La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán

Sura Nº 90; al-Balad (La Ciudad)

La sura fue revelada en La Meca; consta de veinte aleyas.

Contenido y mérito de su lectura

A pesar de su brevedad, este capítulo coránico encierra grandes realidades.

He aquí su desarrollo:

1) En su introducción y luego de hacer significativos juramentos, se señala la realidad de que la vida del ser humano en este mundo, va constantemente acompañada de dificultades y dolores. Su finalidad, es preparar al hombre para luchar y extirpar de su mente, la esperanza de gozar de tranquilidad y sosiego absolutos en este mundo. Él debe saber que la paz completa, sólo es posible en la otra vida.

2) En otro párrafo, se enumeran una serie de destacadas mercedes divinas hacia el ser humano y después, la ingratitud de éste ante tales mercedes.

3) Al final de esta sura, se divide al ser humano en dos grupos bien diferenciados: los de la derecha y los de la izquierda. Seguidamente, expone algunas de las cualidades de las acciones del primer grupo, o sea: los benevolentes y también habla acerca del fin de éstos, para luego ocuparse de su opuesto, es decir: los incrédulos, los pecadores y el fin que les aguarda. Estas aleyas son categóricas y terminantes. Sus frases breves, su rima y cada una de sus palabras son impactantes y expresivas.

El modelo de las mismas y su contenido nos demuestran claramente, que han sido reveladas en la ciudad de La Meca.

En lo que respecta al mérito de su lectura, dijo el Enviado de Dios (PB): “Quien recite la Sura al-Balad, estará el Día del Juicio Final a salvo de la ira de Dios”[1]. Y según un hadîz de Imam As-Sâdeq (P): “Quien recite esta sura en el curso de una oración obligatoria, pertenecerá al mundo de los benevolentes, será presentado en la otra vida junto a los que gozan de categoría frente a Dios y será de los compañeros de los profetas (P), los mártires y los benevolentes.”[2]

Nº 90 - Sura al-Balad (La Ciudad)

بِسْمِ اللَّهِ الرَّحْمَنِ الرَّحِيمِ

لَا أُقْسِمُ بِهَذَا الْبَلَدِ (1) وَأَنْتَ حِلٌّ بِهَذَا الْبَلَدِ (2) وَوَالِدٍ وَمَا وَلَدَ (3) لَقَدْ خَلَقْنَا الْإِنْسَانَ فِي كَبَدٍ (4) أَيَحْسَبُ أَنْ لَنْ يَقْدِرَ عَلَيْهِ أَحَدٌ (5) يَقُولُ أَهْلَكْتُ مَالًا لُبَدًا (6) أَيَحْسَبُ أَنْ لَمْ يَرَهُ أَحَدٌ (7) أَلَمْ نَجْعَلْ لَهُ عَيْنَيْنِ (8) وَلِسَانًا وَشَفَتَيْنِ (9) وَهَدَيْنَاهُ النَّجْدَيْنِ (10) فَلَا اقْتَحَمَ الْعَقَبَةَ (11) وَمَا أَدْرَاكَ مَا الْعَقَبَةُ (12) فَكُّ رَقَبَةٍ (13) أَوْ إِطْعَامٌ فِي يَوْمٍ ذِي مَسْغَبَةٍ (14) يَتِيمًا ذَا مَقْرَبَةٍ (15) أَوْ مِسْكِينًا ذَا مَتْرَبَةٍ (16) ثُمَّ كَانَ مِنَ الَّذِينَ آمَنُوا وَتَوَاصَوْا بِالصَّبْرِ وَتَوَاصَوْا بِالْمَرْحَمَةِ (17) أُولَئِكَ أَصْحَابُ الْمَيْمَنَةِ (18) وَالَّذِينَ كَفَرُوا بِآيَاتِنَا هُمْ أَصْحَابُ الْمَشْأَمَةِ (19) عَلَيْهِمْ نَارٌ مُؤْصَدَةٌ (20)

Bismil lâhi ar rahmâni ar râhîm

1. La uqsimu bihâdhal balad

2. Ua anta hil·lun bihadhal balad

3. Ua ualidin ua mâ ualad

4. Laqad jalaqnal insâna fi kabad

5. Aiahsabu an lan iaqdira ‘alaihi ahad

6. Iaqûlu ahlaqtu mâlan lubadan

7. Aiahsabu an lam iarahu ahad

8. Alam naÿ'al lahu 'ainaian

9. Ua lisanan ua shafatain

10. Ua hadainâhun naÿdain

11. Falâ qtahamal 'aqabah

12. Ua mâ adrâka mal 'aqabah

13. Fakku raqabah

14. Au it'amun fi iaumin-dhi masgabah

15. Iatîman dha maqrabah

16. Au miskînan dha matrabah

17. Zumma kâna minal ladhina âmanû ua tauasaû bis sabri ua tauasaû bil marhamah

18. Ulâ’ika as·hâbul maimanah

19. Ual ladhîna kafarû bi aiâtina hum as·hâbul mash’amah

20. ‘alaihim nârun mu'sadah

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En el nombre de dios, el compasivo, elmisericordioso

1. Juro por esta ciudad (meca)

2. Mientras resides en esta ciudad

3. Por el padre y el hijo;

4. Que creamos al hombre en la aflicción.

5. ¿piensa, acaso, que nadie podrá sobre él?

6. Dice jactanciosamente: “¡he dado (en limosna) sumas fabulosas!”

7. ¿cree por ventura que nadie lo ve?

8. ¿no le dotamos, acaso, de dos ojos

9. Y una lengua y dos labios

10. Y le indicamos los dos caminos?

11. Pero nunca (el hombre ingrato) se ha puesto a subir la cuesta.

12. Y ¿qué te hará entender lo que es la cuesta?

13. Es manumitir a un esclavo,

14. O alimentar, en tiempos de indigencia,

15. Al huérfano allegado,

16. O al indigente necesitado

17. Es, también, formar parte de los que creen, de los que se recomiendan mutuamente la paciencia y la misericordia

18. Esos son los discípulos de la derecha (los bieaventurados).

19. En cambio, los que no creen en nuestros signos, son los discípulos de la izquierda (los desventurados).

20. Que serán circundados por el fuego infernal.

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Interpretación

Juramento por la ciudad Santa

La tradición del Corán, es que en la mayoría de las ocasiones, comienza abarcando grandes realidades a través de juramentos, los cuales en sí mismos, motivan la movilización y meditación por parte de la mente humana, juramentos que tienen una relación especial con el tema que les sigue.

En el primer juramento dice:

1. La uqsimu bihâdhal balad[3]

1. Juro por esta ciudad (la meca)

Dice la siguiente aleya:

2. Ua anta hil·lun bihadhal balad

2. Mientras resides en esta ciudad

A pesar de que estas aleyas, no especifican el nombre de la ciudad a la que se refieren, si por un lado consideramos que se revelaron en La Meca y por otro lado la extraordinaria importancia de esta ciudad, llegamos a la evidencia de que se refieren a La Meca y en este punto todos los intérpretes se han puesto de acuerdo.

Naturalmente, la nobleza y la grandiosidad del territorio de La Meca, podría ser el motivo de este juramento dado, ya que allí, ha sido construido el primer centro monoteísta y los grandes profetas (P) lo han circunvalado. Sin embargo la frase en cuestión, encierra un sentido diferente es decir que cuando dice: “Mientras resides en esta ciudad”, es por el bendito ser del Profeta Muhammad (PB), que la ciudad se colma de majestuosidad y merece ser objeto de un juramento. Ésta es la pura realidad. El valor de los territorios, se debe al valor de los seres humanos que los habitan. Esto fue para que los incrédulos de La Meca, no creyeran que a través de este juramento, Dios había exaltado a su patria ni mucho menos a sus centros de idolatrías. Verdaderamente el valor de La Meca (al margen de su histórico pasado), se debe a la existencia honorable y bendita del especial siervo de Dios, Muhammad Ibn ‘Abdul·lâh.

Y la que sigue, es otra hipótesis: (La palabra “lâ” en gramática árabe, cumple varias funciones. La siguiente versión considera a este monosílabo, en su función de negación).

“Yo no juro por esta ciudad”, porque no has sido respetado en ella y porque tu vida y tus bienes han sido violados.

Este es un intenso reproche a los incrédulos de Quraish, que se creían los servidores y guardianes del santuario de la Ka'bah y atribuían tal pureza y respeto al lugar que hasta el asesino de sus padres podía estar a salvo allí. Se dice inclusive, que quienes arrancaban la corteza de los árboles de La Meca y la adherían a sus cuerpos podían encontrarse a salvo en cualquier sitio que estuvieran. Empero todas estas tradiciones no se aplicaron respecto a la persona del Profeta Muhammad (PB), puesto que cometieron con él y sus compañeros toda clase de molestias y humillaciones, llegando incluso a considerar lícito su asesinato.

Esta interpretación, es atribuida a la transmisión de un dicho del Imam As-Sâdeq (P).[4]

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3. Ua ualidin ua mâ ualad

3. Por el padre y el hijo;

¿Cuál es el fin de esta aleya? Se han hecho varias interpretaciones al respecto. Veamos la primera:

1) La finalidad de esta aleya es referirse a Abraham, el íntimo del Graciabilísimo y a su hijo Ismael, el destinado al sacrificio. Teniendo en cuenta que la aleya anterior, toma por objeto de su juramento a la ciudad de La Meca y sabiendo que Abraham y su hijo, fueron los fundadores de la Ka'bah, esta versión pareciera ser la más adecuada, particularmente porque el árabe de la época de la gentilidad, le confería suma importancia a Abraham y a su hijo, se enorgullecía de ellos y la mayoría se consideraba de su descendencia y estirpe.

2) La finalidad de la aleya es referirse a Adán (P) y a sus hijos.

3) La finalidad de la misma es referirse a Adán (P) y a los profetas (P) de su progenie.

4) El fin de la aleya, es referirse a cualquier padre e hijo; dado que el tema de la procreación y la continuidad de la especie humana a lo largo de diferentes períodos, es uno de los más maravillosos milagros de la creación.

Concluyendo, nos permitimos decir que no sería una idea remota reunir estas cuatro interpretaciones, aunque la primera de ellas nos resulta más acertada.

En el resto de la sura, Dios indica los objetivos de Sus juramentos, cuando dice:

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4. Laqad jalaqnal insâna fi kabad

4. Que creamos al hombre en la aflicción.

Según Tabarsî, en el libro de interpretación “Maÿma‘ al-Baiân”, la palabra “Kabad” significaría espeso, intenso y según Râgueb, en su libro “Mufradât” (Vocablos), significaría dolor de hígado. Sin embargo se la ha utilizado para referirse a cualquier dolor y tribulación.

Cualquiera sea el significado de la raíz de esta palabra, llegamos a la conclusión de que su verdadero sentido: es dolor o aflicción.

Sí, desde el comienzo de su vida, incluso desde el instante que se forma el cigoto, el ser humano experimenta diversas etapas de dificultad, dolor y tristeza, que también están presentes en el momento de nacer. Una vez dado a luz, durante su infancia, luego durante su juventud y más tarde en su etapa más difícil, la vejez, el hombre también debe enfrentarse con diferentes tipos de sufrimientos. Esta es la esencia de la vida de este mundo y sería erróneo esperar otra cosa de él.

Dice un poeta árabe: “La esencia del universo es el sufrimiento y tú humano, ¿anhelas estar apartado de todo dolor y tristeza? Aquel que busca en el mundo lo opuesto a su esencia, es como aquel que busca llamas de fuego entre las olas del mar”.[5]

Si echáramos un vistazo a la vida de los profetas (P) y los próximos a Dios, se nos esclarecería que esas flores, adornos de la cesta de la creación, también vivieron acompañadas por todo tipo de tribulaciones, tristezas y dolores.

Habiendo sido así para ellos la vida en este mundo, es obvio que lo sea también para el resto de los seres humanos.

Si bien observamos individuos o comunidades, que aparentemente no son presa de la tristeza, ni del dolor, se debe a nuestra visión superficial sobre ellos (por eso cuanto más nos acercamos, comenzamos a conocer la profundidad de las aflicciones que los agobian); o es por un tiempo limitado. Este tiempo limitado, es una excepción a la norma y como es sabido, la excepción no altera la ley general del universo.

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La aleya que sigue dice:

5. Aiahsabu an lan iaqdira ‘alaihi ahad[6]

5. ¿piensa, acaso, que nadie podrá sobre él?

Esto indica que la complejidad y la mezcolanza de la vida humana, aparecen como causa de su falta de poder. El hombre, está montado en el vehículo del orgullo y cuando comete algún pecado o viola los preceptos, se cree a salvo e inmune del castigo divino. Cuando obtiene el poder, desprecia y desdeña todos los mandatos divinos y no se considera siervo de Dios. ¿Es que acaso cree realmente que está a salvo del suplicio del castigo? ¡Qué equivocado está!...

Otra posibilidad, es que la aleya haga referencia a los ricos, que creían que nadie tenía poder para arrebatarles sus riquezas. Otra versión, afirma que se refiere a quienes creían que no serían interrogados acerca de sus acciones; sin embargo la aleya, tiene un significado bastante extenso y es posible que abarque a todas estas interpretaciones.

Otros han alegado que en la aleya, se pretende señalar a un hombre de la tribu de Ÿamh, llamado Abul Asad. Este hombre era tan fuerte, que se sentaba sobre un trozo de cuero y aunque diez personas tratasen de arrebatárselo él quedaba enclavado en su lugar.[7]

A pesar de que la aleya se refiere a las personas orgullosas, como por ejemplo el protagonista de este relato, no podemos limitarnos a un suceso en particular en su interpretación.

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6. Iaqûlu ahlaqtu mâlan lubadan

6. Dice jactanciosamente: “¡he dado (en limosna) sumas fabulosas!”

Esto se refiere a aquellos, a quienes cuando se les proponía gastar una parte de sus bienes en una obra caritativa, orgullosamente decían: “Nosotros hemos dado muchos de nuestros bienes en el camino del bien.” Sin embargo, con certeza podemos afirmar que no habían hecho caridad alguna y que si habían empleado algo de sus riquezas, no era más que ostentosamente y por objetivos meramente personales.

Algunos intérpretes, han dicho que señala a quienes habían gastado exuberantes riquezas, por su oposición hacia el Islam y el Profeta (PB), en complot anti-islámico y aún se jactaban por ello.

Según un hadîz cuando (‘Alî (P)), durante la batalla de Jandaq, invitó a Amr ibn Abdebad al Islam, éste le respondió: “¿Pero entonces qué será de los cuantiosos bienes que he usado contra vosotros?”[8]

Otros interpretaron, que se refiere a uno de los jefes de Quraish, tal como Hâriz ibn ‘Amir, quien había cometido un pecado y preguntado al Profeta, cuál era la expiación del mismo. Muhammad (PB), le indicó el pago de una penitencia. Hâriz agregó irónicamente: “Desde el día que me islamicé, mis bienes se han ido esfumando entre penitencias y limosnas”.[9]

No sería desacertado, juntar las tres interpretaciones, aunque la primera tiene mayor relación con la aleya que le sigue.

El vocablo “Ahlaktu”, que viene de la raíz “halaka”, que significa perecer o malgastar, señala que verdaderamente sus bienes han sido eliminados y que no se beneficiará de ellos.

El vocablo “Lubad” significa cuantioso, en cantidad, pero en este caso, se le ha usado para determinar una enorme riqueza.

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7. Aiahsabu an lam iarahu ahad

7. ¿cree por ventura que nadie lo ve?

El hombre, está desatento a la realidad de que Dios no sólo ve sus acciones cuando está solo o acompañado, sino que es consciente de lo más recóndito de su corazón y sus intenciones. ¿Por ventura es posible que Dios no vea o deje de saber algo, siendo que Su infinitud lo abarca todo?

Solamente las personas desinformadas, caen en la ignorancia y la inconciencia de considerarse exentas de la permanente vigilancia divina. Por supuesto Dios sabe, de dónde obtienen sus bienes y en qué camino los gastan.

Dijo el Profeta Muhammad (PB), según un relato de Ibn ‘Abbâs: “El Día del Juicio Final, ningún siervo dará un solo paso sin que antes se le interrogue acerca de cuatro cosas: En qué camino consumió su vida, de dónde obtuvo sus bienes, y en qué camino los gastó; se le preguntará por sus acciones, y por su amor hacia Ahl-ul Bait (Gente de la Casa Profética).[10]

En síntesis, cabe preguntarnos ¿cómo es posible que el hombre se envanezca tanto y se atribuya el poder, mientras su vida está colmada de tristeza y dolor? ¿Cómo es posible que diga “yo he dado en limosnas muchos bienes” mientras Dios conoce su intención, su modo de obtenerlos y de consumirlos? Todo lo hace tendenciosamente y para aparentar.

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8. Alam naÿ'al lahu 'ainaian

9. Ua lisanan ua shafatain

10. Ua hadainâhun naÿdain

8. ¿no le dotamos, acaso, de dos ojos

9. Y una lengua y dos labios

10. Y le indicamos los dos caminos?

Tres mercedes divinas: la vista, la lengua y la orientación

Estas aleyas enumeran las más destacadas gracias divinas, ya sean materiales o espirituales, para que por un lado el hombre, abandone el orgullo y la necedad y por otro, se ponga a reflexionar en el Creador de tales mercedes y estimulando su sentido de gratitud, se acerque al conocimiento de su Hacedor.

Aquí en tres breves frases, se señalan tres importantes gracias; (Préstese atención que “Naÿd” significa originariamente “lugar elevado” y que es el antónimo de “Tahâmah”, que significa “territorios bajos”). De este modo se insinúa lo bueno y lo malo, es decir, el sendero de la felicidad y el de la desgracia.[11]

A fin de demostrar la trascendencia de las mencionadas mercedes, es suficiente con decir que el ojo es el principal medio de comunicación del hombre con el exterior. Las maravillas del ojo son tantas, que el hombre se ve obligado a humillarse ante su Creador. Las siete capas que componen el ojo: (córnea, coroide, iris, tejido cutáneo, sinovial, cristalino y retina) constan de sistemas extraordinarios amantes, delicados y maravillosos en los cuales las leyes físicas y químicas relacionadas con la luz y los espejos han sido respetadas del modo más preciso.

Podríamos asegurar, que las más sofisticadas cámaras fotográficas son insignificantes, comparadas con el ojo humano. Realmente que si sólo existiera en el mundo el ser humano y éste no tuviera más que ojos, el estudio de sus maravillas nos sería suficiente para llegar a conocer la ciencia y el majestuoso poder de Dios.

Con respecto a la lengua, cabe mencionar que es el principal medio de comunicación del hombre con el resto de la humanidad, es un medio de intercambio de sabiduría de un pueblo a otro, de una generación a otra.

Sin la existencia de este medio, jamás el hombre hubiese podido evolucionar en el terreno de la ciencia y la sabiduría, en el avance material y en las cuestiones espirituales.

Los labios, cumplen un rol primordial en el habla, puesto que ellos, efectúan la mayoría de las pronunciaciones. Además éstos, ayudan en gran medida a deglutir los alimentos, a proteger la humedad de la boca y a beber.

Sin la existencia de esta gracia, el comer y el beber serían imposibles; sin ellos, el hombre salivaría permanentemente y no podría pronunciar muchas letras. Además el aspecto de su rostro sería lamentable.

Luego de esto, el Corán se refiere a la razón, la orientación intelectual y la naturaleza innata y además abarca la orientación “Tashri'î” (referente a la ley religiosa) llevada a cabo por los profetas (P).

Sí. Dios nos dio la vista y el sol y nos enseñó el camino del bien y del abismo.

Si a pesar de todo esto, si a pesar de las antorchas luminosas que Dios ha establecido frente a sus pies, se extravía, cabe decir: “déjalo que tropiece y vea su castigo”.

Además de explicar el tema del libre albedrío del hombre y teniendo en cuenta que “Naÿd” significa sitio elevado, la frase ua hadainâhun naÿdain (“Y la indicamos los dos caminos”) señala, que el tránsito del buen camino no está exento de problemas, dificultades y sufrimientos, al igual que resulta difícil subir o escalar un sitio elevado. Inclusive el camino del mal encierra sus propias dificultades.

Por ello, lo mejor sería que el hombre escogiera el buen camino, aunque la elección sólo a él le atañe.

Él es, quien decide usar su ojo y su lengua, en el camino lícito o ilícito, él es, quien elige uno de ambos caminos.

Dijo el Profeta Muhammad (PB): “Dice a los hijos de Adán (P) el Dios Altísimo: ¡Oh hijo de Adán! Si tu lengua quisiera obligarte a comer lo ilícito, sabe que he puesto bajo tu disposición, dos labios con qué impedirlo; ciérralos pues; y si tus ojos quisieran llevarte a cometer lo ilícito, sabe que Yo he puesto bajo tu disposición los párpados, ciérralos pues...”[12]

Otro de los grandes favores divinos, es haber puesto bajo disposición del hombre, los medios de control de las mercedes con que lo agració.

Algo que nos llama la atención, es que cuando el Corán, se refiere a la lengua incluye a los labios, en cambio cuando habla del ojo no menciona los párpados. Esto posee dos motivos: el primero es que el rol que juegan los labios (hablar, comer, etc.) es superior al de los párpados con respecto a los ojos; el segundo es que el control de la boca, es más importante y efectivo que el de la vista.

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Conclusiones

1.- Las maravillas de la vista

Usualmente, se compara al ojo con una cámara fotográfica, que a través de su pequeña lente fotografía diferentes escenas. A diferencia de las cámaras fotográficas que reflejan las imágenes en rollos de película, el ojo lo hace en la retina, de ésta se traslada al cerebro, a través de los nervios visuales; posiblemente esta extraordinaria, delicada y precisa cámara, fotografíe en un día miles y miles de escenas. Y es incomparable desde varios aspectos, a las más sofisticadas cámaras fotográficas y video-cámaras.

a) El iris, reacciona en forma automática, se contrae frente a la luz intensa y se dilata frente a una débil. A diferencia de esto, las cámaras fotográficas necesitan que el hombre las regule.

b) Contrariamente a todas las lentes de todas las cámaras existentes, la pupila, está en continuo cambio. Algunas veces, su espesor alcanza el milímetro y medio y otras veces los ocho milímetros, a fin de prepararse para la toma de imágenes próximas y lejanas; esto es posible, gracias a la intervención de unos músculos que se encuentran a su alrededor, que lo estiran y lo relajan, de tal modo que la pupila cumple la función de cientos de lentes.

c) Este proceso fotográfico, marcha en los cuatro puntos cardinales y puede movilizarse por doquier para tomar sus fotografías.

d) La cámara fotográfica, necesita renovar sus películas. Cuando éstas son utilizadas, deben cambiarse por otras nuevas. A diferencia de ello, el ojo humano fotografía a lo largo de toda una vida sin necesidad de renovar nada.

Esto se debe principalmente, a que en la retina (lugar donde se reflejan las imágenes), existen dos tipos de células: las triangulares y las rectangulares, las cuales poseen una materia muy sensible a la luz. Estas se fraccionan al captar el mínimo rayo de luz y producen ondas que se trasladan al cerebro; de inmediato se anula el efecto y nuevamente la retina, se prepara para captar otras imágenes.

e) Las cámaras fotográficas, están compuestas por fuertes materiales, pero el proceso fotográfico del ojo es tan sensible, que se daña con un mínimo roce. Es por eso que se encuentra dentro de una cavidad, o sea más perdurable que el hierro y el plomo.

f) Es importantísimo, tanto para camarógrafos como para fotógrafos, el tema de la regulación de la luz.

A menudo, hasta son necesarias unas horas para regularla y hacer los preparativos para que las imágenes resulten nítidas; a diferencia de ello, el ojo toma fotografías bajo cualquier condición (luz intensa, media o débil) e incluso en la penumbra. Esta es otra de las maravillas del ojo.

g) Muchas veces pasamos de la luz a la oscuridad o viceversa. En ese momento, casi no nos es posible ver nada, pero luego de unos instantes en forma automática, el ojo se regula a pesar de la mínima luz que existe en el ambiente. Paulatinamente, vamos distinguiendo los objetos que nos rodean y podemos afirmar que nuestro ojo, se acostumbró a la oscuridad. Esta expresión tan sencilla en apariencia, es el resultado de un mecanismo de gran complejidad; un mecanismo que actúa en el ojo y que se regula en pocos instantes, de acuerdo a las condiciones que se van presentando. Por su parte, esta situación, también posee un revés; en un primer momento, nuestro ojo no tolera la luz intensa, pero logra regularse luego de unos segundos.

h) Los procesos fotográficos captan espacios limitados, mientras el ojo humano alcanza a ver la mitad del horizonte.

i) Cada ojo, consta de un sistema independiente y cada uno de estos sistemas se hallan perfectamente regulados. Las imágenes que se van captando, se reflejan en un punto especial y si esto se modificara, el hombre vería doble, las personas bizcas sufren esta modificación o descontrol del sistema visual.

j) Todas las imágenes que el hombre registra, se reflejan invertidas en la retina, aunque nosotros las vemos al derecho, debido al acostumbramiento del ojo y el cuidado de la relación entre las imágenes que percibe.

k) La superficie del ojo debe estar permanentemente húmeda. Esta humedad permanente, está garantizada por las glándulas lacrimógenas, que entran en el ojo y luego son absorbidas por delgadas venas que se dirigen a la nariz.

Si estas glándulas se secaran, los ojos correrían gran peligro y los párpados perderían su movilidad. Y en caso contrario, es decir, si trabajaran más de lo adecuado, las lágrimas, se derramarían continuamente sobre el rostro.

En caso de obstrucción del estrecho conducto que las comunica con la nariz, deberíamos secarnos las lágrimas constantemente y eso sería un tremendo inconveniente.

l) La lágrima, está compuesta por más de diez sustancias. La misma en su conjunto es el humor segregado más propicio para la protección del ojo, en breves palabras, podemos afirmar que las maravillas del ojo son tantas, que podríamos seguir detallando el tema durante días enteros. No obstante ello, debemos saber que la principal materia que lo compone, es un trozo de grasa.

Dijo el Príncipe de los creyentes (P): “¡Asombraos!, pues el ser humano ve a través de un trozo de grasa, habla a través de un trozo de carne, oye mediante un hueso y respira por medio de dos orificios (es decir que efectúa tan vitales funciones a través de tan pequeños medios)”.[13]

2.- Las maravillas de la lengua

La lengua, es uno de los más maravillosos órganos del cuerpo humano. La misma asume primordiales funciones. Ayuda efectivamente a tragar los alimentos y juega un papel importante en la masticación. Mientras comemos, la lengua es la encargada de empujar el bolo alimenticio en forma constante entre los dientes y lo hace tan habilidosamente, que se protege a si misma, de los daños que éstos podrían causarle, en tanto que se encuentran casi ligados a ella; raras son las veces que nos mordemos la lengua.

Cuando esto sucede, es bastante doloroso y recién ahí descubrimos ¡qué hubiera sido de nosotros si ella no fuera tan habilidosa!

Otra de sus funciones es limpiar la boca y los dientes luego de cada comida, pero sin lugar a dudas su principal función es el habla, que concreta en seis direcciones a través de veloces, puntuales y constantes movimientos. Lo más asombroso de todo esto, es que Dios puso a disposición del hombre un medio muy sencillo, un medio que no provoca cansancio, ni dolor, tampoco confiere gastos; y lo más maravilloso aún, es la capacidad de habla que Dios confió al alma humana. Es la maravillosa posibilidad de expresar las ideas, a través de numerosas frases e infinitas maneras.

Del mismo modo, nos asombra la capacidad del hombre de elaborar diversidad de vocablos, para indicar una misma cosa. Al realizar un estudio sobre los miles de idiomas existentes en todo el mundo, se nos esclarece aún más su trascendencia.

Y a propósito: “La Grandeza y la Majestuosidad sólo pertenecen a Dios, el Único, el Dominador”.

3.- La orientación hacia los dos caminos reales

Como ya hemos dicho, “Naÿd” significa suelo elevado y en la aleya indica el camino del bien y el camino del mal. Dijo el generoso Profeta (PB): “¡Oh gentes! existen dos caminos, el del bien y el del mal y no ha sido establecido que uno de ellos sea más amado que el otro”.[14]

No cabe lugar a dudas, que el deber y la responsabilidad, no son posibles sin conocimiento y conciencia de por medio y de acuerdo a esta aleya, Dios ha puesto a disposición del hombre este conocimiento.

El mismo, se ve cristalizado mediante tres vías: 1) por medio de las concepciones intelectuales y la argumentación; 2) por medio de la naturaleza innata y la conciencia, sin ser necesaria la argumentación; 3) por medio del mensaje y las enseñanzas de los profetas (P) y sus sucesores.

A través de una de estas tres vías, o en muchas ocasiones a través de su conjunto, Dios ha enseñado al hombre todo lo preciso para transitar el camino de la perfección. Muchos arguyen que transitar el camino del mal es más fácil, dado que el hombre tiene por naturaleza, más tendencia al mal que al bien. A propósito de esto, si no existiesen tantas enseñanzas erróneas y ambientes tan corruptos, por supuesto que el amor y la tendencia hacia el bien serían mayores.

Sería una posibilidad que el término “Naÿd”, haya sido utilizado para señalar el buen camino, ya que los suelos elevados gozan de un clima agradable y que se haya utilizado respecto al camino del mal por un uso generalizado (taglîb) del término. Otros han afirmado, que la expresión señala la apariencia y la evidencia de ambos, así como es aparente y evidente una “tierra elevada”.[15]

Una cuesta difícil de atravesar

     Luego de mencionar grandes mercedes, Dios reprocha a sus siervos ingratos, el que no sigan la senda de la salvación a pesar de que gozan de todos los medios para obtener la felicidad.

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11. Falâ qtahamal 'aqabah[16]

11. Pero nunca (el hombre ingrato) se ha puesto a subir la cuesta.

“Aqabah” o la gran cuesta, es un conjunto de acciones benevolentes, es ponerse al servicio de las criaturas, es ayudar al pobre y al indigente. Además, incluye el conjunto de las creencias correctas y sinceras que son señaladas en las aleyas que le siguen.

En realidad, atravesar esta cuesta no es nada sencillo, considerando el ferviente amor que la mayoría de la gente siente por los bienes y la riqueza. El Islam y la fe, no se perfeccionan sólo con palabras. Cada musulmán creyente, debe enfrentar y atravesar las difíciles cuestas que se suceden una tras otras con la fuerza y el poder divino y pidiendo auxilio a su espíritu de fe y sinceridad. Algunos intérpretes dicen, que la palabra “Aqabah” es la concupiscencia del hombre contra la cual el Profeta (PB) incita a luchar. De acuerdo a un famoso dicho, él definió a esta lucha como “la lucha grande”.

De acuerdo a esta interpretación, manumitir a los esclavos y alimentar al indigente, son claros ejemplos de la lucha contra la concupiscencia. Otros intérpretes han dilucidado, que el objetivo del vocablo es referirse a una escabrosa cuesta que deberá atravesar el hombre, el Día del Juicio Final.

Dijo el Profeta Muhammad (PB): “Ciertamente existe frente a vosotros, una cuesta difícil de atravesar y no podrán hacerlo quienes lleven una carga pesada. Mi más ferviente anhelo es hacérselas lo más liviana posible”.[17]

Este dicho, no tiene como finalidad interpretar la aleya mencionada, sin embargo unos intérpretes lo han comprendido así. A pesar de ello, no concuerdan con la expresiva interpretación del mismo en las aleyas que le siguen, a excepción que su intención sea afirmar que las difíciles cuestas del Día del Juicio, son una corporización de las responsabilidades y adoraciones de este mundo y que atravesarla ese día, es resultado de atravesarla en esta vida.

Cabe destacar el uso del término “Iqtahama”, que proviene de la raíz “Iqtihâm” y se la define como realización de un acto difícil y temible[18], o atravesar algo con dificultad y tribulación, segúnTafsîr al-Kash·shâf, esto esclarece que atravesar esta cuesta no es nada sencillo y da énfasis a lo mencionado al comienzo de la Sura, cuando dice: “Que creamos al hombre en la aflicción.”

Interpretamos de un hadîz del Imam Alî (P): “Por cierto que el Paraíso, se logra soportando las tribulaciones y el fuego del infierno, satisfaciendo los deseos”.[19]

La aleya siguiente continúa interpretando la palabra “Aqabah”. La misma asegura, que sólo quienes poseen fe y carácter noble, que sólo los que convocan a la paciencia, los que tienen humildad y los que realizan acciones benevolentes tales como manumitir esclavos, alimentar a los indigentes y a los huérfanos, son los que pueden subir la cuesta. En síntesis; los que conducen sus pasos hacia el camino de la fe, la moral y la práctica.

La utilización de la palabra “zumma” (luego), no necesariamente indica retraso temporal, como para interpretar que primero debemos hacer caridad y recién luego tener fe. En estos casos, el uso de este vocablo expresa la mayor importancia que posee la frase que le sigue, puesto que obviamente, el alto grado de fe y la recomendación a la perseverancia y la misericordia, son más elevados que la ayuda a los indigentes. Además y naturalmente, las acciones benevolentes dependen y emanan de tal fe y de tal moral.

Se hace necesario, buscar la raíz de todos ellos en los credos, las ideologías y las virtudes elevadas.

Algunos otros intérpretes, ven la posibilidad de que aquí el vocablo “zumma,” sí indique un retraso temporal, ya que la mayoría de las veces los actos benevolentes, se convierten en fuentes de tendencia a la fe, e influyen en la consolidación de los principios morales. En primer término, el carácter y la moral del hombre, constituyen un hecho, luego se transforman en estado (hâl), luego en hábito (‘âdah) y por último en una conducta arraigada (malakah).

La expresión “Tauâsau”, cuya definición es encomendarse el bien mutuamente, posee un importante punto que merece la atención.

He aquí su interpretación: Cuestiones como la paciencia, la obediencia a Dios, la lucha contra la concupiscencia y la fortificación del afecto y la misericordia, no deben tener un aspecto individual dentro de la sociedad, sino que deben transformarse en una lucha general de toda la comunidad. Cada individuo, debe encomendar el acatamiento y la observancia de estos principios para así consolidar los lazos sociales.

Algunos sabios dicen que Sabr” (perseverancia), en esta aleya advierte sobre la obediencia y el acatamiento a la orden divina.

La palabra “Marhamah”, aconseja el amor hacia las criaturas de Dios y como es sabido, los fundamentos de la religión, están basados en el vínculo del hombre con el Creador y su creación.

Y en conclusión decimos que, cualquiera sea su significado, la perseverancia, es la raíz principal de la obediencia y el servicio y del abandono del pecado y la rebeldía.

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Luego de mencionar todas estas virtudes, Dios expresa el término que se les atribuye a las personas que las llevan a la práctica: “Esos son los discípulos de la derecha (los bienaventurados)”

El Día del Juicio Final, sus registros de acciones les serán entregados en la mano derecha, como prueba de haber sido aceptados por Dios. También existe la probabilidad de que el vocablo “Maimanah” , provenga de la raíz “Iumn”, que se define como bendición, prosperidad o bienestar. Entonces la interpretación exacta sería: “Ellos son los dueños de la bendición”; esto significa que su existencia, les otorga bendición a ellos mismos e inclusive a la sociedad en la que viven.

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Y la siguiente aleya se ocupa del grupo opuesto, es decir, de aquellos que no pueden subir la cuesta. Dice la misma: “En cambio, los que no creen en nuestros signos, son los discípulos de la izquierda (los desventurados)”.

Este, es un indicio de que sus manos en aquel día estarán vacías, carecerán de bendición y sus registros estarán ennegrecidos como consecuencia de sus pecados y vicios.

La palabra “Mash'amah”, que proviene de la raíz “Shûm” y significa nefasto o funesto, es el antónimo de “Maimanah”. Entonces queda claro que este grupo, está constituido por seres nefastos, que tanto son el factor de su propia desgracia, como también traen aparejado el infortunio de la sociedad.

Algunos han aceptado la interpretación de “As·hâbul Maimanah” y “As·hâbul Mash'amah” como los de la derecha y los de la izquierda, dado que el infortunio o la felicidad se reconocerán en aquel día, según la mano en la que se entregue el registro, esencialmente porque sabemos que “Shûm” también significa tendencia hacia la izquierda.[20]

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Por medio de un breve y significativo versículo, se determina el castigo del último grupo, dice: “Que serán circundados por el fuego infernal”.

Esto significa que no serán rescatados. Con respecto a la palabra “Mu'sadah” proviene de la raíz “Isâd”, que significa: cerrar una puerta y asegurarla.

Naturalmente, si una persona se encuentra en un cuarto a una temperatura elevada, anhela abrir las puertas para que entre la brisa y esa temperatura se modere. Deberíamos reflexionar qué estado tendrá cuando todas las puertas se cierren en el ardiente horno del Infierno.

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Algunos Puntos:

El objetivo de la expresión “Fakku raqabah” es:

1) Manumitir a los esclavos:

Cierta vez, un beduino se presentó ante el Profeta (PB) y le dijo: “¡Oh Enviado de Dios!, enséñame la acción que me lleve al Paraíso”. -Le fue respondido: “Aunque pronunciaste una breve frase has interrogado sobre una gran cuestión”, y continuó: “A'tiq an-nasamah ua fakk-ir raqabah” – “Manumita a los esclavos y rompe los eslabones de las cadenas de la esclavitud de los cuellos de los hombres”. Entonces, le preguntó el beduino: “¿Es que acaso no es lo mismo manumitir que romper las cadenas?”. “No”, le respondió: “Manumitir significa que sólo tú liberes esclavos (independientemente) y romper las cadenas significa que colabores en el pago de su manumisión.” -Y luego agregó: “Únete a tus parientes, a aquellos que te oprimieron y cortaron los vínculos familiares que los unían a ti, y si no te fuera posible, alimenta a los hambrientos, da de beber a los sedientos, recomienda la benevolencia y encomienda la abstención de lo ilícito y si tampoco esto estuviera a tu alcance, al menos silencia tu lengua, no digas más que aquello que es bueno”.[21]

2) Otros intérpretes dicen que “Fakku raqabah” significa liberarse a sí mismo de la pesada carga de los pecados a través del arrepentimiento, o por medio de la obediencia al Creador. Sin embargo, si prestamos atención a las aleyas que le siguen y a las que se recomienda auxiliar al huérfano y al mendigo es más acertado el punto anterior.

3) “Masgabah” que proviene de la raíz “sagaba” que significa hambre.

En árabe, la expresión “iaumin dhi masgabah” se define como “un día de hambre”. A pesar de que en las comunidades humanas, siempre existe gente que sufre de hambre y naturalmente es meritorio alimentarlos, la frase mencionada, advierte el gran valor de alimentar a los hambrientos en épocas de mayor carencia e indigencia.

Dijo el noble Profeta (PB): “A quien alimente a un hambriento en los días de mayor carencia, Dios lo hará entrar al Paraíso a través de una de sus puertas especiales y nadie sino los que hicieron esta obra entrarán por ella.”[22]

4) La palabra “Maqrabah”, se define como parentesco, familiaridad. Todos los huérfanos deben ser alimentados y protegidos no obstante la aleya enfatiza la protección de los huérfanos allegados, pues ellos prevalecen a los demás. Así se esclarece la gran responsabilidad que debemos tener con los huérfanos allegados.

Esta advertencia divina, se manifestó a raíz de los abusos que se cometían en aquella época con los bienes de los mencionados. El intérprete Abul Futûh Ar-Râzî cree que “Maqrabah” no proviene de la raíz “Qaraba” sino de “Qurb” (cercanía), que señala a aquellos huérfanos cuyos costados, están casi adheridos el uno al otro a causa de la falta de alimentación.[23] Pero esta interpretación se considera muy remota.

5) “Matrabah”, es un infinitivo que proviene de la raíz “Taraba”, que a su vez viene del término “Turâb,” que significa tierra y es utilizada para referirse a alguien que por su pobreza, acostumbra a sentarse sobre la tierra. Leemos en un dicho que cuando llegaba la hora de comer, el Imam ‘Alî Ibn Mûsâ Ar-Ridâ (P): ordenaba traer una gran bandeja, seleccionaba los mejores alimentos que tenía y los colocaba sobre ella, luego pedía que la llevaran a los necesitados y recitaba esta aleya: “Pero nunca se ha puesto a subir la cuesta...”; luego agregaba: “El Dios Altísimo  sabía que todos no podían manumitir esclavos por ello estableció un camino que condujera al hombre hacia Su Paraíso”.[24]

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¡Oh Dios nuestro!, protégenos de ese castigo desgarrador en la fuente de Tu favor.

¡Oh nuestro creador!, nos es imposible subir las cuestas que están frente nuestro, excepto que Tú nos otorgues éxito. ¡No nos prives pues de ello!

¡Oh Señor nuestro!, haz que nos contemos en las filas de los bienaventurados, reúnenos con ellos en el Día del Juicio Final.

¡Así sea, oh Señor de los universos!

Fin de la Sura al-Balad

Fuente: La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán- tomo 27; Editorial Elhame Shargh

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[1] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p. 490.

[2] Zawâb al-A‘mâl, transmitido de Nûr az-Zaqalain, t. 5, p. 578.

[3] "LA" en esta aleya es "agregada" (según terminología gramatical árabe: "za-idah) y sólo tiene la función de énfasis en la oración. No obstante, según otra interpretación existe la probabilidad de que el "LA" sea "LA" negativo (para más detalle cfr. Sura Quiamah: "El día del Juicio").

[4] Maÿma-‘ul Baiân, t. 10, p.493.

[5] Maskanul Fu-ad, p.14

[6] En esta oración "an" es "mujaffafeh" (expresión gramatical es una reducción de "muzaqqaleh", es decir que "an" originalmente era "anna", entonces, en realidad era "annahu an iaqdira 'alaihi ahad". Cabe destacar que estos tipos de cambios se debe a cuestiones de elocuencia.

[7] Maÿma-‘ul Baiân, t. 10, p.493.

[8] Nûr az-Zaqalain, t. 5, p. 580, hadîz 10.

[9] Maÿma-‘ul Baiân, t. 10, p.493.

[10] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p.494; h al-Baiân, t. 10, p. 435.

[11] Esta interpretación se transmitió de un hadiz del Príncipe de los creyenes, Ali (P) (Mayma'ul Baian, tras respectivas aleyas) y la versión de algunos que sostienen que "nayd" significa "senos maternos" es muy remoto. También el uso del término "nayd" para referirse al camino bueno se debe a la grandeza de ese camino, y el uso del mismo vocablo para el mal camino es en sentido genérico.

[12] Nûr az-Zaqalain, t. 5, p. 581.

[13] Nahÿ al-Balâgah, Máxima nº 8.

[14] Maÿma‘ al-Baiân, t. 1, p. 494; Tafsîr Qurtubî, t. 10, p. 7155.

[15] En idioma árabe se definen al sol y la luna con un solo término: “Qamarân” que significa dos lunas, lo mismo sucede aquí con el vocablo “Naÿdain”.

[16] Lo aparente es que “lâ” (لا = no) en esta frase es de negación (no de prohibición) y enunciativa, y el que algunos los consideren con significado de “maldición” o “interrogativo” pareciera ser improbable. El único problema es que cuando “lâ” precede a un verbo pasado, se repite, al igual que la aleya 31 de la Sura Qiâmah: sadaqa ua sal·la” (ni dio caridad ni rezó), mientras que en la aleya en cuestión no ha sido repetido. No obstante, como expone Tabarsî en su libro Maÿma‘ al-Baiân, a veces también se utiliza este “lâ” sin necesidad de reiterar dicha partícula. Asimismo, Fajr Ar-Râzî y Qurtubî, en sus libros de exégesis coránica han transmitido de algunas personalidades de la literatura árabe que si “lâ” tiene el significado de “lam” (لم ) no hace falta reiterar la partícula de negación. Hay otra probabilidad, y es que en esta aleya se haya repetido pero en forma tácita: “falâ qtahamal 'aqabah... Ua (lâ) fakku raqabah… (ua lâ) it'âmun fi iaumin-dhi masgabah”.

[17] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p. 495.

[18] Diccionario de“Mufradât” de Râgueb

[19] Nahÿ al-Balâgah, Jutbah nº 176.

[20] Tafsîr ‘Abdul Futûh Ar-Râzî, t. 12, p. 97; Al-Munÿid, raíz “sha’ama”.

[21] Nûr az-Zaqalain, t. 5, p. 583.

[22] Maÿma‘ al-Baiân, t. 10, p. 495.

[23] Tafsîr Abûl Futûh Ar-Râzî, t. 12, p. 96.

[24] Al-Kâfî, según lo transmitido en Tafsîr al-Mizân, t. 20, p. 424.

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