Oriente Medio no deja de estar presente en los medios de comunicación, dando cuenta con ello que los intereses hegemónicos, geopolíticos, la sed y ambición por los recursos naturales – especialmente gas y petróleo – siguen siendo elementos fundamentales, para entender el por qué una zona milenaria, cuna de civilizaciones y religiones, dotada de una cultura amplia y envidiable, sufre los avatares de guerras y agresiones que generan cientos de miles de muertos, millones de heridos y refugiados y desplazados internos, junto a la destrucción de un patrimonio irrecuperable las futuras generaciones.
La monarquía saudí participa activamente en la génesis, financiamiento y desarrollo de movimientos terroristas takfiríes: Daesh y el Frente Al-Nusra, fundamentalmente, con el objetivo de desestabilizar Oriente Medio. La agresión contra Siria e Irak llevada a cabo por movimientos terroristas takfiríes, las constantes violaciones a los derechos humanos de la población bahreiní por parte del régimen de Al Jalifa y los bombardeos indiscriminados contra la población civil en Yemen, para tratar de aplastar al Movimiento Popular Ansarolá, tienen un denominador común: la activa participación de la monarquía saudí en la génesis, financiamiento y desarrollo de estas acciones de desestabilización en Oriente Medio.Intervención que se expresa, ya sea en el financiamiento y apoyo material de los grupos salafistas, como también el liderar las acciones militares con tropas y medios aéreos contra los afanes libertarios de las poblaciones de sociedades regidas por regímenes aliados de la Casa al Saud.
La muerte del nonagenario Rey Saudí, Abdolá bin Abdulaziz al Saud, el pasado 22 de enero, tras un mes de hospitalización en un centro médico en Riad, la capital saudita, mostró todos los ingredientes que suelen darse cuando un Monarca Absolutista, sobre todo de un país productor de petróleo está a punto de fallecer: movimientos conspirativos de los aspirantes al trono, nerviosismo en el mercado de los hidrocarburos, alerta en el Ejército y los servicios de seguridad y una Casa al Saud, que ha incrementado su sensación de inseguridad ante las amenazas de dos de sus hijos putativos, a los cuales engendró, alimentó generosamente y que soy se vuelven contra su protector: Al Qaeda y el Estado Islámico de Irak y el Levante EIIL (Daesh en Árabe).Esta realidad obligó al círculo de hierro gobernante, a abreviar el nombramiento del sucesor de Abdolá. Objetivo logrado con la entronización del hermanastro del fallecido monarca y miembro del estrecho círculo conocido como clan Sudairi: Salman bin Abdulaziz.al Saud Ex Ministro de Defensa de Abdolá y quien llegó a la primera línea de sucesión, tras las muertes de otros miembros del clan Sudairi: Sultan bin Abdelaziz el año 2011 y de Nayef bin Abdelaziz el año 2012. El nombre de Clan Sudairi se utiliza, comúnmente, para denominar la alianza de siete hermanos de plenos derechos y sus descendientes dentro de la familia real de Arabia Saudita, hijos de Hassa al Sudairi, esposa favorita del fundador de la dinastía; Abdelaziz bin Saud.
El wahabismo que se confunde en el seno saudí con una práctica política y religiosa, es una doctrina intolerante con todas aquellas creencias, que no se subordinen a su visión del mundo y su interpretación del Corán. Un credo que señala como incompatible cualquier otra filosofía religiosa, que sea contraria a la interpretación salafista y que es considerada por el Wahabismo como una anatema.Esta visión de mundo, que hunde sus raíces en el siglo XVIII cuando el jeque Muhammad ibn Saud convirtió en ley fundamental de su dominio el catecismo de una secta fundamentalista sunní creada por Muhamad Ibn al Wahab - el Wahabismo - doctrina religiosa que encontrará en la Casa al Saud y su Monarquía el catalizador para tratar de expandir su ideología en el conjunto de la Umma.
Estados Unidos e Israel han expresado su preocupación, por la presencia, cada día más creciente, del gobierno ruso en defensa activa de la República de Siria. Apoyo político como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas junto a las coordinaciones y las continuas reuniones con miembros del gobierno sirio, como también el sostén y asistencia militar, con decisiones que implican la entrega de material de guerra: despliegue de modernos sistemas de defensa antiaérea y entrega de material aéreo y blindados donde sobresale el avión Mig 31 y el  potente tanque T-90.
La incorporación de Palestina como miembro de la Corte Internacional de Justicia, la cada día creciente masificación de la campaña de Boicot, Desinversión y aplicación de Sanciones – campaña BDS  - contra la política de ocupación de la entidad sionista contra Palestina. Unido ello, a la reciente decisión de la organización de las Naciones Unidas – ONU – que autorizó el día jueces 10 de septiembre, que la bandera palestina sea izada en su sede en la ciudad de Nueva York,  son decisiones y símbolos que muestran que la lucha palestina debe darse en distintos planos y dimensiones.Recordemos que el 27 de agosto pasado la Autoridad Nacional Palestina presentó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas un proyecto de resolución que le permitiese izar su bandera en la sede del organismo supranacional, como parte de una ofensiva diplomática, política y jurídica que le permita avanzar contra la política de ocupación israelí de sus territorios. Su aprobación permitirá a la delegación palestina y a Mahmud Abbas poder intervenir en la Asamblea General de la ONU, a fines de septiembre, teniendo la bandera de su país ondeando junto a la los 193 miembros de pleno derecho de la ONU.
La Republica Árabe de Siria, pequeño país del Levante Mediterráneo sufre, desde marzo del  año 2011,  una de las agresiones terroristas más sangrientas desde la invasión estadounidense a Irak y Afganistán a inicios del Siglo XXI. 250 mil muertos, 1 millón de heridos, 7.6 millones de desplazados internos y 4 millones de refugiados, principalmente en países vecinos.La destrucción de gran parte de su infraestructura de servicio en las regiones del norte y noreste del país, junto al robo de su riqueza petrolífera son algunas de las consecuencias de los ataques terroristas de bandas takfiríes, junto a la acción de la coalición internacional liderada por Estados Unidos y sus aliados, que bajo la excusa de atacar a Daesh, han concentrado sus bombardeos sobre bienes e infraestructura de Siria, con el objeto de seguir debilitándola.
Hombres y mujeres, generalmente jóvenes, muchos menores de edad, con rostros que demuestran el drama y el sufrimiento soportado tras semanas de periplo tratando de llegar, ya sea al sueño europeo, estadounidense o cualquier otro que brinde esperanzas de un mejor vivir.Los vemos atiborrando los pasos fronterizos, durmiendo a la intemperie, encaramados en las rejas y vallas que impiden su paso, los visualizamos tendidos en las arenas de un Mediterráneo que termina convertido en su tumba, los hemos divisado tratando de dejar la miseria o el horror de las persecuciones o la guerra que devasta sus países, ahorrando durante largos años para pagar pasajes, sobornos y pases en sus recorridos.
La creación de un área geográfica, denominada ""Zona de Exclusión Anti-Daesh"" en Siria, muestra que los planes de agresión contra Damasco, han pasado de una etapa de apoyo al terrorismo a una clara intervención directa y pública en la guerra contra el país levantino.Con esta decisión, consensuada entre Ankara y Washington, se persigue crear sectores que estarían dotados, dentro del territorio sirio, de una autonomía de facto, que sería protegida por fuerzas militares extranjeras – terrestres y aéreas – disgregadas en el territorio sirio y por ende, fuera del alcance del poder del gobierno central sirio. El comienzo de esta operación se ha iniciado con la conformación de un área que irónicamente ha sido denominada “Zona de seguridad Libre de Daesh” pero, que en verdad constituye un área de exclusión, cuya superficie de 10 mil kilómetros cuadrados, equivale al tamaño de El Líbano.
Tras mi viaje a la República Islámica de Irán, hace apenas unas semanas y de vuelta a mi país, pasé unos días en Madrid, donde años atrás había efectuado mis estudios de  postgrado. Al encuentro con amigos entrañables, vino el recorrer una ciudad que invita a caminar, recorrerla y conversar con gente de verbo fácil. La  cordialidad de sus habitantes daba pié para la conversación. Lo que al poco andar llevaba irremediablemente hacia Irán y las interrogantes que genera este país. La ocasión precisa para ahondar sobre el tema del cómo se ve irán desde el exterior y contrastarlo con mi experiencia.