Jerusalén es la Capital de Palestina; No a la anexión territorial de Cisjordania a Israel

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

 

El apoyo de los países libres al pueblo de Palestina como Estado, aquellos que han rechazado el constante genocidio, la anexión de sus tierras, la ocupación del régimen israelí en la expropiación de más tierras palestinas, el constante  desplazamiento de los palestinos, a consecuencia de la demolición de sus hogares, la violación del derecho internacional  en la usurpación del agua, el bloqueo a la Franja de Gaza, y demás atropellos que  sufre un pueblo sometido a la colonización  y los planes  de un proceso integral de judaización como lo habíamos  señalado, se lo ha ido manifestando siempre,  esto se lo ha podido comprobar mucho más por ejemplo en los gobiernos progresistas , aquellos que se declararon anti neoliberales, antiimperialistas,  anticapitalistas en lo que se ha denominado el socialismo del siglo XXI.

“En el primer quinquenio del 2000 se produjo en América Latina una oleada de derrotas electorales de los antes “invencibles” partidarios del neoliberalismo y la correspondiente apertura de uno de los más grandes procesos de recambio relativo de los grupos dirigentes que ha visto la historia de la región. Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Nicaragua y El Salvador, en una breve secuencia que se aceleró entre 2002 y 2006, pasaron a ser gobernados por partidos y presidentes que se declaraban antineoliberales”[2], y justamente fueron estos países quienes, desde una visión solidaria, estuvieron comprometidos con la causa Palestina, y los que alzaron su voz en contra los atropellos que comete el régimen Israelí; mismos que también reconocieron a Palestina como Estado libre y soberano[3], pues como lo señalamos, el acuerdo del siglo de Trump niega la existencia de Palestina, recordemos el anuncio que realizó sobre reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el 6 de diciembre de 2017, y su decisión de trasladar la embajada de ese país a la ciudad Santa[4], misma que ocasionó múltiples manifestaciones y protestas del mundo entero como dentro de Palestina, las que trajeron víctimas mortales[5]rechazando la medida que sin lugar a dudas es una violación al derecho internacional y una sepultura al proceso de paz.

A eso se debe añadir, lo que Roberto Chambi, en "El derecho de Palestina sobre Jerusalén", manifestó; porque si realmente se quiere tener paz, los estados que están comprometidos en esta causa, deben ser los primeros en hacer respetar el Derecho; asimismo se deben dejar de lado los intereses mezquinos y egoístas para construir la seguridad internacional, para lo cual es de vital importancia que de una vez por todas se reconozca a Palestina como Estado, a la fecha así lo han legitimado más de 130 estados en el orbe, ello sin duda son muestras claras de apoyo a la erección de un estado Palestino; pues a partir de ello se podrá hablar de igualdad en derechos y obligaciones, ya que fuera de ello lo que viven los palestinos son: ocupación, genocidio, despojo y agresión, por el solo hecho de no ser un Estado y para que ello ocurra Naciones Unidas en especial, el Consejo de Seguridad, debe de una vez ser responsable ante la sociedad internacional, dejando de vetar la calidad de Estado a Palestina, porque mientras EEUU, Inglaterra y Francia no lo reconozcan como tal en el seno del Consejo de Seguridad, seguirán siendo los cómplices de esta masacre, de este despojo desmedido, de este  enclaustramiento y humillación perenne a los palestinos, esa es la única vía para que se llegue a la paz que aún es un lastre doloroso, no sólo para los palestinos; sino  también para los  sujetos internacionales que aún miran con esperanza el mañana[6], y sin duda alguna esto continúa así a más de 72 años desde la Nabka o “catástrofe”, cuando aproximadamente 800.000 palestinos y palestinas fueron expulsados ​​por la fuerza de sus hogares y propiedades, 531 aldeas fueron destruidas, y más de diez mil palestinos y palestinas fueron masacrados por las fuerzas sionistas en los eventos que condujeron a la creación del estado ilegal de Israel en 1948[7], solo unos 150.000 palestinos permanecieron en el territorio del Mandato de Palestina después de la Nakba, una cuarta parte de los cuales fueron desplazados internos. Inmediatamente después de la guerra, el despojo de las personas palestinas refugiadas y desplazadas internas se selló mediante la aprobación de leyes destinadas a negarles el derecho a regresar a sus hogares y propiedades, vigentes hasta el día de hoy.

“El 14 de mayo del año 1948 marca el punto de partida, no sólo de un año trágico, sino también una etapa histórica, donde el crimen, la colonización, ocupación y destrucción, han sido conceptos que se han hecho carne en la vida de millones de palestinos. La Nakba representa una tragedia, para los árabes en general y el pueblo palestino en particular, pues consigna el inicio de la usurpación de las tierras palestinas, la expulsión de miles de familias de sus casas, de sus aldeas, de sus pueblos, de sus arraigos, donde millones de ellos aún malviven en el transtierro. La Nakba significó el descalabro demográfico, moral  y territorial,  el inicio de un proceso basado en el terror, el racismo, el asesinato, la desarabización y consiguiente judaización de la Palestina Histórica”[8].

Y como estamos viendo este Nabka continúa hasta el día de hoy, con el genocidio llevado a cabo por un régimen colonialista; pues su impunidad nunca termina, y también refiriéndonos a las permanentes anexiones israelíes de territorio palestino las que cumplen una función geopolítica, asentar el dominio neocolonial del imperio sobre la región de Medio Oriente; así como señalan muchos analistas que el Estado Sionista de Israel está preparando toda su maquinaria armamentista para lanzarse en otra maniobra expansionista contra el territorio palestino, con el beneplácito de Estados Unidos, cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió anexar los asentamientos judíos de la Cisjordania ocupada, el pasado 18 de mayo de esta gestión "Estas áreas del país son lugares de nacimiento de la nación judía. Es hora de aplicar la ley israelí sobre ellos" "Esto no distanciará la paz, la acercará. Estos asentamientos serán parte de Israel en cualquier escenario", dijo Netanyahu al Knesset al presentar su gobierno de unidad[9], y al parecer se espera que Israel lleve a cabo la anexión de Cisjordania el 1 de julio, según lo acordado entre Netanyahu y  Benny Gantz, cuando conformaron un gobierno de unidad, a eso se añade que este último, ha dado la orden a sus tropas para que se preparen a ejecutar la anexión del 30% del territorio de Cisjordania, que para muchos analistas, se trataría de un plan del yerno de la Casa Blanca, Jared Kushner, quien ha puesto a disposición de Netanyahu, toda la maquinaria bélica y diplomática del país norteamericano[10], y con esto en definitiva, se estaría logrando lo que nadie logró en décadas que, “Jerusalen sea capital de Israel”:

“Estamos ante el “trabajo de hormiga de mayor aliento en Occidente que se conozca”, en este sentido se apunta “en apenas dos generaciones, Kushner —nieto de sobrevivientes del Holocausto— estaría logrando para Israel lo que nunca nadie, ni nada, logró en décadas: “Jerusalén sea la capital de Israel de acuerdo con el plan de paz de Estados Unidos presentado en enero del presente año por el presidente de EE.UU, Donald Trump, durante una conferencia de prensa, dicho plan prevé que el 30% de los territorios palestinos de Cisjordania pasen a manos del estado hebreo"[11].

Ante todo este plan maléfico de querer destruir a Palestina, salieron las denuncias y críticas, a las que nos sumamos; pues ya lo dijimos Palestina es Libre y soberana con su capital eterna Al Quds (Jerusalen), respetando siempre las palabras del Imam Jomeini  porque Palestina, es la cuna de las religiones divinas y  siempre ha sido respetada por todos los pueblos del mundo, especialmente, porque la Mezquita de Al-Aqsa, la primera quibla de los musulmanes, está situada en esta zona[12], además no se necesita ser musulmán o de otra religión o credo para darse cuenta de las atrocidades cometidas por parte del sionismo y del imperialismo contra el pueblo palestino, como lo siempre lo hemos manifestado.

Como lo dijimos, el plan recibió amplias críticas del mundo árabe, y fue rechazado por la Organización de Cooperación Islámica, que instó "a todos los Estados miembros a no comprometerse con este plan o a cooperar con la administración EEUU en su aplicación de cualquier forma", a eso el rey de Jordania advierte al régimen de Israel de un “conflicto masivo” si materializa su plan sobre la anexión de una extensa parte de la Cisjordania ocupada, también a eso señalar que un nivel de violencia sin precedentes se desatará en Cisjordania y la Franja de Gaza, si el régimen de Israel finalmente decide anexar un territorio históricamente reservado para el futuro Estado palestino, pues "Cada palestino se convertirá en “bomba” si Israel anexa Cisjordania" en palabras de Mahmud al-Habash, asesor de Mahmud Abás, presidente del gobierno palestino; pero por si fuera poco los mismos Israelíes rechazan el plan de Netanyahu de anexionar Cisjordania; ya que Miles de israelíes salen a las calles de los territorios ocupados palestinos para rechazar los planes del régimen de Israel de anexionarse Cisjordania[13], a eso sumar las voces del el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), que a su vez, advirtió que la anexión de Cisjordania abrirá nuevas puertas de combate con Israel[14].

Al parecer, si se lleva adelante este plan, habrá mucha gente inocente que derramará nuevamente su sangre, siendo víctimas los más vulnerares que son los niños, mujeres y anciano, genocidio manifiesto del régimen sionista israelí; ya que históricamente como lo hemos señalado, el sionismo ha buscado frenéticamente anexionar a Cisjordania y Gaza, y como vemos sus acciones apuntan a eso, irrumpiendo y contradiciendo al derecho internacional, como ya lo hemos manifestado a un comienzo de este escrito; pero su defensa también dependerá de la solidaridad activa de los gobiernos comprometidos con la causa Palestina, y los pueblos del mundo en esta digna batalla, sin embargo debemos descartar aquellos que quitaron su apoyo a este digno pueblo de Palestina, aquellos que hoy viven una dictadura por las injerencias imperialistas y sionistas como el caso del gobierno de facto en Bolivia, al disociarse  a la declaración del Movimiento de No Alineados sobre la Cuestión Palestina[15], lo mismo que hizo Jair Bolsonaro de Brasil[16], y así también la Argentina, con el viaje de Alberto Fernández a Israel[17]. Con todo esto, como estamos comprobando los únicos países de los gobiernos progresistas, del siglo XXI, que continúan con su apoyo en la causa Palestina son Venezuela, a la cabeza de Nicolás Maduro y Nicaragua, con Daniel Ortega, países que continúan de pie frente a toda injusticia, toda injerencia hacia este pueblo digno de Palestina, y en palabras de Hugo Chávez, quién siempre luchó a favor de oprimidos del mundo:

“Quds (Jerusalén) es un lugar sagrado para todos nosotros, los cristianos. Hablé con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad sobre el día en que el Corán dice que ambos (Mahdi y Cristo) volverán. Jesús, de la mano con el 12º Imam Mahdi…. Luego vendrá la paz en el mundo. ¡Le digo a Cristo y al Mahdi que vengan pronto, que se apresuren ahora, vengan pronto… porque somos testigos de las amenazas que pesan sobre el mundo, Dios mío![18].

La cuestión Palestina es una causa de todos los que exigen el fin de los planes de colonización y judaización del Estado de Palestina, y esta lucha es una más, de tantas otras, porque no levantar la voz ante estos planes de anexión, es ser cómplices del genocidio constante hacia el pueblo palestino.

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