Alcohólicos Anónimos y fieles creyentes en Dios

Roberto Chambi Calle[1]

El otro día participé en una reunión abierta de información pública en un grupo de Alcohólicos Anónimos (A.A.) y me llamó la atención que la mayoría de sus miembros eran fieles creyentes de un “Poder Superior”, cristianos protestantes, católicos, agnósticos, chamanes, y hasta ateos. Lo sorprendente de ello es que hombres y mujeres que, si bien antes eran miembros de una organización religiosa, hoy buscaban desesperadamente la ayuda para dejar de beber, paradójicamente me preguntaba, Si ellos son creyentes y miembros de una organización religiosa, espiritual o chamanística, ¿cuál era la necesidad (“urgencia de vida”) de acudir a un centro de ayuda alejado de la mezquita, iglesia o templo sagrado?

No cabe duda que hoy el alcoholismo es un mal característico de las sociedades en el mundo, en donde la mayoría de los países son víctimas de sus efectos y que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el alcoholismo es el "deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permite inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno", un deterioro y no un vicio ni viciosos  los que padecen de esta enfermedad —según la Asociación Médica Americana, puede ser controlada pero no curada, siendo uno de los síntomas el incontrolable deseo de beber— en tal sentido tratar a un alcohólico requiere de mucha ayuda tanto médica, social y fundamentalmente espiritual.

A.A. fue fundada en 1935 por Bill Griffith Wilson, “Bill W” y Robert Holbrook Smith, “Dr. Bob” en Akron, Ohio (EEUU), actualmente “se encuentra en más de 180 países” a lo largo del mundo; por todo lo que se ha podido evidenciar, incluso existen musulmanes que han padecido y padecen este trastorno, quienes al no haber podido comprender las dimensiones espirituales del islam caen en estos males, lo cual por supuesto no cuestiona su calidad de creyente sino su práctica en la compresión de los mandatos divinos, pues  mucho se ha escuchado de que si un creyente está inmerso en los “vicios” es porque no ha comprendido correctamente las enseñanzas divinas.

En tal sentido A.A. no trata de cercenar o erradicar la fe que tienen sus miembros sino de ayudar a que  reencausen su camino cuyo derrotero es el despertar espiritual, por ello dice su “Libro Grande”:   “cuando te hablamos de Dios, nos referimos a tu propio concepto de Dios”[2], o lo que manifiesta uno de sus textos fundamentales cuando hace el análisis de los 12 pasos y 12 tradiciones que un alcohólico debe transitar respecto al creyente lleno de fe, pero que no puede sobreponerse al alcohol siendo vanos sus intentos de sobreponerse a este, quién “trata valientemente de luchar contra el alcohol, implorando la ayuda de Dios (…) ; ¿Qué será lo que pasa con esta persona?. La respuesta está en la calidad de fe, no en su cantidad. Pues suponían que practicaban seriamente su religión, pero al analizarla honradamente, se dieron cuenta que solo lo hacían superficialmente[3]”.

Muchos de sus miembros pertenecen a varias organizaciones religiosas, entre ellos un testimonio dentro del texto “Llegamos a Creer[4]”, en donde un musulmán de Karachi en Pakistán manifiesta: “En la práctica siempre he encontrado bastante difícil el dejar que la voluntad superior e íntegra de Allah prevalezca en mi vida y gobierne mi voluntad. (…) La cosa más maravillosa que he descubierto es que la oración trabaja. Estoy empezando a pensar en Allah como el más amante Creador, que está interesado de un modo especial en mí”.

Muchas veces una minoría ínfima de los practicantes del islam por distintos aspectos no practican la fe de manera comprometida y sincera a Allah (Dios), los factores son variados, entre los más característicos está la de aquellos que por cuestiones migratorias y al estar alejados del seno de su país y sus comunidades islámicas se desvían y salen del “Sirat-al Mustaqim” (La vía recta)[5]; pues Allah ordena en su libro sagrado el Corán respecto a los embriagantes como el Alcohol: “¡Creyentes! El vino, el maysir, (…) no son sino abominación y obra del Demonio. ¡Evitadlo, pues! Quizás, así, prosperéis. El Demonio quiere sólo crear hostilidad y odio entre vosotros valiéndose del vino y del maysir (juegos de azar por dinero), e impediros que recordéis a Dios y hagáis la azalá. ¿Os abstendréis, pues?” (Corán 5:90,91).

Los mandatos del Corán son claros, pero muchos por la carencia y por varios factores (soledad, estar rodeado de un ambiente proclive a la corrupción y los vicios o no estar casado) se hacen a un lado degenerando su vida. Para que un individuo pueda retomar sus creencias muchas veces necesitan la ayuda de alguien, un clérigo, la familia o para el caso de análisis, de las comunidades de hombres y mujeres que padecen los trastornos del alcoholismo como los grupos de Alcohólicos Anónimos, quienes por lo analizado no tratan de suplantar el rol fundamental de la fe sino de reencaminarla, “pues cuando te hablan de Dios se refieren a tu propio concepto de Dios”[6]; ya que hay muchos fieles de una creencia que con solo el apoyo de la familia, la comunidad religiosa y la conciencia de sí mismos (reconociendo y corrigiendo sus errores) retoman la vida recta, aquella señalada por Dios, pues los que “creen en Él y en el último Día y obran bien, ésos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes.” (Corán 2:62)

Cuando alguien enferma, debe ir un médico, cuando un vehículo tiene una falla debe ser llevado a un mecánico y cuando un individuo tiene una enfermedad mental debe ser asistido por un psicólogo, psiquiatra; etc. Podemos citar muchos ejemplos, lo cual no significa que se trate de soslayarse al islam y la fe de los creyentes sino a los males que la sociedad les provoca, por ello la ayuda de estos grupos cuyo mecanismo —en caso de que el creyente por sí mismo no pueda — es ayudar al individuo a que logre su despertar espiritual, y Él utilice estos caminos (A.A., psicólogos, psiquiatras; etc.) para hacer comprender a su siervo las dimensiones de su fe, pues dice:  “(…) Dios guía a quien Él quiere” [7], “Él todo lo oye, todo lo sabe”[8].

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

 

[1] Jurista, Teólogo, y analista en RRII. Asociación de la Comunidad Islámica Ahlul Bayt de Bolivia.

[2] Alcoholics Anonymous World Services, “Alcohólicos Anónimos”, Medellín, 1990, p. 43.

[3] Alcoholics Anonymous World Services, “Doce Pasos y Doce Tradiciones”, Medellín, p.42

[4] Alcoholics Anonymous World Services, “Llegamos a Creer”, texto en PDF, p.  20, en http://aatalca.org/files/Llegamos%20A%20Creer.pdf visitada el 23 de enero de 2023

[5] Corán, Sura (1) Al Fatiha; “¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso! Alabado sea Dios, Señor del universo, el Compasivo, el Misericordioso, Dueño del día del Juicio, A Ti solo servimos y a Ti solo imploramos ayuda. Dirígenos por la vía recta, la vía de los que Tú has agraciado, no de los que han incurrido en la ira, ni de los extraviados”. (Las negrillas son nuestras).

[6] Alcoholics Anonymous World Services, “Alcoholicos Anónimos”, Medellín, 1990, P. 43

[7] Corán: 22:16

[8] Corán: 2:256

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