El velo Islámico y la mujer en la Republica Islámica de Irán: Última trinchera contra el Imperialismo

 (Refutación a la Periodista Zahida Membrano)

“Aléjense de mirar lo prohibido puesto que siembra en el corazón la semilla de la pasión y arroja a la persona a la seducción y corrupción”. Muhammad al-Baqir (P)

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Son varios artículos que la periodista Zahida Membrano[2] del periódico “El Mundo” de España[3] publicó, específicamente en la sección internacional, en el área referida a Irán, entre ellos se encuentra el que titula “Vidas separadas por mandato de Dios en Irán”[4], donde de manera atacante y sinuosa censura la segregación existente entre hombres y mujeres en la República Islámica de Irán, en particular Teherán, señalando que las mujeres van separadas de los hombres en gimnasios, playas, piscinas, escuelas y el metro, sin dar una explicación contundente y objetiva al público lector, haciendo ver a las leyes existentes del modelo islámico y del propio gobierno como un régimen dictador segregacionista.

“El dictado de Dios, impone en la tierra una estricta segregación que obliga a hombres y mujeres a convivir separados en no pocas situaciones y así se aplica en Irán”. Y continúa:

“Más allá del transporte público, los y las iraníes hacen vidas separadas en otros muchos entornos, la lista es larga y arroja la obsesión de un régimen por trazar una gruesa línea divisoria entre los dos géneros, mediante la cual perpetúa los roles sexistas, y envuelve de un aire de misterio, a la larga corrosivo, el contacto con el otro género”.[5]

Dentro del mismo también de manera reiterada y provocativa hace ver que en la República Islámica del Irán las mujeres se encuentran apartadas y marginadas al señalar que en la playa ellas disponen de espacios especiales para ellas, metros de playa fortificados por vallas de plástico que nacen en la arena y se adentran mar adentro, y allí, sólo allí las mujeres pueden nadar y tomar el sol en biquini, broncearse, protegidas; o según como se mire, encerradas, aisladas y solas.

También hace mención sobre los horarios especiales que existen para asistir tanto al gimnasio como a la piscina, siendo el turno de la mañana para mujeres y por la tarde para los hombres. Y al hablar de segregacionismo igualmente manifiesta que tanto en las bodas, mezquitas y centros de educación las mujeres no pueden mezclarse con los hombres, hablando de una forzada separación que en Occidente es imposible de ver.

“En las mezquitas, ellos disponen normalmente de la parte central y mayor del templo. En la escuela, niños y niñas son separados en los colegios y la segregación se mantiene hasta que llegan a la Universidad. De pronto a los 18 años, los jóvenes Iraníes son arrojados a las aulas mixtas, algo inaudito en ese momento”.[6]

Otro de los artículos escritos por la periodista entre los varios publicados en el mismo sector, titula “Irán la vida bajo el velo”[7], donde vierte veneno dañino en contra las mujeres Iraníes, al señalar que muchas de ellas rechazan la religiosidad que inunda el país y al criticar el uso de la vestimenta islámica de las mujeres que las caracteriza como es el caso del hiyab.

Maliciosamente y utilizando el sensacionalismo en este artículo se sirve de entrevistas realizadas a mujeres Teheraníes, las que son profesionales y las que por algún motivo o circunstancia representan el mínimo porcentaje de oposición existente; pues en todos los países del mundo existe el otro lado de la medalla, sino estaríamos hablando de regímenes totalitarios, como es el caso de Arabia Saudita.

También en la misma sección Internacional de “El Mundo” existe otro texto titulado “Andrómaca en Teherán”[8], el mismo que se encuentra también en un blog titulado “La túnica de Neso”[9], en el que también ridiculiza la costumbre de la segregación de los sexos en Irán en este caso en obras de Teatro, manifestando que hacer teatro en Teherán es un ejercicio delicado, complejo y de riesgo; ya que la ley es muy clara, pues prohíbe cualquier tipo de contacto entre actores y actrices.

“Hacer teatro en Teherán es muy complejo, pues no están permitidas las escenas de amor, por no hablar de secuencias eróticas”.[10] Y en donde se pregunta cómo hacer teatro, pues percibió la existencia de numerosas salas repartidas por toda Teherán, admitiendo que el mismo se encuentra tan vivo en Irán.

Para muchos lectores que no conocen la República Islámica de Irán, y para aquellos que peor aún no tienen ni idea de sus leyes, costumbres y su propia vida, con sólo leer esos artículos pensaría que las mujeres Iraníes son víctimas de un segregacionismo sexista artero, propinado por un régimen dictador, el que las esclaviza, el que las aísla, las somete obligándolas a utilizar atuendos que les quita su libertad, y donde también los hombres se encuentran obligados a convivir separados, en no pocas situaciones como lo señalamos. Sin duda nos encontramos frente a un periodismo amarillista[11], también conocido como sensacionalista; donde deliberadamente se hace uso de datos informativos manipulados capaces de exaltar la excitabilidad de un público determinado; es decir todo tipo de suceso, conducta, dicho o acto que ataque la doble moral y que por lo tanto provoque a un mismo tiempo el interés morboso y el rechazo compulsivo y respuestas que van desde el interés compulsivo al rechazo compulsivo, como en este caso el tema exclusivo de las mujeres que viven en Irán. Y que además de la adulteración de una información determinada, o la descontextualización de un dato crudo y su consecuente revestimiento de algún elemento tópico, el sensacionalismo o la prensa amarilla realiza una operación visual decisiva en la manera de presentar la información, sin verificarla, ni investigarla.

Y también debemos ver que hoy más que nunca Irán se encuentra bajo el ojo de la tormenta en la visión de todos los países, por su gran crecimiento a nivel de producción y tecnología; así como su riqueza industrial en todos los sentidos (pese al bloqueo económico impuesto) y por sobre todo los medios, quieren destruirla, y en este tema tocan nuevamente a la religión islámica, pues debemos recordar que el sistema de la República Islámica, fue elegido en Irán tras la victoria de la Revolución islámica de 1979 en un referéndum en el que acaparó los votos a favor del 98 % de los votantes, y así es un sistema democrático basado en la voluntad y decisión del pueblo y que se ajusta a las necesidades y a la cultura de la sociedad iraní[12]; es decir que el pueblo eligió este sistema democráticamente y no ha sido impuesto por nadie, ni tampoco es un régimen que implementó un código de vestimenta por la fuerza; pues como lo hemos comprobado el 98% de los votantes estaba a favor de todo este sistema y lo eligió por su propia voluntad.

No cabe duda que una vez más nos encontramos ante el ataque de los medios periodísticos, donde los todos poderosos, los amos y señores; es decir los dueños de los medios que no sólo tienen un solo medio sino hasta 4,5, 6 etc., utilizan toda su artillería propagandística para en vez de informar al público, lo que hace es desinformar, así como Ignacio Ramonet lo señala

“Hemos constatado que, por una parte, los medios son utilizados hoy como un arma de combate en la nueva guerra ideológica Pero también que la información, por su explosión, por su multiplicación, por su sobre-abundancia, se encuentra hoy literalmente contaminada, envenenada por toda clase de mentiras, emponzoñada por los rumores, por las distorsiones, y por las manipulaciones. De ahí que los ciudadanos tengan una necesidad urgente de recurrir a un referente que les garantice o que les asegure que la información que el ciudadano va a consumir es una información valida, seria, segura, verídica, verdadera”[13]

Ya lo escribió Julio César Martínez[14], Irán es el país que Estados Unidos quiere destruir, y esta vez diríamos, quieren destruir, porque al imperialismo se suman otros aliados que tienen el mismo objetivo, refiriéndonos a Arabia Saudita, Israel entre otros, y los temas están por demás decirlos, el acuerdo nuclear, el petróleo y sobre este último al respecto Ramonet menciona en la nueva geopolítica del petróleo:

“Arabia Saudita decidió intervenir. Riad se opone a que Estados Unidos se retire del cercano oriente, sobre todo si antes Washington establece un acuerdo sobre el tema nuclear con Teherán. Acuerdo que los sauditas consideran demasiado favorable a Irán y que, según la monarquía wahabita, expondría a los sauditas y más generalmente a los sunnitas, a convertirse en víctimas de lo que llaman el expansionismo chiíta. Hay que tener presente que los principales yacimientos de hidrocarburos sauditas se encuentran en zonas de población chiíta”[15]

Y lo que se está haciendo en la actualidad es utilizar la vieja técnica imperialista de aislar y demonizar a su víctima empleando ya sus estrategias bélicas de la prensa sensacionalista, y debemos ponernos a pensar que toda la galaxia internet, que hoy día es determinante, es norteamericana, es estadounidense[16], todas las grandes empresas ligadas a internet, todas las grandes redes sociales, todas las grandes agencias que trabajan sobre la comunicación y la vigilancia de la comunicación, como lo reveló Snowden[17], son estadounidenses, con aliados, británicos, alemanes, neozelandeses, australianos detrás[18], pero son esencialmente estadounidenses y evidentemente ¿Qué es el mundo de hoy en su modernidad sin internet?

Y con respecto al supuesto sexismo segregacionista existente en la República Islámica de Irán son puras patrañas, que mal interpretan la mayoría de los Occidentales; pues hay que entender de una vez por todas que en todos los países existen normas, leyes que se deben respetar, y en este caso específico el islam ha promulgado unas normas básicas y sencillas con el fin de conservar la sociedad sana y nos habla de que la relación entre el hombre la mujer debe ser de respeto mutuo, sano y libre de libertinajes arteros característicos de sociedades que se han olvidado en desarrollar las potencialidades que existen dentro del ser humano, es decir su crecimiento espiritual, simplificando sus intereses únicamente en sexo y dinero; ya que debemos reconocer las estadísticas no mienten en cuanto a maltrato y violencia contra la mujer, pues en esa parte del mundo son más elevadas[19], incluso tocando el caso de las formas de caminar, mirar y comportarse, aconsejando siempre no llamar la atención en el vestir ni caminar de forma provocativa, y aquí también entra el tema del pudor y el recato, permitiéndole a la mujer tener más libertad en todo sentido; pues una mujer debe ser respetada y cuidada como ningún otro ser, de ahí que exista la separación de hombres y mujeres en los gimnasios, las escuelas, las piscinas, las playas, los autobuses, el metro, etc… y es por el respeto que se le da a la mujer en el islam, de ahí también está la necesidad de cubrirse, y de ahí la utilización del hiyab y la vestimenta islámica[20], ya que el hombre busca unirse a la mujer, no esclavizarla, porque el islam ha puesto fin a la práctica de mirar a la mujer con menoscabo y de manera degradante.

Podemos afirmar que es imposible que un hombre, que no controla su mirada y no baja su vista al ver lo que le es prohibido, luego quiera controlar y dominar su pasión y deseo, puesto que luego de mirar, el deseo y pasión se estimula y así no es fácil controlar los instintos e impedir sus consecuencias, como lo afirmó Motahari[21]

“Por lo tanto el primer paso fundamental es el control del deseo y la pasión, a través de la mirada, en el hombre. Y en la mujer, el recato”.

El islam ha ordenado que si se mirase involuntariamente a alguien o algo prohibido, se tiene que evitar la segunda mirada, que seguramente sería mal intencionada, y que se tratase de no traer a la mente lo que ha visto. El hábito que tienen los hombres de fijarse en las mujeres y decirles cosas que, según la educación que tengan, pude llegar a las obscenidades más grandes, está en manos de la mujer el corregirlo también absteniéndose de embellecerse y vestirse llamativamente al salir a la calle, y esta conducta hace que no se valore su apariencia interna, porque ella no es un objeto; por eso y más puntos que el islam le otorga a la mujer un rol y un estatus muy grande en el plano de la sociedad y en la familia, de ahí que para tener mayor libertad de miradas mal intencionadas, de piropos sucios y deshonestos; y hasta incluso llegar a violaciones, y toda una degeneración en contra la mujer, lo que habíamos llamado “Terrorismo contra la Mujer”, se opta por separar a hombres y mujeres, no por marginarlas o apartarlas de la sociedad como lo ha manifestado la periodista anti islámica Zahida Membrano[22]del periódico “El Mundo”, que como lo hemos comprobado sus intenciones son otras, no la de informarnos veraz y objetivamente, sino más bien llevar hasta el rechazo la forma de vida que se practica en la República Islámica del Irán, pero también podemos pensar que en vez de llevarnos por esta línea suceda todo lo contrario y se vuelque toda la información, y sea positiva. ¿Y usted qué opina?

Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.

www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente