EL ISLAM Y LAS ESCUELAS ECONOMICAS

Fundamentos de las escuelas Económicas; Islam, Capitalismo, Comunismo y Socialismo (I)

Por: Ayatollah Muhammad Baqir As-Sadr

PRINCIPALES PROBLEMAS DEL HOMBRE CONTEMPORÁNEO

Un problema mundial que ha ocupado la mayor atención del hombre contemporáneo se refiere a averiguar cual sistema es el más conveniente para desarrollar la vida social de la humanidad.

Esta es la cuestión más sensible e intrincada enfrentada constantemente por el hombre desde que comenzó su vida social.

Siendo la mutua cooperación la base de la vida social, se requiere un sistema legal que gobierne las relaciones humanas. Cuanto más este sistema esté en consonancia con la naturaleza e intereses humanos, mejor se asegurará la prosperidad y solidaridad de la sociedad humana.

Todos los esfuerzos humanos en los campos intelectuales y políticos se han dirigido hacia este mismo fin. Han surgido escuelas de pensamiento divergentes que han estado intentando organizar la sociedad humana y las relaciones sociales de acuerdo a sus propios conceptos.

La situación en el mundo llegó a ser muy engañosa y opresiva, gozando algunos afortunados de los placeres de la vida y quedando otros privados incluso de las necesidades más manifiestas. Si en un momento crítico de la historia una Luz no hubiera iluminado la tierra, la humanidad hubiera continuado su vida en condiciones lastimosas y hubiera sido arrojada a las tempestuosas olas del infortunio.

No nos proponemos narrar la historia de todos los esfuerzos y luchas humanas en el campo social, ni intentamos ocuparnos de la historia del sufrimiento humano. Solamente estamos interesados en el camino que el hombre moderno debería tomar para ser capaz de vivir con seguridad y basar la sociedad en la equidad y la justicia.

Es una realidad que el hombre moderno tiene un mayor conocimiento de los problemas sociales que la gente del pasado. Es consciente de sus complejidades y sabe que las presentes dificultades son creadas por el propio hombre. Sabe que el derecho social existente no es tan consistente e inalterable como las leyes físicas. No es como la ley de la gravedad que no puede ser modificada.

Evidentemente, cuando un hombre se convence de que las actuales relaciones sociales son el resultado de la forma de vida elegida por el hombre y no una forma inalterable determinada, enfrenta los problemas sociales con fervor y ánimo y no se somete a ellos sin saber qué hacer.

Por lo tanto, la humanidad ha andado un largo camino conquistando la naturaleza. El progreso hecho en este sentido no tiene precedentes. Este éxito y los siempre crecientes nuevos descubrimientos han hecho este problema más grave y más urgente, dado que ahora están preparados los fundamentos para la independencia de todas las naciones, lo que eleva más aún la importancia del descubrimiento de un sistema social en el que todos puedan ser capaces de gozar de los frutos de los últimos avances científicos.

Comparado con la generación anterior y dados los experimentos hechos por el hombre moderno, éste ha adquirido un conocimiento más profundo y extenso para entender y resolver el problema planteado. De todos modos, es evidente que los nuevos descubrimientos e informaciones han complicado más el problema social debido a los numerosos puntos de vista presentados para resolverlo.

COMO RESOLVER EL PROBLEMA SOCIAL

Ahora que conocemos el problema y la cuestión básica con la que ha sido confrontada la humanidad desde el comienzo de su vida social, veamos si las presentes condiciones son favorables para encontrar una respuesta correcta a ello.

En otras palabras, veamos cómo el hombre moderno puede descubrir cuál sistema es mejor, ya sea que se trate, por ejemplo, del democrático, del capitalista, de la dictadura del proletariado, etc.

Supongamos que escogemos uno de ellos como el mejor. Aún tendremos que ver si es aplicable a todos los niveles de la vida humana, ya que en muchos casos su aplicación depende de factores que no son constantes en todas las sociedades. Además, la comprensión de todos los puntos relevantes depende de la visión particular que uno sustenta respecto a la naturaleza del universo, y debido a la variación de este punto de vista la actitud mental de la gente difiere en cuanto a la solución del problema.

LA SOLUCIÓN MARXISTA

De acuerdo al punto de vista marxista el hombre se modifica espiritual e intelectualmente con los cambios en los medios de producción, porque no puede pensar en aislarse de ellos ni puede asegurarse un sistema social superior que ese que está determinado por las condiciones existentes. De acuerdo al marxismo el pensamiento humano es un reflejo exacto del desarrollo de los medios de producción. En los días del molino de viento el feudalismo era considerado el mejor sistema. Cuando la máquina de vapor reemplazó al molino de viento el feudalismo se volvió obsoleto y el capitalismo pasó a ser reconocido como el mejor sistema social. Finalmente, con el desarrollo de la energía eléctrica y atómica, el concepto humano cambió nuevamente y fue aceptado el socialismo como el sistema social superior.

Por lo tanto la capacidad del hombre para reconocer el mejor sistema es equivalente a su capacidad de comprobación de la reacción social producida por las fuerzas productivas. Las ideas y conceptos solamente son un reflejo de los medios de producción.

De acuerdo al marxismo la cualidad de un sistema y el reconocimiento humano del mismo como el mejor, son cuestiones subordinadas a la marcha de la historia. Desde el punto de vista marxista la historia avanza continuamente recorriendo nuevas etapas del desarrollo. Por lo tanto el último sistema social es siempre el mejor y el sistema social tradicional o antiguo se debe considerar obsoleto. Lo que hizo a Rusia adoptar el nuevo sistema fue el hecho de que representaba un nuevo concepto social, como producto de la reflexión de la última etapa histórica y por lo tanto debía ser el sistema más sólido o solvente.

Indudablemente, algunos conceptos sociales parecen ser modernos, pero eso no es una regla válida universal. Tomemos el caso del nazismo que apareció en la primera mitad del siglo XX. En ese momento se creía que su escuela era el producto del progreso histórico pero después de un tiempo se vio que los puntos de vista del nazismo no eran un nuevo descubrimiento sino que en realidad existían desde hacía mucho tiempo.

El marxismo enfatiza que mientras la historia continúa su marcha evolutiva la modernidad de los conceptos sociales es una prueba suficiente de su cualidad apropiada.

Al mismo tiempo, de acuerdo al marxismo, no es fundamento suficiente para la puesta en vigor de un sistema que éste haya sido reconocido como el mejor. Una lucha de clases debería preceder la implementación de una idea nueva. Por ejemplo, el descubrimiento de la teoría socialista no es una justificación suficiente para su puesta en vigor. Debería primero haber un combate entre los empleados y los empleadores. La ejecución de ese combate es parte de la comprensión del sistema. Cuanto mayor comprensión más intensa será la lucha de clases. Los marxistas basaron su teoría en el materialismo histórico, del que hemos dado pormenores en nuestro libro “Iqtisaduna” (Nuestra economía). Ahora es suficiente señalar que la historia comprueba que los conceptos sociales no se inspiran en los medios de producción. El hombre por sí mismo tiene una facultad creadora no relacionada con esos medios. De otro modo, ¿cómo puede el marxismo explicar la aparición de teorías nacionalistas, socialistas y de propiedad estatal en distintos períodos históricos muy distanciados entre sí? Si ello es cierto, mientras los líderes soviéticos aseguran que la doctrina de la nacionalización es el resultado del desarrollo de los medios de producción, ¿por qué apareció esta doctrina cuando la gente no poseía para nada esa capacidad productiva de la que goza occidente actualmente?

¿No es cierto que Platón creía en el comunismo y consideraba que este sistema sería la fuente creadora de un paraíso en la tierra? ¿Eran los puntos de vista de Platón el producto y reflejo de los modernos medios de producción que ni siquiera el rey de la antigua Grecia poseía?

No solamente hace tres mil años pensadores y políticos tenían puntos de vista socialistas, sino que incluso intentaron llevarlos a la práctica. Un conocido guerrero chino, Wu Di[1], que perteneció a la dinastía Han, descubrió por medio de su propia experiencia que el sistema socialista era el mejor y el más apropiado, proponiéndose ponerlo en práctica. Pasó todos los recursos naturales al pueblo y nacionalizó la producción de sal, hierro y bebidas alcohólicas. Para eliminar los vendedores al por menor promulgó una ley especial de acuerdo a la que el transporte de mercancías quedaba bajo control del gobierno. Para controlar el comercio y prevenir una indebida fluctuación de los precios, el mismo gobierno transportaba los productos a todos los puntos del país. La sobre producción era almacenada por el gobierno, que la vendía cuando los precios se elevaban mucho. Si los precios iban por debajo de un límite razonable, el gobierno compraba las mercancías. También construyó grandes factorías, donde empleaba a quienes no conseguían trabajo en otras más pequeñas.

Similarmente, Wang Mang[2] que gobernó al comienzo de la era cristiana, tomó una audaz medida aboliendo la esclavitud. Al igual que los europeos en la primera etapa arrancó de raíz el sistema feudal. Wang Mang consiguió liberar a los esclavos, sacar la tierra a los señores feudales y distribuirla equitativamente entre los miembros de la sociedad. Además, prohibió la compra y venta de tierras y nacionalizó todos los recursos minerales y algunas grandes unidades industriales.

¿Es posible imaginarse que las reformas políticas y sociales de Wu Di y Wang Mang fueron inspiradas por la máquina de vapor, la energía eléctrica o la atómica, que son consideradas por los marxistas la base de su misión socialista?[3]

Esto muestra que el reconocimiento de un sistema como el mejor en cualquier época no se relaciona a los medios de producción. Similarmente la constante marcha evolucionista de la historia, que de acuerdo a los marxistas es una prueba de solvencia o firmeza de las concepciones últimas, es una teoría sin fundamentos, porque hay demasiados ejemplos de la marcha hacia atrás de la historia y de la desaparición de culturas.

LA SOLUCIÓN NO MARXISTA

Los intelectuales no marxistas generalmente dicen que el intelecto humano reconoce el mejor sistema por medio de la experiencia social. Cuando el hombre implementa cierto sistema social, es a través de la experiencia y observación que ha descubierto sus puntos débiles. Y con el aumento de la comprensión de las necesidades sociales, descubre el mejor sistema y la nueva respuesta a los problemas. Así, cuanto mayor es su experiencia, mayor será su aptitud para descubrir un sistema superior.

Sobre este fundamento, nuestra pregunta básica, “¿Cuál será el mejor sistema?”, equivale a la duda diaria: “¿Cuál es la mejor manera de calefaccionar nuestra casa?”

Desde el día en que el hombre comenzó a vivir en chozas y cuevas, empezó a esforzarse por encontrar una respuesta a la última pregunta. En el curso de sus investigaciones y experimentos descubrió el fuego e hizo uso de él para protegerse contra el frío. Continuó haciendo experimentos hasta que descubrió la electricidad y pudo usar la energía eléctrica para la calefacción.

De la misma manera, a través de sus experiencias el hombre pudo superar muchos problemas que enfrentaba en la vida. Al aumentar las mismas encontraba mejores soluciones. Por ejemplo, descubrió las mejores medicinas para la tuberculosis, el mejor método para bombear, medios para las formas más rápidas de viaje y transporte, los mejores sistemas para el hilado de la lana, la mejor manera de dividir el átomo, etc., resolviendo así innumerables problemas.

Y así como es capaz de resolver sus problemas físicos también puede encontrar una respuesta a los problemas sociales. A través de las experiencias en este campo descubre los puntos débiles de un sistema y los reemplaza por otros mejores.

DIFERENCIAS ENTRE EXPERIENCIAS FÍSICAS Y SOCIALES

La discusión precedente es en gran medida cierta en el sentido de que así como un experimento físico capacita al hombre para dar respuestas a interrogantes físicos también las experiencias sociales lo capacitan para dar respuestas a interrogantes sociales. Pero si queremos examinar más profundamente este punto, es necesario conocer la diferencia entre una experiencia física y otra social.

En el curso de los experimentos físicos el hombre descubre los secretos de la naturaleza y la manera de hacer uso de ellos, como los señalados anteriormente.

Pero dado que en las experiencias sociales de los distintos sistemas sociales se afecta al hombre, no se puede experimentar de la misma manera que en el campo de la física. Estos dos tipos de experiencias difieren en una serie de aspectos. En el curso de la experiencia física el hombre puede alcanzar los niveles más altos de desarrollo. Pero, por más experiencias sociales acumuladas que tenga, ¿puede estar seguro de haber alcanzado el nivel más alto de desarrollo o el descubrimiento del mejor sistema?

Para demostrar que las experiencias físicas a menudo dan un conocimiento completo sobre cuya base se puede comprender el fenómeno natural y descubrir las leyes relevantes, mientras que la experiencia social no da esos conocimientos que pueden capacitar para descubrir el mejor sistema y usarlo convenientemente, es necesario describir las principales diferencias básicas entre los dos tipos de experiencias.

PRINCIPALES PUNTOS DE DIFERENCIA ENTRE LAS DOS EXPERIENCIAS

1) En una experiencia física una persona puede completar la misma y servirse de sus observaciones. Puede controlar inmediatamente todos los factores, descubrir los errores y llegar a una conclusión definitiva. En contraste, no le resulta posible observar todos los aspectos de una experiencia social en tanto la misma signifique la aplicación de un sistema en una sociedad.

Por ejemplo, para experimentar con el sistema capitalista o feudal, se debe ponerlo en vigor por un tiempo prolongado. No es posible que una sola persona ponga en práctica todos los aspectos de una experiencia social, siendo necesario que sea practicada por todos los miembros de la comunidad por un período que es normalmente más largo que la duración ordinaria de la vida de un hombre. Por lo tanto ningún individuo puede ser contemporáneo a todos los fenómenos de una experiencia social. Uno puede ser testigo solamente de una cierta fracción del fenómeno y en cuanto al resto tiene que depender de las conjeturas, las especulaciones y la historia.

2) Las conclusiones a las que se arriba a través de una experiencia física son inalterables por factores internos subjetivos, y por lo tanto más reales que los resultados obtenidos de una experiencia social.

Esta es la principal diferencia que no permite a la experiencia social ser tan lograda como una experiencia física. Evidentemente, es de interés de la persona que realiza la experiencia física poner en claro lo que investiga y en la mayoría de los casos no tiene el menor interés en distorsionar la verdad.

Por ejemplo, si una persona quiere experimentar el efecto de una sustancia particular sobre el bacilo de la tuberculosis, estará interesada solamente en hallar la cantidad específica requerida para que sea efectiva. No tendrá sentido en su lucha contra el bacilo, distorsionar los datos, exagerando o minimizando la cantidad de sustancia.

Por esta razón la experiencia física generalmente es realista y está libre del efecto de las predisposiciones personales. Pero el caso de la experiencia social es diferente y no siempre hay desinterés personal de quien lo lleva a cabo por hacer conocer la verdad.

Algunas veces sus prejuicios o intereses pueden obscurecer los hechos y no permitirle arribar a conclusiones correctas. Por ejemplo, si los intereses personales de alguien están confinados al sistema capitalista, el monopolio y la usura, naturalmente, con el objeto de salvaguardar sus propios intereses, intentará probar siempre que es el mejor sistema. Por lo tanto su punto de vista no puede ser llamado realista mientras sus motivaciones internas lo compelan a ver la verdad a la luz de sus propios intereses.

Similarmente, nada será más importante para una persona cuyos intereses personales no son compatibles con el monopolio y la usura que descubrir la verdad para poner fin a ese sistema. Por lo tanto uno no se puede considerar imparcial al dar respuesta al interrogante básico, “¿cuál es el mejor sistema?”.

Esto muestra que normalmente no se puede garantizar que los puntos de vista de una persona respecto al mejor sistema social sean realistas y libres de los gustos y antipatías personales, cosa que sí puede suceder con las experiencias físicas.

3) Supongamos que el hombre es incapaz de ser realista e imparcial. ¿Quién puede entonces comprometerse con la responsabilidad de descubrir el mejor sistema, sin tener en cuenta sus inclinaciones personales? ¿Puede alguien garantizar que hará todo lo posible por poner en vigor el mejor sistema, incluso aunque vaya contra sus propios intereses?

¿Es suficientemente válido para una persona llevar a la práctica el socialismo que hasta algunos capitalistas han llegado a creer que es el mejor sistema, incluso aunque vaya contra sus intereses personales?

¿Si el hombre moderno occidental se convence a través de experiencias del peligro de la permisividad, será suficiente su convicción para impulsarle a cambiar el presente sistema de relación entre el hombre y la mujer, a pesar del hecho de que los legisladores actualmente no reconocen ese peligro y ellos mismos a menudo caen en su práctica?

Percibimos que no solamente necesitamos descubrir un sistema adecuado para la humanidad sino que también necesitamos un impulso interno que salvaguarde y sirva a los intereses humanos, sin tener en consideración nuestras inclinaciones o beneficios individuales.

4) Un sistema inventado o pensado por una persona, no servirá para llevar a la perfección al conjunto de los hombres, porque siempre representará en alguna medida la visión mental y espiritual de la misma.

Una sociedad compuesta de miembros con poca fuerza de voluntad no puede avocarse por sí misma a descubrir el mejor orden social y ponerlo en práctica. El sistema que construya siempre será reflejo de su voluntad débil y endeble. Una sociedad a la que le falte una firme determinación para erradicar la enfermedad del alcoholismo no puede esperarse que tome una acción firme y decisiva para desprenderse de una vida licenciosa, ni puede enseñar a la gente a liberarse del dominio de los placeres ilimitados. Una sociedad sin fuerza de voluntad puede adquirir las esperadas consecuencias de la intemperancia e inmoralidad, pero no puede erradicar estos males con mano firme porque se da cuenta de sus peligros solamente cuando ya es demasiado tarde. Entonces encuentra el problema demasiado difícil para solucionarlo, porque su voluntad y resolución ya han quedado exhaustas.

Este es el factor principal que impide a una sociedad enferma construir un sistema que pueda liberarla de la inmoralidad y la corrupción. Hay sociedades que aparentemente son muy avanzadas y culturalmente han hecho progresos considerables pero no han sido capaces de avanzar en la elevación de la humanidad y en educar al pueblo en la línea correcta.

Los Estados Unidos de América, que tiene uno de los mejores sistemas culturales del mundo hecho por el hombre, intentó poner en vigor la “Ley Seca”, pero no podía tener éxito porque una sociedad que se permite la ilimitada búsqueda del placer es incapaz de llevar a la práctica una ley para salvar el alma[4].

En contraste con esto, el sistema islámico, que es un sistema revelado, tiene sus propios métodos para instruir al pueblo y promover los intereses de la humanidad. Ha conseguido prohibir el uso de las drogas y la intemperancia en los demás deseos carnales, modelando una voluntad que lleva a desistir de ellos.

Ya hemos visto las diferencias básicas entre una experiencia física y otra social. Ahora proponemos ocuparnos de otro punto relevante referido a nuestro tópico central, es decir, la capacidad humana para descubrir el mejor sistema. La cuestión es si es posible descubrir un sistema social sobre la base de una experiencia científica tan precisa como cualquier experimento físico o químico. De ser posible, ninguno de los problemas a los que nos hemos referido en relación con la experiencia social, debería plantearse.

En otras palabras, ¿es posible ignorar la historia y la experiencia humana pasada, mientras descubrimos el mejor sistema, y organizar la vida social sobre la base de los experimentos científicos modernos predominantes?

Algunos optimistas responden a esta pregunta por la afirmativa y aseguran que en vista del maravilloso progreso científico occidental, es humanamente posible descubrir un sistema apropiado a través de la moderna experiencia científica. Dicen que el mejor sistema social es aquel que cubre de mejor manera los requerimientos humanos y no hay ninguna razón para no juzgar por medio de la experiencia científica cuales son estos requerimientos.

¿Por qué no es posible en base a la experiencia de algunos individuos descubrir esos factores físicos y fisiológicos que influencian el desarrollo de las ideas humanas? Si lo hacemos, podemos introducir esos factores en nuestro sistema social de manera que puedan ser provechosos para el aumento de la producción intelectual.

Sin embargo, un grupo de modernistas tienen una visión diferente. Sostienen que la humanidad no es capaz de descubrir el mejor sistema solamente a través de un nuevo experimento científico, porque eso ya lo ha hecho. Europa ha descartado la vieja religión y sus conceptos sociales y éticos, dando inicio a una nueva vida sobre lineamientos científicos. Ha asegurado el control sobre los recursos físicos y también ha abierto el camino hacia el sistema planetario. El moderno sistema europeo se basó en los experimentos científicos.

Antes de responder a la cuestión arriba mencionada es necesario ponderar los méritos de esta afirmación modernista.

Es una simple conjetura que no se fundamenta en hechos y realidades, la de que el sistema social, reflejo de la manera occidental de vida, se basa principalmente en la experiencia científica. Sus normas son simplemente cavilaciones filosóficas antes que el resultado de descubrimientos experimentales de las características fisiológicas y psicológicas del ser humano. Son el resultado de una cierta actitud mental.

Cualquiera que estudie cuidadosamente el Renacimiento europeo llegará a la conclusión de que la tendencia general del movimiento en el campo de la física era contrario a la tendencia en el campo social. Desde el punto de vista de las ciencias físicas no caben dudas de que el movimiento era científico. Interpretaba el universo sobre la base de la observación y la experiencia. Las consideraciones de los europeos sobre la combinación del aire y el agua, la ley de la gravedad o el fraccionamiento del átomo, son hechos indiscutibles basados en los modernos experimentos científicos. Pero el aspecto social en el movimiento europeo se basa simplemente en cavilaciones filosóficas y no en ideas científicas.

Por ejemplo, en el curso de la revolución social, Europa habló de derechos humanos y es evidente que la cuestión de los derechos humanos no es una cosa que pueda ser experimentada (mensurada materialmente). Siendo una necesidad social, está fuera del alcance de la indagación científica.

Si por ejemplo estudiamos la ley de la igualdad, que es uno de los principios básicos de la vida social moderna, encontramos que no ha sido descubierta como resultado de un experimento y observaciones mensurables, porque desde el punto de vista científico todas las personas son solamente iguales en los planos mentales y psicológicos. La ley de la igualdad tiene un valor moral que ha sido descubierto a través de la razón y no a través del experimento científico.

Hasta ahora hemos visto que el aspecto social de la cultura europea es realmente distinto de su aspecto científico y que el método científico adquirido por la Europa moderna no se aplica a la organización social. No es correcto presumir que todas las leyes económicas, políticas y sociales europeas tienen bases científicas.

Queremos dejar claro solamente lo que es una realidad. No tenemos la intención de criticar a Europa por no fundamentar su sistema social en experiencias científicas y físicas, porque sabemos que los modernos experimentos científicos no pueden convertirse en la base de un sistema social.

Supongamos que en la mayoría de los casos las necesidades humanas y los métodos de satisfacerlas se puedan encontrar a través de la experiencia. Pero se debe comprender que en un sistema social la cuestión básica no se limita a cubrir las necesidades de todos los individuos y organizar sus relaciones dentro de una estructura que pueda asegurar la satisfacción de las mismas. Es obvio que ningún experimento científico o cualquier persona particular puede facilitarnos el descubrimiento de una forma de relación entre los individuos y el método para hacerlo equilibradamente. Esta cuestión solamente puede ser alcanzada aplicando un sistema social a todos los miembros de la sociedad y luego observando sus puntos débiles y fuertes en el curso de un experimento colectivo. De esta manera es posible producir un sistema correctamente balanceado, garantizando la prosperidad de la sociedad.

Por lo tanto, hay ciertos problemas y necesidades humanas que no pueden ser descubiertos a través de determinados experimentos científicos. Tomemos el caso de una persona que está acostumbrada al adulterio. Puede considerarse con suerte y no sentir ninguna intranquilidad debido a su pecado. Pero el caso de una sociedad disoluta es distinto. La experiencia colectiva puede demostrar que una persona sensualmente depravada cae tan bajo que pierde su humanidad, su fuerza de voluntad, su facultad de pensar y su sentido moral.

A esto se debe que no se puede descubrir cada aspecto del fundamento social por medio de experimentos sobre individuos en laboratorios físicos, psicológicos y fisiológicos. El descubrimiento de un sistema sólido o solvente depende de una experiencia colectiva en un plazo muy prolongado.

Hay una mayor dificultad en el camino de echar mano del experimento científico para organizar un sistema social. El resultado obtenido a través del experimento puede estar a menudo influenciado por los intereses egoístas o por las fantasías personales del individuo que lo ha llevado a cabo.

Ahora, que ya hemos visto hasta dónde el esfuerzo humano puede resolver los problemas sociales y que también ya hemos respondido a la cuestión básica, nos proponemos discutir las teorías sociales más de moda que, en relación con su popularidad, han provocado la controversia intelectual o política.

Las cuatro teorías sociales más importantes son: 1) El capitalismo democrático; 2) El socialismo; 3) El comunismo; 4) El sistema islámico. Las tres primeras teorías reflejan puntos de vista humanos divergentes sobre el mejor sistema. Ya hemos dejado claro que la capacidad humana al respecto es muy limitada.

En lo que concierne al sistema islámico, es un sistema ideológico basado en la revelación divina. No es una consideración experimental ni se origina en las capacidades o potencialidades humanas.

Los sistemas capitalista democrático y socialista se han dividido el mundo entre ellos, dominando una parte del mismo cada uno. Ambos sistemas gozan de respaldo político y rivalizan militarmente por el dominio del mundo.

En cuanto a lo que concierne al sistema islámico y al comunismo, son simplemente conceptos y actualmente no tienen existencia real (el presente libro fue redactado antes del triunfo de la Revolución Islámica del Irán, que tuvo lugar el 11 de febrero de 1979, NTE) pero se debe tener en cuenta que el sistema islámico ya ha sido experimentado. Cuando fue puesto en vigor demostró ser el sistema más exitoso. Solamente perdió su influencia después de la muerte de sus verdaderos defensores, al caer en manos de personas incompetentes cuyos corazones estaban desprovistos de la luminosidad del Islam. Ahora solamente es un concepto o ideal en la mente de los musulmanes. Es una aspiración por cuya materialización están trabajando algunos musulmanes devotos.

En cuanto al comunismo, nunca ha sido practicado plenamente. Cuando los dirigentes socialistas llegaron al poder, ellos mismos se vieron incapacitados para ponerlo en vigor y decidieron contentarse con preparar el camino para el mismo. Proclamaron el socialismo como un preludio del comunismo. Obviamente, no podemos tener ninguna fe en tal sistema.

Extraído del libro EL ISLAM Y LAS ESCUELAS ECONOMICAS; Editorial Elhame Shargh

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[1] En 139 A. C. el emperador Wu Di (Liu Che) subió al trono. Sobre las bases de la recuperación de las fuerzas productivas sociales en los 60 años anteriores, en los primeros años de su reinado la economía social tuvo notables cambios. La población podía comer y vestir sin penurias; los silos estatales se hallaban colmados de granos; los órganos oficiales tenían superávit en sus presupuestos. Precisamente en medio de esta situación de prosperidad, la dinastía Han del Oeste llegó a su cúspide. (Nota del Editor)

[2] Entre los años 9 y 23 del calendario occidental, Wang Mang gobernó en China como emperador de la dinastía Hsin, emprendiendo radicales reformas. Propició la reforma agraria y la abolición de la esclavitud. Con objeto de poner coto a la usura, ofreció préstamos sin interés. Los comerciantes y capitalistas empleados como administradores provocaron una serie de revueltas en una de las cuales Wang cayó muerto. (Nota del Editor)

[3] Otro ejemplo esclarecedor de este concepto es la figura revolucionaria del tracio Espartaco (113-71 A. C.), quien fue un notable gladiador del Circo Romano. Estuvo integrado a una escuela de gladiadores de Capua donde sufrió grandes vejaciones junto con sus compañeros. Yendo por una calle de Roma se encontró con su hermana Rodopea, esclava y prostituida. A las impresiones dolorosas de la escuela sumó la indignación que le causó la degradación de su hermana, lo cual lo llevó a organizar una sublevación de gladiadores a la que se sumaron numerosos esclavos y campesinos que en repetidas oportunidades derrotaron a las arrogantes legiones romanas entre los años 73 y 71 A. C. Finalmente, encerrado en Apulia contra las orillas del río Sílaro por los ejércitos combinados de Craso, Pompeyo y Lúculo, murió combatiendo hasta la muerte junto con sus 60.000 compañeros. Como castigo ejemplar, los romanos crucificaron sus cuerpos sin vida y comercializaron los despojos para la elaboración de embutidos. Espartaco, antes de ser martirizado, pronunció la famosa consigna: “Volveré y seré millones”, que fuera luego adoptada por distintos revolucionarios a lo largo de la historia. Espartaco fue un símbolo de la revolución de los oprimidos y de la ideología de la libertad y la justicia en una época en que los conceptos marxistas no tenían cabida ni sentido (Nota del Editor).

[4] El movimiento por la prohibición —“Ley Seca”— comenzó en algunos estados en 1828. Continuó extendiéndose gradualmente hasta que el decimotercer estado promulgó una ley en 1869 prohibiendo el uso del alcohol para beber dentro de su jurisdicción. Como consecuencia de esto, 33 estados sobre 48 ratificaron esa ley inmediatamente. La promulgación de esa ley promovió un debate entre los sostenedores y opositores a la misma. De tal modo que el caso fue llevado varias veces a la Corte Suprema y oportunamente el pensamiento público norteamericano estuvo más capacitado para la prohibición. A fines de diciembre de 1917 el Congreso aprobó la enmienda constitucional Nro. 18 que decía: “Parte Una: Luego de un año de la aprobación de este artículo estará prohibida la manufactura, venta y transporte de bebida alcohólica intoxicante y su exportación o importación a EE.UU. o a los territorios sujetos a su jurisdicción. “

“Parte Dos: El Congreso y todos los Estados Unidos pueden aprobar en conjunto este artículo promulgando leyes especiales.”

En la parte tercera fue estipulado que de acuerdo a la Constitución esta enmienda debía ser ratificada dentro de los siete años por la cantidad de estados necesarios estipulada por la misma, quedando sin efecto de no ser así.

En enero de 1919 tres cuartas partes de los estados la ratificaron, siendo éste el límite mínimo prescripto por la Constitución. Más tarde la ratificaron otros 10 estados, llegando así a un total de 46 estados.

La “Ley Seca” probó ser beneficiosa y en un corto tiempo produjo significativos resultados que fueron admitidos francamente incluso por sus oponentes.

El entonces rector de la Universidad de Harvard, opuesto a la prohibición, escribió que por todas partes había evidencias de la prosperidad general, bienestar y aumento de la producción industrial. Los industriales, médicos, enfermeros y asistentes sociales testificaron el buen resultado de la prohibición en sus respectivas áreas.

Este buen resultado fue logrado a pesar de la defectuosa puesta en vigor de la ley. Porque los defensores del alcoholismo no se quedaron quietos. Los fabricantes de cerveza, los taberneros y los defensores de los derechos civiles se unieron a los adictos al alcohol en una intensa campaña contra la prohibición. Y con el apoyo de algunos periódicos pagados, consiguieron modificar gradualmente la opinión pública. Finalmente crearon las condiciones por las que el Congreso fue forzado a derogar dicha ley. En febrero de 1933 la enmienda Nº 18 fue anulada por la enmienda Nº 21.

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