“En noches de carnaval todo vale”

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

Que hermoso es manifestar la riqueza cultural y originaria de un país a través de sus costumbres y tradiciones, como en sus diferentes celebraciones y fiestas, que muestran la verdadera identidad originaria y su cosmovisión propiamente dicha; dentro de estas encontramos al Carnaval, que es una celebración que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (entre febrero y marzo, según el año), y que combina elementos como disfraces, desfiles, bailes tradicionales, fiestas en la calle; etc… siendo distinta la forma de su realización en los distintos países donde se lleva a cabo. 

El origen de su celebración de acuerdo a algunos historiadores, son las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y lupercales Romanas o las que se realizaban en honor del Toro Apis en Egipto[2]. Desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América Latina por los españoles y portugueses a partir del siglo XV[3].

Por otro lado los etnólogos [4]encuentran en el carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas como la fiesta de invierno (saturnalia), las celebraciones (dionisíacas) griegas y romanas (bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas.

El Carnaval es muy posiblemente, la fiesta que más personas celebran y disfrutan en todo el mundo, como el carnaval de Venecia, el de Alemania, el carnaval de Brinche (Bélgica), el de España (Cádiz-Andalucía), el de los EE.UU, el de Francia (Niza), el carnaval de Río de Janeiro-Brasil, que según el libro Guinness de los Records es la celebración del carnaval más grande del mundo[5], otro el de Oruro-Bolivia, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco [6], el carnaval de negros y blancos en Colombia, los de Veracruz y Mazatlán en México, los más largos de Montevideo-Uruguay, los de Argentina (Gualeguay y Gualeguaychú) o los de la Habana y Santiago en Cuba; etc…son representaciones y prácticas de algarabía y belleza cultural plasmada en los desfiles, bailes, y demás demostraciones culturales propias de cada país, de cada región. Esto es lo positivo que estas fiestas rescatan, además de mostrarnos la diversidad cultural nos amplía el panorama de la identidad a la cual pertenecemos y queremos.

Pero cuando estas demostraciones de rescate cultural, se ven paradójicamente manchadas y nubladas con el exceso de lujuria y desenfreno que explota en esos días, llevando al consumo extremo de alcohol, drogas y placeres carnales sin control, no hacen más que afirmar que hoy como antes en sus orígenes se caracterizan por ser un periodo de permisividad y descontrol, hasta el punto de citar la frase: “en noches de carnaval todo vale”.[7]

“Las estadísticas demuestran que durante estas celebraciones aumenta desmesuradamente el consumo de alcohol y drogas, la violencia callejera, la fornicación y el adulterio”.[8]

Para darnos cuenta de esto, basta con mirar cómo quedan las calles de una ciudad a la mañana siguiente de un día de carnaval: hombres y mujeres acostadas en las veredas, tan embriagadas que no recuerdan ni sus nombres, botellas de bebidas alcohólicas por todas partes y un sinfín de otros desperdicios que hacen que las calles literalmente parezcan basureros; mostrando un panorama nada alentador para la parte turística por ejemplo, y sobre todo un paisaje totalmente aterrador y destructor para los niños y adolescentes, que están allí, que todo lo miran y escuchan.

Esta es la parte negativa que cambia totalmente su verdadera esencia como significado del Carnaval como preservación de la cultura propia de un país, la generación de recursos económicos a través de los turistas que visitan en estas fiestas un país; etc…

Dentro las estadísticas por ejemplo Bolivia ocupa el primer lugar en el consumo problemático de alcohol entre Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay; según una encuesta que mide la escala Breve de Bebedor Anormal de Alcohol (Ebbaa), donde 489% de la población encuestada en épocas de Carnaval dio positivo en el test; es decir que en Bolivia el 37.7% de la población consume alcohol[9].

Y a raíz del alcoholismo, es que también aumentan los casos de violencia familiar, delitos entrelazados con el feminicidio:

“Realmente es preocupante el excesivo consumo de alcohol en fiestas de carnavales (febrero-marzo), las personas en estado de ebriedad suelen cometer actos en contra su familia y hasta delitos”[10].

Por otro lado, a consecuencia de los carnavales, se incrementa el número de fallecidos, la mayoría de las contravenciones es fruto del consumo de alcohol[11]. También se encuentran las distintas campañas que se realizan a lo largo del mundo precisamente antes de iniciarse los carnavales, como son las campañas de carnaval que buscan disminuir índices del VIH Sida; debido a que en estas fiestas se incrementan los casos relacionados con este virus.

“Ante la proximidad de las fiestas carnavaleras el Ministerio de Salud lanzó la campaña “Si te amas y valoras tu vida, protégete usa condón”, con el objetivo de lograr orientación sobre el problemático contagio del virus del sida, además del excesivo consumo de alcohol y drogas desde la adolescencia”[12].

También a la par vemos el derroche del juego de agua, que pasa de la emoción a la degradación, que se realiza en los juegos con globos o mojazón que es una costumbre propia o tradicional  de los carnavales[13], suena contradictorio; peo en el mundo se está terminando el agua, y lo irónico de todo esto es que en el país donde se encuentra el carnaval más grande del mundo, la sequía actualmente llegó:

“La severa sequía por la que pasa Brasil desde el año pasado afecta actualmente el abastecimiento de agua para unas 48 millones de personas, un cuarto de la población del país y que incluye a cinco de las mayores regiones metropolitanas”.[14]

Estamos viendo que en la actualidad más son las características negativas que están nublando estas prácticas culturales, y también estamos convencidos que la falta de crecimiento espiritual, la falta de fe ligada a Dios en la población de la mayoría de los países donde se realizan estas fiestas, están llevando al desenfreno y al descontrol, tiñéndolas de luto; es así que el islam para contrarrestar estos males que cada día acechan más al hombre y lo corrompen ( porque paradójicamente en países donde no se celebran estas fiestas como el carnaval, en el otro lado del mundo[15], las estadísticas de alcoholismo, violencia familiar; etc…son mínimas) propone la reivindicación de los valores morales que emanan de una guía divina. El islam es una religión, una forma de vida que propone normas de conducta precisas y claras que tienden a evitar la corrupción, forjando así sociedades más racionales y equilibradas por eso el islam invita al hombre a que se aleje de todo que le cause daño; así como a que desarrolle su capacidad de autocontrol contra estos males; pues como estamos viendo estos en la actualidad están destrozando la vida de los habitantes de este mundo. El islam concientiza al hombre, lo previene y lo resguarda de muchos males.

El Corán nos dice:

“El demonio quiere sólo crear hostilidad y odio entre nosotros valiéndose del vino y del juego de azar, e impedirnos que recordéis a Dios y hagáis la oración. ¿Os abstendréis pues?” (Corán, 5:91).

“!Creyentes! El vino, el juego de azar, los ídolos y el juego de flechas no son sino abominación y obra del demonio. ¡Evitadlo, pues!, quizás así prosperéis” (Corán, 5:90).

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