Los movimientos de la Resistencia Islámica son la memoria de los mártires de Karbala

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Uno de los temas desconocidos y poco hablados por una mayoría de los medios de occidente, los cuales continúan influenciados por el poder de la burguesía, los que sirven a los grandes emporios de empresas trasnacionales del imperialismo, el sionismo y sus huestes, y  los que continúan con su guerra mediática contra los países de Medio Oriente, es sin lugar a dudas la presencia de los movimientos de la Resistencia Islámica, aquellos que son vilipendiados y tildados de terroristas, de violentos y represivos, cuando en su esencia reviven la identidad, y los cimientos de la espiritualidad, enmarcados bajo los principios de la consigna de Dios, y los cuales continúan manteniendo viva la memoria de los mártires de Karbalá, aquella filosofía trascendente del martirio del Imam Husain (AS) y todo el levantamiento épico de Ashura, poniendo en práctica su lucha contra todo tipo de opresión y tiranía.

Sin duda alguna que los movimientos de la Resistencia Islámica reviven cada día esta filosofía trascendente del “Señor de los Mártires” como lo es el Imam Husain (AS), mostrando al mundo su lucha a favor de los oprimidos, levantándose en contra todo tipo de tiranía e injusticia; así lo vemos reflejado por ejemplo con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica en Irán (CGRI) y el gran movimiento de Fuerza Basij, “La milicia del pueblo”, como lo señaló el fundador de la República Islámica de Irán, el Ayatolá Ruhollah Jomeini (r.a), quién en noviembre de 1979, fundó estos bastiones de Resistencia para seguir enarbolando la bandera de libertad, la justicia, y la dignidad, especialmente después del martirio del Hach General Qasem Soleimani[2], el líder y estratega militar que logró vencer al terrorismo patrocinado y creado por el poder hegemónico, en su derrota a grupos terroristas como el Daesh, y el que ha dado lugar a la demanda seria y total de los movimientos islámicos para expulsar a las tropas estadounidenses de los países islámicos.

Así también vemos al movimiento Zaidi, aquellos que son la esencia misma hasta la fecha de todo el movimiento de los Huzíes (Hutíes)[3] y Ansorolá (Partidarios de Dios) en Yemen, el cual continúa resistiendo la violencia que ejerce la coalición liderada por Arabia Saudita, régimen que llevó a la peor crisis humanitaria a esta República;  pues “Un creyente no puede matar a otro creyente": ¿Por qué Arabia Saudita bombardea y bloquea a Yemen?[4]; sin embargo siguen en la consigna firme hacia su liberación, ya que “Es mejor morir con honor y gloria que vivir con humillación” como lo señaló el Imam Husain (AS)[5].

Al mismo tiempo debemos destacar al movimiento de Hezbolá en el Líbano, quienes de acuerdo a su visión y coraje rompieron la leyenda de la invencibilidad del régimen sionista, en realidad “han roto el cuerno de la bestia de Israel”, como lo menciona el ayatolá Makarem Shirazi[6]; pues, mirando hacia atrás a la guerra de seis días entre Israel y los países árabes, y de ahí hasta lograr transformase en un lapso de tres décadas – de 1982 a 2013 – en un movimiento político, social que ejerce una importante influencia dentro del Líbano y cómo al mismo tiempo ha devenido en un actor geopolítico no-estatal clave para la evolución en la región, integrando un sistema de alianzas en la actualidad con estados y movimientos políticos unidos en oposición al proyecto de hegemonía estadounidense e israelí de Oriente Medio: el Eje de la Resistencia, encabezado por Irán y Siria, y todo gracias a este movimiento, quienes continúan con la consigna del gran legado del “Señor de los Mártires”.

También mencionamos al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) y la Yihad Islámica Palestina entre otras fracciones, quienes continúan contrarrestando los ataques del régimen sionista, los que continuamente llevan una agresión indiscriminada contra el pueblo palestino en la franja de Gaza, Cisjordania y otros dejando millones de mártires, entre ellos miles de niños; sin embargo la lucha de este gran movimiento corrobora el versículo 7 del capítulo 47 del Sagrado Corán que subraya: “¡Oh creyentes! Si auxiliáis a Dios, Él os auxiliará y consolidará vuestros pasos”, tal como lo señaló el Ayatolá Jamenei, quien asegura que el pueblo Palestino tendrá la victoria final: "Saldréis victoriosos por el poder de Dios y purificareis la tierra santa de la inmundicia de los usurpadores, si Dios quiere".

También se encuentra otros movimientos como el de  Hashed Al-Shaabi y las  Fuerzas de Movilización Popular en Irak, cuyo comandante Abu Mahdi Al-Mohandes, también fue asesinado por Estados Unidos, y los que continúan su lucha en contra los grupos terroristas como el Daesh defendiendo la seguridad, la independencia y la integridad territorial de Irak; pues debemos destacar que el modelo de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak se basa en la movilización popular iraní “el Basij” y, en consecuencia, la principal fuente de movilización popular iraquí son las creencias islámicas y, por supuesto, este grupo hoy es una espina en los ojos de los enemigos.

Debemos también destacar el papel de la movilización popular del pueblo sirio, y su gran ejército; pues  la resistencia islámica del pueblo Sirio derrotó a los terroristas Takfiris, ya que el mundo fue testigo que Israel, los Estados Unidos, Gran Bretaña, Turquía, Arabia Saudita y Qatar han unido fuerzas para lanzar una guerra sectaria en Siria, la cual dio lugar a la masacre de muchas personas en este país; pero finalmente ellos fallaron en sus propósitos, porque el pueblo Sirio se dio cuenta de que el enemigo quiere crear división y separación en este país como lo hicieron en Libia para garantizar sus propios intereses; sin embargo este gran movimiento sigue de pie junto a Bashar Al Asad, para derrotar a los enemigos.

Sin lugar a dudas, que estos grandes movimientos, y su unión en su Resistencia contra el poder del eje hegemónico de los grandes imperios y sus huestes, los que tienen bajo su consigna el de enarbolar la bandera de la lucha contra todo tipo de opresión y tiranía, a favor de los oprimidos del mundo, siendo “el espíritu de un mundo sin espíritu”, los que se rigen bajo las premisas de Dios y los infalibles Imames de la familia de Ahlul Bait,  los que siguen también los principios como ejemplo del triunfo de la Revolución Islámica, son los que seguirán en pie continuando y desempeñando su papel para salvaguardar la revolución y sus logros, en virtud de la aleya: “Preparad contra ellos toda la fuerza y toda la caballería que podáis para con ello atemorizar al enemigo de Dios y vuestro y a otros que no conocéis, pero que Dios conoce” (Corán, Sura VIII, aleya 60); pues ese sentimiento que los une tiene otro tipo de connotación que no es estático, sino perenne en el tiempo, el mismo que es una chispa constante contra el sometimiento de los que creen en la regencia de Dios sobre la Tierra, de ahí es que siempre saldrán victoriosos.

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