La Esclavitud Desde las Perspectivas Islámica y Occidental

¿Por qué fue abolida la esclavitud?

Al·lâmah Saîied Said Ajtar Riz

 

¿Por qué fue abolida la esclavitud?

Alguien podría decir; ¿Acaso no fue La Inglaterra Cristiana quien finalmente abolió la esclavitud?, Bien, nosotros preguntamos, ¿Acaso si alguien practica la tiranía y la opresión, no es él mismo quien debe abandonar esta práctica? Como explicamos anteriormente, Inglaterra era el mayor comerciante de esclavos; y cuando las tensiones económicas le forzaron a abolir este comercio, tuvo que hacerlo. Pero ¿debemos agradecerle a Inglaterra o al Cristianismo haber permitido esta práctica tan cruel? ¿Acaso no deberíamos entonces, agradecerle a las presiones económicas, porque fueron estas circunstancias, las que realmente tuvieron como consecuencia la abolición de la esclavitud?

Lo cierto es que el movimiento en contra de la esclavitud no fue abanderado por las iglesias; fue dirigido por un puñado de moralistas, cuyos gritos y quejas pasaban desapercibidos, hasta cuando la presión económica obligó al Parlamento emitir una Enmienda en 1807 en contra del tráfico de esclavos. Después de 26 años, se emitió otra para abolir la esclavitud en las colonias Británicas, esto en 1833. Como lo dice el Profesor D.W Brogan en la introducción de ese gran libro del Doctor Eric William, El Capitalismo y la Esclavitud, “La abolición del tráfico de esclavos, luego la abolición de la esclavitud, no fueron meramente el resultado de una nueva línea dentro de la Ética de la política en Gran Bretaña (aunque el Dr. Williams no descarta ni pasa por alto la obra de hombres como Clarkson) sino que fueron una forma de evitar muchas pérdidas económicas. El monopolio de azúcar en las Antillas se volvió intolerable para una sociedad en un auge industrial, convencida de su invulnerable posición competitiva en los primeros días de la revolución industrial”. Para resumir, en las palabras del Profesor Brogan, el sistema esclavista “fue tolerado, defendido, elogiado en tanto que era lucrativo”.

“Durante mucho tiempo fue muy lucrativo. La fortuna de Bristol y Liverpool y hasta cierto punto Glasgow yacía en las plantaciones de las Antillas. El hacendado de las Antillas era el rival en ostentación del Nabab (hombre adinerado) de la India Oriental. No servía de nada que los moralistas señalaran que cada ladrillo de las bodegas de Bristol y Liverpool era cimentados con sangre de los esclavos...Pero la voz de los moralistas rara vez se escuchaba en medio de la grieta de las Guineas (El mismo nombre recuerda el triángulo comercial entre Gran Bretaña, África y las colonias trasatlánticas).”

¿Qué significaba el triángulo comercial? Desde Inglaterra, un surtido muy variado “típico del cargamento de los traficantes de esclavos” era llevado hacia África: “objetos de lujo, vestimentas de toda clase, hierro y otros metales, junto a armas de fuego, esposas, grilletes” El cargamento humano se llevaba desde África hasta las Antillas y las Américas. Desde las Antillas y otras colonias, azúcar, tabaco, índigo, algodón, café y demás materias primas eran transportadas al país natal (Inglaterra) donde eran procesados y luego re-importandos.30

Las plantaciones se fundaron sobre las bases de la esclavitud y fueron protección de los monopolios.

Después se da la secesión de las 13 colonias de América, lo que cierra un gran mercado en contra de las Antillas que estaban en posesión de los británicos. El otro efecto fue que ahora los Estados Unidos de América independiente se dirigían hacia las Islas que eran posesión de Francia, como Haití, Santo domingo, cuba y Brasil. El Doctor Williams escribe lo siguiente “Las superioridad del azúcar de las colonias Francesas era para los hacendados Británicos la más importante sorpresa que saltó de la caja de Pandora, es decir de la Revolución Americana. Entre 1783 y 1789 el progreso que hubo en las islas productoras de azúcar francesas, especialmente en Santo Domingo, fue un fenómeno sorprendente en el desarrollo de la colonia. La fertilidad del suelo francés era decisivo, el costo del Azúcar francés, un quinto menos que el Británico, el promedio de producción en Santo Domingo y Jamaica era de cinco a uno.”31

El efecto desastroso que hubo en las Antillas inglesas puede juzgarse por el hecho de que “en 1775 Jamaica tenía 775 plantaciones; en 1791, de cada cien, 23 habían sido vendidas por deudas, 12 estaban en manos de los comerciantes ilegales, en tanto que siete habían sido abandonadas; los hacendados de las Antillas, endeudados con una suma tan grande de 20 millones.” Gradualmente, los hacendados Británicos perdieron de manera irrevocable la supremacía que habían disfrutado durante tanto tiempo en el mercado europeo. “Las exportaciones de las colonias Francesas, más de ocho millones de libras, y las importaciones, casi de cuatro millones, usaban 164000 toneladas de carga y 33000 marineros; las exportaciones de las colonias Británicas, cinco millones de libras, y las importaciones, menos de dos millones, utilizando 148000 toneladas de carga y 14 mil marineros. De todas formas las colonias de azúcar se convirtieron en gran medida en un elemento más vital para Francia de lo que eran para Inglaterra.”32

De esta manera el costo del azúcar, y similarmente el de casi todos los demás productos se elevaba. El Doctor Williams lo explica de esta forma, “El monopolio de las Antillas no era únicamente poco solidó en teoría, no era lucrativo en la práctica. En 1828 se estimó que le costaba anualmente al pueblo Británico más de un millón y medio de libras. En 1844 le costaba al país 70000 libras en una semana y a Londres 6000 libras. Inglaterra pagaba por su azúcar cinco millones más al año que todo el Continente…dos quintos del precio de cada libra de azúcar que era consumida en Inglaterra equivalía al costo de producción, dos quintos se iban en rentas públicas del gobierno y un quito en impuestos para el hacendado de las Antillas.”33

Gradualmente, Santo Domingo, Haití en posesión de Francia surge como el productor de azúcar más importante. Desde la perspectiva del Primer Ministro Británico, William Pitt, fue este el factor decisivo. La era de las islas azucareras británicas, llegaba a su fin. El sistema de las Antillas ya no era lucrativo, y tampoco lo era el tráfico de esclavos, estructura sobre la cual se fundamentaba el negocio del azúcar, “En lugar de beneficiar a la Gran Bretaña…desde el punto de vista de sus intereses es más dañino de lo se puede pensar”.34

Por lo tanto, Pitt se dirigió hacia la India para cultivar y producir azúcar. “El Plan de Pitt era matar dos pájaros de un solo tiro: Recapturar el mercado Europeo con la ayuda del azúcar de la India y asegurar una abolición internacional del tráfico de esclavos, lo que arruinaría a Santo Domingo. Si no una abolición internacional, entonces una abolición Británica. Los franceses eran tan dependientes de los comerciantes de esclavos británicos que hasta una abolición unilateral por parte de Inglaterra desajustaría severamente la economía de las colonias Francesas.

“El plan de Pitt fracasó por dos razones. La importación de azúcar de la India, era imposible a la escala planeada, debido a los elevados impuestos gravados sobre la azúcar no producida en las Antillas Británicas…en segundo lugar, Francia, Holanda y los españoles se rehusaban a abolir el tráfico de esclavos. No era difícil percibir los motivos políticos detrás del disfraz de humanitarismo de Pitt. Gaston-Martin, el famoso historiador francés del tema del tráfico de esclavos en las colonias del Caribe, acusa a Pitt de hacer propaganda a la liberación de los esclavos en el nombre sin duda de la humanidad, pero con el único interés de destruir el comercio Francés, y concluye que en esta propaganda filantrópica realmente lo que había eran motivos económicos

Luego ocurrió un suceso singular. Los hacendados Franceses de Santo Domingo, en 1791, temerosos de las consecuencias de la Revolución Francesa, le ofrecieron las islas a Inglaterra; muy pronto, La isla Windward siguió el ejemplo; Pitt aceptó la oferta en 1793. Expedición tras expedición fueron enviadas, sin éxito para capturar la isla.

El Doctor Williams dice: “A nivel académico esto es lo más interesante. Pitt pudo no haber obtenido a Santo Domingo ni la abolición. Sin sus 40000 importados al año, Santo Domingo podría igualmente haberse sumergido al fondo del mar. La aceptación de la isla significaba de una manera lógica el fin del interés de Pitt en la abolición. Naturalmente, no lo hizo de esta forma. Ya se había comprometido demasiado ante los ojos del público. Continuó hablando a favor de la abolición, inclusive mientras que en la práctica exhortaba el tráfico de esclavos…los motivos de Pitt eran políticos y en segundo lugar personales. Le interesaba el comercio de azúcar. Tenía que arruinar a Santo Domingo inundando Europa con azúcar de la India mucho más barata o aboliendo el tráfico de esclavos; o debía tomarse por su cuenta a Santo domingo.”35

 “Le daría a Gran Bretaña el monopolio del azúcar, el índigo, el algodón y el café…Pero si Pitt se apoderaba de Santo Domingo, entonces el tráfico de esclavos debía continuar. Cuando Francia perdió Santo Domingo, el tráfico de esclavos se volvió simplemente un tema humanitario.

“Pero la ruina de Santo Domingo no significaba la salvación de las Antillas Británicas. Los dos enemigos aparecieron en escena. Cuba tomó la delantera para llenar el vacío que había quedado en el mercado mundial debido a la ausencia de Santo Domingo.”36

“En tanto, bajo la bandera Americana, cuba y otros puntos azucareros neutrales podían encontrar aún un mercado en Europa, los excedentes de las Antillas se acumulaban en Inglaterra. Era común caer en banca rota, entre 1799 y en 1807, 65 haciendas en Jamaica fueron abandonadas, 32 fueron dadas como pago de deudas, en 1807 habían demandas en contra de 115 otras. La deuda, la enfermedad y la muerte eran los únicos temas de conversación en aquellos días en la isla. En 1807 Un comité parlamentario en 1807 descubrió que el hacendado de las Antillas Británicas estaba en quiebra. En 1800 su ganancia era del 21,2 por ciento, en 1807 no tenía ninguna ganancia. El comité le atribuía esta desgracia a la situación desfavorable del mercado extranjero. En 1806 los excedentes del azúcar en Inglaterra llegaban a 6 mil toneladas. Tenía que reducirse la producción para restringir la producción, debía abolirse el tráfico de esclavos.”37

De esta forma, en las palabras del doctor Williams, “La abolición fue el resultado directo de toda esa angustia económica.”38

Hipocresía de los abolicionistas

Si alguien cree que la causa principal de la abolición de la esclavitud fue el progreso moral y ético, se le aconseja mirar con cuidado la actitud de los abolicionistas dentro del marco de sus objetivos económicos. Así vemos que los mismos hacendados de las Antillas que antes de la tensión económica mencionada anteriormente fueron los ardientes colaboradores del tráfico de esclavos ahora se convertían en unos grandes humanistas. El Doctor Williams dice: “Irónicamente, fueron los anteriormente esclavistas de las Antillas quienes ahora portaban la antorcha del humanismo. Aquellos que en 1807, lúgubremente profetizaban que la abolición del tráfico de esclavos que llevaban a cabo los ingleses tendría como resultado una disminución en el comercio, disminuirían las rentas y la navegación; y finalmente socavaría y de una vez por todas eliminaría la piedra angular de la prosperidad Inglesa;”, eran después de 1807, los mismos hombres que protestaron en contra de “un sistema de usurpación del hombre en contra del pueblo inocente”.

El interés de las Antillas en 1830 colocó una resolución “tomar medidas más firmes…para detener el tráfico de esclavos desde el exterior; sobre la supresión eficaz de la que dependía la prosperidad de las colonias de las Antillas Inglesas. Los representantes de Jamaica enviados a Gran Bretaña en 1823 declararon “que las colonias se habían reconciliado fácilmente con la abolición de un comercio infame y cruel, que ya la avanzada civilización de la época no toleraba”…Un movimiento de una masa enorme en pro de la abolición del tráfico de esclavos en Jamaica en 1849. Grupos y sectas se unieron en torno al tema de la justicia para con África. Denunciaron la esclavitud y el tráfico de esclavos como algo totalmente opuesto a la humanidad-un mal para África-degradante para todo aquel implicado en el tráfico, y opuesto totalmente a los intereses morales y espirituales de los esclavizados, exigían que fuera erradicado del vocabulario mundial “el termino detestable esclavo. LA ESCLAVITUD DEBE CAER, y, cuando caiga, JAMAICA FLORECERÁ. Inglaterra, declararon deliberadamente, había entrado en guerras por causas menos justificables.”

Y que lo que era valioso de tan grandilocuentes frases puede juzgarse a partir del hecho de que el el capitalismo Británico, inclusive después de eliminar la esclavitud de las Antillas, “continuó para prosperar en Brasil, cuba y en la esclavitud Americana”. Por lo tanto, como dice el Profesor Brogan, “obtenemos las paradojas del intercambio de roles. Todo estaba bien para que los abolicionistas condenaran el uso del algodón producido bajo los hombres de la esclavitud desde los Estados Unidos. Realmente, nadie realizó una propuesta seria para detener el uso del azúcar producto de la esclavitud desde Brasil o Cuba.

El Doctor Williams dice: “Después de la India, Brasil y Cuba de ninguna manera podría un humanitario justificar una propuesta diseñada para que volvieran las cadenas de la esclavitud con mayor firmeza sobre los Negros de Brasil y Cuba. Precisamente, era eso lo que significaba el libre comercio en el negocio del azúcar. Después de 1807 le fue prohibido el comercio de esclavos y después de 1833 la esclavitud. Si los abolicionistas hubiesen recomendado el azúcar de la India, incorrectamente, amparado en el principio humanitario de que era de crecimiento libre, era su deber según sus principios y su religión, boicotear el azúcar que era cultivada por medio de la esclavitud. Esto no permite deducir que estuvieran errados, al contrario es innegable que su fracaso al pretender adoptar tal medida destruya completamente el argumento humanitario. Después de 1833, los abolicionistas continuaron oponiéndose al hacendado de las Antillas, que ahora empleaba mano de obra gratis. Donde antes de 1833 habían boicoteado a los esclavistas Británicos, después de esta fecha apoyaban la causa del esclavista Brasilero.”39

“La brutal captura de mano de obra en África continuó durante casi 25 años después de 1833, con rumbo hacia las plantaciones de Brasil y Cuba. La economía Brasilera y cubana dependía del tráfico de esclavos. La regularidad exigía que los abolicionistas Británicos se opusieran a este comercio, pero esto atrasaría el desarrollo de Cuba y Brasil y finalmente dificultarían el tráfico Británico. La codicia por el azúcar barata después de 1833 avasalló cualquier aversión a la esclavitud. Había desaparecido el horror que alguna vez llegó a estremecer, solo con la idea del esclavista de las Antillas Británicas armado con un látigo; el esclavista Cubano con un látigo, alfanje, un puñal y pistolas, sabuesos, ni siquiera generó un comentario por parte de los abolicionistas.”40

Así queda claro que los verdaderos motivos del humanitarismo Británico no eran tanto la rectitud moral o el despertar ético sino la presión económica y lastimar a la competencia en el negocio. En palabras del Profesor Brogan, la lección que deja el Capitalismo y la Esclavitud es escalofriante:

“Coloca tu corazón en el mismo lugar en donde se encuentra tu tesoro”.

¿Acaso la Guerra Civil Americana tuvo como objetivo emancipar a los esclavos?

Creo que les interesa a los lectores revisar de una manera crítica el cuento aquel de que la Guerra Civil Americana se libró para emancipar a los esclavos. Esto es un mito que no encaja con la realidad. Propongo que citemos aquí algo del capítulo 22 del libro Lincoln the Unknown escrito por el famoso autor Dale Carnegie.41Comienza con estas palabras: “Pregúntale al ciudadano Americano promedio de hoy, ¿por qué se libró la Guerra Civil?, lo más probable es que responda, “para liberar a los esclavos”.

“¿Fue así?

“Veamos. Existe una frase tomada del discurso de Inauguración de Lincoln: “No tengo la intención, directa o indirecta de interferir con la institución de la esclavitud en los Estados donde existe actualmente. Creo que no poseo el derecho legal para hacerlo, y tampoco me interesa hacerlo”:

“El hecho es que el canon había estado sonando, lo mismo el rugido de herido por casi 18 meses antes de que Lincoln emitiera la Proclamación de la Emancipación. Durante todo ese tiempo los Radicales y Abolicionistas le habían exigido que actuase de una vez, enfurecidos con él por medio de la prensa y denunciándolo desde la arena pública.

“Una vez una delegación de ministros de Chicago se presentó en la Casa Blanca con lo que declaraban era una orden directa de Dios Todopoderoso para liberar a los Esclavos inmediatamente. Lincoln les dijo que imaginaba que si El Todopoderoso tuviera algún consejo que ofrecer Él mismo la traería a los despachos, en lugar de enviarla vía Chicago.”

Después Dale Carnegie cita de la respuesta de Lincoln al artículo de Greedy “La oración de 20 millones”.

“Mi objeto primordial en esta lucha es salvar el Sindicato, y no es salvarla o destruir la esclavitud. Si pudiera salvar el sindicato sin tener que liberar a un esclavo, lo haría; y si pudiera salvarla liberando a todos los esclavos, lo haría, y si pudiera hacerlo liberando a unos y dejando a otros, también harían esto. Lo que harían con respecto a la esclavitud y la raza de color, lo haría porque creo que esto ayudaría a salvar el sindicato, lo que tolero lo tolero porque no pienso que ayude a salvar el Sindicato. Hago menos cada vez que pienso que lo que hago lastima la causa; y haré más pensando que actuando más ayudará la causa.”

Para explicar esta respuesta, Dale Carnegie escribe lo siguiente:

“Cuatro Estados esclavistas se quedaron con el Norte, y Lincoln comprendió que si emitía la Proclama de Emancipación muy rápido en el conflicto, los adentraría en la Confederación, fortalecería el Sur y probablemente destruiría el Sindicato para siempre. En esa época se decía que Lincoln le gustaría que Dios estuviera de su lado, pero es mejor tener a Kentucky.

Entonces esperó el momento oportuno y se movió con cautela

“El mismo Lincoln había contraído matrimonio con una familia del Estado fronterizo que poseía esclavos. Parte del dinero que recibía su esposa de las ganancias de la finca de su padre provenían de la venta de esclavos. Y el único verdadero amigo íntimo que llegó a tener, llamado Joshua Speed era miembro de una familia dueña de esclavos. Lincoln tenía afinidad con el punto de vista Sureño. Además, contaba con el respeto tradicional de los abogados hacia la constitución, la ley y la propiedad. No quería ocasionarle dificultades a nadie.

“Pensaba que el Norte era tan culpable como el Sur de que existiera la esclavitud en los Estados Unidos y que para abolirla ambas partes te deberían soportar la carga igualmente. Por lo tanto, finalmente diseñó un plan que estaba muy aferrado en su corazón. Según dicho plan, los poseedores de esclavos que habitaban en los Estados leales de la frontera recibirían 400 dólares por cada uno de sus Negros. Los esclavos serían emancipados gradualmente, muy gradualmente. El proceso no llegaría a su final sino hasta enero 1 de 1990. Convocando a la Casa Blanca a los representantes de los Estados Limítrofes, les pedía que aceptaran esta protesta.

“El cambio que se prevé, discutía Lincoln, vendría suavemente al igual que el roció del paraíso, sin desgarrar y sin destrozar nada. ¿Acaso no lo acogerán? Nunca antes se ha hecho tanto bien, en un solo esfuerzo, en épocas anteriores; así como en la Providencia de Dios, llevarlo a cabo es vuestro gran privilegio. Dios quiera que el futuro extenso que está por venir no lamente el haber rechazado esta propuesta.”

El lector recordará que este plan de emancipación “el cual estaba muy aferrado al corazón de Lincoln” era el mismo que ya habían llevado a cabo y puesto en práctica hace 1300 años en el Islam y que había generado resultados maravillosos en el mundo Islámico. Si este plan hubiese sido aceptado por los compatriotas de Lincoln, no habría surgido tanto odio racial, tanto conflicto interno, inestabilidad emocional en la sociedad, que hasta ahora persiste en los Estados Unidos, un siglo después de la llamada “emancipación de los Negros”.

Desafortunadamente, los representantes de aquellos estados limítrofes rechazaron dicho plan. Dice Carnegie, “Lincoln tuvo una decepción inmediata. Dijo, debo salvar este gobierno, si es posible, y debe entenderse de una vez por todas que no me rendiré ante este juego, no dejaré de jugar ni una sola carta…pienso que la liberación de los esclavos y armar a los negros es una necesidad militar indispensable. Me han forzado a la alternativa de hacer esto o desintegrar el Sindicato.

“Tenía que actuar de una vez, tanto Francia e Inglaterra se encontraban a punto de reconocer oficialmente la Confederación. ¿Por qué? Las razones eran muy obvias. Primero tomemos el caso de Francia.”

Napoleón III era el soberano de Francia. “Añoraba cubrirse de gloria, al igual que lo había hecho su famoso tío, Napoleón Bonaparte. Cuando vio a los Estados aniquilándose unos a otros, y entendió que estaban tan ocupados como para molestarse por fortalecer la Doctrina Monroe, envió un ejército a Méjico, asesinó a miles de nativos, conquistó el país, denominó a Méjico el Imperio Francés, y colocó al Archiduque Maximiliano en el Trono.

Napoleón creía, y estaba en lo correcto, que si los Confederados ganaban apoyarían a su nuevo imperio; pero que si los Federales ganaban, los Estados Unidos tomarían medidas inmediatamente para expulsar a los franceses fuera de Méjico. Fue el deseo de Napoleón, por lo tanto, que el Sur hiciera su secesión, y quería ayudarlo en la medida de lo posible.

Al inicio de la guerra, la marina norteña cerró todo los puertos de Sur, custodiaba 189 puertos y patrullaba 9614 millas de costa, ríos y bahías. Este fue el bloqueo más grande que se haya visto en el mundo. Los Confederados estaban desesperados. No podían vender el algodón; ni podían comprar armas, municiones, zapatos, suministros médicos ni alimentos. Hervían castañas y semillas de algodón para reemplazarlos por café, preparaban una infusión de hojas de moras y raíces de zafras para reemplazarlo por el té. Los periódicos se imprimían en papel que se usaba para empapelar paredes

“Los Confederados no lograban de reparar los rieles o no podían comprar equipo nuevo, por lo que el transporte se encontraba casi detenido; el maíz que podía comprarse por dólares la fanega en Georgia, se compraba en 15 dólares en Richmond. La gente de Virginia pasaba mucha hambre”.

Debía hacerse algo de una vez y por todas. Fue así como el Sur le ofreció a Napoleón III doce millones de dólares en algodón si reconocía la Confederación y usaba los barcos Franceses para levantar el bloqueo. Además, le prometieron abrumarlo con pedidos que darían inicio al funcionamiento de cada fábrica en Francia día y noche.

Napoleón exhortó a Rusia e Inglaterra para que se le unieran en el reconocimiento de la Confederación. La aristocracia que gobernaba en Inglaterra ajustó sus anteojos, bebieron un par de Whiskies escoceses, y escucharon con atención las tentadoras propuestas de Napoleón. Los Estados Unidos cada vez se fortalecían más y aumentaban sus riquezas como para complacerlos. Querían ver a la nación dividida, y deshecho el Sindicato. Además, necesitaban el algodón del Sur. Las producciones de las fábricas de Inglaterra se agotaban y un millón de personas no solamente estaban desempleadas sino que estaban reducidas a la indigencia.

Los niños lloraban debido al hambre, cientos de personas morían de inanición. Las subscripciones públicas para comprar alimentos para los obreros británicos se llevaban a cabo en los rincones más remotos de la tierra: hasta en la lejanía de la India y en una China golpeada por la pobreza. Había una forma, y solamente una forma de que Inglaterra lograra fabricar algodón, y esto significaba unirse a Napoleón en el reconocimiento de la Confederación y levantar el bloqueo.

Si esto se llevaba a cabo, ¿qué sucedería en América?, el Sur se armaría, harinas, créditos, alimentos, equipos para las vías férreas, y se levantaría muchísimo la moral y la confianza.

¿Qué ganaría el Norte? Dos nuevos poderosos enemigos. Una situación ya demasiado mala, pasaría de mal a peor.

Nadie comprendía esto mejor que Abraham Lincoln. Ya hemos jugado nuestra última carta, lo confesó en 1862. Debemos ya sea cambiar nuestras tácticas ahora o perder el juego.

De la manera en que lo veía Inglaterra, todas las colonias en su origen se habían escindido de ella. Ahora la colonias del Sur, a su vez, se habían separado de las del Norte; y el Norte luchaba por someterlas y dominarlas. ¿Qué diferencia le significaba a un lord en Londres o a un Príncipe en París ya fuese que Texas y Tennessee fueran gobernadas desde Washington o desde Richmond?, Ninguna. Para ellos esta lucha no tenía sentido y estaba llena de propósitos poco valiosos.

Carlyle escribió: “No hubo guerra en mucho tiempo más tonta que esta”.

“Lincoln vio que la actitud de Europa con respecto a la guerra debía cambiar, y sabía cómo hacerlo. Un millón de personas en Europa que habían leído La Cabaña del Tío Tom habían llorado y aprendido a aborrecer las injusticias de la esclavitud. Por lo tanto Abraham Lincoln sabía que si emitía su Proclamación de Emancipación, los europeos verían a la guerra desde una perspectiva diferente. Ya no sería una disputa sangrienta por la preservación de un Sindicato, lo que no significaba nada para ellos. Al contrario, sería exaltada y vista como una cruzada Santa por destruir la esclavitud. Los gobiernos de Europa no se atreverían por lo tanto a reconocer al Sur. La opinión Publica no toleraría la ayuda de un pueblo que se supone pelearía para perpetuar la sometimiento de seres humanos.

Por último, en Julio de 1862 Lincoln emitió su proclamación, pero McClellan y el Papa acababan de conducir al ejército a unas derrotas humillante. Seward le dijo al Presidente que no era el momento apropiado, que debía esperar y lanzar la proclamación en medio de una ola de victoria.

“Esto sonaba razonable. Así que Lincoln esperó; y dos meses después llegó la victoria”.

Fue así como, para promover la causa de la Guerra del Sindicato se publicó la Proclamación de la Emancipación en septiembre de 1862, lo cual se hizo efectivo el 1ro de enero de 1863.

Siento gran admiración por Abraham Lincoln y ha sido uno de mis héroes favoritos desde mi niñez. Pero esto con respecto a los hechos y la realidad; no por mitos. Fue un hombre humanitario y él, desde el fondo de su corazón, estaba en contra de la esclavitud. Pero esto no significa que debamos elogiarlo por una falsa propaganda. La realidad fue que no libró la guerra civil para liberar a los esclavos; al contrario, liberó a los esclavos para ganar la guerra civil y proteger la Unión de los Estados.

 Fuente: La Esclavitud Desde las Perspectivas Islámica y Occidental - Editorial Elhame Shargh

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30 Williams, Dr. Eric, Capitalism and Slavery, p. 65

31 Ibíd., p. 122

32 Ibíd., p. 123

33 Ibíd., p. 123

34 Ibid, p. 146

35 Ibid, p. 146-7

36 Ibíd., p. 148-9

37 Ibíd., p. 150

38 Ibíd., p. 150

39 Ibíd., p. 192

40 Ibíd., p. 192

41 Carnegie, Dale, Lincoln: The Unknown (Surrey, U.K.: The Word Work Ltd, 1948), chp. 22

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