Enseñanza de la Doctrina Islámica

La designación del Imam

Por Aiatollah M. T. Misbah

La designación del Imam

En la lección anterior explicamos que la culminación de la profecía sin la designación del Imam infalible se oponía a la sabiduría divina y la perfección de la religión universal e imperecedera del Islam depende de que luego del noble profeta (BPD) se designe un sucesor adecuado para él, de modo que salvo el rango de la profecía y la recepción del mensaje posea todos los rangos y jerarquías divinas que él ostenta.

Este asunto se desprende de los versículos del generoso Corán y de abundantes narraciones proféticas que tanto shi’as como sunnas han transmitido en relación con la exégesis de esos versículos.

Por ejemplo, en el tercer versículo del capítulo quinto (La Mesa Servida), el Sagrado Corán afirma: Hoy os he completado vuestra religión, he consumado mis bendiciones sobre vosotros y me complace el Islam como vuestra religión”.

Este versículo de acuerdo a los intérpretes fue revelada en la Peregrinación de la Despedida (del Profeta, que anunció su futuro fallecimiento con respecto al siguiente año) y que ocurrió unos meses antes de la muerte del noble profeta (BPD), luego de señalar la desesperanza de los incrédulos con respecto a poder vencer al Islam: “Hoy desesperan los incrédulos respecto a vuestra religión”, enfatiza que en ese día completó su religión (la de los musulmanes) y consumó sus bendiciones sobre ellos. De acuerdo a numerosas narraciones sobre el momento del descenso de este versículo queda totalmente claro que esta completitud y culminación - que está ligada a la desesperanza de los incrédulos (los enemigos del Islam) de poder destruir al Islam - se concretó con la designación de un sucesor de parte de Dios Altísimo para el noble profeta (BPD), puesto que los enemigos del Islam esperaban que luego de la muerte del mensajero de Dios (BPD), especialmente teniendo en cuenta que no tenía hijos varones, el Islam quedase sin un líder y por lo tanto quedase expuesto a la debilidad y extinción. Pero con la designación del sucesor para él, la religión del Islam alcanzó su completitud y la bendición divina llegó a su máxima plenitud, barriendo con ello todas esperanza de los incrédulos[1].

El modo en que tuvo lugar ese acontecimiento fue que al regreso de la Peregrinación de la Despedida, el noble profeta (BPD) reunió a los peregrinos en un lugar llamado Gadir Jum y llevó a cabo una disertación pormenorizada, les preguntó: ¿Acaso no tengo supremacía sobre ustedes? [2] ¿Acaso no poseo sobre vosotros de parte de Dios Altísimo una supremacía? Todos respondieron afirmativamente al unísono. En ese momento agarró la mano de ‘Ali, la paz sea con él y la alzó a la vista de la gente y dijo: “De quien yo soy su autoridad, éste, ‘Ali es su autoridad”, y de este modo anunció su autoridad divina por sobre el resto. Luego, todos los presentes le juraron fidelidad (de obediencia y ayuda), entre los cuales el segundo califa, cuando le estrechó la mano al Príncipe de los Creyentes, ‘Ali, en señal de reconocimiento y fidelidad, le dijo felicitándolo: Bah bah, felicitaciones, ¡oh ‘Ali!, te has convertido en mi soberano y soberano de todo creyente y toda creyente[3].

En este día fue que descendió este noble versículo: Hoy os he completado vuestra religión, os he consumado mis bendiciones y me satisface el Islam como vuestra religión. El noble profeta (BPD) engrandeció a Dios con la fórmula: ¡Dios es el más Grande! Y dijo: Toda mi profecía y toda la religión de Dios está en la autoridad de ‘Ali después de mí.

En las narraciones que algunos de los sabios sunnitas (Hamuini), se transmitió que Abu Bakr y ‘Umar se levantaron y preguntaron, ¿Acaso esta autoridad es especial de ‘Ali?, el profeta respondió: Es especial de ‘Ali y mis sucesores hasta el día del Juicio Final. Preguntaron: ¿Quiénes son tus sucesores? Respondió: ‘Ali, mi hermano, mi ayudante, mi heredero, mi testaferro y mi sucesor en mi comunidad y autoridad de todo creyentes después de mí. Luego, mi hijo, al Hasan, luego mi hijo al Husein, luego nueve de los hijos de mi hijo, al Husein, uno después del otro. El Corán está con ellos y ellos con el Corán, no se separarán de él y no se separará de ellos hasta que vengan a mí en la fuente de la entrada del Paraíso[4].

De acuerdo a lo que se desprende de muchas narraciones, el noble profeta (BPD), había sido ordenado difundir oficialmente el imamato (el liderazgo) del Príncipe de los Creyentes, ‘Ali ibn Abi Tâlib, la paz sea con él, con anterioridad, pero temía que la gente piense que esta designación podía ser una opinión personal y no la aceptasen, por ello estaba a la espera de un momento apropiado donde se diesen las condiciones, hasta que descendió el siguiente versículo: ¡Oh Mensajero!, difunde lo que te ha sido revelado por tu Señor y si no lo haces, no habrás difundido Su mensaje y Dios te protegerá de la gente.[5] Además de enfatizar la necesidad de difundir este comunicado divino que está en armonía con todos los otros mensajes y equiparar su no difusión con la no difusión de la totalidad del mensaje divino, Dios promete al mensajero que lo protegerá de todos los efectos negativos que pudiera acarrear este versículo revelado. El mensajero de Dios vio que había llegado el momento apropiado y no convenía retrasarlo más, por eso lo llevó a cabo en Gadir Jum (estratégico lugar donde se separan las caravanas que retornan de la peregrinación hacia los distintos lugares de Arabia) [6].

Por supuesto, lo que se refiere a este día particular tiene que ver con la anunciación oficial y el tomar el pacto de obediencia y fidelidad de la gente porque el profeta todo a lo largo de su misión, en diferentes ocasiones, había anunciado la sucesión de el Príncipe de los Creyentes, ‘Ali ibn Abi Tâlib (P). Ya desde los primeros años del comienzo de la misión profética, cuando descendió el versículo: Y amonesta a tus parientes cercanos[7] , frente a todos sus parientes, dijo: quien primero acepte mi invitación será mi sucesor y de acuerdo a ambas escuelas, shi‘a y sunna, quien primero respondió afirmativamente fue ‘Ali ibn Abi Tâlib (P)[8].

También en el momento que descendió el siguiente versículo: Oh vosotros que creéis, obedeced a Dios, obedeced al mensajero y a quienes detentan la autoridad entre vosotros[9] . Con respecto a quienes detentan el poder entre vosotros y que al igual que Dios y Su mensajero deben ser obedecidos incondicionalmente, Yâbir ibn ‘Abdullah al Ansâri, le preguntó al profeta: ¿Esta autoridades cuya obediencia fue unida a la tuya quiénes son? Respondió: “Ellos son mis sucesores, ¡Oh Yâbir! Y son los líderes de los musulmanes luego de mí. El primero de ellos es ‘Ali ibn Abi Tâlib, luego el Hasan, luego, el Husein, luego ‘Ali ibn al Husein, luego Muhammad ibn ‘Ali, conocido en la Torá como el enjundioso en las ciencias (Bâqir al ‘ulum), lo verás ¡Oh Yâbir!, cuando lo encuentres dale mis saludos, luego As-Sâdiq Ya’far ibn Muhammad, luego Musa ibn Ya’far, luego ‘Ali ibn Musa, luego Muhammad ibn ‘Ali, luego ‘Ali ibn Muhammad, luego al Hasan ibn ‘Ali, luego quien posee mi nombre y mi alcurnia, la prueba de Dios en Su tierra y el remanente de Dios para Sus siervos, ibn al Hasan ibn ‘Ali…[10] . De acuerdo a la profecía del noble profeta (BPD), Yâbir vivió hasta la época del Imamato del Imam Bâqir (P), y le dio los saludos del profeta.

En otra narración, se narra de Abu Basir que dijo: Le pregunté al Imam Sâdiq (P), sobre el versículo de “quienes detentan la autoridad entre vosotros” y me respondió: este versículo descendió por ‘Ali ibn Abi Tâlib, Hasan y Husein. Pregunté, la gente se pregunta por qué el Sagrado Corán no menciona a ‘Ali y a su Familia (P). Me dijo, diles: cuando descendió el versículo de la oración, ¿acaso especificó cuántos ciclos, si tres o cuatro?, y fue el mensajero de Dios (BPD) quien lo explicó a la gente. Lo mismo, los versículos del zakat (impuesto religioso), la peregrinación y otras cuestiones (importantes del Islam). Este versículo también debía ser explicado por el noble profeta (BPD) a la gente y él dijo: “De quien yo soy su autoridad, éste ‘Ali es su autoridad” y también dijo: “Os recomiendo el libro de Dios y mi familia, pues le pedí a Dios, Glorioso y Majestuoso que no los separe a ambos hasta que vengan a mí en la fuente del Kauzar” (Paraíso). También dijo: “No pretendan enseñarles puesto que son más sabios que ustedes, ellos no os extraerán de la puerta de la guía y no os introducirán en la puerta de la desviación”[11].

Además, muchas veces, incluyendo el momento previo a su muerte, el profeta dijo: “Ciertamente os dejo entre ustedes después de mi dos cosas valiosísimas, el libro de Dios y a mi Familia, ambas no se separarán hasta venir a mí junto a la fuente”[12].

Otros dichos del profeta narran que afirmó: Sed conscientes que ciertamente el ejemplo mi familia entre vosotros es como el ejemplo de la barca de Noé, quien asciende a ella se salva y quien se aparta de ella se ahoga”[13] .

Muchas veces dirigiéndose a ‘Ali (P), dijo: “Tú eres el Uali, el líder de todo creyente después de mí”.[14] Y tantos otros hadices que no podemos hacer referencia a todos ellos aquí.

Fuente: Enseñanza de La Doctrina Islámica, Editorial Elhame Shargh

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[1] Para una explicación más detallada de este versículo referirse a la Exégesis Al Mizan de ‘Allamah Tabatabai.

[2] Hace referencia a un versículo coránico, el número 6 del capítulo 33 que afirma: “El profeta tiene supremacía por sobre los creyentes”.

[3] Para corroborar la autoridad de las fuentes de esta narración se puede recurrir a los libros ‘Abaqatu al anuar y Al Gadir.

[4] Gaaidu Imram, cap. 58, hadiz 4, narrado por Hamuini.

[5] Sagrado Corán: cap. 5: vers. 67. Para una mayor explicación acerca de este versículo ver, la exégesis al Mizan.

[6] Este asunto fue narrado por los sunnitas a través de siete grandes compañeros del mensajero de Dios (BPD): Zaid ibn Arqam, Abu Sa’id Judri, Ibn ‘Abbas, Yâbir ibn ‘Abdi Llah Ansaari, Bara ibn ‘Azib, Abu Huraira e Ibn Mas’ud. Al Gadir.

[7] Sagrado Corán: cap. 26, vers. 213.

[8] ‘Iqabul Anuar, Al Gadir, Al Muraye’at, carta 20.

[9] Sagrado Corán: cap. 4, pág. 59.

[10] Gaiatul Maram, ed, antigua, pág. 267, tomo 10; Izbatul Huda, tomo 3, pág. 123; Ianaabi’ul Mauaddah, pág, 494.

[11] Gaiatu al Maram, ed antigua, pág. 265, tomo 3.

[12] Esta tradición es también una narración mutawater, que consta de fuentes abundantes e independientes que se remontan también a los infalibles. Los grandes sabios sunnitas, como Tirmidi; Nisa‘i y Hakim Mustadrak ‘ala as-Sahihaiin transmitieron del mensajero de Dios de fuentes diversas.

[13] Mustadrak Hakim, tomo 3, pág. 151

[14] Idem, tomo 3, pág. 111, 144; Sauaiqul Muhriqah, Ibn Hayar, pág. 103; Musnad ibn Hanbal, tomo 1, 331, tomo 4, pág. 438…

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