En tiempos del Profeta (BP) no existieron juzgados como los existentes en la actualidad; en otras palabras, no existió un poder Judicial diferenciado del poder Ejecutivo y del Legislativo, con los amplios equipamientos y facultades de hoy en día. Es más, la división del estado en tres poderes es algo que básicamente no tiene precedentes en la historia del Islam.
El Imam Sâdiq (a.s.) enseñaba la Ciencia Divina con un método realmente maravilloso. Todos los días, al final de sus concurridas clases, recibía a los intelectuales y científicos disidentes, escuchaba sus opiniones y críticas y las respondía. A veces, los debates se prolongaban y la hora del almuerzo pasaba sin que hubiera podido regresar a su casa. En esas ocasiones, solía enviar a una persona para que le comprase un pan, comía un pequeño trozo del mismo y continuaba sus debates. Pedía a los alumnos que no hicieran preguntas hasta que la clase no hubiera terminado y les decía que, una vez terminada, podrían preguntar lo que desearan.
El sabio judío, se levantó sorprendido y se retiró del lugar. En el camino se encontró con Imam Alí (la paz sea con él)que le dijo:“He sabido que usted fue junto a Abu Bakr, y también lo que le preguntó y lo que él le respondió, pero sepa que nosotros creemos que Dios ha creado el lugar y, por eso mismo, no puede estar incluido en un lugar. Dios es más que un lugar, con eso quiero decirle que Dios está en todos los sitios sin estar en ninguno en particular. Desde el punto de vista científico, diríamos que Dios abarca todos los lugares y todos los seres están bajo Su administración, sin que ni uno sólo escape a ella.
- ¿Dónde está Dios y cómo es ese Dios?”- ¡Ay de ti! Has equivocado el camino. Dios creó el lugar. Él era y no existía lugar alguno. De la misma manera, Él creó el ""cómo"". Él era y no existía el ""cómo"". No puedes llegar a conocer a Dios por el camino del ""dónde"" y el ""cómo"". Él no ocupa un lugar ni tiene una forma. Él no es perceptible por los cinco sentidos ni se Le puede comparar con nada.
Hasan al-Basrî era uno de los grandes sabios islámicos del siglo I H. y los Omeyas, utilizaron su aspecto piadoso y devoto para tratar de ocultar los abusos y crímenes del gobierno. En la época del califato de Imam Alí (la paz sea con él),Hasan al-Basrî era joven. Tras finalizar la Batalla del Camello, Basora fue liberada por el ejército de Imam Alí (la paz sea con él),y, cuando éste entraba en la ciudad rodeado de la multitud que le aclamaba, el Emir de los Creyentes (la paz sea con él),vio a un joven que mantenía en sus manos una pizarra e iba escribiendo en ella lo que él decía. El Imam se dirigió a él en voz alta, preguntándole qué estaba haciendo...
Una persona llamada Abu Qurrah llegó ante el Imam Ridâ (la paz sea con él)y le preguntó sobre distintos temas, hasta que el debate llegó al asunto del monoteísmo y este hombre le preguntó: - ¿Dónde se halla Dios?- La palabra ""donde"" implica un lugar y preguntar ¿Dónde está tal cosa? es la pregunta de un presente acerca de un ausente. Como cuando entro a la casa de un amigo y al no verlo, pregunto: ¿Dónde está fulano? Pero Dios Altísimo no está ausente. Nadie llega a Él pero Él está presente en todos los lugares. Él es el Creador y Administrador del mundo. El Constructor y Protector de los cielos y de la Tierra...
- ¿Por qué Dios Todopoderoso después de que creó al hombre y le dio vida, se la quita y le da la muerte? -le preguntó Yabir al Imam.- La muerte no es como la mayoría de la gente cree (el fin), sino que es un cambio de forma de vida... y un hombre musulmán sabio no teme a este cambio... pero supongamos que estoy hablando con un hombre que no es musulmán y él me pregunta: ¿Por qué Dios que dio vida al hombre después se la quita?.
Uno de los amigos cercanos del Imam Sâdiq (la paz sea con él) llamado Mufaddal, envió una carta al Imam, en la que le decía: “Existe últimamente entre nosotros un grupo de gente que niega la existencia de Dios y habla y discute del tema con otros”. En ésta le pedía que respondiera a las dudas y argumentos que estas personas planteaban.
Un sabio materialista que negaba lo sobrenatural fue junto al Imam Sâdiq (la paz sea con él), para plantearle algunas cuestiones. Una de las preguntas que le hizo fue la siguiente. -¿Cómo adora la gente a Dios, si no lo han visto?- Lo ven en su corazón, con la luz de la fe y los intelectos despiertos confirman Su existencia como si lo vieran con los ojos. Aparte de que cuando los ojos observan el orden minucioso y exacto del universo, Lo están viendo.Además, todos los profetas y los milagros que, como pruebas de su carácter profético, trajeron los mensajes y libros celestiales llenos de un profundo contenido, declaran Su existencia y son pruebas fehacientes de ella. Para los hombres sabios, es suficiente con ver las pruebas de la existencia divina, no necesitan verlo directamente para afirmar Su existencia...
En ese momento, entró en la mezquita el Imam rodeado de un grupo de gente de Jorasán (Persia) y de otros lugares. El Imam (la paz sean con él) se sentó y la gente se sentó a su alrededor y le hacían preguntas relacionadas a la peregrinación. El hombre que estaba hablando conmigo, se sumó al grupo, sentándose cerca del Imam. Yo también me acerqué, para escuchar mejor lo que hablaban. Una vez que el Imam hubo respondido las preguntas de los presentes y éstos se fueron dispersando, miró al hombre en cuestión y le preguntó quién era.