Las tapias de la arrogancia separatista que continúan dividiendo al mundo

“Todos los hombres son iguales como los dientes del peine del tejedor”, “No hay diferencia del blanco con el negro y del árabe sobre el no árabe”·

Profeta del Islam

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Los muros de la vergüenza, los que el propio hombre edificó con sus ansias de poder para manifestar su supremacía hacia los más oprimidos, para expresar y exponer sus atributos de mando y recalcar quién es el vencedor, los que fueron construidos por mentes racistas, xenófobas, imperialistas, sionistas con el propósito de dividir a la humanidad; continúan en pie en este mundo generando esta división galopante entre el más débil contra los todo poderosos, quiénes globalizaron el mundo creando mercados capitalistas y haciendo del pobre su esclavo y en este momento valga la pregunta ¿Quiénes son más prisioneros de sus destinos, los que los construyeron o los que se encuentran atrapados en estos muros?

Pues debemos recordar que a lo largo de la historia este hombre imperialista, racista, todo poderoso, ha levantado vallas, cercos y murallas para evitar la entrada de uno o para dificultar la salida de otros y algunos se han erigido a lo largo de cientos de kilómetros y han dividido vastas extensiones de tierra, como el Muro de Adriano[2] o la Gran Muralla China[3] y pese a que el propósito ha sido dispar en unos y otros, muchos han terminado dividiendo comunidades e impidiendo el paso natural de las personas. Y lo peor de todo es que continúan erguidos generando el miedo, el separatismo, la desunión entre los seres humanos, la opresión y toda la gama de rasgos colonialistas y autoritarios que encarcelan incluso la forma de pensar que se tiene, para imponer que se piense como ellos.

Otros continúan en pie como lo señalábamos, pese a que ya no cumplen con su cometido, como los tramos del muro de Berlín, de cuya caída se cumplieron 27 años[4]; pero muchos permanecen en su lugar con idéntico propósito por el que se construyeron y otros se están levantando ahora mismo o pretenden levantarse en un futuro como las alambradas, murallas de púas y alambres que se colocaron en Europa, para impedir el paso de refugiados, aquellos que escapan de las zonas de conflicto, de las guerras, como la de Siria, la de Yemen, aquellas que fueron creadas por sus propios intereses imperialistas.

“Vallas, vallas y más vallas. Tantas, que el este de Europa cada vez más eleva un muro que deja patente, de forma física, una división siempre presente. Primero lo fue geográfica. Y cuando esta no fue suficiente, llegaron el hormigón y las alambradas. Una distancia entre el nacional y el extranjero que sin embargo no sólo se dirige hacia lo que se quiere evitar (la llegada masiva de refugiados e inmigrantes), sino que vuelve a separar a países miembros de la Unión Europea (UE); a socios comunitarios. La UE encara la llegada de miles de inmigrantes y refugiados a sus fronteras con desconfianza creciente y con el hormigón y las alambradas como protagonistas”.[5]

Este afán colonialista e imperialista, además de sionista con ansias de poder ha llevado por ejemplo a Israel a convertirse en otro experto en construir muros y barreras, tiene vallas que separan su territorio prácticamente de todos sus vecinos, incluidos Egipto, Líbano[6]y Palestina. El muro más segregacionista de todos porque también separa a los campesinos de sus tierras y sus lugares de trabajo es el que continúa construyendo en Cisjordania, que se estima tendrá 721 kilómetros cuando el Gobierno israelí finalice el proyecto[7]. Este muro de la vergüenza comenzó a levantarse en el año 2002 y está formado por vallas y alambradas en el 90% de su trazado. El 10% restante está formado por unos muros prefabricados de cemento que llegan a alcanzar los 7 metros de altura, cuya finalidad es supuestamente evitar los ataques palestinos desde el otro lado del muro. La Corte Internacional de Justicia declaró su ilegalidad en una sentencia no vinculante de 2004, instando a su desmantelamiento, algo de lo que Israel ha hecho caso omiso[8]. Los defensores del muro lo llaman “Valla de seguridad”, “Muro de separación” o “Cerco antiterrorista”, mientras que sus detractores, los Palestinos víctimas del aislamiento lo han llegado a denominar “El nuevo muro de la vergüenza” o “Muro del Apartheid”, éste último en referencia al antiguo régimen racista sudafricano.

“Con el 80% del muro erigido dentro del territorio de Cisjordania, éste causa un daño grave en la vida de los palestinos, debido a que disminuye su posibilidad de habitar docenas de pueblos y comunidades. El muro también separa a los campesinos de sus tierras y de sus lugares de trabajo, centros educativos, de salud y otros servicios esenciales”[9].

“Los daños que causará el “Nuevo Muro de la Vergüenza” una vez terminado son inestimables. Se calcula que unos 60.500 palestinos residentes en 42 pueblos de Cisjordania vivirán entre el muro y la línea verde con Israel, alrededor de 31.400 palestinos quedarán completamente cercados por el muro, más de medio millón vivirá dentro de una franja de un kilómetro y unos 200.000 palestinos se verán afectados por la parte del muro construido en Jerusalén Oriental. Las consecuencias del muro también suponen la destrucción de terrenos agrícolas fundamentales para la supervivencia de los palestinos. Más del 10% de la tierra palestina de Cisjordania (unas 57.518 hectáreas) quedará al otro lado del muro y decenas de miles de olivos y otros árboles, así como extensas áreas de tierras agrícolas ya han sido confiscadas y destruidas, y decenas de viviendas han sido demolidas”.

Y pese a estos cuantiosos daños a las vidas de los palestinos, el muro israelí de Cisjordania continúa edificándose y separando cada vez más a familias y comunidades enteras, quienes cada día arriesgan sus vidas para acceder a derechos básicos como centros de salud y educativos o llegar a sus lugares de trabajo; una verdadera catástrofe, una pesadilla tormentosa ante los ojos del mundo lo que en este momento viven nuestros hermanos palestinos.

Otro de los muros de la vergüenza más conocidos y controvertidos del mundo es el que Estados Unidos ha levantado en su frontera con México con el objetivo de impedir la entrada de inmigrantes mexicanos y centroamericanos hacia su territorio; éste comenzó a construirse en 1994 bajo el programa “Operación Guardián” contra la migración  y actualmente comprende varios kilómetros de la frontera Tijuana–San Diego. Existen otros tramos construidos en los estados de Arizona, Sonora, Nuevo México, Baja California, Texas y Chihuahua. La existencia de esta barrera obliga a los emigrantes a tratar de acceder a Estados Unidos por zonas más peligrosas como el desierto de Arizona. Desde comenzó a construirse más de 10.000 personas han muerto tratando de cruzar esta frontera, aunque los planes iniciales contemplaban la construcción de un muro mucho más largo, finalmente el Senado de EEUU aprobó una enmienda en 2006 que prevé completar la construcción de un muro de unos 600 kilómetros y otros 800 de barreras de menor envergadura. En la vigilancia de esta frontera participan, además de la policía fronteriza, una especie de mercenarios estadounidenses llamados “minutemen”[10] que han sido acusados en numerosas ocasiones de racismo y malos tratos; además de drones para evitar la migración.

“Larga data de tragedias marca la historia fronteriza entre México y Estados Unidos y es que, día a día, un inmigrante intenta pasarlo con suerte. Cada día la búsqueda del sueño americano deja muertes terribles e innecesarias. El Muro Fronterizo que Estados Unidos ha construido a lo largo de su frontera con México tiene la marca de ser el más mortal hasta la fecha”[11].

“El repudio por las pérdidas humanas, así como los daños sociales y ecológicos, que surgieron por la creación de este muro, no se hicieron esperar: el gobierno federal de México, así como intelectuales y ministros de América Latina, lo criticaron severamente”[12].

También está el Muro Marroquí o el Muro del Sahara Occidental, que fue construido por el ejército marroquí con la ayuda de expertos israelíes y la asistencia financiera de Arabia Saudita y de Estados Unidos; ya que el mismo contiene búnkeres, vallas equipadas con armamento estadounidense, saudita y francés, siete millones minas antipersonales, nidos de ametralladoras, radares y otros armamentos pesados[13]. Todo esto con la finalidad de crear una línea divisoria entre los territorios ocupados por Marruecos y aquellos liberados por el Frente Polisario, impidiendo así la vuelta de los refugiados saharauis a su país. Por otro lado, también es denominado “La Pared“, así la llaman los ciudadanos saharauis, se trata de un conjunto de ocho muros que alcanza en total una longitud de más de 2.700 kilómetros. Y es considerado el segundo muro más largo del mundo después de la Muralla China, está formado principalmente por arena, piedras, zanjas, alambradas y campos minados. Las autoridades de Marruecos comenzaron a levantar este muro de la vergüenza en el Sáhara Occidental en 1980, y desde entonces se ha ido ampliando en varias fases, en cada una de las cuales el Ejército marroquí ha ocupado una nueva porción del Sáhara.

Y como lo decíamos América Latina no escapa a la instalación de muros entre sus habitantes, que siguen siendo un reflejo de las profundas desigualdades existentes en la región, así como lo señala Tarik Bouafia

“Lo que se sabe menos y se ve menos es que esas inmensas fortalezas sirven también para separar a los ricos de los pobres en América Latina, donde la desigualdad siempre ha sido particularmente patente, la construcción de muros se ha acelerado estos últimos años”.[14]

Estos muros principalmente los de Perú o Brasil por ejemplo se han vuelto nuevos marcadores geográficos y como lo estamos viendo fueron construidos para que los de arriba no se mezclen con los de abajo.

“Los muros levantados en Lima o en Sao Paulo son el símbolo de esa tierra de contrastes llamada América Latina. Un continente y pueblos que vienen luchando desde hace más de quinientos años por su liberación y su independencia definitiva”[15].

El de Perú para muchos es el muro de la vergüenza discriminatorio, otros piensan que es simplemente una respuesta a la inseguridad; pero se trata de un muro de 10 kilómetros de largo construido en Lima, que separa a una de las urbanizaciones más ricas de la ciudad de una de las zonas más pobres, que paradójicamente comparten dos lados de un mismo cerro.

“Al otro lado, crecen los pueblos jóvenes (villa miserias, "invasiones" -barrios que surgen espontáneamente sin permiso ni planificación-) de Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores, que no tienen ni luz ni agua”.[16]

“Los vecinos de Flor, como Alicia Yupanqui, opinan que el muro es una forma de "discriminarlos" porque sus casas son "de mal aspecto, de esteras y plástico".[17]

Sea para la seguridad como afirman, lo cierto es que la construcción de muros como este ocurre por la necesidad de marcar diferencias sociales con elementos físicos, tal como lo afirma Vega Centeno explicando que en el barrio Morumbi[18], en Sao Paulo, Brasil, un muro también separa a una favela de un lujoso condominio.

"Es miedo a la cercanía social. Por afirmar mucho la seguridad interna seguimos una lógica de miedo al exterior, de exclusión en casi toda Latinoamérica".[19]

Como lo hemos podido comprobar estos muros mencionados y los otros que existen; pero que no los hemos señalado[20]continuarán erguidos hasta que el propio hombre imperialista sionista deje de lado sus ansias de poder, sus instintos salvajes de dominio contra el más débil, su ambición mezquina por las riquezas naturales y hasta que no cese su sed de ambición, su ridícula arrogancia seguirán estas barreras, estas mallas, estos muros de la vergüenza de pie, los mismos que fueron construidos para dividir a la humanidad.

Estos muros son un claro ejemplo de cómo los grandes imperios transgreden, ocupan y se adueñan de territorios para enriquecerse sin importar los daños causados a un pueblo entero.

Pero no debemos olvidar que seguiremos en esta lucha en defensa de los oprimidos aquellos que se encuentran desde el otro lado de las murallas, de las vallas, de los muros, continuaremos

exigiendo justicia a favor de ellos; pues nuestra voz todavía no ha sido silenciada por la arrogancia separatista que está dominando el mundo.

Y llegará el día en que la igualdad tan anhelada por los pueblos oprimidos gobierne el mundo, esa igualdad que el verdadero islam predica, esta forma de vida que quiere la unidad en el mundo, porque  debemos recordar lo que ya señaló el Profeta[21] hace mil cuatrocientos años antes, mientras fundaba un estado en una época en que los reyes y emperadores se refugiaban en sus torres y palacios lejos de los pueblos. El Profeta, siendo jefe venerado, comía con los esclavos, montaba en lomo de burro y ayunaba en demasía. No era de la tierra de donde se inspiraba, sino del cielo.

“Todos los hombres son iguales como los dientes del peine del tejedor” y agregó: “No hay diferencia del blanco con el negro y del árabe sobre el no árabe”.[22]

Y sobre el mismo tema, el islam da un concepto revolucionario de la unidad de la humanidad:

“La humanidad es una sola familia de Dios y no puede permitir barreras. Los hombres son una comunidad mundial, son uno – y no burgueses o proletarios, blancos o negros, arios y no arios, occidentales u orientales”[23].

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