Pensar mal de los demás

Por Ayatolá Yafar Subhani.

 يَآ أَيُّهَا الَّذِينَ ءَامَنُوا اجْتَنِبُوا كَثِيراً مِنَ الظَّنِّ إِنَّ بَعْضَ الظَّنِّ إِثْمٌ وَلاَ تَجَسَّسُوا وَلاَ يَغْتَب بَعْضُكُم بَعْضاً أَيُحِبُ أَحَدُكُمْ أَن يَأْكُلَ لَحْمَ أَخِيهِ مَيْتاً فَكَرِهْتُمُوهُ وَاتَّقُوا اللَّهَ إِنَّ اللَّهَ تَوَّابٌ رَحِيمٌ

¡Oh, creyentes! ¡Absteneos mucho de las dudas! En verdad, algunas dudas son pecado. Y no os espiéis ni os difaméis[1] unos a otros. ¿Acaso alguno de vosotros quiere comer la carne de su hermano muerto? ¡Lo aborreceríais! Y sed temerosos de Dios. En verdad, Dios acepta el arrepentimiento, es misericordiosísimo con los creyentes. (Sagrado Corán 49:12)

En este versículo, Dios el Glorificado y Exaltado ha hecho obligatorio para la comunidad musulmana practicar tres principios éticos los cuales son clasificados como derechos necesarios (del Islam) y son de importancia para la hermandad islámica y la amistad en la religión.

Estos tres principios en resumen son:

  1. Es prohibido tener malos pensamientos o ser cínico con otro musulmán.
  2. No le es permitido a un musulmán espiar en la vida de otro musulmán.
  3. Es prohibido murmurar y hablar mal de otros musulmanes a sus espaldas.

Ver como los principios que han sido mencionados son parte de los aspectos éticos principales del Islam y juegan un papel importante en el mejoramiento de la sociedad, por lo tanto tenemos explicaciones interesantes dadas por los líderes de nuestra religión relacionadas con estas características, vale la pena analizar cada una de estas por separado con su análisis independiente. En este punto, comenzamos analizando el primer principio—espiando a otros.

Espiar a otros es un comportamiento sicológico negativo que puede causar daño y perjuicio al carácter, respeto, piedad y la pureza espiritual de una persona en la que uno ocupa el pensamiento. Una persona que piensa mal de los demás se olvidará de las miles de buenas acciones que esta misma persona realiza en su vida cotidiana y únicamente le prestará atención a aquellas acciones dudosas y oscuras de dicha persona.

Todos sabemos que la vida, la riqueza y el honor de un musulmán son sagrados y cualquier clase de amenaza a estas es prohibido en el Islam.

Sin embargo en este versículo se hace alusión a otra forma de injusticia en contra de los derechos de los musulmanes y se dice que: “El respecto, el honor y el carácter de todo musulmán—inclusive en nuestro pensamiento e imaginación y haciendo juicios en nuestra mente (acerca de ese musulmán) debe también ser respetado y reverenciado.” No se le permite a un musulmán cruzar los límites inclusive en su mente con relación a la pureza de otro musulmán albergando malos pensamientos o malas creencias acerca de él o de ella.

En palabras de uno de los sabios de esta época; “Los límites de la seguridad que ha establecido el Islam para la sociedad islámica no se confina solo a la vida, la riqueza y el carácter de otra persona. Por el contrario, además de estas tres protecciones, existe una cuarta seguridad que se requiere y que es la seguridad de ser juzgado por los demás. Por esto, queremos decir que dentro de los pensamientos propios uno no debe lanzar ataques o pensar mal acerca de los demás.

Desde el punto de vista del Islam cualquier clase de malos pensamientos o malas interpretaciones en la mente de uno que conlleven a manchar la reputación de otra persona es prohibida. Por lo tanto, se nos ha ordenado que una sociedad de personas con una fe real dejen de pensar mal de los demás.

En uno de sus elocuentes dichos con respecto a la seguridad de un musulmán haciendo alusión a las cuatro características mencionadas anteriormente, el Santo Profeta (P) ha dicho:

 “Ciertamente que Dios ha hecho sagrada la sangre, la propiedad y el honor de un musulmán (por parte de otro musulmán) y no debe conjeturar (pensar mal) de otro musulmán”.[2]

Si vemos que los tres primeros tipos de protección y santidad han sido mencionados en los hadices y exhortados en el mundo físico y varias organizaciones globales, pero el cuarto—principalmente evitar que las personas sumerjan sus pensamientos con relación a otra persona—no se logra esto excepto bajo la sombra de una fe en Dios verdadera (Glorificado y Exaltado sea), por lo tanto es debido a que los límites de dominio del mundo material (no religioso) se limitan a los aspectos aparentes de la vida únicamente y evitar la trasgresión de los pensamientos en el interior de la mente está fuera de los limites y las fronteras de los poderes mencionados. Por lo tanto, es únicamente la fe en Dios verdadera lo que puede evitar que una persona se aleje de este tipo de transgresiones, ya que un musulmán debe tener una firme convicción en que Dios ve todas las acciones que hace y más aún está enterado de todos sus pensamientos más profundos.

LOS PELIGROS DE CONJETURAR (PENSAR MAL DE LOS DEMÁS)

  1. El primer resultado que genera la desconfianza en los demás se devolverá en contra de la persona que tiene este vicio, ya que una persona que no confía en los demás nunca será capaz de imaginar ni siquiera que otros pueden hacer cosas sin una mala intención. Por lo tanto, además de perjudicarse el mismo espiritualmente y colocar su alma en dificultades, llevará una vida muy difícil. También, el ardor y la pasión que son producto de la imaginación de uno y sus pensamientos lo que harán será aumentar la tortura mental de la persona.
  2. Se pesimista y no confía en los demás también destruye las raíces de la amistad y la harmonía entre las personas. Todo aquel que piensa mal de otros siempre se imaginará que dicha persona es mala y sentirá que su amistad es algo no estable y que no está construido sobre la fe mutua. Por lo tanto, dichas personas se verán obligadas a cortar relaciones con aquellos que los rodean y es por esta razón que los Imames (la paz sea con ellos) nos han dicho:

“Todo aquel que tenga el mal de conjeturar (pensar mal de los demás) destruirá cualquier tipo de paz o harmonía que exista entre él y su amigo”.[3]

  1. La persona pesimista y que desconfía de los demás siempre se recluirá y se aislará de los demás. Debido al temor y al aprehensión hacia los demás, nunca podrá ser sociable con los demás y es por esta razón que se nos ha dicho en una narración :

Toda persona que no corrija sus pensamientos acerca de los demás vivirá con temor de los demás.[4]

  1. Ser pesimista y desconfiado de los demás es una gran calamidad y esto afectará el intelecto de una persona, así como su capacidad de juzgar a los demás porque esta enfermedad es un tipo de desorden que afecta la estructura del pensamiento y el discernimiento de una persona. Entonces, nunca será capaz de juzgar una situación basado en un razonamiento lógico o por lo que realmente es.
  2. El pesimismo es una enfermedad contagiosa de tal forma que aquellas personas que se asocian con un pesimista caerán en la fealdad de este vicio.
  3. No únicamente el pesimismo y la desconfianza afectan el alma de una persona, además puesto que existe una correlación directa entre el cuerpo y el alma, el cuerpo también perderá su salud. En palabras del famoso pensador de nuestra época el Doctor Alexis Carrel; “Ser pesimista y siempre buscar los defectos en las cosas le disminuye el tiempo de vida a la persona porque este vicio dañino afecta los nervios del cuerpo llamados nervios Simpáticos y de igual manera afecta a las glándulas internas. Esto puede ser el inicio de otros desordenes físicos incluyendo la afección de otras partes del cuerpo”.
  4. Tener malos pensamientos acerca de los demás sin ninguna razón hace que la esposa, empleados o compañeros de trabajo, es decir quienes lo rodean cometan traición y crimines. Esto es verdad debido a que cuando el líder del hogar continuamente se inmiscuye en la vida de los demás, entonces debido a que le atribuye sus pensamientos a otros, se manifestará un cuadro o imagen falso y esto se reflejará en un acto malo el cual se hace manifiesto a aquellos que los rodean, todo eso se establecerá en el corazón de sus allegados. En palabras de algunos eruditos, “el trabajador que cae presa de las conjeturas de un jefe que constantemente piensa que sus obreros le roban lentamente hará que en realidad sus subordinados le roben sus pertenencias.

Por todo eso, en las sagradas enseñanzas del Islam es muy desaconsejable ser muy prevenido y celoso cuando no hay necesidad de ser así, o ser my exagerado con su esposa o esposo. Cuantas veces ha ocurrido que una persona inocente y casta ha sido conducida a la indecencia y personas que usualmente obran bien son tentados y llegan a realizar malas acciones, Imam Ali dijo:

 “Cuidado con ser exageradamente celosos y obsesivos en ocasiones inapropiadas ya que indudablemente este acto tentará y animará a la mujer casta a la corrupción y hará que aquellas que no pecan realicen actos indebidos.”[5]

Extraído del libro El Sistema Moral del Islam: Exégesis de la Surah al-Huyyuraat,

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com Fundación Cultural Oriente


[1] Se entiende por difamación todo aquello que se dice de una persona ausente que, si estuviera presente, se disgustaría al escucharlo. Al-Mizan, t. XVIII, p. 484.

[2] Al-Mahayyat al-Bayda, volumen 5, página 268

[3] Ghurur al-hakam, página 697

[4] Ibíd.

[5] Ibíd., página 152.

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