Arba’in y la cultura de la Resistencia frente a la arrogancia mundial

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

No cabe duda, que la destrucción de los países que conforman el Eje de la Resistencia en Oriente Medio, es uno de los objetivos del Imperialismo y del Sionismo, en sus constantes demostraciones de odio al sancionar, bloquear, invadir, bombardear a países que están ligados a una cultura de la espiritualidad, aquella que emana de la epifanía de la escuela del martirio y el sacrificio[2], visión que es desconocida y aún tergiversada para continuar con esa línea de sometimiento a la cultura de occidente, países como Irán, Irak, Siria, Líbano , Yemen, Palestina, continúan en la mira de estas directrices, pues Estados Unidos y sus lacayos hacen ingentes esfuerzos por cada día más dividir a estos pueblos; sin embargo reside en estos, su lucha, misma que es perenne en el tiempo, el mismo que es una chispa siempre contra el sometimiento de los que creen en la regencia de Dios sobre la Tierra, y ahí está ese linaje que los aglutina, mismo que parte del islam shia, en su lucha contra todo tipo de tiranía y opresión, y ahí los veremos siempre firmes y determinantes, pues  “Morir con honor y gloria es mejor que vivir con humillación”, como lo señaló el “El Señor de los Mártires”, el Imam Hussein (P).

De ahí es que debemos recordar también que el martirio en las palabras del mártir Morteza Mutahari [3], es un favor de Dios al cual todos debemos aspirar, y esa aspiración es lo que hizo posible que el Islam haya prevalecido hasta nuestros días, a pesar de todos los obstáculos que le han surgido en el camino y gracias a la creencia en las virtudes del martirio ha sido posible que los musulmanes se opongan a la injusticia y desafíen a los gobernantes y regímenes anti-islámicos, sin importar qué tan poderosos éstos sean, y lograsen derrocar sistemas y monarcas que eran considerados invencibles, como por ejemplo el Shah de Irán, República que continúa de pie ante toda la guerra sucia,  mediática en su contra; pues precisamente parte de esa visión del martirio, como el suceso de Ashura y el martirio del Imam Hussein (P), como un ejemplo vivo, y un movimiento contundente, en esta visión magnánima contra la injusticia, la arrogancia y la opresión mundial, tenemos esa raigambre impregnada en esa cultura de fe y de sacrificio que no termina nunca y desprende también en la famosa peregrinación de Arba’in, la misma que como lo dijimos es “el espíritu de un mundo sin espíritu”, y justamente ad postas a este Arba’in 2020,  que marca los 40 días después del martirio del Señor de los Mártires, la que representa la congregación religiosa cultural más concurrida del mundo, que se celebra cada año en Karbalá, Irak, país que fue anfitrión de más de 25 millones de personas provenientes de todas partes del mundo[4], sin importar la religión, la raza, el color, ni mucho menos la nacionalidad,  y la que en este año por la propagación de la pandemia del coronavirus Covid 19, será mucho menos concurrida físicamente; pues las entidades Iraquíes hicieron saber que no pueden albergar peregrinos extranjeros[5], sin embargo existirán los rituales de duelo que se realizarán en pleno cumplimiento de los protocolos de salud, así como conferencias nacionales, regionales e internacionales para celebrar Arbain este año, junto con muchos otros programas culturales y  eventos, todo esto ligado a la espiritualidad existente en este tiempo, de ahí es que en estos momentos  llama a nosotros la reflexión tan necesaria para entender la gran filosofía de la ziyarat, la procesión de Arba’in, que además de hacer mantener vivo el verdadero islam, por el cual el Imam Hussein (P) dio su vida y alcanzó el martirio, es un ejemplo de unidad entre todos los seres humanos, son unos instantes de paz ante el miedo que continúa latente por tanta agresión imperialista y sionista, como lo podemos ver en estos momentos en la agresión hacia el pueblo Yemení, o al pueblo de Palestina, Afganistán, Cachemira, Bahréin, Siria, Irán y al mismo Irak como lo hemos señalado, por la ambición y la arrogancia de los más poderosos, es un valioso segundo de súplica por los más desposeídos; pues también Arba’in  representa el marco, el escenario y es sin lugar a dudas la lucha en el plano antiimperialista y anti sionista al que llama el movimiento del Imam Hussein , el de levantarse contra la tiranía y su opresión, el que hemos visto en la Revolución Islámica de Irán en 1979, nuevamente como ejemplo y como modelo válido contra los tiranos, los cuales terminaron en un fracaso absoluto dentro de sus intentos de sometimiento; como lo señala Chambi en “Génesis y trayectoria de la Revolución Islámica de Irán sobre los cimientos de la espiritualidad política desde la mirada de Michel Foucault”[6]; ya que ese sentimiento de lucha de estos pueblos, no sólo reposa en su sentimiento nacional,  sino en sus creencias más profundas y místicas, de no ser oprimidos, ni esclavizados y de que esa opresión y esa esclavitud en términos espirituales y místicos es sola y exclusivamente para Dios, por eso continuarán marchando contra los opresores, la injusticia y por la dignidad, ya que más temprano que tarde caminarán juntos para celebrar el fin de la ocupación, la mentira, y la arrogancia mundial.

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com - Fundación Cultural Oriente