Una vez más la entidad Sionista masacra a Palestinos en Yenín

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

La madrugada del 3 de julio de 2023, el régimen sionista israelí comenzó su incursión más sangrienta, catalogada como la mayor operación militar de las últimas dos décadas contra Cisjordania, específicamente contra el campo de refugiados en Yenín, que de acuerdo a medios israelíes en esta operación han participado más de mil militares de diferentes unidades del ejército, revelando también que este brutal ataque se hace con luz verde de Estados Unidos.

El ejército sionista ha atacado con aviones de guerra y también lo hizo con su mejor artillería por tierra, a la población civil palestina, dejando un saldo— hasta la redacción de estas líneas— de 11 muertos, más de 150 heridos y más de 3.000 palestinos desplazados, los que fueron obligados a abandonar sus hogares, tras la violenta agresión, del ejército israelí, quienes cortaron la electricidad y el agua del campo con sus ataques.

Los videos publicados en las redes sociales, muestran que las excavadoras del régimen sionista han destruido casas y arrancado el asfalto de las calles de la ciudad, que por segundo día de la incursión ha dejado desolada la región, mostrando una vez más, la limpieza étnica, que sigue en ejecución con la expansión de asentamientos ilegales y el robo de tierras que Israel lleva a cabo desde 1948; ya que controla ya más del 85 por ciento de los territorios ocupados palestinos, y el que continúa sus actos de expansión de los asentamientos y demolición de hogares palestinos, con el objetivo de eliminarlos; y esta masacre de Yenín es sólo un ejemplo más de la eterna Nakba (catástrofe en árabe), la que continúa desde hace 75 años, ocasión en que Naciones Unidas favoreció la creación del Estado ilegítimo de Israel, promoviendo la limpieza étnica de Palestina en manos del proyecto colonial sionista, campaña ideada por el “Plan Dalet” que llevó a la avalancha masiva de refugiados en 1948, en donde más de 900.000 palestinos fueron expulsados por la fuerza de sus hogares, de sus tierras, donde más de 531 aldeas fueron destruidas y más de trece mil palestinos fueron asesinados por el régimen israelí.

Hoy, se repite la misma historia, con el operativo Israelí ejecutado en el campo de refugiados de Yenín, que de acuerdo a The Times of Israel, es la mayor envergadura en Cisjordania después de 20 años , ya que entraron en juego aviones no tripulados (drones), y armamento de alta tecnología; así también lo manifestó el alcalde de Yenín, Nidal Obeidi, quien denunció que el ataque son crímenes de guerra, un intento más de acabar con todos los aspectos de la vida dentro de la ciudad y el campamento, pues hasta el momento cualquier envío de ayuda al campamento de Yenín se ha detenido por completo, al igual que la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), quien condenó el bloqueo del acceso médico a los heridos en Yenín.

El mundo entero ha condenado esta brutal incursión, países como Irán, Siria, La Liga Árabe e incluso Cuba, Nicaragua, Venezuela, ratifican su apoyo a Palestina, quienes manifiestan que la potencia ocupante es totalmente responsable de estas agresiones y estos crímenes de guerra, son una violación de las normas y resoluciones de la legitimidad internacional.

El ejército de ocupación sionista justifica esta nueva masacre con su típica narrativa del “combate al terrorismo”; sin embargo el campo de refugiados de Yenín, es de acuerdo a la historia el bastión histórico de la lucha y Resistencia Palestina, desde la época del Mandato Británico (1922-1948) y fue escenario del episodio más letal de la Segunda Intifada (2000-2005), que en abril de 2002, el ejército israelí entró en la ciudad y el campamento de Yenín, y fue declarado zona militar cerrada, impidiendo todo tipo de acceso e imponiendo el toque de queda, durante 10 días, durante los que se estima que murieron al menos más de 60 palestinos civiles, además de registrarse un número mayor de heridos y destruirse más de 400 casas.

Se debe reconocer, que una vez más serán los movimientos de la Resistencia Palestina — Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Yihad Islámica de Palestina, las Brigadas Al-Quds, entre otros —aquellos que son vilipendiados y tildados de terroristas, de violentos y represivos, por  Israel, EEUU y la Unión Europea, los que le darán la victoria a este pueblo que sufre el más grande apartheid y el genocidio perpetrado ante los ojos del mundo; pues el régimen de Tel Aviv está desalojando más que nunca a las familias palestinas de sus hogares, donde habían vivido durante muchas generaciones, como ya lo dijo Noam Chomsky, y con este reciente genocidio y ataque a Yenín, lo hemos comprobado, ya que la intensidad de los bombardeos y el grado de violencia no tuvo precedentes, en la destrucción de carreteras, casas, edificios, dejando en la intemperie a millones de habitantes, los que hoy necesitan de atención y suministros médicos, al igual que dejó traumatizados y aterrorizados a los niños, los que llevan la peor parte.

También se debe aclarar, ante los medios sionistas, que no es una guerra, tampoco son agresiones, ni conflictos, ya que Palestina no tiene ejército, ni armas, es un genocidio, con “crímenes de guerra”, que las potencias mundiales lo saben; pues el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hace caso omiso ante las denuncias de los vejámenes cometidos ante el Derecho Internacional por el ente ocupante sionista Israelí; sin embargo continúan proporcionando apoyo en armas, en dinero para que continúe con estos criminales ataques.

Palestina aun bombardeada continúa más firme que nunca en su objetivo por la liberación de su pueblo y que gracias a la solidaridad del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán cuentan con drones fabricados por estos y bautizados con el nombre de GAZA, así como con misiles que llevan el nombre de QASEM en honor al general Soleimani, quién fortaleció los grupos de resistencia; en tal sentido si el sionismo cree que puede pulverizar al eje de la resistencia está soñando.

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www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

 

[1] Escritora, Periodista, e Investigadora Boliviana, Asociación de Investigadores en Comunicación y Educación para el Desarrollo (AICED) La Paz-Bolivia.

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