Preguntas de Teología Islámica

La diferencia entre la herencia del hombre y la mujer en la jurisprudencia islámica

Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani

Traducción: AbdulKarim Orobio

Pregunta: ¿Por qué la herencia de la mujer es mitad de la del hombre?

Respuesta Concisa

El hecho que la herencia de la mujer sea mitad de la del hombre ha hecho que muchos busquen un argumento racional para esto. En las respuestas que nos han llegado de parte de los líderes de la religión, se ha hecho énfasis en el siguiente punto: El motivo por el cual la herencia del hombre es más es por la manutención y gasto de la esposa e hijos. Desde otro punto de vista, es el hombre quien da la dote a la mujer y ella quien recibe.

En realidad, se puede decir que lo que recibe la mujer en forma de herencia y dote equivale a sus ahorros, en tanto que la parte de herencia del hombre se invierte en gastos de su vida cotidiana, la de su esposa e hijos. Además, el hombre tiene algunas responsabilidades las cuales necesitan de la inversión de su dinero para cumplir con ellas; por ejemplo, el hombre debe gastar el dinero en la guerra, o si uno de sus familiares por accidente mata a otra persona o le causa algún daño, debe pagarle a la familia de la víctima, en tanto que la mujer no tiene ninguna responsabilidad al respecto. Entonces, aunque lo que se ve es que la parte del hombre en la herencia es dos veces la de la mujer, en lo práctico, su porción por todo lo que debe invertir es mucho menos que la de ella. Por otra parte, a cambio del “el exceso” de herencia el hombre tiene más responsabilidades sobre sus hombros que una mujer. Para concluir, se puede decir que la herencia del hombre y la mujer es diferente con el fin de establecer un tipo de equilibrio entre los derechos y responsabilidades de cada uno.

Respuesta Detallada

Antes de responder a esta pregunta, es necesario recordar que la ley que establece que la porción de la herencia de hombre sea el doble de la de la mujer no es real en todos los ámbitos. En algunos casos vemos que hombres y mujeres reciben igual cantidad en la herencia, como por ejemplo, el padre y la madre del fallecido que reciben igual cantidad al heredar. En este caso no hay diferencia entre el hombre y la mujer.

Ahora, debemos dirigir nuestra atención a el porqué la herencia que recibe el hombre es el doble de la que recibe la mujer. ¿No es una forma de preferencia o favoritismo?

En una narración le preguntaron al Imam Ya’far ibn Muhammad al-Sādiq (a.s.): ¿Por qué la mujer recibe una porción de la herencia cuando vemos que son más débiles que los hombres y necesitan más ayuda que ellos? ¿Por qué si un hombre es más fuerte que la mujer y cuyo cuerpo es más resistente, entonces ella recibe menos que él? El Imam (a.s.) respondió que el motivo es que el hombre tiene más responsabilidades y debe ir a la guerra, asumir muchos gastos en el proceso. Además de sus propios gastos, el hombre también debe asumir los gastos de la esposa y de sus hijos. Es más, él debe dar dinero a la familia de una persona lastimada por error a mano de uno de sus miembros familiares.[1]

En otra narración, el Imam Sādiq (a.s.) enfatizó en que debido a que el hombre debe pagar la dote a la mujer, esta se compensa con la perdida que aparentemente tiene al heredar.[2]

La posición del Islam acerca de la herencia es en realidad para beneficiar a la mujer. En la época de la Ignorancia, las hijas y esposas del fallecido eran privadas de su herencia y toda la riqueza del muerto iba a manos de los hijos varones. Sin embargo, el Islam llegó y anuló las leyes de esa época e hizo que las mujeres también heredaran del muerto. Desde sus inicios, el Islam le dio a la mujer una independencia y libertad de poseer propiedad privada y manejar su propia economía, algo que hace pocos siglos es aceptado en las leyes de las naciones Europeas. Aunque en lo aparente, la herencia del hombre es el doble, cuando analizamos el tema con detalle, encontramos que la herencia de la mujer es dos veces la del hombre. Las responsabilidades que recaen sobre los hombres hacen que gaste la mitad de sus ingresos en las mujeres. Cualquier hombre responsable debe pagar la casa, ropa, alimento y otros detalles de su esposa, en tanto que los gastos de su propia vida y la de los hijos son también su responsabilidad. Esta responsabilidad de manutención es, hasta cierto punto, que inclusive si el estatus social de una mujer exige que tenga servidumbre y ella no tiene como pagarla, el hombre debe responder por el salario de la persona contratada.

Estas responsabilidades están sobre los hombros de los hombres, en tanto que las mujeres están exentas de pagar sus propios gastos. Por lo tanto, y en la práctica, es la mujer quien tiende a recibir más que el hombre.

En la exegesis del Corán, Tafsir Nemuneh, hay un ejemplo útil que aclara lo que tratamos de explicar. Pensemos, por ejemplo, que la suma total de la riqueza del mundo sean 30 billones de dólares. Digamos que esta riqueza fue distribuida por medio de herencias entre hombres y mujeres. De esta cantidad de dinero, 20 billones van para los hombres y 10 billones para las mujeres. Puesto que las mujeres no tienen que gastar en ellas mismas, pueden ahorrar esos 10 billones y convertirse en socias de los hombres en los 20 billones restantes (porque la parte de los hombres se gasta en las mujeres y los niños). Entonces, la mitad de la parte de los hombres, la cual es 10 billones, va a las mujeres. Cuando sumamos esta cantidad a la parte de que han ahorrado las mujeres, la suma total que les corresponde serían 20 billones de dólares.

Teniendo esto presente, podemos decir que el motivo por el cual la herencia de la mujer es menos, es por lo siguiente:

1. La Dote: En el momento de casarse, el hombre es responsable de tener en cuenta una dote apropiada para la mujer. Cuando sea que la mujer la exija, el hombre tiene la responsabilidad de dársela. Entonces desde el inicio, el hombre religiosamente tiene la responsabilidad de adelantar una parte del dinero como dote de su esposa. Esta es una de las razones que se aluden en los dichos de nuestros Nobles Imames (a.s.)

2. La pensión: en la vida familiar, aparte de que el hombre debe cubrir sus propios gastos, es responsable de los gastos de su esposa e hijos. Entre sus responsabilidades están proveer la alimentación, vestimenta, vivienda conforme al nivel social de su esposa. Inclusive si una mujer tuviera mucha riqueza, no tiene responsabilidad al respecto. No únicamente no tiene obligación, sino que si ella lo desea, puede pedir un salario por el trabajo que realiza dentro de la casa, como amamantar, cocinar, limpiar, etc.

3. Responsabilidades particulares del hombre: El hombre tiene algunas responsabilidades muy difíciles, y la mujer está exenta de ellas. Un buen ejemplo es participar en la guerra en el Camino de Dios. El hombre debe participar de la guerra con sus bienes y con su vida. En algunas aleyas del Corán, se ubica la guerra con la riqueza, por encima de la guerra con la vida. El hombre de sacar de su propio bolsillo los gastos de su participación en la guerra. O cuando alguien es asesinado por otra persona los hombres de la familia del culpable deben pagar un dinero como compensación a la familia de la víctima, pero las mujeres están exentas de estos gastos.

Como se puede ver, el Islam no quiere dictaminar leyes que beneficien a los hombres en detrimento de las mujeres o viceversa. El islam no avoca por “los derechos de la mujer” o de los hombres. Más que nada, cuando el Islam emite una ley, tiene en cuenta la felicidad eterna de hombres, mujeres y de sus hijos, así como de toda la sociedad. Cualquiera fuese el caso, en línea con las responsabilidades monetarias que ha asignado a los hombres, el Islam ha en muchos casos dividido la riqueza entre hombres y mujeres —como el caso de la herencia. No es posible decir que hay discriminación al respecto. También, todo el corpus de leyes islámicas acerca de los hombres y las mujeres requieren que las leyes de la herencia existan de cierta forma. Este tema no nos permite objetar la ley civil del Islam.

Para concluir, es posible que digamos que si es verdad que los gastos de la mujer recaen sobre el hombre, entonces ¿De qué le sirve a la mujer tener grandes cantidades de dinero? Podemos decir que la dote y la herencia de la mujer es como un ahorro para su futuro, en caso que se separe de su esposo o él fallezca. De esta forma puede tener una vida cómoda y digna si ocurre algo así. Pero la razón para que los gastos de la mujer recaigan sobre el hombre es para que ella pueda, sin ningún tipo de ansiedad psicológica, criar hijos buenos y piadosos. De esta forma la familia, siendo el eje de la sociedad, estará llena de amor y ternura.

Por ultimo nos gustaría llamar la atención del lector a lo siguiente: Si se da el caso en el que el dueño de la riqueza debiese ayudar a su esposa o hijas más que a sus hijos varones, entonces puede hacerlo siguiendo los procedimientos establecidos en la Jurisprudencia Islámica. Por ejemplo, si el padre considera conveniente ayudar a su hija más, él puede, a lo largo de su vida, darle como obsequio, algo de su riqueza. También puede darle una gran parte de lo que le corresponde de la herencia, escribiéndolo en un testamento.

Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica

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[1] Al-Kāfi, vol. 7, pág. 85

[2]Ilal al-Shar’iah

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