Enseñanza de la Doctrina Islámica

Los atributos de Dios

Por Aiatollah M. T. Misbah

Atributos de la esencia divina

Introducción

Hemos aprendido ya que Dios Altísimo es la Causa Dadora de existencia, que posee todas las perfecciones presentes en la existencia, y que cualquier forma de perfección que se halle en otro ente le pertenece, sin que al otorgada merme algo de sus perfecciones. Para una mejor comprensión del tema pode­mos valemos de un ejemplo: El maestro enseña a su alumno sin que merme nada de su ciencia. Por supuesto, otorgamiento de la existencia y las perfeccio­nes existenciales por parte de Dios Altísimo es algo mucho más elevado que lo que expresa nuestro ejemplo.

Quizás la siguiente afirmación exprese mejor este asunto: El mundo exis­tente es una manifestación, o un rayo de la Sagrada Existencia divina, como podemos deducirlo de este noble versículo del Sagrado Corán: Dios es la luz de los cielos y de la tierra (24:35).

Teniendo en cuenta las infinitas perfecciones de Dios, todo concepto que indique perfección y no implique ningún defecto, es atribuible a Dios Altísimo. Esto aparece claramente en los versículos coránicos, las tradiciones (hadices) del Santo Profeta Muhammad (B y P) y en las súplicas y enseñanzas de los Imames[1] infalibles, en donde conceptos tales como luz, perfección, belleza, amor, felicidad y otros se atribuyen a Dios Altísimo.

Los Atributos divinos que se estudian en las obras sobre doctrina, filosofía y teologías islámicas pueden dividirse en dos grupos: Atributos de la Esencia y Atributos de la Acción. Primero explicaremos el por qué de esta división y luego pasaremos a tratar algunos de los Atributos más importantes.

Atributos de la Esencia y de la Acción

Los Atributos pertenecientes a Dios Altísimo o bien son cualidades que se abstraen atendiendo al tipo de perfección de Su Esencia, tales como: La Vida, la Sabiduría, el Poder; o bien son Atributos que se abstraen a partir de cierta forma de relación del Creador con Sus criaturas, como por ejemplo: Creador, Sustentador, Provisor. A los primeros se los denomina Atributos esenciales o de la Esencia divina, y a los segundos Atributos de la Acción.

La diferencia fundamental entre ambos grupos de Atributos radica en que los primeros se circunscriben a la Esencia divina en sí misma, mientras que los segundos se ocupan sólo de la relación entre Dios Altísimo y las criaturas, considerando a la Esencia divina y a la esencia de los entes creados como los polos de una relación. Por ejemplo, el atributo "Creador" se extrae de la dependencia existencial de las criaturas con respecto a la Esencia divina. La Creatividad divina no existe como algo exterior en sí mismo, sino que única­mente existen la Esencia divina y la esencia de las criaturas.

Por supuesto que Dios Altísimo posee en Su Esencia poder para crear, pero el Poder es, como dijimos, uno de los Atributos esenciales, y la Creatividad es uno de los Atributos agregados que se abstrae del ámbito de la acción divina. Por eso al Atributo "Creador" se lo considera un Atributo de la Acción. Si atendemos a la Creatividad en el sentido de capacidad divina para crear, entonces nos remitimos y volvemos al Atributo esencial del Poder divino.

Los más importantes Atributos divinos de la Esencia son la Vida, la Sabiduría y el Poder. Atributos como Oyente y Vidente, si los entendemos como Conocedor de lo audible y lo visible, o en el sentido de poseer poder sobre lo audible y lo visible, retornaríamos nuevamente a los Atributos esen­ciales de Sabiduría y Poder. Pero en el sentido de ver y escuchar en acto, sentido que se abstrae de la relación entre la Esencia del Oyente y Vidente y aquello susceptible de ser oído y visto, entonces estos Atributos deben considerarse como pertenecientes a la Acción divina. También la Sabiduría puede a veces ser entendida en este sentido (Ejemplo: conocimiento de los actos de las criaturas), en cuyo caso recibe el nombre de Sabiduría activa (no esencial).

Varios teólogos consideran también a la Palabra y la Voluntad como Atributos esenciales. Luego trataremos estos otros Atributos.

La demostración de los Atributos de la Esen­cia

El modo más simple para demostrar la Vida, la Sabiduría y el Poder divinos es que estos Atributos, cuando se emplean en relación a las criaturas, aluden a sus perfecciones, debiendo existir, entonces, en su grado más perfecto en la Causa que les dio el ser, porque cada perfección que hallemos en cualquier criatura pertenece a Dios Altísimo. Quien otorga las perfecciones, debe poseerlas. No es posible que alguien que confiere vida carezca de ella, o alguien que otorga conocimiento no lo posea.

La existencia de estos atributos de perfección en varias criaturas es una prueba de su existencia en el Creador, sin que éstos tengan en El límite ni defecto alguno.

En otras palabras, Dios posee una Vida, Sabiduría y Poder infinitos. A continuación exponemos en detalle cada uno de estos Atributos.

La vida

El atributo de la vida, el de ser vivo, se emplea para dos tipos de criaturas. Una las plantas, que poseen desarrollo y crecimiento; y el otro los animales y el hombre, que poseen voluntad e inteligencia. En el caso de las plantas la vida implica claramente necesidad e imperfección. Un ser que se desarrolla y crece, obviamente carece de perfección (y completitud) en el principio de su existen­cia, y es por efecto de factores exteriores que tienen lugar en él una serie de transformaciones (cambios), que lo conducen gradualmente a una nueva perfección (o su desarrollo completo). Un ser con estas características, como hemos visto en el capítulo de los Atributos negativos, no puede ser Dios Altísimo.

El segundo sentido en que se utiliza el concepto de vida implica perfección, aunque los casos posibles a los que se califica con la vida (los animales y el hombre), conlleven defectos e imperfecciones. Pero puede tenerse en cuenta un grado infinito (de vida), que no conlleve defecto e imperfección, limite o necesidad alguna. Los conceptos de existencia y perfección son también de este tipo (hay una existencia o perfección relativa de las criaturas y una existencia y perfección absoluta de Dios).

Básicamente, una vida que conlleve las cualidades de sabiduría y una actividad volitiva, ha de atribuirse a un ser inmaterial. Si bien la vida se atribuye a seres materiales animados, en realidad es el atributo de sus espíritus, y es por efecto del vínculo que éstos tienen con los cuerpos que se habla de vida o animación en ellos. En otras palabras, así como una existencia corpórea implica necesariamente extensión, también una existencia incorpórea, inmaterial, implica necesariamente vida. De acuerdo con esto, obtenemos otra razón para afirmar la Vida divina, y es que la Santa Esencia divina es inmaterial e incorpórea, y según se ha demostrado, cada existencia inmaterial posee por esencia vida, por lo tanto Dios Altísimo posee esencialmente la vida.

La sabiduría o conocimiento divino

El concepto de sabiduría es de los más claros y evidentes, pero los casos que conocemos entre las criaturas son limitados. Una sabiduría y conocimiento de este tipo (el de las criaturas) no puede atribuirse a Dios Altísimo, pero como hemos señalado, la razón puede concebir respecto de Dios una Sabiduría o Conocimiento perfecto, desprovisto de toda limitación o imperfección, y que sea, además, su misma Esencia y no algo aparte (separado) de ella. Este Conocimiento o Sabiduría perfecta es atributo exclusivo de Dios.

Puede demostrarse la Sabiduría de Dios por diferentes vías. Una de ellas es la que señalamos en la demostración de los Atributos esenciales cuando diji­mos: Como el conocimiento existe en las criaturas, debe existir en su grado más perfecto en el Creador.

Otra vía es la que se basa en el argumento lógico del orden. Cuanto más orden tenga un fenómeno y más sólido sea (en cuanto coherencia), más eviden­cia se halla en él de la sabiduría de su creador, como un libro científico, o un bello himno, o cualquier obra artística o científica, que señala la pericia, el talento y la sensibilidad de su autor. Ningún ser razonable pensaría que una obra científica es producto de un analfabeto. Entonces, ¿cómo puede creerse posible que este gran universo, con todos sus misterios y asombros, haya surgido de un ser sin inteligencia?

Finalmente, la tercera vía para demostrar la Sabiduría de Dios es la que hace uso de premisas teóricas y filosóficas (vía no sensible), como el principio de que cada ser inmaterial, independiente, posee sabiduría. Principio que se encuentra demostrado en las obras de filosofía.

Atender al Conocimiento y Sabiduría divina tiene mucha importancia para la autoperfección. Es por ello que el Sagrado Corán insiste reiteradamente en el Conocimiento de Dios, por ejemplo cuando afirma: Dios conoce las miradas furtivas (pecadoras) y lo que ocultan los pechos (40:19). Esto significa que Dios Altísimo es consciente de los engaños de los ojos y de los secretos de los corazones.

El poder

Se dice de un agente que realiza una acción voluntaria y libremente se dice que en relación a esa actividad tiene poder (o capacidad). El poder por lo tanto es el origen de la acción de un agente libre con respecto a un acto posible para él. Cuanto más perfecto sea el agente, más poder tendrá, y naturalmente el ser cuyas perfecciones sean infinitas poseerá un poder ilimitado. Por cierto que Dios tiene poder sobre todas las cosas (2:20).

Aquí debemos señalar algunos puntos:

1- La obra con que se relaciona el poder debe ser posible, por lo tanto, respecto de algo que en esencia es imposible o implica una imposibilidad, no se habla de poder. Que Dios tenga poder sobre todas las cosas no significa, por ejemplo, que pueda crear otro Dios (porque Dios no es criatura), o que pueda hacer que el número dos en tanto dos sea mayor que el tres, o que el hijo exista antes que el padre.

2- El que tenga poder (o capacidad) para todas las cosas, no significa que realice todas las cosas, sino únicamente aquellas que desea. Por lo tanto, Dios Sapientísimo y Prudentísimo no realizará acciones malvadas, desagradables o injustas, aunque tenga poder para ello. Por el contrario llevará a cabo actos justos y prudentes. En las lecciones siguientes expondremos con más detalle los alcances y el significado de la Prudencia divina.

3- El poder, en el sentido en que lo hemos visto, abarca también la voluntad y Dios Altísimo, como posee el máximo de poder, también es dueño del máximo y más perfecto grado de voluntad. Ningún factor puede presionarlo para que realice algo, o privado de su voluntad, debido a que la existencia y el poder de cada ser le pertenecen. Jamás puede ser derrotado por la fuerza que El mismo otorgó a Sus criaturas.

Preguntas:

  1. ¿Qué tipo de cualidades son las que pueden atribuirse a Dios Altísimo?
  2. Describa los Atributos esenciales y de la acción, y explique las diferencias entre ellos.
  3. ¿Cuál es la vía general para la demostración de los Atributos de la Esencia divina?
  4. ¿Cuáles son los distintos significados del atributo de la vida, y cuál de ellos puede atribuirse a Dios Altísimo?
  5. Explique el argumento especial para conferir el atributo de la Vida a Dios Altísimo.
  6. Demuestre por medio de tres vías diferentes la Sabiduría o Conocimiento divino.
  7. Explique el Atributo del Poder, y demuestre la existencia del Poder divino ilimitado.
  8. ¿Cuáles son las cosas que no guardan relación con el poder?
  9. ¿Por qué Dios realiza acciones desagradables o injustas?
  10. Explique el Atributo divino de la libre voluntad.

Fuente: Enseñanza de La Doctrina Islámica, Editorial Elhame Shargh

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

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[1] Imam (conductor, líder), designa aquí en especial a la máxima autoridad islámica, religiosa y política, después del Profeta Muhammad (BPD), designada por la Voluntad divina y revelada al Profeta (BPD).

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