El alcohol y los embriagantes en general constituyen uno de los mayores azotes de las sociedades humanas. Para justificar nuestro rechazo a este mortal veneno es suficiente decir que atenta contra el mayor capital que posee el hombre: su razón. La felicidad del hombre está garantizada por el intelecto. Todos sabemos que en el intelecto radica la diferencia entre el ser humano y los otros seres vivos. Y el embriagante es justamente su anulador. Esta prohibición se encuentra en los mandatos de todos los Mensajeros y Profetas enviados por Dios y tiene vigencia en todas las religiones sin excepción.
Debido a su importancia, este tema se constituyó en eje de muchas otras controversias e incluso, en uno de los principios doctrinarios independientes de ambas escuelas shiíta y mutazilita. Debe señalarse que los Asharitas no niegan la Justicia Divina, ni atribuyen a Dios injusticia. El Sagrado Corán afirma de modo explícito la Justicia de Dios y rechaza de Su Santificada Esencia todo tipo de opresión. La controver¬sia teológica no se centra en la aceptación o no de este Atributo sino en la capacidad del intelecto humano para conocer, con independencia de la Revela¬ción o la Tradición profética, el carácter justo o injusto de una acción, o si puede delimitar una serie de preceptos y normas éticas que abarquen también a las acciones divinas y juzgar de acuerdo a ellas la necesidad de la realización u omisión de un determinado acto por parte de Dios.
Numerosos sabios e intelectuales del mundo islámico han escrito libros sobre el Imam Mahdi (a.s.) y vale la pena mencionar que la mayoría de ellos son de autores de la comunidad Ahl Sunnah. Además, los sabios Shias han escrito también muchos libros sobre el Imam Mahdi (a.s.)
La división entre los musulmanes puede ser caracterizada como religiosa. Hay algunas diferencias en los detalles de algunas reglas islámicas, y estas radican solamente en la interpretación de algunas palabras coránicas o declaraciones del Profeta; llevado al establecimiento de varias escuelas de pensamiento. Fundamentalmente, la diferencia es política, y su inicio fue inmediatamente tras la muerte del Profeta. Es bien sabido el hecho que el Islam abarca el aspecto tanto espiritual como material, en la vida del ser humano. El Profeta fundó un estado islámico del cual él era su cabeza, es decir, era el encargado de administrar todo los asuntos religiosos, políticos y sociales. De hecho, nunca mostró a sus compañeros ningún símbolo de separación entre la religión y el estado. Es por esto que el bienestar de la comunidad y la prevalencencia entre la justicia y los miembros que la conforman, son tan importantes en sus enseñanzas como los actos devocionales los cuales son requeridos individualmente.
WILSON: Los cristianos y los judíos predican los diez mandamientos los cuales fueron revelados a Moisés y recopilados en el Antiguo Testamento. ¿El Islam tiene algunos mandamientos? ¿Son ellos los mismos o similares? CHIRRI: Los diez mandamientos son solo una parte de los mandamientos coránicos; ya que el Islam ordena a sus seguidores evitar muchas cosas, algunas de ellas son prohibidas, porque contradicen algunas de las doctrinas en las cuales un musulmán está supeditado a creer. Algunas de estas cosas son prohibidas porque son inmorales, poco éticas, no saludables o porque representan desobediencia a los deberes devocionales. Estas prohibiciones pueden ser tomadas como los mandamientos islámicos. Por lo tanto, la violación de estos puede ser constituida como un pecado mayor.
Todos los sabios Islámicos son unánimes respecto a la creencia de que el Imam Mahdi (a.s.) reaparecerá, reformará al mundo y destruirá toda forma de opresión. El gobierno de Su Eminencia, será de tal éxito y realización que la humanidad no ha visto hasta ahora en la historia. Los sabios del Islam tienen fe en ello y consideran que este es una parte inseparable de la creencia religiosa. Es debido a las tradiciones auténticas y ampliamente transmitidas, narradas tanto por el Santo Profeta (a.s.) como por los Imames de la guía (a.s.), fuentes de las cuales han sido ya citadas en páginas anteriores. Por tanto no existen diferencias de opiniones respecto al asunto antes mencionado. Mas bien las diferencias radican en otros asuntos, tales como el nacimiento y la existencia de Su Eminencia. Todos los sabios e historiadores shiitas sin excepción y una gran parte de los sunnitas creen que Su Eminencia ya ha nacido y existe en el momento presente. Sin embargo, otros consideran que nacerá en un momento futuro.
La creencia de que al final de los tiempos surgirá un reformador universal quien proveerá el éxito a la humanidad y salvará a la gente de las aflicciones y calamidades, es una de las más antiguas y fundamentales y todas las religiones celestiales han dado buenas nuevas de ello, lo cual ha sido recogido en la historia de la humanidad como una sagrada y respetable creencia.
Numerosas tradiciones del Profeta del Islam profetizan el advenimiento de Su Eminencia, Imam Mahdi (a.s.) a. Hufaiza ha narrado que dijo el Mensajero de Dios (a.s.) “si quedara solo un día de existencia a este mundo, ese mismo día Dios Todopoderoso levantará a una persona de mi descendencia cuyo nombre y maneras serán como las mias y el nombre de su patronímico será Abdullah, y la gente le dará juramento de fidelidad entre Rukn y Maqam, y Dios Todopoderoso revivirá a la religión a través de él y le otorgará la victoria y todas las personas de la tierra recitarán la frase “La Ilaha Il-lal-lah” (No hay Dios sino Dios)”.
La palabra árabe qadar (decreto) significa "medir", y taqdír significa "sopesar", "calcular", La palabra qadá (determinación) significa "determi¬nar", "realizar", "juzgar". A veces estas dos palabras se emplean como sinónimos con el significado de "destino". El Decreto Divino (qadar) significa que Dios Altísimo ha establecido para cada fenómeno una medida y límite cuantitativo y cualitativo, así como un lugar y tiempo especial que se realiza bajo efectos y factores en forma gradual. El significado de Determinación Divina (qadá) es que después de la prepa¬ración de los aspectos preliminares, los medios y condiciones de un fenómeno, éste alcanzará su último y definitivo estadio.
Cuando los gobernantes abasidas llegaron al poder, iniciaron las peores atrocidades y torturas contra los Santos Imames (a.s.). Básicamente consideraron a la escuela de Ahlul Bait (a.s.) y a cualquiera de sus partidarios como objetivos a quienes oprimir y aplicarles restricciones extremas. Fueron arrojados a horribles prisiones y fueron asesinados. Los poetas e historiadores han trazado un cuadro patético de las peligrosas circunstancias sufridas por los descendientes del Imam Ali y Fátima Zahra (a.s.)