Dialogo entre Wilson y Chirri (VIII)

Justicia divina

Por: Muhammad Yawad Chirri

Director del Centro Islámico Americano

WILSON: yo sé que el sagrado Corán es claro en ciertos atributos de Dios tales como: la Misericordia, Sapiencia, la Benevolencia, Eternidad, el Creador del universo, el que no tiene compañero, ni socio, ni hijo. Pero, me gustaría saber si la justicia es uno de los atributos divinos, me informó un musulmán que este es uno de sus atributos y otros dicen que no.

CHIRRI: Ninguna religión lógica puede afrontar la negación o dudar de la Justicia de Dios y su imparcialidad. Negar su justicia es socavar el concepto entero de la religión. Ninguna creencia religiosa, ni siquiera en la existencia del Ser Supremo, no se beneficiaría sin la creencia en su Justicia.

Un mal gobernante puede premiar a los malhechores y penalizar a los bienhechores. Si se lo obedece no necesariamente garantiza su satisfacción y, si se le desobedece él no puede estar seguro de que está fuera de su favor.

Más allá, nosotros creemos en los mensajes celestiales y en los mensajeros divinos porque pensamos que Él es tan bueno, que les dice a sus siervos lo que desea de ellos. Dios no puede decirnos nada -o puede decirnos algo- que no quiera decir. Con esto, toda la doctrina de la profecía colapsaría.

Negar la Justicia Divina llevaría a negar la otra vida, porque la otra vida es el mundo de la justicia, mediante esta se recompensará a los bienhechores y se castigará a los malhechores.

En resumen, el concepto de Justicia Divina, es tan importante para nosotros como el de la existencia de Dios y su Unicidad; y negarlo es tan destructible para la religión, como negar la existencia de Dios o su unicidad. Por eso el concepto de Justicia Divina debe ser considerado parte de los fundamentos de la religión, sin el cual ninguna religión puede ser establecida lógicamente.

El Islam está enteramente de acuerdo con los pensamientos lógicos y razonables. El Sagrado Corán declara que la Justicia Divina es tan enfática como la declaración de la Unicidad y su propia Existencia Divina. En importantes pasajes, la injusticia ha sido denunciada, también Dios es descrito como Justo o que él no quiere cometer injusticia con sus siervos, pues no menosprecia las acciones de nadie, ni causaría la perdida ni siquiera de un átomo de bondad.

“Al-lah atestigua, y con Él los ángeles y los hombres dotados de ciencia, que no hay más Dios que Él, que vela por la equidad. No hay más Dios que Él, el Poderoso, el Sabio”. Corán 3:18

“Quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá. Y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá”. Corán 99:7-8

WILSON: Su declaración acerca de la Justicia Divina es una de las más razonables, que alguna vez haya escuchado. En verdad la importancia de esta creencia no puede ser exagerada, ya que el concepto de Dios sin su Justicia no nos beneficiaria. No podemos ni confiar, ni agradar a un Dios injusto. El Judaísmo y el Cristianismo comparten con el Islam la misma opinión, ningún cristiano o judío duda de la justicia de Dios y de su bondad. De ahí que, la doctrina de la Justicia Divina pueda ser catalogada tanto cristiana, judía como islámica, y no veo ninguna diferencia entre las tres a este respecto.

CHIRRI: La diferencia entre el Islam y otras creencias en este punto, no es acerca del concepto de la Justicia Divina misma, sino acerca del concepto que contienen estas doctrinas; el Islam no subscribe a otra doctrina que contradiga el concepto de la Justicia Divina. El Islam predica y sostiene todas las doctrinas que pueden derivarse del concepto de la Justicia Divina.

WILSON: ¿Citaría algunas de estas creencias que emanan de la Justicia Divina?

CHIRRI: Citare 3 de estos principios los cuales emanan de la creencia de la Justicia Divina:

  1. Dios no le pide al ser humano que haga aquello que no puede. Veamos del Sagrado Corán:

 “Al-lah no pide nada a nadie más allá de sus posibilidades. Lo que uno haya hecho redundará en su propio bien o en su propio mal. Señor ¡No castigues nuestros olvidos o nuestras faltas! Señor !No nos impongas una carga como la que impusiste a quienes nos precedieron! Señor !No nos impongas más allá de nuestras fuerzas! Y absuélvenos, perdónanos, apiádate de nosotros! ¡Tú eres nuestro Protector! ¡Auxílianos contra el pueblo infiel!”. Corán 2:286

Lo que está más allá de Sus posibilidades es imposible para ti. El Dios Justo no pide cosas imposibles.

  1. Dios no hace responsable a ningún individuo sino por las acciones que están bajo su control. Nadie es responsable por las obras de otros, aunque sean sus amigos o familiares, mientras sus acciones estén bajo el control de ellos. Del sagrado Corán:

“Di: ¿Buscaré a otro diferente de Al-lah como Señor, cuando sé que es Él Señor de todas las cosas?" Nadie comete mal sino en detrimento propio. Nadie cargará con la carga ajena. Luego, volveréis a vuestro Señor y, ya os informará Él de aquello en que discrepabais”. Corán 6:164

  1. Si esto es verdad, los seres humanos no pueden ser juzgados por la acciones de Adán y Eva. Decir que toda la raza humana está condenada con la herencia de las acciones impropias de Adán y Eva, es decir que miles de generaciones humanas cargarán con la responsabilidad de las acciones de éstos. Y que son condenados por Dios, debido a un error cometido antes del nacimiento de cualquier generación. Esto por supuesto va en contradicción con la Justicia Divina.

Un juez humano no condena a un hijo por el pecado de sus padres, puesto que él no lo cometió. ¿Cómo podríamos concebir que un Dios justo ponga la iniquidad de los padres sobre los hijos o los bisnietos?

Por esto, el Islam enfáticamente niega la creencia del pecado original y considera a cada ser humano puro y libre de pecados. Cada ser humano de acuerdo a las enseñanzas del Islam, nace puro y libre de pecado y continua siendo puro, hasta que cometa algún pecado siendo adulto.

Pecando en la adultez, el individuo pierde su pureza, pero una persona puede recobrar su pureza, a través del arrepentimiento sincero. Cuando una persona cambia su actitud y sinceramente no repite su pecado, es decir, obedece a Dios, el más Misericordioso lo perdonará y borrará sus pecados.

WILSON: Permítame divagar un momento: Adán y Eva eran individuos como nosotros. Asumamos que ellos se arrepintieron sinceramente después de su error. ¿Esto significa que su error fue borrado?

CHIRRI: Si usted asume que Adán se arrepintió después de hacer lo impropio, no se equivocará, no errará si cree que Adán fue perdonado por Dios después de su arrepentimiento. El sagrado Corán nos dice que el más Misericordioso aceptó el arrepentimiento de Adán, y mediante esto, la acción de Adán fue perdonada.

“Adán recibió palabras de su Señor y Éste se volvió a él. Él es el Indulgente, el Misericordioso”. Corán 2:37

WILSON: Si Adán fue perdonado, ¿Por qué fue expulsado del paraíso por Dios?

CHIRRI: El descenso de Adán del paraíso no es necesariamente un castigo por un pecado. Esto puede ser resultado necesario del cambio de su estatus. En el principio, Adán era digno de comunicarse con Dios en cualquier momento y esta era su bendición en el paraíso. Por actuar impropiamente, se precipitó a la caída; por esto perdió su inmunidad. Sin inmunidad, no permaneció mucho tiempo en su alta posición, la cual le permitía comunicarse con su señor en cualquier momento.

Ahora bien, esto solo sucede si es capaz de mantenerse durante largo tiempo en una firme pureza. Su firme pureza, por supuesto, no es permanente como lo fue antes de que cayera, ya que puede caer una vez más.

WILSON: El Antiguo Testamento nos informa que el pecado de Adán fue el comer del árbol y, que es era el árbol del Conocimiento -el cual Dios le prohibió comer-. ¿Cuál es la versión del Corán al respecto?

CHIRRI: El sagrado Corán dice que había un árbol prohibido y que el error de Adán fue comer de él. Pero el Corán no especifica la clase de árbol. Conociendo el espíritu lógico del Islam, estoy seguro que aquel no era un árbol del conocimiento, ya que el conocimiento es producto de lo aprendido y la experiencia; claramente éste no crece en los árboles. Podría no haber tenido ningún significado adjunto al árbol o de su tipo en toda la cuestión. El significado importante podría haber sido la prohibición misma, la cual Dios decretó para probar la voluntad de sus siervos Adán y Eva. Más allá, Dios de acuerdo con el sagrado Corán, ama el conocimiento; ¿cómo podría prohibirlo?

WILSON: Pongamos fin a nuestro desacuerdo y regresemos al tema.

Ahora estoy convencido que el Islam posee una base sólida en la enseñanza de la pureza de la raza humana y, que sus enseñanzas en este campo son muy sólidas y consistentes. Éste posee hasta ahora un principio que se adhiere al de la Justicia Divina y confirma los principios de la responsabilidad individual, la cual es inseparable de la Justicia Divina.

Cundo los cristianos predican la creencia del pecado original, ellos realmente construyen una base en otra doctrina nominada: La Doctrina de la Redención. Los hombres -dicen ellos- son pecadores y están condenados a causa del pecado original. En otras palabras, por la herencia del pecado del Adán y Eva, nos volvimos pecadores; por esto necesitamos ser redimidos de alguna manera. Alguien debe pagar por nuestros pecados. Jesús pago por ellos mediante la crucifixión. Así, Jesús se convirtió en el redentor y salvador de la humanidad. Pero, en la negación del pecado original, la creencia en la redención se queda sin fundamentos. Usted ha hablado ya del tema, pero ahora se ha esclarecido, que la creencia de la redención es uno de los principios que no está en concordancia con el concepto de Justicia Divina.

CHIRRI: Todo el asunto del pecado original es, totalmente opuesto a la Justicia Divina. Incluso si nos olvidamos de su incompatibilidad con la justicia, no podemos concebir que el más Justo haga que una persona -un inocente o Jesús- pague por los pecados de toda la humanidad. Una vez más ¿Cómo podemos lavar un pecado menor como comer una manzana, por medio del más terrible pecado, el asesinato de una persona santa como Jesús? Un pecado puede, posiblemente ser lavado mediante una buena obra, no mediante un asesinato. Más allá, ¿Cómo podemos concebir que Dios, el más Sabio demande la sangre de su querido mensajero como precio para el perdón?

Fuente: PREGUNTAS ACERCA DEL ISLAM; Editorial Elhame Shargh

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