidad eterna en el otro. ¿Quién entre ustedes me ayudará con esta carga?, ¿Quién será mi hermano, capitán y visir?

Todos permanecieron en silencio; algunos se cuestionaban, otros se reían con incredulidad y burla. A lo lejos, 'Ali, se levantó, con el vigor de la juventud, ofreciéndose así mismo al servicio del Profeta, aun reconociendo modestamente su juventud y la modalidad física. Muĥammad lo abrazó, y lo puso junto a su pecho. Exclamo el Profeta, miren a mi hermano, mi visir, mi vicegerente, “o sea que escuchen sus palabras y obedézcanlo.[12]

Sir.  Richard Burton dijo:

Tras un largo periodo de meditación, luchando con la ira, debido al absurdo fanatismo de los judíos, la superstición de los sirios y árabes cristianos, con los antipáticos idolatras y la incredulidad de sus paisanos, también un entusiasta (¡y qué gran alma no ha sido entusiasta?), el (Muĥammad) determinó reformar aquellos abusos , los cuales dicto la revelación. Despreciable para los sabios y perjudicial para el vulgo. Él se presentó a sí mismo, como inspiración a un cuerpo de sus parientes y compañeros del clan. Excepto que este gano para él un prosélito es más valioso que miles de sables en la persona de ''Ali el hijo de Abu Ţalib.

'Ali había ofrecido sus servicios a Muĥammad, el mensajero de Dios, los cuales fueron aceptados por este. A las personas mayores de las tribus, la conducta de 'Ali, podría haberle parecido apresurada, pero el muy pronto probó, que él poseía la fortaleza para lograr mucho más que otros. El mensajero de DIOS por su parte aceptó el ofrecimiento, no solo con una expresión de gratitud y alegría, sino que declaró que 'Ali era, desde ese momento su vice regente su visir. La declaración del Santo Profeta, fue rotunda y univoca, es tonto y equivocado como algunas personas piensan de que la vice regencia de Muĥammad estaba confinada solo a la tribu de Bani Hashim; debido a que esta era una reunión o asamblea de Bani Hashim, pero el mismo Santo Profeta no restringió la vice regencia de 'Ali a Bani Hashim; por el contrario ''Ali fue su vice regente para todos los musulmanes en todos los tiempos.

El banquete, en el cual Muĥammad d, el mensajero de Dios designó a 'Ali para que fuera su sucesor, es tan famoso en la historia como el banquete de Dhul-'Ashirah. Este nombre procede del mismo sagrado Corán (capitulo 26 versículo 214). Extrañamente Sir. William Muir ha declarado este evento histórico “apócrifo". Pero ¿qué es lo apócrifo o improbable, acerca de esto?, ¿podría ser algo más lógico que la proclamación para el mensajero de Dios, que empezar su trabajo de expansión islámica en su propia casa y con los miembros de su propia familia y clan, especialmente después de haberse ordenado expresamente por Dios, que convocará a sus familiares más cercanos?.

La fiesta de Dhul-'Ashirah en la cual Muĥammad el apóstol de Dios, designó a 'Ali ibn Abi Ţalib como su sucesor, es un evento histórico y su autenticidad ha sido confirmada entre otros por los siguientes historiadores árabes:

1. Tabari, Historia, volumen II, p. 217.

2. Ibn al-Athir, Historia, Volumen II, p.22.

3. Abu’l-Fida, Historia, Volumen I, p. 116.

En un escrito de 'Ali en este tiempo, Sir William Muir dijo:

Su (Muĥammad) primo, ''Ali, de trece o catorce años de edad para esta época, ya había mostrado toques de sabiduría y juicio, los cuales lo distinguieron por siempre, aunque poseía un coraje indomable, le faltaba la energía, la cual haría de él un efectivo propagador del Islam. El creció bajo la fe de Muĥammad, y su temprana convicción, fortaleció su vida en adelante.[13]

Tenemos muchas reservaciones acerca de los dichos del señor William Muir, que 'Ali carecía de la energía que lo harían un efectivo propagador del Islam. 'Ali no ahorro energías. En todas las crisis del Islam, Muĥammad el mensajero el Islam, lo eligió para que llevara a cabo las misiones más peligrosas y él siempre las cumplió.

Como misionero, 'Ali también siempre era sin igual. No había nadie entre los compañeros del Profeta que fuera un mejor propagador del Islam que ''Ali. El promulgó las primeras cuarenta suras de la aleya  la (Inmunidad), el noveno capítulo del sagrado Corán, a los paganos en la Meca, así como el primer misionero del Islam. Como representante del mismo Profeta de DIOS, y este fue ''Ali quien llevó a todas las tribus al Islam.

Muĥammad, el mensajero de Dios, crió a ''Ali como su propio hijo, y si este último hubiese sido privado de algo, él lo sabría. El designo a 'Ali como su visir, su sucesor, su vice regente; en un tiempo cuando ninguno podría imaginarse el futuro del Islam. Este solo aspecto señala la ilimitada confianza que el Santo Profeta tenía en aquel joven de catorce años.

'Ali simbolizaba la esperanza y las aspiraciones del Islam. En la gran revolución, la cual el Santo Profeta puso en marcha en la fiesta de Ashura, él había movilizado el dinamismo y el idealismo, el fervor y el vigor de la juventud; 'Ali personificaba todo esto.

Dos cosas sucedieron en la fiesta: la primera, que el Santo Profeta hizo la proclamación del Islam abierta. Ya que este era un movimiento que hacía en secreto. En la fiesta para sus familiares, el Santo Profeta había cruzado la línea, y ahora no había forma de regresarse .La hora de llevar el mensaje más allá de su clan había llegado – primero a los Quraishitas de la Meca, luego a todos los árabes y finalmente al resto del mundo. El segundo punto, es que el encontró en ''Ali, quien era la materialización del coraje, devoción y resolución. Y era más fuerte que mil sables.

Se narra que un día después del segundo banquete de Dhul-'Ashirah, el Santo Profeta subió a la montaña de Safar, cerca de la Ka'bah y gritó: “Oh, hijos de Fihr, Oh hijos de Lu’ay; Oh hijos de Adi; y el resto de todos los Quraish, acérquense, y escúchenme, tengo algo muy importante que decirles.

Muchos de los mecanos, que escucharon su voz, se acercaron a escucharlo. Dirigiéndose a ellos, él dijo: “si yo les dijera que detrás de esta montañas, está escondido un ejército, el cual los está vigilando y pronto los atacará mientras ustedes duermen. ¿Ustedes me creerían?, ellos dijeron si te creeríamos, porque nosotros nunca te hemos escuchado diciendo una mentira.

“Si esto así, dijo Muĥammad, entonces escúchenme con atención: el señor de los cielos y la tierra me ha ordenado, que les informe de los duros tiempos que están por venir. Si ustedes prestan atención, pueden salvarse de la perdición…” el solo llegó a esto, cuando Abu Lahab quien estaba entre los presentes, lo interrumpió por segunda vez diciendo “muérete. Nos hiciste perder nuestro tiempo solo para decirnos esto, no queremos escucharte, no nos llames de nuevo”.

En adelante, Abu Lahab se convirtió prácticamente en la sombra del Profeta, donde estaba el Profeta. Él iba a atrás, si el Profeta empezaba a leer el Corán o algo más, Abu Lahab lo interrumpía o empezaba a protestarle, el odio y la hostilidad de Abu Lahab hacia el Profeta y el Islam, fueron compartidos con su esposa, Ummu Yamil. Ambos fueron maldecidos por Dios, debido a su perversidad, en el capítulo 111 del sagrado Corán.

Fuente: Jadiya (P); La gran esposa del Profeta Mahoma (PB); Editorial Elhame Shargh- 2012

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[1] De acuerdo a la tradición de los imames, Laylat al-Qadr podría ser la noche 19, 21, 23 de Ramadán.

[2]The Messenger, the Life of Muĥammad, 1946.

[3]The Life of Muĥammad.

[4]Introduction to the Translation and Commentary of the Holy Quran.

[5]The Life of the Messenger of God.

[6]The Life of Muĥammad, Cairo, 1935.

[7]Introduction to the Translation and Commentary of the Holy Quran, 1975.

[8]Introduction to the Translation and Commentary of the Holy Quran.

[9]Muĥammad, the Man and his Faith, 1960.

[10]The Life of Muĥammad,Cairo 1935.

[11]The Decline and Fall of the Roman Empire.

[12]The Life of Muĥammad.

[13]The Life of Muĥammad.

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