38 años defendiendo el Islam en la República de Irán

Fernando Acosta Riveros

La República Islámica de Irán celebra en febrero de 2017 el 38 aniversario del triunfo de la Revolución. En algunos medios de Occidente como la revista The American Interest, editada en Estados Unidos, se mencionó recientemente que Irán se encuentra entre las ocho naciones más poderosas del mundo. A los musulmanes nos satisface que la patria del Imam Ruhollah Musawi Jomeini sea una república poderosa y deseamos que sea más influyente en la difusión del Islam porque en el Islam está la verdadera victoria y el poder. En Occidente los dueños de gobiernos y riquezas tienen una concepción diferente del poder. Lo basan en la acumulación de bienes materiales. Para el mundo musulmán la verdadera riqueza es el sometimiento ante Dios, nuestro Dueño, para llenar toda la tierra de Amor, Fraternidad y Paz.

En la patria del Seyyed Ali Jamenei, líder de la República Islámica, aumentó la exportación de petróleo. Es la segunda nación productora en cantidad dentro de los países que conforman la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Son buenos datos para la economía, gracias a Dios y al esfuerzo de las autoridades, los ingenieros, los trabajadores y la población.

Los doce meses transcurridos entre febrero de 2016 y febrero del actual año tuvieron a la República Islámica de Irán como una fiel protagonista de una política exterior firme en la defensa de la paz mundial. La solidaridad con la República Árabe de Siria, la persistencia en el acompañamiento al pueblo de Palestina y el cumplimiento preciso del Acuerdo Nuclear y el llamado Plan Integral de Acción Conjunta (JCPA por sus siglas en inglés) entre los iraníes y las autoridades que integran el Grupo 5+1 que integran la Federación Rusa, la República Popular China, Reino Unido y Francia, más Alemania han mostrado al mundo que Irán desea mantener una relación de respeto con todos los gobiernos y que refuerza su Amistad y Fraternidad con todas las naciones del Mundo.

Cuando la revolución islámica derribó el trono del sha Reza Phalevi en 1979, hace 38 años, inició una nueva etapa llena de dificultades contra los poderes de Opresión. Los gobiernos capitalistas quisieron ahogar la revolución imponiendo una cruel guerra para la cual utilizaron al gobierno de la República Árabe de Irak, mal dirigido por Sadam Husein, quien se convirtió en un peón del imperio norteamericano, en contra de la voluntad de su pueblo y de los pueblos de las naciones árabes.

Irán salió victorioso, gracias a Dios, porque fue el Creador, quien permitió que la Verdad se impusiera. Los imperios no quedaron contentos con dicho triunfo y siguieron atacando la patria del Imam Jomeini. Pero los iraníes no temen a los imperios. Los musulmanes solamente temen a Dios y su paciencia está vinculada a la Resistencia, es decir la oposición a la Opresión de cualquier régimen que se oponga a los creyentes y a la construcción de sociedades con armonía y amor fraternal.

En el año 1999 cuando los iraníes y los musulmanes de todos los continentes celebrábamos el 20 aniversario del triunfo de la Revolución Islámica en Irán, Occidente mostraba a través de sus medios de comunicación e información, que en ocasiones ocultan la verdad y desinforman, con honrosas excepciones el supuesto peligro iraní para el mundo por la cuestión nuclear. Sin embargo, en septiembre de ese año la Unión Europea, informó que las autoridades de los países que integran el llamado Grupo Cinco más Uno (G5+1) e Irán habían decidido organizar una visita de los responsables de la Agencia Internacional de Energía Atómica  (AIEA) a una planta de enriquecimiento de uranio en la Sagrada Ciudad de Qom.

Cinco años después el presidente iraní, seyed Mohammed Jatami participó en Caracas, República Bolivariana de Venezuela en una cumbre internacional donde los asistentes retomaron el tema de la energía y dieron un amplio respaldo, en febrero de 2004, al gobierno y pueblo iraní en su política energética que fue continuada después por el gobierno del presidente Mahmud Ahmadineyad.

La República Islámica de Irán no ha representado ninguna amenaza para los pueblos del mundo como ha querido hacer creer el imperialismo estadounidense y sus aliados el gobierno sionista de Israel y la monarquía del Reino Unido. Una nación poseedora de cultura, de civilización y coherencia con su sistema musulmán no necesita armas atómicas para solucionar los conflictos. La fuerza iraní está en el Islam y es una fuerza moral y espiritual.

En 2016 y 2017 el gobierno estadounidense que preside el empresario Donald Trump vuelve a amenazar amenazas contra los iraníes, pero dichos mensajes basados en la prepotencia y la mentira no nos asustan, ni a los iraníes ni a los amigos de la Revolución Islámica de Irán. Las sanciones contra Irán son criminales y no tienen ninguna justificación.

Reconozco desde México y la región de nuestra América que la República Islámica de Irán nos ha compartido su gran tesoro islámico a través de grandiosas publicaciones impresas y ediciones multimedia a través de La Voz Exterior de Irán en idioma español; la Fundación Cultural Islam Oriente, la Agencia de Noticias Irna e HispanTV el canal de noticias que seguimos por Internet en diferentes ciudades de México, Colombia, Perú, Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Dichas ediciones constituyen una luz para vivir nuestra existencia con dignidad, teniendo como guía El Corán, las enseñanzas del Profeta Muhammad y su Purificada Familia y el sometimiento a la Voluntad de Dios, nuestro Dueño, nuestro Creador. Pido a Dios, el Grande, Misericordioso y Compasivo, bendiga a los iraníes, gobernantes, autoridades religiosas y población en este aniversario 38 de la Revolución y siempre.

 Saludo también a los organizadores de la Semana de la Armonía Interconfesional Mundial que se celebró en días recientes en la patria del Imam Jomeini (Que Dios esté complacido con él).

   

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www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

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