El mundo de las cartas, como herramienta de difusión de pensamientos, ideas, sentimientos entre otras razones, son tan antiguas como lo es la escritura, siendo ambas inseparables. Son ellas una vía indispensable, para dar a conocer a otros aquello que sacude nuestra mente y corazón. Una carta, ¡cómo no! es la conjunción de razón y alma. Es praxis y doxa, es la dicotomía presente en cada acto de nuestras vidas. Es comunicación. No importa si esa carta fue hecha en un trozo de cuero, en una tabla de arcilla, en un pliego de papiro, una hoja elaborada en base a celulosa o creada hoy en el mundo digital y enviada vía correo electrónico u otra forma más tecnologizada. Cualquiera sea el producto utilizado o el camino recorrido, esa carta tiene un claro propósito, un inicio concreto y un objetivo definido.
Hasta septiembre del año 2015, la suerte del Gobierno sirio parecía sellada y pocos apostaban a que terminaría el año con Bashar al-Asad en el poder y la sociedad siria resistiendo como lo ha hecho hasta ahora.Con un costo de 280 mil muertos, un millón de heridos, 8 millones de desplazados internos y 5 millones de refugiados, principalmente en países vecinos, además de la destrucción de gran parte de su infraestructura vial, sanitaria, servicios básicos y el saqueo de su riqueza hidrocarburífera.
El premier israelí ha dado a conocer el plan que se persigue con Siria desde el inicio de la agresión contra este país árabe desde febrero del año 2011: desintegrar y balcanizar a esta nación levantina.Con su característica soberbia e incontinencia verbal, el Primer Ministro de la entidad sionista, Benjamín Netanyahu, aprovechó el espacio otorgado por el Foro Económico Mundial, celebrado en la localidad Suiza de Davos, donde año a año se reúne la flor y nata de los poderes financieros y políticos del mundo occidental, para dar a conocer y dejar al descubierto el verdadero plan que se persigue con la República de Siria desde el inicio de la agresión contra esta este país árabe desde febrero del año 2011: desintegrar y balcanizar a esta nación levantina.
El acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1, significó un duro revés para los sectores belicistas de Occidente, como también fue un golpe difícil de sobrellevar para Israel y Arabia Saudí; tradicionales enemigos de Irán. Los resultados de los acuerdos nucleares dieron muestra de la enorme voluntad de la nación persa de sobreponerse a una década de injustas sanciones por parte de Estados Unidos y secundados posteriormente por la Unión Europa (UE) al acusar a Teherán de desarrollar un programa nuclear con objetivos militares. En julio del año 2015 el mundo aplaudió los resultados de tantos meses de conversaciones cuando la alta representante de la UE para su Política Exterior Federica Mogherini y el canciller iraní Mohamad Yavad Zarif anunciaron al mundo que el Sexteto e Irán habían logrado ponerse de acuerdo...
En las actividades que el mundo occidental lleva a cabo con relación a las fiestas de fin de año, destacan aquellas en el plano de los medios de comunicaciónUn sinfín de programas televisivos, radiales, editoriales de medios escritos, entrevistas a analistas, futurólogos y sobre todo resúmenes informativos respecto a los hechos considerados más relevantes del año que se va en el plano de las relaciones internacionales.Y entre esas materias, desde el punto de vista de la política internacional, se ha destacado: el tema del incremento de las migraciones debido a guerras de agresión, conflictos armados internos como también dificultades económicas en los países del cual salen millones de seres humanos en busca de mejores perspectivas de vida. Migraciones que se han signado como las más numerosos y graves desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y que tienen a Europa como centro de discusión, pues algunos centenares de miles de inmigrantes golpean sus férreas puertas en busca de refugio.
Nigeria ha sido escenario de centenares de asesinatos cometidos contra la comunidad chiita de este país africano. Muertes que a pesar de su crueldad y grado de violencia no han generado esas reacciones tan propias del mundo occidental, que sale a las calles para proclamar el amor por la vida, siempre y cuando esa vida sea occidental. Je Suis Chiita no es parte del sentir de los gobiernos de Francia, Inglaterra, estados unidos o aquellos que se conmovieron por los ataques en Paris el pasado mes de noviembre atribuido a Daesh, mostrando que para algunos existen muertes de primera y segunda categoría.Los asesinatos de la comunidad chiita en Nigeria a manos del Ejército y el grupo terrorista takfirí Boko Haram deben ser condenados sin distinción alguna, no hacerlo así y separar las muertes porque ocurren en Europa o en África es seguir perpetuando el colonialismo mental y el servilismo de aquellos que sacan a relucir su Je Suis Paris y dejan enterrados los lamentos por el pueblo sirio, palestino, libio, saharaui o en este caso la comunidad chiita de Nigeria No vale más un francés que un palestino o un yemení, no vale más un muerto parisino que uno de Zaria en el norte nigeriano y sin embargo el colonialismo y servilismo nos sigue dominando.
En un período histórico donde el Islam sufre ataques de diversos frentes, destacando en ello una enorme campaña comunicacional, que intenta desvirtuar la esencia de esta milenaria e influyente cultura, el líder religioso Iraní Ayatolá Seyed Alí Jamenei dio a conocer una carta, la segunda en este año 2015 dirigida a la juventud del mundo occidental. Una carta de suma importancia publicada en un momento oportuno y con una profunda percepción de la realidad actual.El objetivo central de esta misiva, surgida en el marco de un Oriente Medio convulso tras las agresiones terroristas contra Siria e Irak, como también atentados terroristas que han causado víctimas en Beirut, Bangkok, Mogadiscio, Ciudad de Kuwait, Túnez, Ankara, Maiduguri, Paris, Susa, uniendo en el dolor a millones de ciudadanos de países tan diversos como El Líbano, Túnez, Tailandia, Nigeria, Mali, Francia, Dinamarca y en forma crónica en los territorios palestinos ocupados por la entidad sionista, que sufre el terrorismo hace ya 70 años.
Tras el ataque a Beirut el mundo no se solidarizó con el pueblo libanés, y menos aún los grandes medios de comunicación occidentales que sacaron a la calle a sus corresponsales para criticar la acción terrorista que dejó 44 muertos.""El día 13 de noviembre dos explosiones llevadas a cabo por atacantes suicidas sacudieron Ain al-Sikke, ubicado en Bourj el-Barajneh, un barrio periférico al sur de Beirut, la capital de El Líbano – habitado mayoritariamente por creyentes chiitas -. Este atentado, reivindicado por EIIL – Daesh en Árabe – sacudió esta ciudad del levante mediterráneo y causó la muerte de 44 personas y 250 heridos"".Los ataques en Beirut se llevaron a cabo en el marco de lucha contra las fuerzas terroristas takfirí, principalmente Daesh y el Frente Al-Nusra (filial de Al-Qaeda), encabezadas por el Ejército de El Líbano y del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano - Hezbolá - en la región libanesa de Arsal, cerca de la frontera con Siria.
La influencia de la historia oficial, el trabajo de los medios de comunicación occidental y el lobby político, diplomático y económico del sionismo, desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, junto al aval cómplice de las potencias occidentales, ha presentado a Israel como un modelo democrático en Oriente Medio.Con ello, se trata de diferenciar a la entidad sionista de los gobiernos árabes de la región y un entorno, primordialmente musulmán, visualizando así a Israel como una especie de escudo de la cultura democrática occidental. Un espejo de lo que occidente persigue, para un mundo donde Israel hace su aparición moderna a partir de los procesos de ocupación y colonización, impulsados por Gran Bretaña a principios del siglo XX, la Alemania nazi en los años 30 del mismo siglo - a partir de los denominados Acuerdos de Haavara y tras el término de la segunda guerra mundial con el aval, el apoyo, el financiamiento y la incondicionalidad de Estados Unidos, que ha sido el gran valedor de un Israel convertido en el gendarme de occidente en Oriente Medio.
Grupos terroristas de raíz takfirí, como es el caso del autodenominado EIIL – Daesh en árabe – que operan directamente en Siria e Irak y ejercen su nefasta influencia en el Magreb y otros países de Oriente Medio y Asia Central, donde cometen crímenes de lesa humanidad, pretenden con su acción mancillar el nombre del Islam, sirviendo a intereses de la triada Washington-Riad – Tel AvivEl nombre Daesh, ha sido utilizado por algunos medios de comunicación como una de las posibles traducciones del acrónimo árabe al-Dawla al-Islamiya fi al-Iraq wa al-Sham – Estado islámico de Irak y el Levante - que es el nombre que utilizan la mayoría de los países árabes para referirse al grupo terrorista takfirí; que avalado, financiado y apoyado militar, logística y financieramente por gobiernos como el estadounidense, la entidad sionista y fundamentalmente por la reaccionaria Casa al Saud han sembrado el terror en Irak y Siria.
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