Desde que era niña siempre fui diferente, distinta en el sentido que era esa pequeña parlanchina que sólo conversaba con adultos, la niña que tenía una religión distinta a los demás, la que usaba el hiyab (velo) desde los 2 años, la que hablaba en persa cuando no sabía decir algo... y la que siempre fue considerada "extranjera" incluso en su país natal. Pero algo que tengo bastante claro es que donde fuera que estuviera, ya fuese en Irán o Bolivia, siempre fui una niña muy querida por la sociedad, ese es un dote muy bello que me dio Allah.
El matrimonio en el islam es sagrado, es un acto benevolente. Cuando un hombre y una mujer están a punto de cometer pecados es cuando deben tomar la firme decisión de casarse. Ahora ¿Cómo elegimos a nuestra pareja?, al respecto el islam recomienda a hombres y mujeres que se debe estudiar y analizar a la futura pareja, por ejemplo si viene de una familia religiosa, tiene valores morales, es creyente; etc…, para luego contraer matrimonio. Pero si después de esa “investigación” de su entorno, nos damos cuenta que es de una familia que bebe alcohol, usa drogas y no tiene moral, el islam nos recomienda que debemos alejarnos de esta decisión, por ende no casarnos.
Es un placer para mí poder acompañarlos aquí, en esta Facultad de Humanidades y poder invitar a ustedes para dialogar juntos, especialmente acerca de un tema tan importante como lo es el ser humano. Acerca de Irán ustedes habrán escuchado muchas cosas, pero desgraciadamente, como la gran mayoría de las cosas que se saben y se escuchan a través de los medios de comunicación, por lo general, tienden a tergiversar mucho de la información, así que es una muy buena oportunidad para poder hablar de estos temas directamente. Bueno, una de las intenciones que tenemos nosotros en este tipo de encuentros y diálogos, es para que de alguna manera podamos conocernos mutuamente. En este caso hay un tema importante que va a ser el eje de nuestra conversación, acerca del pensamiento teórico de la revolución islámica, que seguramente pudiendo unir objetivos en común entre Medio Oriente y América Latina, tendrá sus efectos a nivel mundial. Y uno de los temas fundamentales que es un eje en el pensamiento revolucionario, tiene que ver con los derechos humanos. Cuando hablamos de derechos humanos, no hablamos sólo de la dimensión de derechos sino también de las obligaciones y las responsabilidades del hombre y lo más importante es cuál es el referente y el criterio que debemos tomar en cuenta para hablar de los derechos humanos...
Decenas de miles de profetas fueron enviados a lo largo de la historia y en todos los rincones del planeta y ejercieron su destacado rol en la guía y educación de los seres humanos dejando efectos extraordinarios en la humanidad. Cada uno guió a un grupo de hombres de acuerdo a creencias correctas y elevados valores y tuvieron efecto indirecto en los demás. Algunos de estos profetas tuvieron éxito en construir una sociedad monoteísta y justa, desempeñando el liderazgo de las mismas. Entre ellos, los profetas, Noé, Abraham, Moisés, Jesús, la paz sea con ellos, trajeron libros que contienen leyes, normas individuales y sociales, obligaciones morales y legales acordes con las condiciones de su época. Pero estos libros con el paso del tiempo, o desaparecieron o sufrieron tergiversaciones en su letra o significado, y como resultado devinieron en unas leyes celestiales deformadas. Así como la Torah (Pentateuco) de Moisés, la paz sea con él, sufrió muchas alteraciones, también el Evangelio de Jesús, las sufrió, al punto de no quedar rastro del propio Evangelio original emanado del propio Jesús, sino que los Evangelios (llamados canónicos), son en realidad escritos de quienes fueron considerados sus seguidores que fueron reunidos (tras su ida de este mundo) y reunidos en unos libros denominados santos.
En un mundo en donde el odio, la intolerancia, la discriminación continúa acrecentándose, en donde la islamofobia se esconde detrás de la libertad de expresión y la democracia, utilizadas como pretexto para incitar a la violencia, mostrando una vez más la mentalidad inquisidora y el doble rasero de los países europeos, tal es el caso de Suecia y Dinamarca al permitir la repetida blasfemia y profanación al Corán, hechos que han suscitado la ola de repudio y condenas a nivel mundial, no sólo en países islámicos sino también en aquellos que no lo son.
WILSON: Los cristianos y los judíos predican los diez mandamientos los cuales fueron revelados a Moisés y recopilados en el Antiguo Testamento. ¿El Islam tiene algunos mandamientos? ¿Son ellos los mismos o similares? CHIRRI: Los diez mandamientos son solo una parte de los mandamientos coránicos; ya que el Islam ordena a sus seguidores evitar muchas cosas, algunas de ellas son prohibidas, porque contradicen algunas de las doctrinas en las cuales un musulmán está supeditado a creer. Algunas de estas cosas son prohibidas porque son inmorales, poco éticas, no saludables o porque representan desobediencia a los deberes devocionales. Estas prohibiciones pueden ser tomadas como los mandamientos islámicos. Por lo tanto, la violación de estos puede ser constituida como un pecado mayor.
“Recordad, por medio de vuestra hambre y sed en este Mes, la sed y hambre del Día de la Resurrección. Dad limosna a vuestros pobres e indigentes; respetad a vuestros mayores y tened misericordia de vuestros niños; fortaleced los lazos con vuestros parientes; retened vuestras lenguas (de aquello que no se debe decir), cerrad los ojos ante aquello que no es lícito para vosotros mirar y alejad vuestros oídos de aquello que no es lícito para vosotros escuchar; y sed benevolentes con los huérfanos de la gente para que sean benevolentes con vuestros huérfanos (una vez que hayáis partido)”.
No cabe duda que el plan de la islamofobia, se desarrolló como un proyecto cuyo objetivo nació tras el triunfo de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, en manos del Imam Ruhullah Al Musawi Al Jomeini (R.A) en 1979, la que continúa de pie en estos 44 años, y la que trajo no sólo el despertar islámico en el mundo, tras la derrota al imperio y sus lacayos; sino también alcanzó logros en todos los aspectos como en el científico, energético, industrial, educacional, social, espiritual.
El otro día participé en una reunión abierta de información pública en un grupo de Alcohólicos Anónimos (A.A.) y me llamó la atención que la mayoría de sus miembros eran fieles creyentes de un “Poder Superior”, cristianos protestantes, católicos, agnósticos, chamanes, y hasta ateos.
Hasad consiste en el deseo de que las ventajas o bendiciones que alguien posee se aparten de él. Si uno simplemente aspira a tener las mismas ventajas que otra persona, ello sería “gibtah” (es decir: envidia sin maldad), y si uno tiene el deseo de que alguien siga disfrutando de una ventaja o beneficio, el cual merece, esto sería nasíhah (buen consejo o deseo de bien al prójimo). Lo que constituye un vicio entre todos estos estados es hasad, que provoca que el individuo merezca el castigo, tanto en este mundo como en el otro. La persona envidiosa no conoce la paz, está siempre ardiendo en el fuego de los celos. Más aun, su envidia destruye los valores de todas sus buenas obras, tal como se menciona en la tradición profética: “La envidia consume las virtudes como el fuego consume la leña”.