Tras el bombardeo del día 14 de abril, efectuado por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña contra Siria, acusando a su gobierno del uso de armas químicas, me parece relevante el reflotar un trabajo efectuado el año 2017 sobre la organización denominada Los Cascos Blancos y su papel como instrumento de la agresión occidental.
¿Existe la posibilidad concreta, real, de establecer un Estado Palestino en la Ribera Occidental y que comprenda, igualmente, como parte componente de ese hipotético Estado, al territorio de la Franja de Gaza?
En una especie de cuento surrealista, difícil de creer - para aquellos que aún consideran que las leyes son de obligatorio cumplimiento para todos - la política sionista nos aterriza ante la cruda realidad, respecto a que la impunidad de sus crímenes contra el pueblo palestino, son pan de cada día.
No existe, en la actualidad, un ataque más constante e ilegal que el ejecutado por Estados Unidos y sus aliados incondicionales contra la República Islámica de Irán. Han sido 39 años de agresiones de los gobiernos estadounidenses – desde el año 1979 a la fecha - que no perdonan al pueblo iraní haberse liberado de su nociva influencia.
Todas las culturas, en virtud de su propia historia, desarrollo como sociedad, calendarios en uso u otros elementos presentes, suelen celebrar el término de un año y el nacimiento de uno nuevo. Es la necesidad de dar un quiebre a una etapa y dar inicio a otra, momento en el cual el meditar, el recordar y la esperanza de un mejor futuro se conjugan en un mismo momento.
El concepto de libertad para Washington y con ello lo que las empresas de ese país entienden, con el lobby sionista detrás de sus acciones, refiere al sometimiento de los dictados y decisiones que este contubernio trata de imponer al mundo.Una sociedad formada para el crimen, una asociación ilícita destinada a delinquir y que ha comprobado que el Comité de Asuntos Estadounidense-Israelí – AIPAC – es el verdadero poder en las sombras en materia de política exterior de Estados Unidos.
42 Años de Traición al Pueblo SaharauiPor Pablo Jofré LealPeriodista y Analista InternacionalArtículo Exclusivo para Islamoriente El mes de noviembre marca para los pueblos árabes un mes infausto. Un mes marcado de fechas trágicas, que nos obliga a mirar la historia, aprender de ella y recordar – volver a pasar por el corazón – como una obligación política y moral.
El año 2014 cuando el mundo occidental conmemoraba alborozado los 25 años de la caída del Muro de Berlín sostuve en un artículo que sea en América del Norte, África, Asia Central, Medio Oriente, Europa o el Lejano Oriente los muros, las vallas, las cercas y alambras son creaciones destinadas a separar, a dividir, a segregar, a hacer más injustas las relaciones entre nuestras sociedades.El mundo del Tercer Milenio muestra la marcha de un sistema, parafraseando la frase de un fallecido Papa como “intrínsecamente perverso”, donde la riqueza social, conseguida a golpe de reivindicaciones, luchas, prisión, represión y muerte de millones de hombres y mujeres a lo largo de la historia, ha quedado concentrada en unas pocas manos.
Yemen sigue sufriendo la política criminal del régimen saudí y que ha significado, desde marzo del año 2015 a la fecha la muerte de 13 mil personas, de las cuales al menos 3 mil son niños menores de 14 años y que adiciona 50 mil heridos. Dentro de estas cifras hay que considerar al menos dos mil muertos y 600 mil posibles casos, producto de la epidemia de cólera que azota a Yemen desde octubre del año 2016.
En estos días, la ciudad santa de Karbalá acoge a millones de peregrinos de diversas partes del mundo para conmemorar en forma masiva la ceremonia del luto de Arbain – cuyo significado es 40 en árabe – para representar los cuarenta días de luto desde la Ashura en el mes santo de Muharram. Una conmemoración que se da en un marco político regional complejo, con agresiones a diversos países musulmanes entre ellos, Siria, Irak, Afganistán, Yemen y la crónica ocupación de los territorios de Palestina.
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