Dialogo entre Wilson y Chirri (VII)
¿En qué están de acuerdo y desacuerdo el Islam y el Cristianismo acerca de Jesús?
Por: Muhammad Yawad Chirri
Director del Centro Islámico Americano
WILSON: Todo aquello que ha explicado y que tiene que ver con el monoteísmo en el Islam está claro.
Las enseñanzas islámicas concernientes a Jesús han sido aclaradas. Ahora me gustaría un resumen de los puntos en los cuales el Islam y el Cristianismo, tienen relación sobre Jesús.
CHIRRI: En general el Islam tiene en común con el cristianismo los siguientes puntos:
- El Islam es defensor de la santidad de Jesús. De tal manera que, esta es una parte esencial de las enseñanzas islámicas, reverenciar a Jesús, creer en sus santidad y que él vivió en este mundo como una persona pura sin pecados. El Sagrado Corán dice:
“Cuando los ángeles dijeron: “¡María!” Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre es el Ungido, Jesús, hijo de María, considerado en la vida de acá y en la otra y de los allegados”. Corán 3:45
- El Islam declara la santidad de María, la madre de Jesús. Ningún musulmán puede negar la decencia y la pureza de María. Ella, de acuerdo al Corán, había sido la mujer más noble entre las mujeres de la Nación.
“Y cuando los ángeles dijeron: “¡María! Dios te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre las mujeres del universo. ¡María! ¡Ten devoción a tu Señor, prostérnate e inclínate con los que se inclinan!”. Corán 3:42-43
- El Islam declara que Jesús nació milagrosamente de una madre virgen y sin padre. Del Sagrado Corán:
“Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente.
Y tendió un velo para que la apartase de ellos. Le enviamos Nuestro espíritu y éste se le presentó con la forma de un ser humano completo.
Dijo ella: “Me refugio de ti en el Compasivo. Si es que temes a Dios (…)”
Dijo él: “Yo soy sólo el enviado de tu Señor para regalarte un hijo puro”
Dijo ella: “¿Cómo puedo tener un hijo si no me ha tocado mortal, ni he perdido mi castidad?”
“Así será”. Dijo “Tu Señor dice: “Es cosa fácil para Mi, hacer de él signo para la gente y muestra de Nuestra misericordia”. Es cosa decidida”.
Quedó embarazada con él y se retiró con él a un lugar alejado.
Entonces los dolores de parto la llevaron junto al tronco de la palmera. Dijo: “¡Ojala hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo!”
Entonces, de debajo de ella, le llamó. “¡No estés triste! Tu señor ha puesto a tus pies un arroyuelo.
¡Sacude hacia ti el tronco de la palmera y ésta hará caer sobre ti dátiles frescos, maduros!
¡Come, pues, bebe y alégrate! Y, si ves a algún mortal, di: “He hecho voto de silencio al Compasivo. No voy a hablar, pues, hoy con nadie”. Corán 19: 16-26
- El Corán atribuye a Jesús muchos milagros, los cuales son también mencionados en los evangelios. De acuerdo con el sagrado Corán fue dotado por Dios para curar, revivir a los muertos y hacer que los ciegos vieran:
“Y como enviado a los Hijos de Israel: “Os he traído un signo que viene de vuestro Señor. Voy a crear para vosotros, de la arcilla, a modo de pájaros. Entonces, soplaré en ellos y, con permiso de Dios, se convertirán en pájaros. Con permiso de Dios, curaré al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré a los muertos. Os informaré de lo que coméis y de lo que almacenáis en vuestras casas. Ciertamente, tenéis en ello un signo, si es que sois creyentes”. Corán 3:49
Y a esto se le suma que el Corán habla de otro milagro hecho por Jesús, que no está relatado en los evangelios: Jesús habló claramente cuando estaba en la cuna:
“Y vino con él a los suyos. Dijeron: «¡María! ¡Has hecho algo inaudito!
¡Hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malo, ni tu madre una ramera».
Entonces ella lo señaló. Dijeron: «¿Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño?»
Dijo él: «Soy el siervo de Al-lah. Él me ha dado la Escritura y ha hecho de mí un Profeta. Me ha bendecido dondequiera que me encuentre y me ha ordenado la oración y el pago de impuestos mientras viva, y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho arrogante, ni orgulloso. La paz ha estado sobre mí desde el día que nací, y estará el día en que muera y el día en que sea resucitado a la vida»”. Corán 19: 27-33
WILSON: los puntos en común, explicados por usted han sido claros. Yo sé que seguidores de diferentes religiones han discrepado en lo relacionado con Jesucristo. Algunos pueden ser considerados anti-Jesús porque niegan su santidad y la de su madre, desmienten los milagros y se rehúsan a su verdad; algunos son neutrales, y otros son pro-Jesús, creen en su santidad, aceptan sus enseñanzas y creen en sus milagros.
De acuerdo con su explicación, el musulmán debe ser considerado pro-Jesús como los cristianos mismos, lo que queda ahora es ver los puntos en que los musulmanes y los cristianos están en desacuerdo en lo concerniente a Jesús.
CHIRRI: El área de desacuerdo entre el Islam y el cristianismo, en lo referente a Jesús, se incluyen los siguientes puntos:
- Aunque el Islam acepta la santidad de Jesús. Este niega su divinidad. De acuerdo con las enseñanzas del Islam, Jesús no es una deidad. No es Dios, y no está unido a Dios. Es digno de reverencia y de gran respeto, pero no es digno de adoración. El Islam es inflexible en su monoteísmo. Dios es solo Uno, y no hay mas Dios que Él, el Todopoderoso, el Viviente, el Subsistente, el Infinito en vida, Conocimiento y Poder. Jesús no es viviente. El nació hace menos de 2 mil años. De acuerdo al evangelio él vivió muy poco tiempo, no es todopoderoso porque fue perseguido; tampoco era infinito. No podría ser el creador del universo porque el universo tiene más de 400 billones de años, mientras que él nació hace solo 2000 mil años. Tampoco, es digno de adoración porque el mismo era un humilde adorador de Dios.
- Jesús de acuerdo a las enseñanzas islámicas, no es el hijo de Dios. Dios no tiene hijo porque está por encima de todo. La paternidad física es inconcebible para Él, pues no posee un cuerpo. La paternidad espiritual tampoco es concebible, porque es el creador de todo, tanto lo material como lo espiritual. El sagrado Corán es claro en este punto:
“Di: «No es lo mismo el mal que el bien, aunque te plazca lo mucho malo que hay. ¡Temed, pues, a Al-lah, hombres de intelecto! Quizás, así, prosperéis».
Creador de los cielos y de la tierra. ¿Cómo iba a tener un hijo si no tiene compañera, si lo ha creado todo y lo sabe todo? Ése es Al-lah, vuestro Señor. No hay más Dios que Él. Creador de todo. ¡Servidle, pues! Él vela por todo”. Corán 6:100-102
- El Islam niega la crucifixión de Jesús. Jesús no murió en la cruz. El sagrado Corán es claro en este punto.
“Y por haber dicho: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Al-lah», siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron, Sino que Al-lah lo elevó. Al-lah es poderoso, sabio”. Corán 4: 157-158
WILSON: Este punto de vista tiene una marcada diferencia con lo que dicen los evangelios. Los cuatro evangelios claramente dicen que Jesús murió en la cruz, ¿Cómo podemos relacionar esto con lo dicho en el Corán el cual niega enfáticamente la muerte de Jesús en la cruz?
CHIRRI: Hay una manera de relacionar lo dicho por el Corán con lo dicho por los evangelios: la diferencia entre las dos citas podría ser la diferencia entre lo aparente y la realidad. Sin duda, algunos eventos tuvieron lugar en ese tiempo, tal como lo que parece ser la crucifixión de Jesús y su muerte en la cruz. La vida de Jesús estuvo llena de milagros, y así podría ser lo que parecía su muerte. Pudo haber sido otra persona (Así como Judas el que lo traicionó era milagrosamente parecido a él, fue quien murió en la cruz y no Jesús).
Hay otra forma de conciliar los dos puntos sin asumir un milagro: supongamos que Jesús fue puesto en la cruz y que él se desmayó de tal manera que pareció muerto mientras él estaba con vida.
Esta suposición no está evidenciada en los evangelios: los evangelios citan que Jesús no permaneció mucho tiempo en la cruz. El fue bajado rápidamente, sin que se le rompieran las piernas, ya que esta era una costumbre -el romper las piernas de los crucificados-. Los judíos se preparaban para celebrar las pascuas. Ellos no querían que permaneciera en la cruz hasta el otro día, sábado; en el cual se supone que no pueden hacer ningún trabajo, tal como enterrar. Como Jesús no permaneció mucho en la cruz, el pudo haber estado vivo.
Los evangelios citan también que después que Jesús parecía estar muerto un hombre golpeó su cuerpo con una lanza. Nosotros sabemos que la sangre no emana con presión de un cuerpo muerto. Esto indica que Jesús aún estaba vivo.
Los evangelios citan que Jesús fue puesto en su tumba, y que una pesada piedra fue puesta sobre su tumba. Y ese domingo, el cuerpo desapareció y aquella roca fue removida de la entrada de la tumba. Tenemos el derecho a pensar que uno de los discípulos de Jesús movió la piedra y lo rescató. Si la resurrección fue milagrosa, no habría sido necesario el remover la piedra. Dios es capaz de levantarlo de la tumba y dejar la piedra donde estaba. La remoción de la piedra parecía ser obra humana y no divina.
A esto le sumamos que los evangelios dicen que Jesús se apareció en varias ocasiones a sus discípulos después del suceso de la crucifixión, y todas estas apariciones parecen que fueron en secreto, como si Jesús no deseara aparecer abiertamente. Si él fue milagrosamente resucitado no tendría la necesidad de esconderse de sus enemigos. El secreto de su aparición indica que aún estaba vivo, que su vida no fue interrumpida por una corta muerte y que aún temía la persecución de sus enemigos.
La Sociedad Internacional del Santo Sudario, concluye recientemente que la mancha de sangre de sudario de Jesús indica que se encontraba vivo al momento de ser bajado de la cruz. De otra manera no podría haber sangre en la sabana que cubrió su cuerpo.
Para un cristiano que ha creído en la crucifixión de Jesús, le costará mucho reconsiderar dos de los principios en los que él ha creído: el que Jesús es Dios y el de la crucifixión. Un crucificado no puede ser Dios ya que es incapaz de protegerse así mismo, deja de ser Todopoderoso. Un musulmán por otro lado, no tiene tal problema. El cree que Jesús es un Profeta y no más. Un Profeta puede ser perseguido y crucificado, porque este no puede ser todopoderoso, aunque el Islam no tiene el problema de la contradicción, ha sido resuelto porque Jesús no fue crucificado, sino que Dios lo protegió.
- El Islam está en desacuerdo con el cristianismo en la doctrina de la redención. Esta está basada en la doctrina del pecado original: que el ser humano ha sido condenado por Dios debido al pecado de Adán y Eva, el cual fue consecuentemente heredado por sus hijos. El Islam niega toda la doctrina del pecado original; la humanidad había sido condenada por Dios debido al pecado de Adán y Eva, siendo consecuentemente heredado por sus hijos. El Islam niega toda la doctrina del pecado original, Dios no condenó a la humanidad por un pecado que fue cometido por un par de seres en el principio de los tiempos (eso se aclarará en los siguientes capítulos). No hay pecado original; por esta razón no hay necesidad de la redención de la humanidad, a causa de un pecado que no existió.
Pero supongamos que hay un pecado original. Para perdonar al ser humano por el pecado original Dios no necesita a una persona sin pecado, tal como Jesús, para ser crucificado. Puede perdonar a la raza humana sin que un inocente sufra. Decir que Dios no perdona a la humanidad, hasta que los humanos crucifiquen a Jesús, es ponerlo en la posición de un gobernante quien fue desobedecido por sus propios súbditos. Cuando los niños le piden al gobernante que perdone el pecado de sus padres, este se rehúsa a hacerlo a menos que mate a algunos de sus amados. Si ellos cometen este terrible crimen, los perdonará; de lo contrario, no lo hará. Yo no pienso que la defensa del pecado original estaría dispuesta a poner a Dios en esta posición. Dios el más Justo y Misericordioso, no condena a la gente por los pecados de sus ancestros. Él puede perdonarles sus propios pecados, sin exigirles que cometan uno mayor.
Fuente: PREGUNTAS ACERCA DEL ISLAM; Editorial Elhame Shargh
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