Ahed Tamimi, la metáfora de la resistencia Palestina frente a la opresión sionista

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Sin lugar a dudas la condena a Ahed Tamimi, la adolescente Palestina de 17 años de edad que abofeteó a un soldado de Israel y la que se convirtió en símbolo de la lucha contra la ocupación ha puesto en evidencia y ha sacado a la luz algo que no es nuevo, pero que requiere la atención una vez más de todo el mundo, el retrato de lo que el ejército de Israel hace con los menores, que de acuerdo a analistas y abogados internacionales en ningún otro país los niños son sistemáticamente juzgados por tribunales militares[2].

“La detención por parte de Israel de la menor Ahed Tamimi, en situación de aislamiento y atada de pies y manos, supone una vulneración incuestionable de toda la legislación internacional en relación con el trato a los menores y a los Derechos Humanos”. “Ella es solo un ejemplo de los cientos de menores encarcelados o detenidos cuya situación vienen denunciando sistemáticamente los observadores de los Derechos Humanos y la propia ONU”[3].

Ahed Tamimi, la menor que es considerada hace mucho tiempo un ícono de la resistencia diaria de los palestinos contra la ocupación israelí; puesto que, desde muy niña, específicamente a la edad de 9 años, es decir desde el 2010 ha participado en las protestas que se organizan cada viernes en su poblado Nabi Salih-Palestina, para poner fin a la ocupación en general, a las que su propio padre impulsó, Bassem al-Tamimi; el 19 de diciembre de 2017 fue detenida por las fuerzas armadas israelíes, a raíz de las protestas que se originaron tras el anuncio por parte del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre de 2017[4], hecho provocó numerosas movilizaciones palestinas que fueron reprimidas duramente por el ejército israelí, dejando un saldo de más de 450 palestinos detenidos. Enfrentamientos a los que llevó la defensa de la menor a bofetear a soldados armados israelíes; puesto que una hora antes del video en el que aparece golpeando a los dos soldados, los mismos habían disparado contra un primo suyo, Muhammad Tamimi, una bala de goma que le impactó en el rostro[5].

"Vi a los mismos soldados que habían disparado contra mi primo y no pude contenerme", dijo Ahed al juez militar. En las imágenes se ve con claridad que Ahed es la que más golpea a los soldados mientras que estos en ningún momento responden a la agresión. En esos momentos los uniformados estaban disparando desde el patio de la casa de Ahed contra jóvenes palestinos que les arrojaban piedras”[6].

"La policía de fronteras se comportó con crueldad y violencia [al registrar nuestra casa]", ha recordado Bassem Tamimi, padre de Ahed, en referencia al momento de la detención de su hija. "Causaron daños materiales, confiscaron ordenadores, teléfonos móviles, cámaras y otros dispositivos electrónicos. Golpearon a los niños y les quitaron sus teléfonos por la fuerza"[7].

Ahora, la menor palestina, junto a su madre, Narima, fueron condenadas a 8 meses de prisión y a pagar una multa de 1.200 euros cada una; resolución establecida el 21 de marzo de 2018, tras un pacto entre la defensa de Tamimi y la fiscalía, la defensa de la joven aceptó cuatro de los 12 cargos en su contra[8].

Debemos recordar que ya en el año 2015, organizaciones internacionales como Unicef, señaló que éstas detenciones a menores por parte de tribunales militares vulneran la legalidad internacional.

"Por principio, los niños no deben ser juzgados ante la magistratura militar, dado que ésta no ofrece las garantías jurídicas que establece la Convención de Derechos de la Infancia"[9]

"Israel es el único país del mundo que sistemáticamente procesa a menores ante tribunales militares"[10].

Al mismo tiempo, la misma institución en febrero de 2013, sacó una investigación en la que demuestra cómo el sistema de detención militar israelí presenta un patrón de malos tratos hacia los menores[11].

“En 2013 y hasta septiembre de 2014 Unicef recogió los testimonios de 208 menores palestinos que aseguraron haber sufrido malos tratos durante las primeras horas de su arresto. La mayoría de ellos (171) afirmaron haber sido objeto de violencia física y más de la mitad (144) sufrir intimidaciones o abusos verbales. Un porcentaje menor (63) constató haber sido obligado a firmar una confesión en hebreo (lengua que en ocasiones no entienden) y otros 28 atestiguan haber estado en celdas de aislamiento”[12].

Con esto estamos comprobando que las autoridades israelíes no sólo violan las leyes y reglamentos internacionales en materia de detención y custodia de menores; sino además que los maltrata; ésta resolución también fue expuesta por la ONG israelí B’Tselem[13], quien ha publicado un informe reciente en el que denunciaba los continuos abusos del ejército en las detenciones de menores: Arrestos nocturnos, aislamiento, amenazas, privación de sueño, violencia verbal y en ocasiones física son algunas de las prácticas de las que se les acusa. Los detenidos pasan noches sin dormir y largas horas sin comer antes de ser duramente interrogados, y en muchas ocasiones no hay grabaciones del proceso, de modo que la única palabra que cuenta es la de las autoridades.

También debemos señalar que los niños que han sufrido la violencia en los centros de detención y cárceles sufren efectos postraumáticos como ansiedad, sentimiento de culpa, inseguridad, dificultades de comunicación, insomnio, baja autoestima; como lo señaló Unicef; pues a partir de los 12 años un palestino puede ir a una cárcel en territorio israelí, ya que se les aplica el código penal militar. Un niño de 14 o 15 años puede ser condenado a una pena de entre 12 meses y 5 años en prisión. Cuando ya tienen 16 años las penas serán como las de los adultos. La condena por tirar una piedra puede ser de 10 años, y si ésta va dirigida a un vehículo, 20 años[14].

Cabe señalar también al respecto que, de acuerdo a la ONG, Defense for Children International - Palestine (DCIP), cada año unos 700 niños y niñas pasan por los tribunales militares, como lo hizo Ahed Tamimi, y tantos otros menores[15], los que fueron juzgados por militares de un ejército de ocupación que los considera enemigos que deben de ser neutralizados; de hecho, el 99% son condenados, y las sentencias son aún más largas para quienes residen en Jerusalén, como parte de la estrategia de limpiar la ciudad de población palestina.

Así mismo y de acuerdo a la periodista María Landi[16], quien lleva muchos años documentando y denunciando las atrocidades que Israel comete contra las niñas, niños y adolescentes en Palestina, Ahed es la punta del iceberg, de una realidad cotidiana escandalosa e intolerable, que la juventud palestina, sus familias y sus comunidades soportan desde hace al menos medio siglo; pues la detención de menores es una práctica permanente en Palestina, y responde a una política deliberada del poder colonial ocupante: no solo aplastar la resistencia, sino más aún: aniquilar a las jóvenes generaciones palestinas, en una apuesta por ganar la guerra demográfica que obsesiona a Israel, ya que las proyecciones indican que la población árabe crece más aceleradamente, amenazando así la hegemonía del ‘Estado judío’, en un proyecto colonizador de asentamiento como el sionismo, donde la población nativa no tuvo nunca otro destino que la limpieza étnica, la niñez y la juventud palestinas son una amenaza que debe ser eliminada[17].

“Desde el año 2000, Israel encarceló a más de 8000 menores de edad. Solo en 2017, Israel detuvo a 6742 palestinas y palestinos, incluyendo 1467 menores de edad (800 solo entre enero y agosto). En los últimos tres años, la cantidad de niñas y niños palestinos arrestados por Israel se duplicó. La ola de protestas desatada desde que en diciembre el gobierno de Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel ha resultado en un incremento sustantivo de las detenciones de menores de edad (uno de cada seis). En este momento hay más de 350 menores en las cárceles militares israelíes, y según datos de DCI-P, cada año alrededor de 700 niños y niñas pasan por los tribunales militares. La mayoría son acusados de tirar piedras, y tres de cada cuatro sufren violencia física durante el arresto, el traslado o el interrogatorio. Aunque la legislación israelí e internacional indica que la cárcel debe ser el último recurso para los menores, a los palestinos se les niega la libertad bajo fianza, manteniéndoles en prisión durante todo el juicio”[18].

Como lo estamos corroborando, Ahed Tamimi, la muchacha de ojos verdes, melena rubia y de rostro angelical, ícono de la resistencia Palestina, la menor que para muchos artistas, como el irlandés, Jim Fitzpatrick[19], cuya obra más famosa fue el retrato del Che Guevara creado en 1968, es el símbolo de la nobleza frente a la opresión, es apenas una de los cientos de niños y niñas palestinas que cada año comparecen ante los tribunales militares de la ocupación, y en ese sentido sobran razones para movilizarse y exigir que la comunidad internacional ponga fin al brutal tratamiento de la niñez palestina a manos del régimen israelí, porque como hemos visto lanzar piedras y abofetear se han convertido en las herramientas más nobles que utilizan los niños y adolescentes en Palestina frente a los soldados israelíes, los que se encuentran totalmente armados; pues lanzar piedras y abofetear simboliza el derecho y el deber de toda persona sometida a la dominación extranjera, y en palabras de Amira Hass[20], periodista israelí, lanzar piedras es una acción tanto como una metáfora de la resistencia.

“Nos han robado nuestra infancia, y nunca hemos conocido la sensación de seguridad y tranquilidad. La triste verdad es que ésta no es sólo la realidad de Ahed y mía, o de Nabi Saleh. Es la realidad de la mayoría de los palestinos y palestinas, especialmente si son jóvenes. Soy la prima de Ahed Tamimi. Israel tiene que parar de meter en la cárcel a niñas/os como ella” Nur Tamimi[21]

“No podemos hacer frente a Israel en soledad. La comunidad internacional y todas las personas de conciencia también deben defender la justicia y no tolerar estos abusos contra nuestros derechos, especialmente contra la niñez palestina. Me imagino una vida sin las penurias provocadas por el régimen militar de Israel, disfrutando de la simple libertad de poder llegar a clase a tiempo porque no hay checkpoints que encierren mi aldea. No tener que preocuparme de que me maten o maten a mis seres queridos, o nos hieran, o seamos arrojados a una prisión militar por defender nuestros derechos. Al igual que todas las personas, simplemente queremos poder vivir en libertad” Nur Tamimi[22]

“Somos el único pueblo en el mundo al que se le exige garantizar la seguridad de su ocupante, mientras Israel es el único país que pide ayuda para defenderse de sus víctimas” Hanan Ashrawi (legisladora palestina y miembro de la OLP).

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www.islamoriente.com ; Fundación Cultural Oriente


[1] Escritora, Periodista, Profesora e Investigadora Boliviana, miembro de la Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.

[2] La función principal del sistema judicial militar israelí es enjuiciar palestinos detenidos por el ejército israelí acusados de "violaciones de seguridad" u otros crímenes reseñados en las órdenes militares israelíes. Dichas órdenes, activamente reforzadas en los tribunales militares, criminalizan un amplio rango de actividades que incluyen "ciertas formas de expresión política y cultural, de asociación, de movimiento y de protesta no violenta, incluso ciertas infracciones de tráfico - cualquier hecho que pueda ser considerado una amenaza para la seguridad de Israel o que afecte negativamente al mantenimiento del orden y al control de los territorios. Una vez que el interrogatorio ha terminado, los detenidos palestinos procedentes de Cisjordania son preparados para el juicio, la condena y el encarcelamiento en uno de los dos tribunales militares israelíes que actualmente se encuentran operativos en los territorios palestinos ocupados- bien Salem, cerca de Jenin, en el norte de Cisjordania, u Ofer, en la zona central de Cisjordania, cerca de Ramallah. Ambos tribunales militares se encuentran dentro de bases militares israelíes. En estos tribunales militares, las órdenes militares siempre tienen prioridad sobre la ley israelí o la ley internacional. En las raras ocasiones en las que se utiliza el derecho internacional es para favorecer la potencia ocupante. Leer más en: http://www.addameer.org/ar/node/2517

[3] http://www.iuaragon.com/torres-berrellen-pide-la-libertad-ahed-tamimi-cumplimiento-los-derechos-humanos-palestina-propuesta-grupo/

[4] https://elpaís.com “Trump va a reconocer a Jerusalén como capital de Israel pese a las protestas”; (6 de diciembre de 2017).

[5] http://www.telam.com.ar/notas/201802/254082-israel-detiene-nueve-familiares-tamimi-joven-presa-simbolo-resistencia-palestina-cisjordania.html

[6] http://www.palestinalibre.org/articulo.php?a=66948

[7] https://mundo.sputniknews.com/orientemedio/201712281075099061-israel-palestina-protestas-arresto/

[8] https://elpais.com/internacional/2018/03/21/actualidad/1521656879_383007.html

[9] https://www.eldiario.es/desalambre/menor-palestino-juzgado-tribunal-israeli_0_365364210.html

[10] Ídem.

[11] https://www.unicef.org/oPt/UNICEF_oPt_Children_in_Israeli_Military_Detention_Observations_and_Recommendations_-_6_March_2013.pdf

[12] Ídem.

[13] https://www.btselem.org/statistics/minors_in_custody.

[14] https://www.unicef.org “Children in Israeli Military Detention, Observations and recommendation”; (February 2013).

[15] http://nwttac.dci-palestine.org/

[16] María Landi es una activista de derechos humanos latinoamericana, comprometida con la causa palestina. Desde 2011 ha sido voluntaria en distintos programas de observación y acompañamiento internacional en Cisjordania: EAPPI (en Yanún/Nablus), CPT (Al-Jalil/Hebrón), IWPS (Deir Istiya/Salfit) y Kairos Palestine (Belén). Es columnista del portal Desinformémonos, corresponsal del semanario Brecha, y escribe en varios medios independientes y alternativos.

[17] https://mariaenpalestina.wordpress.com/2018/01/29/ahed-tamimi-es-la-punta-del-iceberg/

[18] https://mariaenpalestina.wordpress.com/2018/01/29/ahed-tamimi-es-la-punta-del-iceberg/

[19] Jim Fitzpatrick es un artista irlandés famoso por sus trabajos de arte folk de su tierra natal. Tal vez su obra más famosa sea el retrato del Che Guevara creado en 1968 por Fitzpatrick, y basado en la fotografía del Che hecha por Alberto Korda.

[20] Amira Hass (Jerusalén, 28 de junio de 1956) es una periodista y escritora israelí conocida principalmente por sus artículos en el diario Haaretz. Ha obtenido un especial reconocimiento por su información en torno a asuntos relativos a los palestinos tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, donde ha vivido parte de su vida.

[21] Nur Tamimi es estudiante de periodismo y activista del poblado de Nabi Saleh, en Cisjordania ocupada.

[22] https://mariaenpalestina.wordpress.com/2018/02/17/soy-la-prima-de-ahed-tamimi-israel-tiene-que-parar-de-meter-en-la-carcel-a-ninas-os-como-ella

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