La belleza moral y la purificación del alma de los vicios - I
Por: Husain Ansâriyân
“...Vuestro Señor Se ha prescrito la misericordia, de modo que si uno de vosotros obra mal por ignorancia, pero luego se arrepiente y enmienda... Él es indulgente, misericordioso”. [Corán: 6:54]
Lo que indica la belleza y la fealdad es en cuanto a lo interno, práctico y moral. El que escribe con el lápiz de la voluntad y la opción sobre la página de la conciencia y la mente por medio de la Divina sabiduría, las cuales son consideradas como aspectos morales, y que usa sus aplicaciones prácticas, las cuales son los veredictos Divinos; el que escribe sobre la página de lo interno y de lo externo y la adorna con el dibujo del brillo de la fe manteniéndolo libre de pecados y vicios, ese tendrá una vida hermosa y una imagen digna de la dignidad humana.
Los hechos Divinos y la buena moral son las manifestaciones de los atributos y los aspectos Divinos; las aplicaciones prácticas son la manifestación de la voluntad Divina. De esta manera, escribir y dibujar estas cosas aparece en la vida y se manifiesta en el exterior del hombre, tal y como sucedió con El Profeta José (P) en el reino de Egipto, en donde se convirtió en el amado tanto por aquellos que buscaban la vida terrenal como por los que estaban en búsqueda de la otra vida.
Pero el que escribe sobre la página de su existencia con el lápiz de la voluntad y la opción aspectos de orgullos, egoísmo, ignorancia, indiferencia, mala moral y vicios, manteniendo así el pecado y la desobediencia como raíces dentro de sí, se expone a sí mismo a la gran pérdida y al perecimiento eterno, así que la fealdad interna se manifestará en su parte exterior y sus conductas estarán llenas de pecado, vicios y malos actos.
La mala moral y los malos actos son reflejos de Satanás y sus conductas satánicas. Entonces, estos aspectos se verán reflejados en el aspecto del hombre, siendo un demonio disfrazado de humano. Tal ser humano será afligido por la ira y la maldición de Dios, los ángeles y la gente buena, siendo arrojado al tormento de esta vida y de la otra.
En cuanto a la belleza y la fealdad moral es necesario repasar los versículos coránicos y las tradiciones para que nos familiaricemos con los hechos Divinos, así como la sabiduría Divina, para adornar nuestra existencia con ellos y nuestro interior y exterior se tornen cada vez más puros, con el agua pura del arrepentimiento:
“Cuando vengan a ti los que creen en Nuestros signos, di: “¡Paz sobre vosotros!” Vuestro Señor Se ha prescrito la misericordia, de modo que si uno de vosotros obra mal por ignorancia, pero luego se arrepiente y enmienda... Él es Indulgente, Misericordioso”. [Corán: 6: 54]
La gente de la guía y el éxito
Dios dice:
“... [aquellos] que creen en lo oculto, hacen la azalá y dan limosna de lo que les hemos proveído, creen en lo que se te ha revelado a ti y antes de ti, y están convencidos de la otra vida. Ésos son los dirigidos por su Señor y ésos los que prosperarán”. [Corán: 2: 3-5]
De acuerdo a estos versículos, la gente de la guía y de la prosperidad tiene las siguientes cualidades: a) Creen en lo oculto; b) ofrecen oración; c) dan Zakât y cumplen con otras obligaciones monetarias; d) creen en el Corán y en los libros sagrados; e) creen en la otra vida.
Lo oculto tiene que ver con algunos elementos que se hallan más allá de los sentidos humanos. Sólo pueden ser percibidos estos elementos por los sentidos del corazón y la mente. Pruebas de ello son Dios, los ángeles, el barzakh (momento o espacio entre la muerte y la resurrección), el Día de la Resurrección, el castigo, la Balanza, el Paraíso y el Infierno. Estos principios han sido descritos por los Profetas, los libros Divinos y los Infalibles Imames. La creencia en dichos principios causa la purificación del interior, bienestar psicológico, tranquilidad del corazón y sumisión de los órganos corporales a las órdenes de Dios, el Profeta Muhammad (BP) y los Infalibles Imames (P).
Creer en lo oculto es signo de piedad, la causa de justicia en el hombre y la razón detrás de las habilidades y cualidades; es a su vez el motivo que lleva al hombre hacia la perfección, haciéndolo merecedor de ser el vicegerente de Dios en la tierra.
El Libro de Dios, el Sagrado Corán, es el mejor en elocuencia, el verdadero y el discurso más sabio. No hay duda acerca de su revelación, ya que el Corán mismo es prueba de ello. En algunos versículos encontramos que el Corán ha expuesto el asunto de lo oculto con todas sus pruebas, y los Imames y los profetas lo han confirmado por medio de muchas tradiciones las cuales son consideradas como una gran colección de sapiencia Divina que lleva a la certeza y a la creencia de lo oculto.
El Sagrado Corán indica que Dios Todopoderoso es el Creador del universo y del mundo de la existencia e invita a todos a adorar al Creador, a no asociarle y a negar a cualquiera que quiera equiparársele. Asociarle algo o alguien a Dios o pensar que hay seres iguales a Él es por ignorancia o negligencia, yéndose en contra de la conciencia y la naturaleza.
El Bendito Corán invita al hombre a pensar de manera correcta y a usar la razón para probar con evidencias naturales, racionales y prácticas la relación entre el hombre y su Creador, negando la opinión que otros factores pudieron haber influido en la creación (como decir que las cosas ya existían por sí mismas).
En resumidas cuentas, es posible, a través de los versículos sagrados del Corán, curar las enfermedades de la inadvertencia y la ignorancia del hombre y así dejar al descubierto la ilusión, la imaginación, la sospecha y la indecisión. Es posible despertar la conciencia del hombre al igual que su naturaleza para que el velo de la inadvertencia sea apartado del corazón del hombre, de su mente y de su naturaleza. Sólo de esta manera podrá el hombre ver los signos de Dios y Sus claras evidencias para seguir la verdad.
Por otro lado, la cuestión del monoteísmo y la existencia de Dios son más claras que el agua.
“¿Es posible dudar de Dios, creador de los cielos y de la tierra? Él os llama para perdonaros vuestros pecados y remitiros a un plazo fijo”. [Corán: 14: 10]
“¡Hombres! Servid a vuestro Señor, Que os ha creado, a vosotros y a quienes os precedieron. Quizás, así, tengáis temor de Él. Os ha hecho de la tierra lecho y del cielo edificio. Ha hecho bajar agua del cielo, mediante la cual ha sacado frutos para sustentaros. No atribuyáis iguales a Dios a sabiendas”. [Corán: 2: 21-22]
Sí, el Sagrado Corán ha invitado a la gente a meditar sobre el Creador de los cielos y la tierra; a pensar en Quien ha creado todo para que el hombre viva, y ha traído las lluvias para que nazcan diferentes árboles y frutas. Si todo esto no ha sido creado por Dios, ¿entonces por quién?
Si dicen que la causa de esta maravillosa creación fue el azar, ¿cuál es la razón lógica para admitir eso? Si dicen que las cosas se hicieron por sí mismas, ¿cómo pudo la nada crear algo? No tiene sentido que las cosas ya hayan existido desde antes y que se hayan creado por sí solas. Se entiende que existe un Organizador que todo lo sabe y que es omnipotente, que creó todo lo que existe en la naturaleza, en el universo firme y exacto. El hombre debe entonces obedecer a su Creador, someterse a Sus órdenes hasta que alcance el tope de la perfección, la piedad y la virtud. Dios dijo:
“¡Hombres! Servid a vuestro Señor, Que os ha creado, a vosotros y a quienes os precedieron. Quizás, así, tengáis temor de Él”. [Corán: 2: 21]
Al Mufaddal Ibn Umar al Kufi narró que el Imam Sâdiq (P) dijo: “la primera lección y evidencia que muestra la existencia del Creador, es la distribución de este mundo, la composición de sus partes y la forma en que están ajustadas. Si reflexionas en cuanto al mundo con tu intelecto y lo consideras con tu mente, encontrarás que es una casa que posee todo lo que necesitamos: el cielo es como un gran techo, la tierra está extendida como una alfombra, las estrellas están puestas como lámparas, los minerales preciosos están guardados como reserva; todo está hecho para una función específica, y el hombre ha sido creado como el dueño de esta casa y ha sido autorizado para dominar sobre lo que existe en ella, diferentes tipos de plantas y animales han sido puestos a servicio del hombre, para su propia ventaja. Esta es una prueba clara que el mundo ha sido creado con sabiduría y meticulosidad, con orden y armonía, siendo solo Uno su Creador. Es Él Quien ha creado el mundo parte por parte. Alabado sea Dios”.
Al Mufaddal dijo: tres días después me dirigí hacia donde mi maestro, el Imam Sâdiq (P). Entré a su casa con su permiso y me dijo que me sentara. Me dijo, “ahora empezaré a hablarte del sol, la luna y las estrellas. Piensa en el color del cielo y la sabiduría que hay detrás de él. Este color es el mejor para la vista. Piensa en el amanecer y en el ocaso, cuando se le da lugar al reino de la noche y el día. Si no hubiese amanecer, el mundo sería en vano y la gente no trabajaría incesantemente por vivir teniendo el placer de la luz. La luz del sol es tan evidente en sí misma que no requiere de detalles. Piensa en el ocaso. Si el sol no se ocultara la gente no tendría tranquilidad ni sosiego. La gente está en constante necesidad de tranquilidad y descanso. El cuerpo y los sentidos deben descansar y el poder digestivo necesita el reposo para distribuir el alimento a todos los órganos. Además, la avidez hace que la gente trabaje sin cesar, dañando el cuerpo seriamente; si la oscuridad de la noche no llegara, la gente no pararía de trabajar sólo para acumular dinero. Por lo demás, la tierra recibe el calor del sol para nutrir animales y plantas. Dios ha dispuesto que el sol se levante y se ponga por un cierto período de tiempo para que la gente que habita en esta casa (la tierra) obtenga su beneficio y descanse cuando es necesario. La luz y la oscuridad, a pesar de ser opuestas, son sometidas a aventajar y a mantener el equilibrio de la tierra”.
Ahora piensa en la salida y la puesta del sol para que se den las estaciones del año y mira las ventajas que esto tiene. Piensa en la duración del día y de la noche y cómo han sido determinadas para el beneficio de las criaturas. Cada período no excede 15 horas. ¿Piensas que si el día durara 200 horas no dañaría animales, plantas y personas? Las bestias no estarían quietas, los ganados no cesarían de pastar y la gente no dejaría de trabajar, causando esto total destrucción. En cuanto a las plantas, se quemarían de tanto sol que recibirían. Y si la noche durara tanto, no permitiría que los animales obtuvieran su comida y se morirían de hambre y cuando las plantas no reciben calor, decaen, como cuando ves una planta a la sombra. En el invierno, el calor circula por entre las plantas haciendo que se den las frutas; el vapor se condensa para que se formen las nubes y estas caigan en forma de lluvia y se fortalezcan los músculos de los animales. En la primavera, los materiales de las plantas que han sido generados en el invierno, crecen y los animales se excitan y copulan. En el verano el aire se calienta y las frutas se maduran, los materiales extra en los cuerpos de disuelven y la superficie de la tierra se seca y queda lista para trabajarla. En el otoño el aire se purifica, se van las enfermedades, los cuerpos se sanan, la noche dura más para que algunos trabajos se cumplan y el clima se torna mejor, trayendo muchas más ventajas, las cuales tomarían mucho tiempo en mencionar.
Piensa en la luz del sol sobre la tierra y como está predispuesta. Si el sol calentara sólo en un punto, sus rayos no traerían ventajas a muchos otros lugares. El sol alumbra en el este al inicio del día así que no queda ningún lugar sin recibir sus ventajas. Si el sol tardara un año en salir, ¿cómo quedaría la gente? ¿Sería posible para ellos vivir?
Piensa en la luz en medio de la oscuridad de la noche. Aunque la oscuridad de la noche es necesaria para la tranquilidad del hombre y de los animales para refrescar el aire para las plantas, no es apropiado hacer la noche totalmente oscura sin un poco de luz para que ninguna actividad se pueda llevar a cabo ya que la gente necesita trabajar en la noche dado su tiempo limitado durante el día o por el calor; entonces la luz de la luna puede ayudar a la gente si necesitan trabajar en la noche, además los viajeros pueden guiarse en la noche.
Piensa en las estrellas y sus movimientos. Algunas de ellas no abandonan el centro de su órbita y no se mueven sino están juntas y algunas de ellas son libres de desplazarse en lo zodiaco y difieren en sus movimientos. Pregúntales a los que dicen que las estrellas existen por azar o por accidente sin una voluntad o un creador, ¿cómo puede el azar hacer dos movimientos diferentes con tal perfección y precisión?
Si el sol, la luna y las estrellas estuvieran tan cerca de nosotros que pudiéramos percibir la velocidad de sus movimientos, ¿no lastimarían nuestros ojos con sus rayos y llamas? Es como si hubiera rayos sucesivos en el cielo o como si un grupo de gente estuviera en un domo adornado con lámparas girando a su alrededor continuamente, sus ojos se confundirían y caerían de bruces. 1
Cierto día un beduino se dirigió al Profeta (BP) y le dijo: “Mensajero de Dios, enséñame algunas de las maravillas del conocimiento.”El Profeta Muhammad (BP) dijo: “¿qué beneficio has obtenido de la cabeza del conocimiento para que estés preguntando por sus maravillas?” El Hombre preguntó, “¿Mensajero de Dios, cuál es la cabeza del conocimiento?” “Conocer a Dios”, dijo el Profeta. “¿Qué es conocer a Dios?”. Preguntó el beduino. “Debes saber que Él no tiene parecidos ni rivales y que es Único, aparente y oculto, el Primero y el Último. Eso es conocerle.”2
A través del Corán encontramos que hay un factor eterno y predispuesto que representa el origen del mundo; es el hecho del creador, el cual es considerado como imperceptible por medio de los sentidos humanos. Todas las cosas creadas son mortales pero este Creador permanece para siempre; las cosas creadas tienen principio y fin pero el factor creador no.
En todos los capítulos y versículos del Sagrado Corán encontramos que este factor creador se llama Dios, Todopoderoso. Todas las criaturas están supeditadas a Él.
Al observar las criaturas encontramos que todas siguen un sistema. Si nos detenemos en todos los sistemas que existen usando todas las herramientas científicas como los observatorios y telescopios, notamos sistemas perfectos y leyes que los rigen incluso en los sistemas de partículas pequeñas como el átomo. Si pudiésemos dividir el mundo en partes hasta que llegásemos al átomo, encontraríamos que sus leyes no son diferentes a las que controlan el mundo entero a pesar de la diferencia entre las criaturas tanto en apariencia como en esencia.
En resumen, todos los sistemas conforman una entidad controlada por un sistema general continuo, y todas sus partes, aunque son diferentes, se someten a ese mismo sistema.
“Los rostros se humillarán ante el Viviente, el Subsistente, quien se haya cargado de impiedad, sufrirá una decepción”. [Corán: 20:111].
A partir de lo anterior llegamos a la conclusión que el creador del universo y el gran manejador de este sorprendente sistema en uno:
“Vuestro Dios es un Dios Uno. No hay más dios que Él, el Compasivo, el Misericordioso”. [Corán: 2: 163]
En el Sagrado Corán mencionan los ángeles en noventa versículos. El Corán considera a los ángeles como enemigo de los incrédulos, y al que no cree en los ángeles, como desviado, alejado de la verdad.
“Si hay alguien enemigo de Dios, de Sus ángeles, de Sus enviados, de Gabriel y de Miguel, Dios, a Su vez, es enemigo de los infieles”. [Corán: 2:98]
“...Quien no cree en Dios, en Sus ángeles, en Sus Escrituras, en Sus enviados y en el último Día, ese tal está profundamente extraviado”. [Corán: 4: 136]
En el primer discurso del Nahÿ ul-Balâgah encontramos tres aspectos respecto a los ángeles: el primero acerca de las actividades y adoraciones de los ángeles; la postración, el Ruku‘[1], estar erguidos en fila en la oración, glorificar a Dios, reconocer a Gabriel el guardián de la revelación y a los profetas; las actividades en lo correspondiente al destino Divino, a proteger a la gente y las puertas del Paraíso y el infierno.
El segundo aspecto tiene que ver con la existencia de los ángeles en todos los lugares del cielo y de la tierra.
El tercer aspecto corresponde a las características de los ángeles: no sienten el cansancio, no duermen, no olvidan ni se desconcentran, no asocian a Dios con ninguna criatura, no limitan a Dios ni al tiempo ni al lugar y no se refieren a Él como igual a ellos.[2]
Los ángeles se encuentran entre las pruebas de lo oculto. EL Sagrado Corán y las tradiciones proféticas han mostrado sus estados y condiciones. Los ángeles poseen una conexión vital con la vida del hombre especialmente en registrar sus acciones, guardar lo que dice en situaciones diversas, ser responsables en tomar las almas de la gente en el momento de su muerte y llevar a los incrédulos a la tortura; así que creer en ellos tiene efectos positivos en el hombre. Creer en estos seres divinos, en estos soldados de Dios le da al interior del hombre una belleza moral especial.
El Barzaj
El Barzaj es el intervalo entre esta vida y la otra de acuerdo al Corán. Las personas que abandonan este mundo entran el mundo del Barzaj y empiezan a vivir una vida específica de acuerdo a sus creencias, acciones y moral. Sus vidas allí no son parecidas a la vida en la tierra y a la otra vida.
“Cuando, al fin, viene la muerte a uno de ellos, dice: ¡Señor! ¡Hazme volver!
Quizás, así, pueda hacer el bien que dejé de hacer». ¡No! No son sino meras palabras”. [Corán: 23: 99-100]
Pero como la ley de la creación no permite que nadie, sea bueno o malo, regrese [a la vida], se les contesta: “no, es imposible para ti regresar a la vida”.
Por supuesto esta petición viene de una lengua pecadora. Esta petición viene de aquellos pecadores que se ven atados con las cadenas del castigo; de cada asesino que se ve en la horca. De todas maneras esas son las palabras de aquel que se ve afligido por el infortunio pero cuando esto cesa, retorna a su previo estado como si nada hubiese pasado.
Al final del versículo anterior vienen unas palabras cortas pero con un gran significado en su referencia al barzaj y sus secretos. El versículo termina así:
“...Pero, detrás de ellos, hay una barrera hasta el día que sean resucitados...”
La palabra barzaj se refiere a un obstáculo que se halla entre dos sitios o estados; se refiere a todo lo existente entre estos dos sitios, así que el mundo entre la vida terrenal y la otra vida se llama barzaj.
La evidencia en cuanto a la existencia de ese mundo, que a veces se le llama el mundo de los espíritus, se deriva de los versículos del Corán. A veces se encuentra mencionado literalmente y otras de manera subyacente. Este versículo “Pero, detrás de ellos, hay una barrera hasta el día que sean resucitados”, se refiere claramente al barzaj. Pero existen otros versículos que lo mencionan subyacentemente como los versículos que hablan de los mártires,
“Y no penséis que quienes han caído por Dios hayan muerto. ¡Al contrario! Están vivos y sustentados junto a su Señor”. [Corán: 3: 169]
Este estado, no obstante, no se encuentra limitado para los mártires, sino que también se da para los incrédulos y tiranos como Faraón y sus hombres,
El Fuego, al que se verán expuestos mañana y tarde. El día que llegue la Hora: “¡Haced que la gente de Faraón reciba el castigo más severo!” [Corán: 40: 46]
En diferentes libros islámicos se han mencionado muchas tradiciones referentes al Barzaj y al mundo de los espíritus con términos como el mundo que separa a esta vida de la otra. Se menciona en el Nahÿ ul-Balâgah que cuando Amir-ul Mu’minin ‘Alí (P) llegó de la batalla de Siffin se acercó a un cementerio cerca de Kufa, se dirigió a las tumbas y dijo: “¡Ay! Ustedes que yacen en casas horribles y desamparadas. ¡Ay! Ustedes que están silenciosos en sus oscuras tumbas, solos en sus moradas, desconocidos en el lugar que se les asignó. Se han ido rápido u por lo tanto se nos adelantaron. Pero nosotros también seguiremos sus pasos, dentro de poco les haremos compañía. ¿Saben lo que sucedió después de que se fueron? Sus casas y sus propiedades fueron tomadas por otros y sus mujeres se volvieron a casar. Es lo que podemos contarles de este mundo. ¿Pueden decirnos algo del lugar en el que están? Luego de decir esto, Alí (P) se volvió a sus compañeros y dijo: “Si les fuera permitido hablar les informarían que la mejor forma de proveerse para el otro mundo es la piedad y la virtud”.1
El Imam Zain-ul ‘Âbidin (P) dijo: “la tumba puede ser una puerta hacia el Paraíso o un hoyo hacia el infierno”2,3.
El Imam Sâdiq (P) dijo: “el barzaj es la tumba y es la recompensa y el castigo entre el mundo terrenal y la otra vida...”4
Alguien le preguntó al Imam Sâdiq (P) respecto al Barzaj y le dijo: “es la tumba desde la muerte hasta la resurrección”5
Se menciona en el libro Al-Kâfi que el Imam Sâdiq (P) dijo: “en las habitaciones del Paraíso se come de su comida, se bebe de sus bebidas y se dice, Oh Señor, trae la hora a su fin y lleva a cabo lo que nos has prometido”6
La creencia en el Barzaj ha sido mencionada en los versículos coránicos y en las tradiciones. Les da a los creyentes una belleza moral especial prestando atención a los estados de los creyentes y de los incrédulos en el mundo del Barzaj; también tiene buenos efectos en el estado humano en el mundo terrenal y lleva a la piedad, la perfección y la purificación del interior y del exterior. Del ser humano.
El Día de la resurrección es el día en que todos recibirán lo que es conveniente de acuerdo a sus buenos o malos actos; este es un hecho definitivo en los libros Divinos y en las enseñanzas de los Profetas (P) y de los infalibles Imames (P). Creer en el Día de la Resurrección es parte de la fe; por lo tanto negar este gran día es equivalente a la incredulidad.
El Sagrado Corán menciona el Día de la Resurrección en más de mil versículos; el más allá ha sido mencionado a su vez en innumerables tradiciones. He aquí algunos de los versículos,
“¿Qué pasará cuando les reunamos para un día indubitable y cada uno reciba su merecido? Y no serán tratados injustamente”. [Corán: 3: 25]
“Si morís de muerte natural o sois muertos, seréis, si, congregados hacia Dios”. [Corán: 3: 158]
“Y temed a Dios hacia Quien seréis congregados”: [Corán: 5:96]
“Él os reunirá, ciertamente, para el día indubitable de la Resurrección. Quienes se hayan perdido, no creerán”. [Corán: 6: 12]
“En cuanto a los muertos, Dios les resucitará y serán devueltos a Él”. [Corán: 6:36]
“Dios y Su Enviado verán vuestras obras. Luego, se os devolverá al Conocedor de lo oculto y de lo patente y ya os informará Él de lo que hacíais”. [Corán: 9: 94]
“Luego, después de esto, habéis de morir. Luego, el día de la Resurrección, seréis resucitados”. [Corán: 23: 15-16]
“¡No! ¡Juro por el día de la Resurrección! ¡Que no! ¡Juro por el alma que reprueba! ¿Cree el hombre que no juntaremos sus huesos? ¡Claro que sí! Somos capaces de recomponer sus dedos”. [Corán: 75: 1-4]
El Imam Sâdiq (P) relató: “cierto día Gabriel vino hacia El Profeta Muhammad (BP) y lo llevó hacia el cementerio de Baquí. Se acercaron a una de las tumbas y Gabriel le gritó a uno de los muertos “¡levántate, en el Nombre de Dios! De repenre un hombre con una barba blanca se paró de la tumba sacudiéndose el polvo de su cara y diciendo, “¡Alabado sea Dios; Dios es el Más Grande!” Gabriel le dijo: “regresa, en el Nombre de Dios”. Luego se acercaron Gabriel y el Profeta (BP) a otra tumba y Gabriel dijo: “¡Levántate en el Nombre de Dios!” De pronto se levantó un hombre con su rostro fuliginoso diciendo: “¡Ay, Ay!” Entonces Gabriel le dijo: “Regresa a dónde has estado en el Nombre de Dios” Y le dijo al Profeta (BP): “Muhammad, así serán resucitados los hombres. Eso [que dijo el primero] lo dirán los creyentes y lo otro [que dijo el segundo] lo dirán los incrédulos”.1
Luqmân le dijo a su hijo: “si dudas de la muerte, trata de no dormir y seguramente no podrás; si dudas de la resurrección, trata de no despertarte y de seguro que no podrás. Si ponderas sobre esto, llegarás a la conclusión que estás en manos de otro. En efecto, despertarse del sueño es como la resurrección después de la muerte”.[3]
De todas maneras el asunto respecto al Día del Juicio y su fondo se mencionan con frecuencia, firmeza e insistencia en el Sagrado Corán. El Día de la Resurrección es escasamente mencionado con evidencia o prueba difiriendo de la cuestión del monoteísmo, la cual ha sido frecuentemente mencionada con evidencias y demostrando los signos del poder y la sabiduría de Dios, ya que cuando el hombre acepta el monoteísmo acepta fácilmente el hecho de la vida después de la muerte.
En ocasiones la vida después de la muerte se menciona con detalles, descripción y signos que muestran el poder de Dios. Efectivamente las evidencias que prueban la existencia de Dios son las mismas que prueban la existencia de la vida después de la muerte.
El Corán ha mencionado algunos ejemplos como aplicaciones prácticas al asunto de la vida después de la muerte y la resurrección de los muertos, siendo estas evidencias de ello al mismo tiempo. Nadie dice: ¿por qué hay vida después de la muerte? Porque formar una corte justa para distinguir al inocente del culpable, para recompensar a los bienhechores y castigar a los opresores y pecadores no puede ser objetado por nadie, pero la objeción y paradoja de esos que niegan la vida después de la muerte es: ¿es posible resucitar cuerpos putrefactos y huesos destruidos?; ¿cómo es posible recoger las partes dispersas de un cuerpo exánime y regresarlo a la vida? Por lo tanto Dios ha declarado que con las evidencias del monoteísmo y ha demostrado los aspectos de la resurrección y la vida después de la muerte para que los incrédulos entiendan que el poder que ha sido capaz de crear cada criatura de la nada es el mismo poder que va a resucitarlos, y que el mismo creador que ha hecho el universo y le ha dado la vida al hombre le dará vida a los muertos de nuevo.1
El Sagrado Corán aclara la sospecha de aquellos que niegan la otra vida en la sura Yâsin:
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Fuente: libro El arrepentimiento, la cuna de la Misericordia; Editorial Elhame Shargh
Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.
www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente
1 Bihârul anuar, Vol.3 p.57
2 Tauhid por As-Saduq, p. 248.
[1] El Ruku corresponde a la inclinación durante la oración como símbolo de sumisión a Dios. Es una parte esencial en la oración.
[2] Sharh Nahÿul-Balâga por al Safari, Vol. 2, p. 123.
1 Nahÿul-Balâga, dicho número 127.
2,3 [depende de las acciones de la persona] Nur az-Zaqalain, Vol. 1, p. 553.
4 Ibíd..
5 Ibíd., Vol. 2, p. 554.
6 Bihâr ul-Anwâr, Vol. 6, p. 269.
1 Bihâr ul-Anwâr, Vol. 7, p. 39.
[3] Bihâr ul-Anwâr, Vol. 7, p. 42.
1 Tafsir An-Nurain, 19.