Por un mundo libre de muros, xenófobos, islamófobos e antiinmigrantes

“Conferencia Mundial por la Ciudadanía Universal”

Sdenka Saavedra Alfaro[1]

La bofetada que dio al mundo el actual Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tras retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París, el primero de junio de esta gestión respectivamente[2], que busca reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero, sin lugar a dudas fue una determinación que afecta de forma severa a los esfuerzos globales para detener el calentamiento global y a la vez un error histórico; pues vuelve la espalda a la lucha contra el cambio climático que requiere la cooperación del mundo entero y esta decisión de Estados Unidos de retirarse de esta cooperación internacional dañará su relación con Latinoamérica y con el resto del mundo, ya que los más vulnerables a este problema son los países Latinoamericanos y Caribeños, como lo reportó, The New York Times.

“Los países latinoamericanos y caribeños son muy vulnerables a este problema. Un aumento importante en las temperaturas mundiales conduciría a una reducción de la tierra cultivable, la pérdida de islas de baja altitud y las regiones costeras, así como a fenómenos meteorológicos más extremos en muchos de estos países. Latinoamérica cuenta con una tercera parte del agua dulce del planeta y casi el 30 por ciento de terrenos nuevos que podrían cultivarse, lo cual convierte a esta región en un centro importante para la producción mundial de alimentos”[3].

Con esta decisión Trump irritó al mundo entero[4], y con esto estamos comprobando que Estados Unidos ya no es un “líder” y ya no quiere ser un líder, porque pone en riesgo la existencia de la humanidad, que para muchos Presidentes fue una gran decepción y una traición a la Madre Tierra, como lo ha señalado el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma.

“Retirarse del Acuerdo de París es una traición a la Madre Tierra, la casa grande de la humanidad, justamente países exageradamente industrializados no asumen su responsabilidad ante problemas climáticos con la vida y la humanidad. El acuerdo de París propugna así reducir al máximo los impactos ambientales para nuestros pueblos, a pesar de que la responsabilidad histórica recae en los países llamados “Desarrollados”[5].

Y precisamente de que el segundo país más contaminante del mundo salga del acuerdo[6], implica que, al no reducirse las emisiones tóxicas, la Tierra puede sufrir mayores niveles de calentamiento y con el aumento de las temperaturas medias, se acelerará el deshielo en los polos e incrementará el nivel del mar, además de que, por primera vez, el Acuerdo de París había hecho coincidir a los países más contaminantes del mundo y a los más afectados, como por ejemplo en África, Somalia[7]en donde las severas sequías ponen en riesgo a la gran parte de la población; con esto está quedando claro de quién es el enemigo mundial de los que tienen menos?.

“El objetivo del Acuerdo de París es "mantener la temperatura media mundial por debajo de dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales". En el texto, los países se comprometen a hacer su mayor esfuerzo para que no se rebasen los 1,5 grados y evitar así "los impactos más catastróficos del cambio climático"[8].

Y por si fuera poco a esa decisión arrogante y soberbia de Trump se suma su mensaje xenófobo, islamófobo e antiinmigrante que lo acompañó en su campaña electoral, vetando la entrada de refugiados e inmigrantes como lo manifestaba desde Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak, países de mayoría musulmana[9], corroborando el odio a los países que tienen presencia shiita[10], o por qué no vetó a su aliado que es el régimen de Arabia Saudita?, una medida discriminatoria contraria a los valores constitucionales de Estados Unidos; según organizaciones de derechos civiles como la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles),[11]que dentro de sus posiciones se encuentra la libertad religiosa, que defiende el derecho de los estadounidenses para practicar cualquier clase de religión y para realizar demostraciones públicas de su fe; así como también defiende los derechos de los inmigrantes[12].

Pero de todas maneras pese a que la justicia estadounidense bloqueó el decreto migratorio emitido por Trump[13], éste no cambió de opinión; pues recientemente volvió a asegurar que no dejará su lucha antinmigración y pidió a la Corte Suprema readmitir su decreto

“Ante cualquier evento, estamos vetando en extremo a los que llegan a EE.UU. para mantener a salvo el país. ¡Las cortes son lentas y politizadas!" El Departamento de Justicia debió haberse quedado con la prohibición de viajes original, no la versión suavizada y políticamente correcta que presentaron a la Corte Suprema”.[14]

Y a esto se suma la construcción del muro fronterizo con México[15]; pues también debemos recordar lo que señaló, que será para impedir la entrada a EE.UU. de “violadores” y “adictos a la droga” bajo el supuesto que con él EE.UU. recuperará el control de sus fronteras.

“En un discurso ofrecido desde el Departamento de Seguridad Nacional, el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció la inmediata construcción del muro fronterizo con México, que -dijo- ayudará a acabar con los cárteles del narcotráfico que operan en la región y salvar miles vidas en ambos países, servirá para frenar y detener el flujo de inmigrantes hacia EE.UU. provenientes de América del Sur y Centroamérica”[16].

Hasta ahora esta idea de la construcción del muro fronterizo con México continúa vigente, pese a enfrentar una demanda que un grupo ambientalista y un diputado estadounidense presentaron ante el tribunal Federal en Tucson, la capital del estado de Arizona, por violar la ley sobre política nacional ambiental y la ley sobre protección de especies animales amenazadas[17].

Y también al respecto volvemos a señalar que con la construcción de este muro no se solucionará en nada la crisis inmigratoria, más al contrario continuará, porque el país con más inmigrantes indocumentados en la actualidad es EE.UU. llegando hasta ahora a la cantidad de casi 11 millones de indocumentados en ese país, los que provienen especialmente de América Latina; así lo confirma un informe elaborado por el Centro de Estudios sobre Migración.

“El número total de inmigraciones sin papeles que viven en EE.UU. es de 10.9 millones en el año 2014, algo más de la mitad de ellos casi 6 millones son procedentes de México, por detrás se encuentran los inmigrantes sin papeles de países de América Central (1.58 millones), de Asia (1.57 millones), de Sudamérica (637.000), del Caribe (445.000), de África (308.000), de Europa (303.000) y de Oceanía (21.000)[18]”.

“El país con mayor población indocumentada sigue siendo California, con casi 2.6 millones en 2014, por delante de Texas (1.73 millones), Nueva York (817.000), Florida (711.000), Illinois (455.000), Nueva Yersey (452.000) y Georgia (345.000)[19]”.

El odio recalcitrante del primer mandatario estadounidense hacia los inmigrantes, hacia los musulmanes shiitas; hacia el mundo más débil; es decir hacia los que tienen menos es sin lugar a dudas la característica contundente de que Estados Unidos se ha convertido en una amenaza contra la paz, la Madre Tierra y el multilateralismo, y ello lo estamos corroborando; ya que el sólo hecho de no implementar los acuerdos de París es no garantizar la vida a las futuras generaciones, el capitalismo es el peor enemigo de la humanidad en palabras de Evo Morales Ayma[20].

Y para ese fin Bolivia convoca a la Cumbre de los pueblos por un mundo sin muros a realizarse en la localidad de Tiquipaya-Cochabamba entre el 20 y 21 de junio de esta gestión, Cumbre que fue respaldada por los presidentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en el marco de la reciente XIV Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP que se efectuó en la ciudad de Caracas[21].

La convocatoria presentada para su realización de la misma, señala que a lo largo de la historia muchos pueblos se han visto obligados a migrar huyendo de desastres, guerras, dictaduras militares e incluso del exterminio entero de pueblos enteros, por lo que destaca que la migración es inherente a la humanidad y, por lo contrario, la construcción de fronteras es un fenómeno hiriente.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 13 establece que toda persona tiene derecho a circular libremente y elegir su residencia en el territorio de un Estado y el derecho de salir de cualquier país, incluso del propio y de regresar a su país, bajo este precepto acordamos por unanimidad, por la comunidad internacional no existen personas ilegales por su concepción migratoria, todo ser humano es sujeto de derechos sin importar el lugar de donde se encuentren o residan.

Y entre las principales causas que impulsan la migración están las crecientes desigualdades del capitalismo contemporáneo y la globalización neoliberal que produce grandes contingentes de pobres que huyen de países buscando trabajo o mejores condiciones de vida. Así mismo el documento expresa una profunda preocupación por las políticas restrictivas en el cierre de fronteras con la construcción de nuevos muros, la criminalización de la migración por parte de los países ricos del norte, en contra de los migrantes del sur. Y en ese sentido Evo Morales señaló:

“No es posible que haya muros para los migrantes, para los latinos y refugiados, y no haya muros para las intervenciones militares, para que no saqueen los recursos naturales. Por eso, de manera conjunta, el Estado y pueblo debemos hacer un profundo debate mundial sobre la migración en estos tiempos”[22].

“Particularmente nos preocupa la política migratoria de Estados Unidos”, impulsada por el gobierno del presidente Donald Trump, “que pretende expulsar hasta tres millones de migrantes y el retorno de la directiva de la Unión Europea”[23]

También pronuncia su profunda preocupación por la creciente política militarista de los países agrupados en la OTAN “que están provocando guerra y crisis humanitaria” en países como Irak, Libia, Siria, Afganistán y Yemen que expulsan diariamente a miles de refugiados, “quienes huyen de la muerte y perecen en el mar en su intento de salvar la vida buscando asilo”.

La convocatoria deplora que Estados Unidos -la mayor potencia militar del mundo y el mayor exportador de armas- haya decidido incrementar su multimillonario presupuesto militar en un 9,7% con el objetivo de “crear nuevas guerras para ganarlas en los países del sur y así adueñarse de sus riquezas naturales”.

Y para ese efecto, el Presidente de Bolivia invitó a las organizaciones sociales de varios países para construir una posición frente a las políticas actuales que propone el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la intención de evitar el ingreso de migrantes a ese país, levantando un muro en la frontera que tiene EEUU con México, así mismo se tiene previsto el arribo de varias personalidades internacionales, expresidentes de Estado y expertos en temas migratorios para presentar nuevas alternativas y resolver el conflicto de la migración en los países del mundo.

Esperamos encontrar soluciones en esta Cumbre, a la que el propio Papa Francisco aplaudió y saludó por su organización[24]; pues cuestionamos la existencia de muros para frenar a migrantes latinos y a refugiados, pero hasta ahora no se detienen las intervenciones militares que sólo saquean los recursos naturales de los pueblos. Debemos frenar de una vez por todas el odio del imperialismo y sus aliados contra la gente más débil y desamparada, como lo señaló el Che Guevara en una entrevista concedida en 1964 a diversos periodistas estadounidenses de la CBS donde el líder cubano analiza las relaciones entre Cuba y Estados Unidos[25], entre otros temas.

"No fijamos nuestra posición escuchando o mirando lo que hace Estados Unidos. Hacemos nuestra propia política internacional", responde el Che, ante la primera pregunta sobre la actitud de Washington respecto a Cuba. A continuación, dice: "Naturalmente miramos con atención lo que hace porque es nuestro enemigo, está cerca y es muy fuerte".[26]

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