¡¿Por qué queman el Corán?!
Testimonio inédito del quemador del Corán
«Desean apagar la luz de Dios con sus infames bocas, pero Dios completa su luz aunque molesta a los que no creen » (Corán 61:8)
Escrito por: El quemador anónimo del Corán
Es extraño que cuando se quema el Corán no se extingue su luz. El Corán, ¡qué asombroso libro!
¿Qué clase de libro es éste que después de más de catorce siglos de su aparición continúa vivo, sigue intacto, sin que le haya agregado o quitado ni una palabra? [«Somos Nosotros Quienes hemos revelado la Amonestación y somos Nosotros sus custodios» (Corán 15:9)]
¿Qué libro es éste que penetra en lo más profundo de los corazones de los lectores, los cuales parecen hechizados y enamorados? Para mí, no es un libro sino un hechizo extraordinario. [«Dios ha revelado el más bello relato, una Escritura cuyas aleyas armonizan y se reiteran. Al oírla, se estremecen quienes tienen miedo de su Señor; luego, se calman en cuerpo y en espíritu al recuerdo de Dios. Ésa es la dirección de Dios, por la que dirige a quien Él quiere. En cambio, aquél a quien Dios extravía no podrá encontrar quien le dirija» (Corán 39: 23)]
Lo más extraño e interesante es que entre la mayoría de la gente cautivada - a nivel mundial - por este Libro hay grandes intelectuales, científicos, escritores, periodistas, personalidades del arte, la cultura y el deporte, miles de universitarios, de ambos sexos. No puedo concebir cómo este Libro es capaz de atraer anualmente a ochenta mil estadounidenses.
[«... Sólo tienen miedo de Dios aquéllos de Sus siervos que saben. Dios es poderoso, indulgente» (Corán 35:28)]
Justo ellos que están bajo el continuo bombardeo propagandístico en contra del Corán. Ellos necesitan apenas una hora de meditación y reflexión sobre este Libro para que el efecto de tales propagandas se desvanezca de inmediato, de la misma manera en que el bastón de Moisés devoró - en tan sólo un instante - todos los hechizos de los magos del faraón.
¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI - con tantos avances tecnológicos – se diga que este Libro tiene vigencia para el hombre de hoy?
¿Qué extraño libro es éste que en las últimas décadas ha sido el más vendido en todas las exposiciones de libros a nivel mundial, que ha sido traducido a tantos idiomas y que cada día aumenta su influencia? [«No tienes tú por qué dirigirles sino que Dios dirige a quien Él quiere» (Corán 2:272)]
¿Acaso no les parece extraño que haya un libro que diga que la justicia debe regir en todos los rincones del mundo y no existe ninguna diferencia entre los seres humanos, excepto en su temor a Dios»? [«Ya hemos mandado a nuestros enviados con las pruebas claras. Y hemos hecho descender con ellos la Escritura y la Balanza, para que los hombres observen la equidad» (Corán 57:25)]
¿Qué clase de libro es éste que acepta a todos los Profetas de Dios, exaltándolos sin hacer distinción alguna entre ellos? No concibo cómo puede ser que una persona sea al mismo tiempo, judío, cristiano o musulmán. ¿Cómo se puede amar a todos los Profetas por igual? [«El Enviado cree en cuanto le ha sido revelado por su Señor, y lo mismo los creyentes. Todos ellos creen en Dios, en Sus ángeles, en Sus Escrituras y en Sus enviados. No hacemos distinción entre ninguno de Sus enviados» (Corán 2:285)]
¿Cómo es posible que un libro le pida a los creyentes de cualquier parte del mundo que visiten la casa de Dios una vez al año, con la condición de que dejen a un lado sus ambiciones, sus ropas - ya sean éstas, humildes o lujosas -, se vistan todos por igual con unos mantos blancos y giren alrededor de la casa de Dios, todos de la misma forma, sin ningún tipo de privilegio de unos sobre otros? ¿Qué pasaría entonces con nuestros esfuerzos, dónde iría a parar nuestro dinero, nuestra riqueza y nuestro respeto? [«Los infieles que apartan a otros del camino de Dios y de la Mezquita Sagrada, que hemos establecido para los hombres - tanto si residen en ella como si no -... » (Corán 22:25). «¡Llama a los hombres a la peregrinación para que vengan a ti a pie o en todo flaco camello, venido de todo paso ancho y profundo, para atestiguar los beneficios recibidos y para invocar el nombre de Dios en días determinados sobre las reses de que Él les ha proveído!: ¡Comed de ellas y alimentad al desgraciado, al pobre!» (Corán 22:27-28)].
¿Acaso es posible que nosotros que somos señores del mundo y tenemos todo a nuestro alcance seamos iguales al pobre, al de diferente raza y color? ¿Cómo podemos pisar junto a él un mismo suelo y comer junto a él? ¿No es verdad que los demás han sido creados para servirnos a nosotros los poderosos, los ricos y por lo tanto los pobres del mundo deben estar a nuestro servicio durante toda su vida? [«El pueblo de Noé desmintió a los enviados. Cuando su hermano Noé les dijo: ‘¿Es que no vais a temer a Dios? Tenéis en mí a un enviado digno de confianza. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme! No os pido por ello ningún salario. Mi salario no incumbe sino al Señor del universo. ¡Temed, pues, a Dios y obedecedme!Dijeron: ¿Vamos a creerte a ti, siendo así que son los más viles los que te siguen?Dijo: ¿Yo no tengo conocimiento de lo que ellos hacen? Sólo a mi Señor tienen que dar cuenta. Si os dierais cuenta... ¡No voy yo a rechazar a los creyentes!» (Corán 26:105-114)]
¿Qué tipo de libro es éste que dice que el valor de los seres humanos depende de sus buenas intenciones y de sus buenas acciones, no de sus riquezas ni apariencias? ¿Cómo se puede entender esto? Nosotros que corremos tras la riqueza, el dinero, y el estatus social no podemos ser inferiores a una persona creyente y pobre. Nosotros, ¿inferiores a ellos? Y es que, según el Corán, nosotros somos inferiores a ellos. ¿Qué lógica es ésta? ¿Cómo se puede pensar así?
Reflexionemos un poco más. El Corán dice que no tienes derecho a faltarle el respeto a tus padres, tienes que servirles toda tu vida sin poder expresar desagrado, cansancio, fastidio o repugnancia. ¿Cómo se puede practicar esto? ¿Qué sería entonces de nuestras vidas y placeres?... Ellos solamente nos engendraron y, en cualquier momento que nos molesten, sin temor alguno, los dejamos en un asilo de ancianos. Realmente, esos lugares han sido construidos para salvarnos, para resguardar nuestro bienestar, nuestros placeres. [«Tu Señor ha decretado que no debéis servir sino a Él y que debéis ser buenos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas: ¡Uf!y trates con antipatía, sino sé cariñoso con ellos. Por piedad, muéstrate deferente con ellos y di: ¡Señor, ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron cuando me educaron siendo niño!» (Corán 17:23-24), «Y cuando concertamos un pacto con vosotros: ¡No derraméis vuestra sangre ni os expulséis de casa unos a otros!Lo aceptasteis, sois testigos. Pero sois vosotros los que os matáis y expulsáis a algunos de los vuestros de sus casas, haciendo causa común contra ellos con pecado y violación de la ley. Y, si acuden a vosotros como cautivos, los rescatáis. El haberlos expulsado era ya ilícito. Entonces, ¿es que creéis en parte de la Escritura y dejáis de creer en otra parte? ¿Qué merecen quienes de vosotros tal hacen sino la ignominia en la vida de acá y ser enviados al castigo más duro el día de la Resurrección? Dios está atento a lo que hacéis.» (Corán 2:84 y 85)]
¡Es asombroso! ¿Cómo se puede permanecer callado frente a este Libro que habla de los derechos de las mujeres, que considera que los hombres y las mujeres tienen la misma jerarquía? [«Su Señor escuchó su plegaria: No dejaré que se pierda obra de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra, que habéis salido los unos de los otros. He de borrar las malas obras de quienes emigraron y fueron expulsados de sus hogares, de quienes padecieron por causa Mía, de quienes combatieron y fueron muertos, y he de introducirles en jardines por cuyos bajos fluyen arroyos: recompensa de Dios. Dios tiene junto a Sí la bella recompensa.» (Corán 3:195), «Durante el mes del ayuno os es lícito por la noche uniros con vuestras mujeres: son vestidura para vosotros y vosotros lo sois para ellas. Dios sabe que os engañabais a vosotros mismos. Se ha vuelto a vosotros y os ha perdonado. Ahora, pues, yaced con ellas y buscad lo que Dios os ha prescrito. Comed y bebed hasta que, a la alborada, se distinga un hilo blanco de un hilo negro. Luego, observad un ayuno riguroso hasta la caída de la noche. Y no las toquéis mientras estéis de retiro en la mezquita. Éstas son las leyes de Dios, no os acerquéis a ellas. Así explica Dios Sus aleyas a los hombres. Quizás, así, Le teman.» (Corán 2:187)] , pide a los hombres que sirvan a las mujeres y las mantengan, sin obligarlas a trabajar. ¿Acaso nuestras mujeres seguirían obedeciéndonos si escuchasen estas palabras? ¿No es éste el motivo por el que cada año, miles de mujeres se quedan cautivadas por el Corán y se vuelven creyentes? Este Libro dice que las mujeres han sido creadas para vuestro sosiego y para vivir felizmente junto a vosotros y así lleguéis a la perfección. [«Y entre Sus signos está el haberos creado esposas nacidas entre vosotros, para que os sirvan de quietud, y el haber suscitado entre vosotros el afecto y la bondad. Ciertamente, hay en ellos signos para gente que reflexiona.» (Corán 30:21)]
¿Qué palabras son éstas? ¿Acaso no es verdad que las mujeres están para que nosotros, los hombres, nos aprovechemos de ellas? ¿No han sido creadas para servirnos? Nosotros debemos aprovecharnos de su belleza para propagar cuanto más sea posible nuestros productos y obtener más riquezas. Lógicamente - todo esto - mientras están jóvenes y bellas, después: ya no nos importan.
A propósito, ¿qué libro es éste que le dice a las mujeres que se cubran frente a nosotros, privándonos del placer de verlas? [«Y di a las creyentes que bajen la vista con recato, que sean castas y no muestren más adorno que los que están a la vista, que cubran su escote con el velo y no exhiban sus adornos sino a sus esposos, a sus padres, a sus suegros, a sus propios hijos, a sus hijastros, a sus hermanos, a sus sobrinos carnales, a sus mujeres, a sus esclavas, a sus criados varones fríos, a los niños que no saben aún de las partes femeninas. Que no batan ellas con sus pies de modo que se descubran sus adornos ocultos. ¡Volveos todos a Dios, creyentes! Quizás, así, prosperéis.» (Corán 24:31)]
¿Qué derecho tienen de privarnos de estos placeres? ¿Acaso no han sido creadas bellas para podernos deleitar? [«Pero el hombre preferiría continuar viviendo como un libertino.» (Corán 75:5)]
¿Qué clase de libro es éste que dice que se resguarden los derechos de los niños, en especial, los de los huérfanos»? [«Quienes consuman injustamente la hacienda de los huérfanos, sólo fuego ingerirán en sus entrañas y arderán en el fuego de la gehena.» (Corán 4:9-10)]
¿Qué derechos pueden tener los niños? Lo mejor que podemos hacer con un niño que no entiende, que no razona y tiene mucha riqueza, es adueñarnos de su dinero para que no lo desaproveche. Pues, en su niñez no entiende y cuando crezca buscará algún trabajo y tendrá una vida normal. ¿Qué persona en su sano juicio, puede pasar por alto la riqueza de un niño huérfano que no tiene a nadie que lo proteja?
Lo más asombroso, es que el Corán no deja nada librado al azar, incluso nos exhorta con respecto a la naturaleza para que no la alteremos ni molestemos a los seres vivos» [«No hay animal en la tierra, ni ave que vuele con sus alas, que no constituyan comunidades como vosotros. No hemos descuidado nada en la Escritura. Luego, serán congregados hacia su Señor. Pero quienes desmi9neten Nuestras señales están sordos mudos en las tinieblas» (Corán 6:38,39), «La corrupción se ha manifestado en la tierra y el mar por lo que los seres humanos han hecho para que prueben algo de lo que han hecho y así, quizás regresen al buen camino». (Corán, 30:41), «Lo que adoran aparte de Él, no son más que ídolos femeninos y no adoran más que a un Satanás rebelde, a quien Dios ha maldecido y que dice: tomaré a un número determinado de tus siervos y les extraviaré. Les haré concebir falsas esperanzas y les ordenaré que corten las orejas del ganado y que alteren la creación de Dios. Y quien tome a Satanás por amigo y protector, en lugar de a Dios se habrá perdido de manera evidente». (Corán, 4:116-119).]
¿Qué orden es ésta? Nosotros con tal de alcanzar nuestros objetivos haremos lo que se nos antoje; de ser necesario aniquilaríamos y exterminaríamos a miles de seres vivos en el aire, en el mar, en la tierra, incluyendo seres humanos. ¿Acaso aparte de las nuestras hay otras vidas que tengan valor? Realmente, todos los seres vivos han sido creados para nuestro bienestar, nuestros placeres y el provecho que podamos obtener de ellos.
¿Cómo puede quedarse uno quieto frente a este Libro que considera poco y efímero todo lo que hemos acumulado en nuestras vidas - bienes, lujos, palacios, tecnología, etc. - y nos habla de otra vida que es eterna y feliz para los creyentes? [«Di: El breve disfrute de la vida de acá es mezquino. La otra vida es mejor para quien teme a Dios. No se os tratará injustamente en lo más mínimo» (Corán 4:77), «Lo que vosotros tenéis se agota. En cambio, lo que Dios tiene perdura. A los que tengan paciencia les retribuiremos, sí, con arreglo a sus mejores obras». (Corán 16:96)]
¿Cómo podemos quedarnos de brazos cruzados frente a este Libro que contradice todos nuestros cálculos y análisis? Mientras nosotros reiteramos - por medio de cientos de películas e imágenes - que se acerca una guerra entre civilizaciones y que el barco de la civilización humana se ha empantanado y que el futuro de la humanidad no será otro más que guerras y derramamiento de sangre, el Corán sostiene lo contrario, dice que la humanidad tiene un salvador que aparecerá pronto y que toda la gente creerá en él. Asimismo, dice que este salvador establecerá la paz y la justicia en toda la Tierra y que la felicidad entrará en todas las casas, que todo el mundo será feliz y que incluso las aves en los cielos y los peces en los mares sentirán seguridad y felicidad. [«A quienes de vosotros crean y obren bien, Dios les ha prometido que ha de hacerles sucesores en la Tierra, como ya había hecho con sus antecesores. Y que ha de consolidar la religión que le plugo profesaran. Y que ha de trocar su temor en seguridad. Me servirán sin asociarme nada. Quienes, después de esto, no crean, ésos son los perversos.» (Corán 24:55), «Quisimos agraciar a los que habían sido humillados en el país y hacer de ellos jefes, hacer de ellos herederos». (Corán 28:5)]
Hay quienes nos dicen: Vosotros que manifestáis ser defensores de la democracia y la libertad ¿por qué quemáis el Corán que invita decenas de veces a la libertad de pensamiento? [«Con las pruebas claras y con las Escrituras. A ti también te hemos revelado la Amonestación para que expliques a los hombres lo que se les ha revelado. Quizás, así, reflexionen». (Corán 16:44), «Una Escritura que te hemos revelado, bendita, para que mediten en sus aleyas y para que los dotados de intelecto se dejen amonestar». (Corán 38:29)]
¿Pero cuándo hemos dicho que hay libertad de pensamiento? Nosotros sólo creemos en la libertad de nuestro pensamiento liberal. La democracia y la libertad son valiosas mientras las podamos utilizar, de lo contrario pierden su valor. ¿Qué es lo que quieren de nosotros? ¿Quieren que le ofrezcamos al mundo ‘libertad de pensamiento’? ¿Quieren que dejemos de envenenar las mentes de la gente a través de nuestros medios de comunicación o mejor dicho: ‘nuestras redes de emisión de mentiras’? ¿Quieren que le dejemos el camino libre al Corán?, si lo hiciésemos no sobreviviríamos ni una hora, porque este Libro con sus cautivantes pensamientos estaría en cada rincón del planeta. Si eso sucediera, una avalancha de creyentes nos aniquilaría y encerrarían nuestros pensamientos en los museos de historia.
Aquellos amigos que nos dicen, «si es que habláis con la verdad, decid algo para enfrentar el Corán»; no saben que hace más de catorce siglos que este asombroso libro está invitando a la humanidad a traer algo parecido, aunque sea sólo una aleya. Y es que aún no ha existido nadie que haya sido capaz de enfrentarse al Corán y todo aquél que dio un paso adelante - en su contra - tuvo que retroceder aturdido. [«Di: Si los hombres y los genios se unieran para producir un Corán como éste, no podrían conseguirlo, aunque se ayudaran mutuamente». (Corán 17:88)]
Algunos nos dicen que quemar el Corán es insultar a Jesús y a María, ya que en dicho libro se encuentran las más bellas descripciones sobre él y su madre. ¿Creéis realmente que insultar el Corán es insultarlos a ellos también? [«Y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar de Oriente. Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Le enviamos Nuestro Espíritu y éste se le presentó como un mortal acabado. Dijo ella: Me refugio de ti en el Compasivo. Si es que temes a Dios...Dijo él: Yo soy sólo el enviado de tu Señor para regalarte un muchacho puro. Dijo ella: ¿Cómo puedo tener un muchacho si no me ha tocado mortal, ni soy una ramera?Así será, dijo. Tu Señor dice: Es cosa fácil para Mí. Para hacer de él signo para la gente y muestra de Nuestra misericordia’. Es cosa decidida. Quedó embarazada con él y se retiró con él a un lugar alejado. Entonces los dolores de parto la empujaron hacia el tronco de la palmera. Dijo: ¡Ojalá hubiera muerto antes y se me hubiera olvidado del todo...!Entonces, de sus pies, le llamó: ¡No estés triste! Tu Señor ha puesto a tus pies un arroyuelo. ¡Sacude hacia ti el tronco de la palmera y ésta hará caer sobre ti dátiles frescos, maduros! ¡Come, pues, bebe y alégrate! Y, si ves a algún mortal, di: He hecho voto de silencio al Compasivo. No voy a hablar, pues, hoy con nadie’ Y vino con él a los suyos, llevándolo. Dijeron: ¡María! ¡Has hecho algo inaudito! ¡Hermana de Aarón! Tu padre no era un hombre malo, ni tu madre una ramera. Entonces ella se lo indicó. Dijeron: ¿Cómo vamos a hablar a uno que aún está en la cuna, a un niño?Dijo él: Soy el siervo de Dios. Él me ha dado la Escritura y ha hecho de mí un profeta. Me ha bendecido dondequiera que me encuentre y me ha ordenado el salat (oración) y el zakat (diezmo) mientras viva, y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho violento, desgraciado. La paz sobre mí el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida. Tal es Jesús, hijo de María, para decir la Verdad, de la que ellos dudan. Es impropio de Dios adoptar un hijo. ¡Gloria a Él! Cuando decide algo, le dice tan sólo: ¡Sé!y es. Y: Dios es mi Señor y Señor vuestro. ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta» (Corán 19:16-36), «...ofrezco en voto, a Tu exclusivo servicio, lo que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe»... Lo que he dado a luz es una mujer... Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito Demonio, y también a su descendencia...» (Corán 3:35-55), «Cuando dijo Dios: ¡Jesús, hijo de María! Recuerda Mi gracia, que os dispensé a ti y a tu madre cuando te fortalecí con el Espíritu Santo y hablaste a la gente en la cuna y de adulto, y cuando te enseñé la Escritura, la Sabiduría, la Tora y el Evangelio. Y cuando creaste de arcilla a modo de pájaros con Mi permiso, soplaste en ellos y se convirtieron en pájaros con Mi permiso. Y curaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi permiso. Y cuando resucitaste a los muertos con Mi permiso. Y cuando alejé de ti a los Hijos de Israel cuando viniste a ellos con las pruebas claras y los que de ellos no creían dijeron: Esto no es sino manifiesta magia. Y cuando inspiré a los apóstoles: ¡Creed en Mí y en Mi enviado! Dijeron: ¡Creemos! ¡Sé testigo de nuestra sumisión!’. Cuando dijeron los apóstoles: ¡Jesús, hijo de María! ¿Puede tu Señor hacer que nos baje del cielo una mesa servida?. Dijo: ¡Temed a Dios, si sois creyentes!. Dijeron: Queremos comer de ella. Así, nuestros corazones se tranquilizarán, sabremos que nos has hablado verdad y podremos ser testigos de ella. Dijo Jesús, hijo de María: ¡Dios, Señor nuestro! Haz que nos baje del cielo una mesa servida, que sea para nosotros, el primero como el último, motivo de regocijo y signo venido de Ti. ¡Provéenos del sustento necesario, Tú, Que eres el Mejor de los proveedores!. Dijo Dios: Sí, voy a hacer que os baje. Pero, si uno de vosotros, después de eso, no cree, le castigaré como no he castigado a nadie en el mundo. Y cuando dijo Dios: ¡Jesús, hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a los hombres: ¡Tomadnos a mí y a mi madre como a dioses, además de tomar a Dios!?. Dijo: ¡Gloria a Ti! ¿Cómo voy a decir algo que no tengo por verdad? Si lo hubiera dicho, Tú lo habrías sabido. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti. Tú eres Quien conoce a fondo las cosas ocultas. No les he dicho más que lo que Tú me has ordenado: ¡Servid a Dios, mi Señor y Señor vuestro! Fui testigo de ellos mientras estuve entre ellos, pero, después de llamarme a Ti, fuiste Tú Quien les vigiló. Tú eres testigo de todo.» (Corán 5:110-117)]
Les diré que en esto sí tienen razón, pero si queréis saber la verdad… se las diré en voz baja: « ¿Quién dijo que nosotros aceptamos realmente a Jesús y a María? Estas muestras de religiosidad que observáis sólo son un arma para engañar a las naciones, la verdad es que nosotros no creemos en nada, excepto en nosotros mismos y en la conservación de nuestro poder y riquezas».
Nos preguntan: ¿Por qué queréis quemar el Corán? En realidad, no tenemos ningún argumento ante el Corán: Nuestro intelecto no puede aceptar lo que dice el Corán. ¡Por favor!, ¿qué otra medida podemos tomar? Quemarlo por lo menos refresca nuestros corazones y quema el corazón de los creyentes. [«¡Malditos sean los hombres del Foso, del fuego bien alimentado, sentados a él, dando testimonio de lo que ellos han hecho a los creyentes, resentidos con ellos sólo porque creyeron en Dios, el Poderoso, el Digno de Alabanza, a Quien pertenece el dominio de los cielos y de la Tierra. Dios es testigo de todo. Quienes sometan a los creyentes y a las creyentes a una prueba y no se arrepientan luego, tendrán el castigo de la gehena, el castigo de su fuego. Quienes, en cambio, hayan creído y obrado bien tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos. ¡Ese es el gran éxito! ¡Sí, es duro el rigor de tu Señor!» (Corán 85:4-12), « ¿Te has enterado de la historia de los ejércitos, de Faraón y de los Tamudeos? Los infieles, no obstante, persisten en desmentir, pero Dios les tiene a Su merced ¡Sí, es un Corán glorioso en una Tabla bien guardada!» (Corán 85:17-22)]
Firma: El quemador anónimo del Corán.
Solicitada
«Desean apagar la luz de Dios con sus infames bocas» (Corán 61:8)
Convocamos a todos los intelectuales y seres libres del mundo de cualquier credo a presentar su postura frente al ignorante acto de ‘la quema del Corán’ [«Cuando venga el auxilio de Dios, así como el éxito, y veas que los hombres entran en masa en la religión de Dios, entonces, ¡celebra las alabanzas de tu Señor y pide Su perdón! Es indulgente». (Corán 110:1-3)], libro que se alberga en el corazón de millones de seres humanos. Esta medida destruye el fruto de años y años de esfuerzos de pensadores del mundo - quienes trataron de acercar los corazones de los adeptos de las religiones monoteístas - sembrando a través de este vil acto (la quema del Corán el 11 de septiembre) la semilla de la discordia. Sin duda alguna, esta medida tiene como objetivo enfrentar a la humanidad, expandir la inseguridad y la islamofobia en todo el mundo.
Estamos seguros de que los ejecutores de esta acción, incentivados por Estados Unidos y el sionismo, pretenden con ello buscar pretextos para justificar su presencia militar en tierras del Mundo Islámico, para seguir masacrando a los musulmanes y saqueando sus riquezas.
Ellos ignoran que estos viles esfuerzos no pueden obstaculizar la gran ola del despertar islámico entre los musulmanes y la adhesión de la gente del mundo a este Libro celestial. Nosotros, como musulmanes, respetamos todas las religiones divinas y a todos los Profetas, nos duele que se insulte a cualquier religión. Si en vez del Corán hubieran querido quemar la Biblia, hubiésemos reaccionado de la misma manera.
Grandes personalidades del mundo han expresado su indignación ante este acto infame. El representante de los cristianos en el Parlamento de la República Islámica de Irán, Roberto Biglerian dijo: «Quemar el Corán constituye también un claro insulto a Jesús y María, la lógica del Corán no puede ser quemada. Lo que en realidad se quemó fue la identidad de sus incendiarios».
Asimismo, señaló: «Estoy avergonzado de esta medida insensata de los estadounidenses blasfemos; como cristiano no puedo expresar nada más que vergüenza. Insultar el Corán es contrario a los valores del cristianismo. Quemar el Corán es quemar a todas las religiones divinas, y espero que mis correligionarios a lo largo del mundo reaccionen».
Extraído de la Revista Kauzar 56 y 57
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