Monstruos y demonizaciones que nos venden los mass media bajo la égida del imperialismo

“Hay que desconfiar de los propios ojos y de los propios sentidos. Yo veo el horizonte plano pero la tierra es redonda….”

Roberto Chambi Calle[1]

Desde la aparición de los medios de comunicación, las sociedades en su mayoría han vivido bajo sus directrices de información tornándose las mismas en un “rebaño” delineado y estructurado por los mass media. Lo más preocupante de ello es que coetáneo con estos medios de comunicación, a ellos, se han fusionado en muchos casos las corporaciones capitalistas viendo sólo sus intereses económicos, comerciales y monetarios; pues más allá de vivir en sociedades democráticas en donde la información debe tener esa naturaleza se han convertido simplemente en un medio por el cual los capitalistas desean delinear el pensamiento de las personas. A tal fin hoy las grandes corporaciones y multinacionales no solo hacen inversiones en sí mismos; sino por sobre todo en los medios de comunicación, aquel slogan de la publicidad se ha convertido en la punta de lanza para atacar el pensamiento y la conciencia de las personas mostrándoles solo espejismos de la realidad. Es muy fácil que un medio corporativo obedeciendo a fines fuera de educar, entretener pueda corromper el pensamiento de las personas, éstas últimas quizás por la carencia de tiempo o por interés no van más allá de lo que le brindan sus informativos, sus seriales, novelas o sus películas siendo autómatas que son guiados como ovejas. Según Noam Chomsky es fácil que un medio de comunicación nos pueda hacer ver lo falso por lo verdadero o como una sociedad pacifista puede tornarse en una sociedad guerrerista; ya que uno de los trabajos de estos es crear consensos.

A tal fin muchos mass media tratan siempre de domesticar  y educar al rebaño en donde la mayoría de los lectores de periódicos, los televidentes o los oyentes tiene que masticar y digerir sin quejas, de una manera religiosa la información que es emitida por dichos medios, tal cual fuera un credo axiomático. A ello debemos agregar el rol también de las redes sociales que aparte de socializar las ideas se están ocupando de crear consensos sinuosos y no sólo ello; sino lo peor de todo violando la privacidad y el derecho de información de los individuos.

Esta sociedad pasiva que solamente digiere pasivamente la información, más tarde que temprano se convierte en una masa fofa y robótica que critica y juzga sin tener los recursos y los principios de la verdad; por ello el rol de estos medios de comunicación ya no es educar sino desinformar, distraer y marginar. Esta labor a la que han aportado los emporios económicos, no tiene fin; sino es un trabajo permanente domesticar, crear consensos y hacer aparecer lo falso por lo verdadero, ya que se ha vuelto en un negocio hecho y derecho, sabemos que falsificar la historia es sencillo; así como los ganadores siempre escriben su historia en desmedro de los que tienen la verdad, la misma que no tiene sentido cuando los primeros utilizan sus medios para desvirtuar la verdad y mostrarla por falsa.

Estos roles que han asumido actualmente la mayoría de los medios de comunicación corporativos tienen fines que no son en sí mismos buenos; sino fines que obedecen a paradigmas y sistemas políticos que tienen intereses demarcados y que para ello no interesa que información se dé; sino cómo se distrae a la gente, ejemplo palmario de ello es lo que sucedió reciéntenme con los ataques indiscriminados e inhumanos que hizo Israel contra los Palestinos en los meses de julio y agosto de 2014, los mismos que dejaron al menos 2310[2] muertos y 11.000 heridos y que mientras eso ocurría se distraía a la gente con el Mundial de Fútbol que se estaba llevando en Brasil. Así mientras Israel asesinaba a Palestinos y destruía sus vidas y su territorio, las ovejas veían felices la inauguración  y los partidos del mundial.

Otra de las formas de crear consensos y verdades es que también los medios corporativos de desinformación construyen “monstruos” fantásticos; así como el Leviatán[3] al cual referiría Thomas Hobbes y es que cuando la situación o el plan maestro de la corporación o la industria comercial o el partido en función de gobierno no va bien, es una necesidad crear monstruos; pues las políticas y las directrices dentro la sociedad internacional no van de acuerdo a los planes mundiales del nuevo orden, por lo cual lo que debe hacerse es demonizarse a aquellos sujetos internacionales, que no van de acuerdo con los guiones de la paz y la seguridad Internacional; ejemplos para ello podemos encontrarlos en demasía solo por citar algunos: Saddam Hussein ex aliado de EEUU cuando en guerra con Irak[4] el país del norte ayudó y asesoró en la guerra impuesta a Irán y que años posteriores se demonizó para deshacerse de Saddam Hussein invadiendo finalmente Irak en el 2003, cuando las tropas aliadas bajo la égida de EEUU mandaban misiles  “Tomahawk”.

Otro ejemplo ya más actual es lo que pasa con Irán que en el gobierno de Bush[5] se lo catalogó como el país dentro el eje del mal, como si ellos tuvieran el derecho absoluto de hacer ese tipo de clasificaciones. Pero esta demonización contra el país de los Ayatolás no es reciente; sino data desde 1979 cuando el Imam Jomeini junto al pueblo Iraní expulsaron al régimen monárquico del Sha, ante tal pérdida de su socio es que la administración Norteamericana a la fecha trata de deshacerse de sus enemigos por todos los medios y las mediaciones; incluso con un posible ataque bélico ello porque los discursos incendiarios y las falacias cubiertas con el glasé mediático hacen ver al país como el enemigo, al cual se debe derrotar o invadir, esa información es la que día a día se va vendiendo a las ovejas, aquel rebaño desconcertado que se debe evitar que brame y pisotee y para ello habrá que distraerlo[6], el que muchas veces no piensa solo se deja llevar por lo que manifiestan los medios de los emporios del  poder mediático, aquella información falsa y sobre dimensionada que en la mayoría de los casos es bien digerida por la población, la misma que siendo  pacifista se convierte en una bestia y que sólo ama  la paz y la seguridad  desde el punto de vista del imperialismo, aquel que mediante sus fábricas como Hollywood brindan a las masas inermes que quizás por los factores de pereza intelectual o falta de búsqueda en la información se dejan llevar por la mentira y la información sinuosa.

Frente a los instrumentos y los aparatos mediáticos clásicos del imperialismo (Radio, Televisión y Prensa), han surgido otros medios como internet y las redes sociales, los mismos que han sabido ser bien manejados y manipulados por los intereses de las superpotencias, las persecuciones a Julian Assague y a Edward Snowden son sólo la punta del témpano que muchos aún no conocen y que quizás no quieran conocer; pues mediante los slogans y la fabricación de monstruos y mentiras la población tiene poca credibilidad en la verdades libres de mediaciones y medios. “Facebook”, “Twitter” o “Wathsapp” por citar solo ejemplos, se han convertido hoy en las herramientas, no sólo de los emporios mediáticos; sino también de las multinacionales que lo único que les interesa es vender el producto y es que desde la conferencia de Bretón Woods[7] aparece un nuevo fundamento de opresión y silenciamiento a la población mundial cuyos fines obedecen a el Fondo Monetario Internacional[8], el Banco Mundial[9], la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneros y Comercio[10]; etc… aquello que ha sido denominado por Ignacio Ramonet[11] como el “pensamiento único” en donde lo económico y lo comercial se yuxtapone irracionalmente a lo político y que mediante los medios corporativos de información se hace creer a la población mundial que comprar y vender sea la tarea principal del ser humano.

Así los medios de comunicación se han tornado proclives a este pensamiento único, en donde sólo el mercado importa; por ello es importante para ellos conquistar los mercados, por ende las audiencias deben romper los rankings para que mediante estos se permeen y transformen las falsedades en verdades absolutas; pues una noticia o una información siendo que es falsa que por la constante repetición y emisión por todos los canales de información, más pronto que tarde hacen que se convierta en una verdad, ya que la masa poblacional ya está conquistada y domada; sus cerebros ya están adoctrinados y domesticados para deglutir religiosamente la información que se les vende, ello hace que esta población se convierta en un aliado engañado de los intereses de las potencias y sus corporaciones mediáticas. Sin duda ello es un atentado directo a los principios de vida y democracia que tienen los seres humanos.

Antes los aparatos ideológicos del estado: la escuela, la iglesia, la familia, adoctrinaban a las masas, hoy eso ha cambiado y se ha multiplicado. De tal manera que en la actualidad el pensamiento de los hombres es administrado y dosificado por estas corporaciones apoyadas y muchas veces establecidas por las superpotencias que quieren doblegar a los hombres, despojarlos de sus territorios y por sobre todo de sus recursos.

En pleno Siglo XXI hoy más que antes, los hombres deben tomar medidas y decisiones para que los medios corporativos dejen de oprimirlos y coaccionarles con un pensamiento único, aquel que sólo a ellos (oligarquías y emporios de poder) les interesa y que de seguir así no será raro invadir  países haciéndose creer que es una urgente necesidad derrocar a un gobierno y su gobernante, cuando en los hechos es un estado con todos los derechos y las legalidades que el Derecho Internacional otorga.

Acá los hombres que aún creen en la verdad deben ser los responsables de sí mismos con la información que tienen y quieren tener, no se puede ser perezoso e irresponsable con la verdad, que muchas veces la tornan como falsa, por el sólo hecho de que no se investiga, ni se indaga un hecho, se debe comprender que estar sólo sentado frente a un televisor o leer unas cuantas líneas en  twiitter o en faceboook, no nos hará conocedores absolutos de una verdad y que para tener un buen juicio, nosotros debemos ser quienes indaguemos en todas las fuentes y por todos los medios posibles las verdades, no aquellas que nos venden de acuerdo a ese pensamiento único de que sólo debes usar un producto “x” o de que se debe invadir un país por el sólo hecho de que está catalogado como malo o que profesa una religión que es de terror, según la publicidad y los slogans que las multinacionales corporativas de comunicación nos muestran.

Demostrar y demostrarnos a nosotros mismos dónde está la verdad es una labor vital en este siglo, en donde los oligopolios y las multinacionales tratan de aniquilar nuestros pensamientos y nuestras creencias queriendo sólo vendernos lo que a ellos les parece adecuado. De no ser así estaremos dominados, coaccionados, aprisionados y esclavizados por ellas, que sólo tratan de vender sus verdades aquellas que son fabricadas en el seno mismo de las potencias que quieren subyugar a la humanidad. Nosotros no somos ovejas, ni mucho menos un rebaño ¿o sí?....

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