Historia de la emigración del Profeta del Islam desde Meca a Medina (II)

Un análisis de la vida del Profeta del Islam; Mahoma (Muhammad) (PB)

Por: Aiatollah Yafar Sobhani

CONTINUACION DEL RELATO SOBRE LA EMIGRACION

La primera etapa de la emigración del Profeta se cumplió felizmente sobre la base del plan establecido. En el medio de la noche el Profeta se había refugiado en la cueva de Zaur desbaratando el plan de sus enemigos y desconcertando a sus perseguidores. No sentía mientras permanecía allí ni el más mínimo desconcierto por el contrario consolaba a su compañero de viaje en los momentos más críticos: “‘¡No te aflijas, porque Dios está con nosotros!’ Dios infundió en él (Abu Bakr) Su sosiego, le confortó con tropas celestes que no pudisteis ver, anuló la palabra de los incrédulos y exaltó la palabra de Dios, porque Dios es Poderoso, Prudente. (9:40)

Durante los tres días que debieron permanecer en la cueva gozaron de la protección de Dios Altísimo. Visitaban al Profeta (B.P.) en la cueva Alí y Hind Ibn Abi Hale el hijo de Jadiya según el Sheij AlTusi, Y según la opinión de muchos otros historiadores lo hacían Abdullah Ibn Abi Bakr Y Amer Ibn Fuhairah (el pastor de las ovejas de Abu Bakr). Escribe Ibn Asir: “Por las noches el hijo de Abu Bakr transmitía las decisiones de Quraish al Enviado de Dios y a su padre. También por la noche su pastor trasladaba las ovejas cerca de la cueva para que ambos pudiesen aprovechar su leche. A la vuelta Abdullah caminaba delante de las ovejas para que las mismas borraran su rastro.”

El Sheij At-Tusi escribe en su obra Amalí: “En una de las noches en que Alí y Hind visitaron al Profeta (B.P.) éste ordenó al primero que preparara dos camellos (uno para él y otro para su compañero). De pronto Abu Bakr dijo: ‘Yo ya he preparado dos camellos, uno para ti y otro para mí’. El Profeta (B.P.) le respondió: ‘Acepto luego de abonar su precio’. Entre las instrucciones que el Profeta (B.P.) dio a Alí estaba la de abonar el camello de Abu Bakr y que al día siguiente notificara en voz alta que cualquier persona que le hubiera confiado algo a él (el Profeta), o que fuera su acreedor, lo fuera a ver (a Alí, para que le satisfaciera su reclamo). Luego le habló respecto de la emigración de su hija Fátima, de Fátima Bint Asad (la madre de Alí) y Fátima la hija de Zubair, y le recomendó preparar el viaje de las tres mujeres y de los demás miembros de Banu Hashim que desearan emigrar.”

La salida de la cueva.

Por órdenes del Profeta (B.P.), en el momento señalado, Alí trajo tres camellos a la entrada de la cueva junto a un guía digno, de nombre Uraiqat. El Enviado de Dios (B.P.) oyó los ruidos de los camellos y entonces bajó de la cueva junto con su compañero. Montaron y se dirigieron a Iazrib desde el sur de la Meca.

La primera página de la historia islámica.

Al tercer día de permanencia en la cueva, cuando el sol había caído y se extendía la oscuridad de la noche, los jóvenes quraishitas regresaban a sus casas rendidos y agotados luego de tres jornadas de infructuosa búsqueda. Los 100 camellos ofrecidos en recompensa quedaron sin dueño y se levantó la vigilancia de las rutas que conducían a Iazrib (Medina). En ese momento, en voz baja, un guía que llevaba tres camellos por encargo de Alí, dijo a los refugiados en la cueva: “Es preciso aprovechar la oscuridad de la noche y salir del alcance de los mequinenses tan pronto como sea posible, y elegir un camino poco transitado.” Esa noche marca el comienzo de la era islámica, momento crucial en la historia del Islam naciente que los musulmanes tomaron como origen de su calendario.

¿POR QUE EL AÑO DE LA EMIGRACION ES EL COMIENZO DE LA ERA ISLAMICA?

El Islam es la última y más completa de las religiones reveladas por Dios, pues ha llevado a su completitud las religiones de Moisés y Jesús, con ambos sea la Paz, y da respuestas a todas las condiciones y circunstancias de esta época. Aunque el nacimiento de Jesús (P.) es respetado por los musulmanes no es considerado por éstos como el principio de esta era pues han constituido una comunidad independiente, y en cuanto a este tema no tienen por qué imitar a los demás. Desde hacía un tiempo el año del elefante (cuando Abraha intentó con su ejército destruir la Ka‘aba y fue milagrosamente arrasado) constituía el principio de la era de los árabes. El nacimiento bendito del Profeta del Islam se produjo precisamente en ese año; pero los musulmanes no lo consideran el inicio de su historia pues en ese momento todavía no existían ni el Islam ni la Revelación. Por el mismo motivo no se consideró importante el momento en que Muhammad fue designado Profeta, puesto que el número de creyentes en ese momento no pasaba de tres personas. Pero en el año de la Hégira (emigración) los musulmanes obtuvieron un gran triunfo: crearon una comunidad y gobierno independiente en Medina. Se salvaron de las opresiones y se concentraron libremente en esa ciudad. Por el significado de este hecho, que marcó el inicio de la victoria del Islam y su expansión definitiva, fue considerado como el inicio de la era islámica.

Actualmente han pasado 1408 años lunares de ese hecho y 1367 años solares.

En otras palabras en la historia de la comunidad islámica no existe personalidad más elevada e importante que el Profeta Muhammad (B.P.) ni suceso más beneficioso y significativo que la emigración, pues a raíz de ella se dio vuelta la página de la historia humana. El Profeta del Islam y los musulmanes se trasladaron de un ambiente opresivo a otro libre. Los medinenses recibieron al líder de los musulmanes calurosamente poniendo en sus manos el poder, y en poco tiempo en virtud de este traslado el Islam logró organizarse política y militarmente constituyendo uno de los gobiernos fuertes dentro de la península, y más tarde de todo el mundo.

De este modo se fundó una gran civilización, tan grande como la humanidad nunca había visto. Si la emigración no hubiese tenido lugar, el Islam habría fenecido en la Meca y el género humano habría quedado privado de su gran bendición.

¿Quién estableció la emigración (Hégira) como origen del calendario y era islámicos?

Contrariamente a la opinión de la mayoría de los historiadores que dicen que el segundo califa (Ornar) fue quien estableció la emigración como fecha de origen del Islam, y que fue él quien ordenó sellar las cartas con las fechas correspondientes orientado por el Imam Alí (P.), un análisis de las cartas del Profeta (B.P.) indica que fue él mismo quien lo estableció:

l.-Balmán le pidió al Profeta (B.P.) que escribiera para él y su familia algunos consejos. El Profeta llamó a Alí y le dictó algunas cosas. La carta termina del siguiente modo: “Esta carta fue escrita por orden del Enviado de Dios en el mes de Rayab, noveno año de la Hégira.”

2.-Una alianza escrita por Alí por órdenes del Profeta entre musulmanes y cristianos de Nayran está fechada en el quinto año de la Hégira.

3. -Los narradores de tradiciones relatan que el Profeta dijo a Umm Salamah: Mi nieto Husain será martirizado en el sextuagesimo año de la Hégira.”

4.-Un pacto realizado por Jalid Ibn Ualid con el pueblo de Damasco termina diciendo: “Este pacto se realiza en el año 13 de la Hégira.” Y es bien sabido que Damasco fue conquistada en los últimos días del gobierno del primer califa. Los que afirman que fue el segundo califa quien impuso esta, manera de datar reconocen que éste gobernó durante los años 16 y 17 de la Hégira, cuatro años después del pacto que indicamos recién.

5.-Los compañeros del Profeta (B.P.) fechaban los sucesos islámicos basados en la emigración, pero en lugar de mencionar el año en que se llevaba a cabo lo hacían con los meses. Por ejemplo: “El ayuno del mes de Ramadán fue ordenado (por la Revelación) en el mes 18 de la Hégira.” Este tipo de procedimiento nos demuestra que hasta el quinto año de la Hégira los musulmanes continuaron llevando la cuenta por meses hasta que luego de ese año, por orden del Profeta, se empezó a contar en años.

EL PROGRAMA DEL VIAJE

El trayecto que debían recorrer el Enviado de Dios y sus acompañantes por el desierto era de 468 km. Viajar bajo ese sol ardiente más el peligro de ser descubiertos por los quraishitas requerían de un bien organizado plan. Teniendo en cuenta las circunstancias decidieron viajar durante la noche y descansar de día. No obstante un hombre vio al Profeta y a sus acompañantes desde lejos e inmediatamente se dirigió a la asamblea de los quraishitas a comunicarles en qué dirección iban. Para obtener para sí solo el premio, él, Saraqat Ibn Malik impidió a los de más la persecución del Profeta (B.P.) haciéndoles creer que se había equivocado y que eran otras las personas que había visto. Volvió enseguida a su casa, se proveyó de armas y montó su veloz caballo. Apresurando la marcha pronto llegó al lugar donde los musulmanes se encontraban descansando. Escribe Ibn Asir: “Al darse cuenta de la desgraciada situación el compañero del Profeta se entristeció mucho. Nuevamente el Enviado de Dios (B.P.) lo confortó y le dijo: ‘¡No te aflijas!, Dios está con nosotros’. Saraqat, seguro de su fuerza y de las armas que portaba no veía ningún obstáculo que le impidiera matar al Profeta. En ese momento Muhammad, con la certeza y confianza que da la fe plena, suplicó: ‘¡Dios mío! ¡Sálvanos de la maldad de este hombre!’ Entonces, repentinamente, el veloz caballo que montaba Saraqat se encabritó violentamente arrojándolo al suelo con fuerza. Saraqat percibió de inmediato que un poder invisible socorría al Profeta. Se dirigió entonces a él humildemente y le dijo: ‘Mi camello y mi esclavo están a tu disposición, y estoy dispuesto a cumplir cualquier orden’. Muhammad le respondió: ‘No necesito de ti’. “Según al sabio Al-Maylisí el Profeta le habría pedido: “Vuelve y recomienda que no nos persiga nadie”. A su regreso le decía a todo el que se cruzaba. “Regresa que en este camino no hay señal alguna de Muhammad”.

Los historiadores han relatado algunos milagros acaecidos durante el viaje de la emigración. Veamos algunos de ellos:

Umm Ma’bad era una mujer valiente y virtuosa; A raíz de la sequía de aquel año sus ovejas estaban débiles y sin leche. Junto a su tienda había una oveja que estaba tan débil que no había podido ir a reunirse con el rebaño. El Enviado de Dios (B.P.) que pasaba por allí le preguntó: “¿Tiene leche esta oveja?” “Está demasiado débil como para tenerla”, respondió la mujer. Muhammad entonces invocó a Dios diciendo: “¡Dios mío!, bendice la oveja de esta mujer”. Tras su súplica las ubres del animal comenzaron a llenarse. El Enviado de Dios pidió un recipiente y la ordeñó. En primer lugar le sirvió la leche a Umm Ma‘bad , luego le dio a su acompañante. Finalmente bebió él. Nuevamente llenó el recipiente y lo entregó a la mujer, para seguir luego su camino.

La entrada al pueblo de Quba.

Quba está situado aproximadamente a 12 Km. de la ciudad de Medina. Allí vivía la tribu de Bani Amr Ibn Auf. El Enviado de Dios y sus acompañantes arribaron allí el día 12 de Rabi‘ Al-Auual. Un grupo de los emigrados de la Meca y de medinenses aguardaban su arribo. Se hospedó en la casa del jefe de la tribu permaneciendo en el pueblo hasta terminar la semana. Durante ese tiempo, junto con los musulmanes presentes, construyó la base de una mezquita. Algunos insistían en que fuera pronto a Medina, pero él aguardaba a su primo Alí.

Alí (P.) luego de la emigración del Enviado de Dios se presentó entre la gente de la ciudad y dijo: “Cualquier persona que haya confiado algo a Muhammad que venga a pedido. Con dar las señales recuperaran sus pertenencias.” Luego, y por pedido expreso del Profeta, debía llevar consigo a las mujeres de Bani Hashim y los, restantes musulmanes que hasta ese día no habían podido partir. Debían partir hacia Medina por el camino de Dhi Tua a la media noche. El Sheij At-Tusi escribe en su libro: “Los espías de Quraish se dieron cuenta del viaje del grupo por lo que se dispusieron a perseguirlos. En el lugar llamado Zashnan se enfrentaron los musulmanes con Quraish. Se produjo una fuerte discusión entre ellos. Las mujeres lloraban. Alí comprendió que no le quedaba otro camino más que defender a los musulmanes que conducía y al Islam. Volvió entonces su rostro hacia quienes lo acompañaban y exclamó: “¡Acérquense a mí!” La ira y la resolución se reflejaban en su rostro. Los hombres de Quraish al ver que el asunto era serio y asustados por la valentía de Alí optaron por regresar por donde hablan venido.”

Escribe Ibn Asir: “Cuando Alí entró al pueblo de Quba brotaba sangre de sus pies. Avisaron al Profeta de su llegada y le informaron que su estado le imposibilitaba ir a verlo. El Enviado de Dios (B.P.) entonces se dirigió de inmediato donde estaba su primo Alí. Lo abrazó y al ver sus pies tan lastimados comenzó a llorar.”

     El Enviado de Dios llegó a Quba el día 12 del mes citado, y el arribo de Alí se produjo el día 15. Como corroboración de lo expuesto citamos lo que dice Tabari en su libro: “Alí permaneció tres días en la Meca tras la emigración y. durante esos días devolvió a sus dueños lo confiado al Profeta (B.P.).”

EL JUBILOSO RECIBIMIENTO EN MEDINA

El pueblo de Medina había ingresado en el Islam a lo largo de los últimos tres años y había estado cada año mandando, en la época de la peregrinación, sus representantes para ver al Profeta. Muhammad era a quien nombraban en sus oraciones. Cuando estas personas escucharon que su maestro y guía se alojaba cerca de la ciudad y que pronto se dirigiría a ésta, ¿cuánta emoción y alegría les habría producido tal noticia? Esta fuera de nuestra capacidad el expresarlo.

Los jóvenes Ansár (es decir: “ayudantes”, que así se llamó desde entonces a los residentes de Medina) estaban sedientos del Islam y de su vital y elevada enseñanza. Habían hecho todo lo que estaba a su alcance antes de la llegada del Profeta para purificar su medio de la incredulidad y la idolatría. Quemaron los ídolos y purificaron sus casas, el mercado y las calles de todo lo que representara idolatría.

Un pequeño ejemplo de la vocación de los Ansar.

Amr Ibn Yumuh, uno de los principales de la tribu de Banu Salama, guardaba en su casa un ídolo. Los jóvenes musulmanes de la tribu, para hacerle entender que ese pedazo de madera no poseía ningún poder, se lo robaron un día y lo arrojaron en el pozo que se utilizaba como letrina.. A la mañana siguiente Amr se levantó y al notar la ausencia de la figura la buscó hasta encontrarla en el pozo. La extrajo de allí, la lavó e instaló en su lugar. Esta situación se reiteró varias veces. Finalmente Amr, harto de la situación, ató una espada al cuello del ídolo y le dijo: “Si tienes algún poder en el universo, pues entonces defiéndete.” Al otro día encontró a su ídolo atado al cadáver de un perro dentro del pozo y observó que la espada había desaparecido. Cayó en la cuenta entonces de que la jerarquía espiritual del ser humano es demasiado elevada para inclinarse ante un simple pedazo de piedra o madera. Compuso luego una poesía que en uno de sus tramos dice:

“¡Por Dios! que si eres un adorado justo,

jamás estarías junto a un perro dentro de un pozo.

¡Alabado sea Dios el Altísimo, dueño de innumerables mercedes.

El es el Dispensador y Sustentador,

Quien recompensa cada cosa.

El es Quien me rescató, antes de sumergirme

en la oscuridad de la tumba”.

La tribu de Bani Amr Ibn Auf insistió en que el Profeta permaneciera en Quba, le decían: “Somos personas de trabajo, resistentes y defensores.” Pero el Enviado de Dios (B.P.) no aceptó, y siguió su viaje hacia Medina.

Cuando la camella del Profeta pasó por Zaniiatul Uada‘ (una de las entradas a Medina) y piso la tierra de Iazrib, los musulmanes lo homenajearon al ritmo de una hermosa canción cuya traducción ofrecemos aquí en parte:

“Apareció la luna llena sobre nosotros

desde Zaniiatul Uada.

Es obligado nuestro agradecimiento

Toda vez que un suplicante implore.

¡Enviado a nosotros!

¡Has traído un asunto digno de ser obedecido!”

Entre los que aguardaban el arribo del Profeta se encontraban miembros de las tribus de Aus y Jazray que se habían provisto de armas. Rodearon su camello y cada uno de los jefes de las grandes familias tomando las riendas de su montura insistían en que se hospedara en sus casas. El respondía: “No impidan el avance de mi montura. En el lugar en que ella se siente bajaré.” La camella del Enviado de Dios se sentó finalmente en un amplio terreno perteneciente a dos huérfanos de nombres Sahl y Suhail, que vivían bajo la tutela de Asad Ibn Zurara. Era un lugar donde se cultivaba y secaban dátiles. La casa de Abu Aiiúb se encontraba cerca de dicho predio y la madre de éste aprovechó la oportunidad y llevó las pertenencias del Profeta a su casa. Recomenzó la discusión pues todos querían alojar al Profeta en su casa. El Enviado de Dios terminó con la disputa diciéndoles: “¿Dónde está mi equipaje?” “La madre de Abu Aiiub lo llevó”, le respondieron. Entonces dijo: “El hombre va detrás de su equipaje”.

EL ORIGEN DE LA HIPOCRESÍA

Abdullah Ibn Ubai fue el primer eslabón de la cadena de la hipocresía en el Islam. Había estado a punto de ser el soberano y jefe absoluto de Medina cuando las relaciones que entablaron Aus y Jazray con el Profeta, su ingreso al Islam y los acontecimientos posteriores habían hecho desaparecer poco a poco esta idea. Desde ese momento el odio hacia el líder del Islam se albergó en su corazón y jamás creyó en él. Se disgustó mucho al observar la gran recepción que los medinenses habían dispensado al Profeta y no pudiendo contener su envidia dijo: “Ve con los que te engañaron y no nos engañes a nosotros”. Saad Ibn Ibada, temiendo que el Profeta le creyera y se entristeciera, le dijo de inmediato: “El ha dicho esto por envidia, pues estaba a punto de ser nombrado jefe de ambas tribus y con tu llegada el asunto se ha olvidado”.

Todos los historiadores afirman que el Enviado de Dios (B.P.) entró en Medina un día viernes y que justo en el centro del territorio de la tribu de Bani Salim dirigió la oración colectiva que se celebra ese día de la semana en el Islam. Previo a la oración pronunció un sermón que conmovió el corazón de los presentes, quienes jamás habían escuchado palabras con tanta sabiduría y contenido.

Extraído del libro La Historia de Mahoma (PB); Vida del Profeta Muhammad (PB) e historia de los orígenes del Islam

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente

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