La Vida del Imam al-Mahdi (a.s.)
El doceavo Imam inmaculado de Ahlul Bait (a.s.)
Cartas del Imam Mahdi (a.s.) al Sheij Mufid
Los narradores han registrado algunas de las cartas que Su Eminencia dirigió a personalidades Shias. Algunas de ellas son en respuesta a preguntas sobre legislación enviadas a Su Eminencia. Aquí presentamos algunos ejemplos:
CARTAS DEL IMAM DE LA ERA AL SHAIJ MUFID
Su Eminencia, el Imam Prometido (a.s.) envió varias cartas al "Digno de Confianza" del Islam, Shaij al Mufid, que Dios purifique su tumba, de las cuales Shaij Tabarsi ha citado dos cartas. Ellas son las siguientes:
"Esta carta es del valioso hermano y recto amigo Shaij Mufid Abu Abdillah Muhammad ibn Muhammad Numan, que Dios siempre mantenga su honor, por la posición alcanzada debido al pacto tomado de la gente.
“En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso”
La Paz sea sobre ti, amigo sincero en la religión de Dios y poseedor de certeza en nuestro imamato. Estamos agradecidos de nuestra existencia a Dios, excepto del cual no existe otro. Pedimos a Dios bendiciones y misericordia sobre nuestro Profeta Muhammad y su descendencia. Que siempre te otorgue la divina oportunidad de ayudar a la verdad e incrementar tus recompensas por hablar en favor nuestro. Te anunciamos que se nos permite honrarte con nuestra carta y confiarte con la responsabilidad de nuestros amigos que están presentes cerca de ti. Que Dios Todopoderoso los hermane debido a su obediencia y que Él les baste en sus asuntos importantes. Que Dios Todopoderoso te asista contra los que han roto su promesa y que se han salido de la religión de Dios. Entonces, consideren lo que les estoy explicando y háganlo saber a aquellos en quien confían, si Dios lo quiere.
Si nos encontramos en nuestra presente posición, alejados de los opresores, se debe a la sabiduría oculta que Dios Todopoderoso ha considerado mejor para nosotros y a nuestros creyentes seguidores. Mientras tanto, la riqueza material está en poder de los transgresores. A pesar de todo estamos en perfecto conocimiento de todos vuestros asuntos y problemas, y nada a vuestro respecto nos es oculto.
Hemos recibido información acerca de las desgracias y la humillación que han sufrido debido a sus acciones opuestas a las maneras de sus predecesores, respecto a lo cual puede que no hayan recibido ninguna información. Estamos preocupados por ustedes y no les olvidamos, y si esta atención y favor no estuviese presente, la pobreza y la tensión hubieran caído sobre ustedes y sus enemigos les habrían destruido. Por tanto, teman a Dios Todopoderoso y ayúdennos a salvarlos de esta desviación. Cualquiera cuya muerte esté cercana, morirá en esta desviación, y quien haya vuelto a nuestra conformidad permanecerá seguro. Esta desviación es un signo que muestra la distancia o proximidad a nuestras órdenes y prohibiciones. Aun cuando los incrédulos lo encuentren aberrante Dios Todopoderoso seguirá perféccionando Su luz. Permanezcan pues unidos a la disimulación y manténganse alejados de atizar el fuego de la ignorancia"
Al final escribe: "Esta carta es para ti, amigo y hermano sincero. Amigo leal, que Dios te proteja. Mantén esta carta en tu custodia segura y no la muestres a nadie. Aún así puedes presentar los puntos aquí tratados a aquellos en quien confíes. Persuádelos a actuar según ello, si Dios quiere.
Y que Allah bendiga a Muhammad y a su progenie purificada".
Esta bendita carta contiene algunos asuntos importantes:
Primero: Shaij Mufid es considerado por el Imam, grande y digno de elogio. Es uno de los pilares del Islam en conocimiento, méritos, piedad y constancia en la religión y su propagación. Fue uno de los que les había sido permitido mantenerse en contacto con el Imam de la Era (a.s.) y de hecho, era un emisario de Su Eminencia entre los Shias.
Segundo: En esta carta, Su Eminencia ha indicado que su lugar de residencia está lejos del área de los opresores, y que su levantamiento les ha sido oculto. Que solo es conocido por Dios Todopoderoso y depende de Su voluntad y que hasta el fin del gobierno de los opresores en la tierra Su Eminencia no reaparecerá.
Tercero: De toda la carta se hace evidente que Su Eminencia está al corriente de todos los asuntos y condiciones de sus Shias, y que ningún asunto le resulta oculto. Por tanto, Su Eminencia se preocupa por ellos y les ayuda, y con el permiso de Dios mantiene el peligro lejos de ellos. De tal manera, que si el cuidado de Su Eminencia por sus Shias no hubiera estado allí ellos habrían sido completamente rodeados por sus enemigos.
SEGUNDA CARTA DEL IMAM DE LA ERA AL SHAIJ MUFID
La segunda carta de Su Eminencia fue recibida por el Shaij Mufid (r.a.) el 23 de Zulhijjah del 412 A.H. Dicha carta es la que sigue:
"En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso
La Paz y la Misericordia de Dios sean contigo, ayudante de la religión. Aquel que invita a Dios con la verdad. Damos gracias a Dios, excepto El no hay más deidad, por tu existencia e invocamos Sus bendiciones para nuestro maestro y jefe Muhammad, Sello de los Profetas y su Ahlul Bait.
Amigo sincero y luchador, que Dios te ayude tal como El ha ayudado a Sus siervos elegidos en el pasado. Prometo que si alguno de tus hermanos de fe adquiere el temor de Dios y paga la cantidad que es obligatoria al receptor elegible, estará a salvo de las penas y las calamidades. Pero si alguien es miserable al dar de las riquezas que Dios le haya concedido temporalmente, el habrá tenido una pérdida para sus hijos y para él en el otro mundo".
Esta carta, escrita el 1ro de Shawal de 412 A.H. por Su Eminencia, contiene el siguiente texto al final:
"Esta es mi carta a ti, ¡Oh amigo!, que la verdad te sea inspirada. Mantenla en secreto y solo trata los puntos mencionados en ella a aquellos de tus amigos en quien confías. Si Allah quiere, las bendiciones de Allah les serán otorgadas. Alabado sea Allah, y sean Sus bendiciones sobre nuestro jefe el Profeta Muhammad y su descendencia purificada".[1]
Esta carta contiene algunos puntos notables:
En ella, Su Eminencia, el Señor de la Era se dirige al Shaij Mufid como el ayudante de la verdad y quien convoca a Dios con la verdad, lo cual es una de las más altas cualidades de la gente recta.
En ella ha anunciado a sus Shias que deben recitar la súplica por la seguridad y la liberación de Su Eminencia de los opresores, y que nada impedirá que esta súplica alcance al Todopoderoso.
En esta carta, Su Eminencia ha ordenado a sus Shias a observar la piedad y a mantenerse alejados de la desobediencia a Dios. Ellos deben pagar su impuesto religioso. Del mismo modo deben cultivar el temor de Dios y obedecerle de una manera real. Si lo hacen así, ninguna barrera permanecerá entre ellos y Su Eminencia, y les será concedida la buena fortuna de ver al Imam. Pero sus pecados son barreras entre los Shias y Su Eminencia y no les permitirán tener el honor de encontrarse con el Imam.
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[1] Ihtiyay 2 / 324-325
