Jadiya (la gran esposa del profeta Muhammad) y los historiadores musulmanes

Un breve análisis de la vida de la gran dama y la primera esposa del Profeta Muĥammad (PB)

Por: Por A. A. Razawi

En los libros de historia, el tributo más grande que la mayoría de historiadores musulmanes dan a Jadiya, es que ella fortaleció al Islam con su riqueza. Ellos le dan este reconocimiento y pasan a otros asuntos. Esto es verdad, que mediante la riqueza de Jadiya el Islam fue viable; pero esto es solo una parte de la verdad. Es poco el reconocimiento de los historiadores al apoyo material y moral que Jadiya dio al Islam y a los musulmanes. Lejos del reconocimiento por su gran servicio, muchos de ellos han distorsionado o manipulado la historia y la han hecho pasar como “hechos” verídicos de la historia de Jadiya.

No todas las historias de los comienzos del Islam, son objetivas, algunas son “sintéticas”. Estas historias fueron escritas y dictadas para el interés de grupos especiales. Muchas historias y cuentos se introdujeron a la historia del Islam y la verdad fue así desplazada.

Cuentos de hadas, se pusieron en circulación y así enterraron la verdad, esta fue una conspiración en la cual líderes de las oraciones en congregación, oradores de púlpitos, en las mezquitas, profesores en las escuelas y universidades, abogados, jueces en cortes, países, reinados, sultanes, califas; tuvieron poca opción en este asunto, e incluso si era un hombre íntegro en sus principios, no quería enfrentar u oponerse a estos lineamientos. Y si lo hacía, su propia vida estaría en peligro. Si él escribía una historia objetiva, su esposa se convertiría en viuda y sus hijos en huérfanos. Es por esto que él adoptaba el pragmatismo, abandonando la verdad y escribiendo historias falsas.

Maulana Shibli Numani, el decano de los historiadores indios del Islam escribió en su libro la vida del Profeta, volumen I (Azamgarh, India, 1976) que durante el régimen de Mu’awiah (d. DC 680), y de los Omeyas, miles y miles de hadices.[1]

Fueron tergiversados y otros inventados en las fábricas de hadices y puesto en circulación. “historias” pagadas y por los gobiernos, que las mezclaron una tras otra vez y las incorporaron en los libros de historia. Y así por noventa y nueve años el nombre de ''Ali ibn Abi Ţalib y el de otros miembros de Bani Hashim, fueron maldecidos desde los pulpitos en el mundo islámico desde Sind en la india hasta España en Europa. Niños nacieron, crecieron y murieron, escuchando esto y nunca escucharon la verdad.

En el año 750 DC, los Abasíes se apoderaron del califato y exterminaron a los Omeyas. Pero la animosidad y la rabia que estos tenían por el Santo Profeta y su familia no era menor a la que sentían los Omeyas. En realidad alguno de ellos sobrepasaron a los Omeyas en la persecución de estos y de aquellos quienes los apoyaban. El factor común entre estas dos dinastías era el crear animosidad hacia la familia y los hijos del Santo Profeta Muĥammad.

Edward Gibbon dijo:

Los perseguidores de Muĥammad usurparon la herencia de los hijos de este; y así los reyes de la idolatría se convirtieron en las cabezas de la religión de Muĥammad y del imperio.[2]

Robert Payne dijo:

...Una y otra vez encontraremos a los “seguidores” de Muĥammad sin misericordia y crueldad destruyendo la vida de los descendientes de Muĥammad (p. 84-85).

Durante trescientos cincuenta años, los descendientes de Abu Sufyan y aquellos que se hacían llamar descendientes de Abbas hicieron la guerra a los descendientes de Muĥammad (p. 193.)

A través de todos los siglos del Islam un extraño destino ha perseguido a los descendientes de Muĥammad, y esto fue así incluso en estas partes del mundo, las cuales recién han aceptado el mensaje de Dios (Islam) se han ensañado contra los descendientes del Santo Profeta. (p. 306)[3]

Las campañas del califato abasida en contra de los miembros de la familia del Profeta Muĥammad, o de sus hijos duro tanto como su califato, quinientos años. Fue durante este califato que la historia del Islam fue escrita y los hadices fueron recopilados, editados y publicados. Algunos tibios esfuerzos, con muy poco éxito, se hicieron tal vez, por un poco de conciencia de algunos eruditos, para separar los hechos reales de las tonterías y de esta manera salvaguardar la verdad en medio de tanta mentira. Muchos otros libros de historia y hadices, han sido tristemente manipulados con “hechos” o “hadices” (dichos del Profeta), los cuales se han tomado como verídicos.

Esta historia ha sido correctamente dicha, es la propaganda de los grupos victoriosos. Estos grupos en la historia del Islam, fueron: primero los Omeyas y luego los Abasidas, los cuales tuvieron éxito en las palabras de Gibbon, en “usurpar la herencia de los hijos de Muĥammad”. Una vez que ellos tuvieron el instrumento del poder en sus manos, estuvieron libres de destruir y manipular la historia de los primeros días del Islam, como quisieron.

La mayoría de los libros del Islam, fueron inspirados por lo que los comunistas dicen o llaman “círculos de poder” yo identificare los autores, así como (la corte de historiadores). Los historiadores han impuesto a sus lectores, los siguientes tres mitos con relación a la vida de la gran dama Jadiya, quiera Dios estar complacida con ella y bendecirla.

1. Que ella tenía cuarenta años de edad, cuando se casó con el Santo Profeta Muĥammad.

2. Que ella se había casado dos veces antes de que se casara con el Santo Profeta Muĥammad.

3. Que ella y el Santo Profeta Muĥammad habían tenido seis hijos, dos niños y cuatro niñas.

Discutiremos estos mitos, punto por punto.

La edad de Jadiya

La mayoría de los historiadores musulmanes, han dicho que Jadiya tenía cuarenta años cuando se casó con el Profeta Muĥammad, y muchos más han repetido esta historia, que se ha vuelto verídica. Pero aún esta historia, está abierta a cuestionamientos:

Ningún historiador sabe el año que nació Jadiya. Los cuarenta años solo son un cálculo estimado. Si es verdad que Jadiya era mayor que el Santo Profeta, pero no era quince años mayor, como suelen decir la mayoría de los historiadores, sino un par de años mayor que él.

Arabia es un país muy cálido y las mujeres árabes alcanzan su madurez, mucho más rápido que las niñas de países con temperaturas frías. Aisha se dice que se casó con tan solo once años de edad. Otras jóvenes árabes, también se casaron a temprana edad.

En un país como Arabia, una mujer no puede esperar hasta los cuarenta años, para casarse. A los cuarenta años, las mejores épocas de una mujer ya han pasado, en Arabia o en cualquier otro país. Pero incluso si ella se hubiera casado a los cuarenta, no tenía ninguna esperanza de tener hijos. O incluso, en las zonas de clima frio, una mujer, en la mayoría de los casos, no está apta para tener hijos a la edad de los cuarenta años y en Arabia, esto sucede probablemente a más temprana edad.

Jadiya permaneció muchos años de su vida soltera, como lo dijimos antes, ella recibió muchas ofertas de matrimonio de los caballeros y príncipes de Arabia, pero ella los rechazo. Ellos no podrían impresionarla con sus riquezas, si ellos eran ricos, ella era inmensurablemente más rica que el más rico de ellos. Y con tales cualidades, todos ellos eran para ella como polvo en sus pies. Cualquiera que tratara de impresionarla con su riqueza o poder, sería ingenuo. Por esto, ella espero hasta que un hombre realmente la impresionará –el Santo Profeta Muĥammad– llegó y ella se casó con él.

Los presuntos matrimonios de Jadiya

Jadiya nunca se casó, antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad, su matrimonio con él fue el primero y el último. Los mismos historiadores, que dicen que Jadiya se había casado dos veces antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad han reportado que todos los caballeros de Quraish y los príncipes de Arabia, pidieron casarse con ella. Pero ella ni siquiera, consideró alguno de ellos para casarse. Si ella se hubiese casado dos veces antes, ella no habría vacilado por casarse por tercera vez.

Los hijos de Jadiya

Se presume por la corte de historiadores de los Omeyas, dicen que Jadiya, y el Santo Profeta, tuvieron seis hijos, a los cuales llamaron: 1. Qāsim, 2. Abdullah, 3. Zainab, 4. Ruqayyah, 5. Ummu Kulzum, y 6. Fátima Az-Zaĥrā.

El Santo Profeta Muĥammad y la gran dama Jadiya, fueron los padres de tres y no de seis hijos. Estos fueron: 1. Qāsim, 2. Abdullah, 3. Fátima Az-Zaĥrā.

Fuera de estos tres niños, los primeros dos, Qāsim y Abdullah, y ambos murieron en su infancia como lo dijimos antes. La tercera y última, fue su hija Fátima Az-Zaĥrā.

¿Quiénes fueron las otras tres niñas? Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum. Estas preguntas son respondidas en el siguiente capítulo.

Todas estas tres reclamaciones han ganado mucha fuerza, pero no son nada más que cuentos de hadas. La antigüedad de estos los has hecho respetables, de tal manera que la mayoría de los musulmanes, creen que es verdad. Pero estos no son solo los únicos relatos, que la mayoría de los musulmanes ha considerado como ciertos, hay muchas más fábulas, las cuales lo han hecho.

1. Muchos musulmanes creen que el carácter señalado en el versículo 83, 96 y 94 del capítulo 18 del sagrado Corán(al-Kahf o las cavernas), como Ďul Qarnayn, era Alejandro el Grande de Macedonia. E incluso, Abdullah Yusuf 'Ali comparte esta opinión, él dice:

Personalmente no tengo ni la menor duda, de que Dhul-Qarnayn, es Alejandro el grande, el histórico Alejandro, y no el legendario Alejandro...

Y aún, Dhul-Qarnayn podría haber sido cualquier otro diferente a Alejandro el grande. Dhul-Qarnayn, era uno de los escogidos de Dios, además él era un Profeta. Por otro lado, Alejandro era un idolatra. El adoraba, a los dioses y a las deidades, no solo las griegas, sino también a los de Egipto, Babilonia y Persia.

Harold Lamb dijo:

Alejandro se había prosternado, a extrañas deidades – no solo a Zeus, sino a Ammon-Re de los egipcios, a Marduk de la torre de Babilonia, y Ahura, el protector de las tumbas de Persépolis.[4]

Alejandro cometió muchos crímenes, incluyendo la muerte de dos de sus más antiguos y leales generales, Cleitus y Parmenio. Y el ingenio la muerte de su propio padre, Philip, R.D. Miles, dijo:

Puede haber un poco duda, que Alejandro se convirtiera en rey, volviéndose un parricida.[5]

En sus guerras, Alejandro mató a ciento de miles de hombres y mujeres sin necesidad. Además, él fue superado por la sed de sangre. Un moderno historiador dijo, que antes de su muerte, él se había vuelto loco, e investigaciones recientes han mostrado que él murió de un megalomanía alcoholismo.

2. El verdadero nombre de Abdul-Muttalib, el abuelo del Santo Profeta Muĥammad, fue Shaybah. Como un muchacho joven, viajó con su tío Muttalib desde Yazrib (Medina) a la Meca. Los espectadores que lo vieron, dijeron “Miren, Al-Muttalib ha comprado un nuevo esclavo para él”. Al-Muttalib se enojó por esto y dijo, “la maldición sea para ustedes” este no es mi esclavo. Es el hijo de mi hermano Hashim. Pero el nombre “Abdul-Muttalib”, el “esclavo de Al-Muttalib” es conocido en la historia, solo por su apodo Abd Al-Muttalib, su verdadero nombre Shaybah, es olvidado.

3. Este es un ejemplo de la historia de Joseph (el Profeta José), los siguiente versículos están en el capítulo doce del Sagrado Corán (sura José).

Cuando ellos dijeron: “José y su hermano son más queridos por nuestro padre que nosotros, siendo nosotros un grupo (mayor) ¡Verdaderamente, nuestro padre eta en un extravío evidente”. (Corán 12:8)

Yusuf ''Ali, explica este versículo de la siguiente forma:

Los diez hermanos no solo envidiaban y odiaban a sus inocentes hermanos menores José y benjamín. Ellos también despreciaban y deshonraban a su padre como un viejo ignorante y necio. En realidad Jacob poseía la sabiduría para ver que sus jóvenes e inocentes hijos necesitaban protección para percibir la grandeza espiritual de José. Pero la sabiduría para ellos era necedad, locura o estupidez, ya que toco su amor propio tal y como la verdad siempre lo hace. Y los diez hermanos manifestaron esto poniéndose en contra de Jacob, José y el pequeño Benjamín.

Otro versículo del mismo contexto es el siguiente:

Ellos dijeron: “¡Por Dios! Tanto recuerdas a José que enfermarás gravemente o morirás”. (Corán 12:85)

Este versículo es explicado por el traductor de la siguiente manera:

Debió haber gente alrededor de Jacob antes que sus hijos, los hermanos de (José), actualmente llegaron desde (Egipto). Los mismos hermanos habían creado la calumnia que su padre era un viejo dotado y todo aquellos que estaban alrededor lo creyeron, incluso después que el autor había dado por hecho, este tipo de mentira se reduce a morir una vez se ha dicho. Yusuf 'Ali).

Hay muchos otros ejemplos, tanto en la historia de musulmanes como de no musulmanes, de mentiras que pasan por verdades. Esto precisamente fue lo que paso, en el caso de estos tres hechos falsos, conectadas con la historia de la vida de Jadiya, ellos encontraron una aceptación general entre los musulmanes, una vez que una mentira empieza esta se rehúsa a desaparecer.

También es posible que los historiadores quienes recolectaron la información para escribir la historia de los primeros días del Islam, hayan tenido acceso solo a estas historias que habían sido hábilmente “ubicados” en las primeras fuentes por “la clase dominante”. Ellos están convencidos que el material obtenido a través de estas fuentes, era autentico y estos los plasmaron en sus trabajo de investigación.

Las aseveraciones en cuanto a la edad, su matrimonio y el número de hijos fueron puntuales por dos razones.

1. Jadiya era la madre de Fátima Az-Zaĥrā; y era la suegra de ''Ali ibn Abi Ţalib; y la abuela de al-Hasan y al-Husein, por esta razón ella no podría librarse del odio de los Omeyas y Abasidas, en contra de los miembros de la familia del Santo Profeta Muĥammad, especialmente en contra de ''Ali, Al-Hasan y al-Husein. La mayoría de los historiadores comparten esta animosidad junto a sus gobernantes; ya que si no lo hubiesen hecho podría perder su sustento o la vida misma.

Por esto ellos habían inventado algunos “hechos o historias” los cuales minimizarían la importancia de Jadiya. En estos selectos “hechos” los cuales ellos o sus precursores habían inventado, ello se consideraban a si mismo libres de ejercer su facultad de apreciación o de su fantasía. Pero para hacer que sus relatos sean convincentes, estos deben ser extremadamente sutiles o de lo contrario su animosidad sería muy obvia y peor aún su trabajo de historia sería de mucha duda.

2. Los mercenarios historiadores deseaban decirle a sus lectores que entre las esposas del Santo Profeta hubo mujeres tan, o incluso más grandes, que Jadiya, tales como Aisha, ellos debían glorificar a Aisha a expensa de Jadiya.

Estos historiadores no temían por aquella tesis que estaban tratando de desarrollar de cualquier otra esposa del Santo Profeta Muĥammad pero no estaban seguros de que su esfuerzo por mostrar a Aisha superior a Jadiya tendrían éxito.

Eran personas fortuitas que crearon la invención de que Jadiya tenía cuarenta años de edad y que se había casado dos veces antes de su matrimonio con el Santo Profeta Muĥammad. Esta fue una invención la cual en su opinión podrían colocar en contra de Jadiya y por otro lado, ellos afirmaron que Aisha no era más joven y bonita, sino que también era virgen.

A través del ejercicio de la lógica, los historiadores construyeron su tesis de superioridad de una esposa sobre las otras. ¿Pero acaso, el Profetase casó con Aisha por su juventud, belleza o virginidad? Abbas Mahmud al-Aqqad responde esta pregunta en su libro Aisha, de la siguiente forma:

Como todos sabemos, el mensajero de Dios, no se casaba por juventud. Generalmente, se dice que él se casaba por dos razones:

1. Algunas mujeres quedaban absolutamente desprotegidas, después de la muerte de sus esposos. Ellas no tenían familia que las apoyara. Y el apóstol se casaba con ellas para brindarles un hogar y estabilidad.

2. El Profeta quería romper la resistencia de las tribus árabes hacia el Islam y una forma de hacer esto, era que él se casará con las mujeres de estas tribus.

También hubo una tercera razón para los matrimonios del Profeta: Si él era un educador para los musulmanes (hombres) sus esposas serían profesoras para las mujeres musulmanas en todos los asuntos de la fe y la religión. Estas explicaban a las mujeres musulmanas el significado del Santo Corán y les enseñaban como aplicar las leyes del Islam en sus propias vidas.

A excepción de Jadiya, todos los matrimonios del apóstol eran por una o más de una de estas razones. Pero su matrimonio con Jadiya, fue solamente por afecto, amor y amistad; y para él, ella llenaba todos estos campos.

Jadiya también, enseñó las leyes del Islam a las musulmanas, pero lo hizo más con su propio ejemplo que con palabras, como se dijo antes.

La corte de historiadores musulmanes, han estado repitiendo algunas falsedades y medias verdades por siglos, y a través de esta repetición, ellos han tenido éxito en convencer a la comunidad islámica que Jadiya había enviudado dos veces antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad.

Escritos a este respecto del matrimonio de Jadiya, el autor de Rawdatus-Safa dijo:

 Los principales hombres de Quraish, querían casarse con Jadiya, pero ella no aceptó a ninguno de estos.[6]

Y el autor de Rawdatul-Ahbab (volumen 1. P.105) escribe lo siguiente:

Todos los nobles de Quraish, buscaban casarse con Jadiya, pero ella rechazó el considerar a cualquiera de ellos.

De acuerdo, con los historiadores banales, para cuando su matrimonio con el Santo Profeta Muĥammad, Jadiya ya había enviudado dos veces y ella tenía cuarenta años de edad, si esto es verdad, entonces significa que era una mujer de mediana edad o además en países como Arabia, incluso con esta edad, la flor de la juventud hace rato había pasado. Entonces, ¿Por qué los señores de Quraish y los príncipes árabes querían casarse con ella? Después de todo, siendo ricos y poderosos como ellos eran, podrían encontrar fácilmente a mujeres, jóvenes, hermosas y vírgenes para casarse con ellas. ¿Entonces por qué ellos querían casarse con una viuda que ya no era joven? Y tampoco es correcto decir que ellos estaban tras la riqueza de Jadiya. Ya que ellos mismos eran acaudalados.

Al.lamah 'Ali Aĥmad Abul-Qāsim al-Kufi, cuestiona la historia de los dos matrimonios de Jadiya, antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad. El escribe en su libro, al-Istighāżah:

Jadiya, no se casó con nadie antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad. Todos los historiadores sin excepción alguna dicen que cada uno de los jefes de Quraish, le propuso matrimonio a Jadiya, pero ella rechazó todas estas propuestas, hasta que ella se casó con el Santo Profeta Muĥammad. Esto hizo que las damas de Quraish, se enojaran con ella, y ellas dijeron que cuando los caballeros y los príncipes le propusieron casarse ella se rehusó, y ahora cuando un joven de Bani Hashim que no tiene riqueza o poder le propuso a ella esta lo acepto. Nos puede entender por qué Jadiya había rechazado a los ricos, nobles y poderosos de Arabia y por el contrario aceptaba a un hombre pobre. Esto es una prueba de que Jadiya no se casó con nadie antes de casarse con Muĥammad ibn Abdullah.

Algunas personas formulan de que Jadiya se había casado dos veces antes de casarse con el Santo Profeta Muĥammad y de qué ella tenía cuarenta años de edad para su último matrimonio, hay algo de malo en esto? ¡No! Si un hombre o una mujer se casan más de una vez, o si tienen cuarenta años no hay nada censurable en esto. La pregunta es ¿Qué si Jadiya se casó más de una vez, o si tenía más de cuarenta años de edad para su último matrimonio? La única pregunta es: ¿Es un hecho histórico y verídico que Jadiya se casó tres veces; o qué ella tenía cuarenta años para su último matrimonio, no es así?

Si uno está de acuerdo con los historiadores banales, que Jadiya se casó tres veces y que ella tenía más de cuarenta años para su último matrimonio, esto no disminuye en nada su estatus. Ella sigue siendo sublime. Pero si esto simplemente no es verdad que ella tenía cuarenta años de edad y que había enviudado cuando se casó con el Santo Profeta Muĥammad, y por esto, esto es anti-ético interpolar la falsedad en la historia de su vida o en la vida de otro hombre o mujer. Para este asunto cada hombre tiene derecho a su propia opinión, pero no a sus propios hechos. Si un buscador de la verdad, desea separar los hechos de la opinión, él puede hacerlo con la ayuda de su propio análisis intelectual y lógico. Su búsqueda a través, de la deducción será una experiencia gratificante.

Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum

Antes de que Jadiya se casara con el Santo Profeta Muĥammad, habían tres niñas viviendo en su casa en la Meca, sus nombres eran Ruqayyah, Zainab y Ummu Kulzum, estas eran las hijas de su hermana muerta, el padre de estas había muerto poco antes de la madre de estas, y cuando su madre murió, Jadiya las trajo a ellas a su casa.

Después el matrimonio de Jadiya, las tres niñas permanecieron con ella. Ellas probablemente llamaban a Jadiya “Mamá” y al Santo Profeta “Papá”. De acuerdo a la costumbre de los árabes, ellas eran conocidas como sus hijas puesto que estas vivían en su casa, y él era su protector legal.

Zainab era la mayor de estas tres niñas. Se casó con un hombre llamado Abul-As ibn Ar-Rabi. En 624 él fue a la Meca, junto a un ejército pagano, y peleó en contra del Santo Profeta Muĥammad en la batalla de Badr. Él fue capturado peo el recobró su libertad y volvió a la Meca. Después aceptó el Islam.

Las otras dos niñas Ruqayyah y Ummu Kulzum se casaron con Utbah y Utaybah–los hijos de Abu Lahab y de Ummu Yamil. Todas tres se casaron antes de la aurora del Islam; por esto, los esposos de las tres, eran idolatras.

Después, de la proclamación del Islam, Abu–Lahab y su esposa Ummu Jamil, ambos enemigos acérrimos del Islam, fueron objeto de la maldición en el capítulo 111 en el sagrado Corán. Esto despertó su ira, y por esto, ordenaron a su hijo Utbah y Utaybah, que se divorciaran de sus esposas y las enviaran a su casa. Ambas mujeres, Ruqayyah y Ummu Kulzum, fueron divorciadas y regresaron a la casa de Jadiya.

Al tiempo después, Ruqayyah se casó con Uzmán ibn Affan, un miembro del clan de los Omeyas de Quraish, y futuro califa de los musulmanes. Ella murió en el 624, en Medina, después de su muerte, su hermana, Ummu Kulzum también se casó con Uzmán Ibn Affan.

Muĥammad Hasanayn Haykal, dijo:

El (Muĥammad) casó a Ruqayyah y Ummu Kulzum, con Utbah y Utaybah, los hijos de su primo Abu Lahab. Este matrimonio no duro, mucho después del advenimiento del Islam, Abu Lahab ordenó a sus dos hijos, divorciarse de sus esposas. Así fue que Uzmán se casó con ambas, una después de la otra.[7]

La corte de historiadores de los Omeyas, inspirado por Mu’awiah ibn Abu Sufyan el fundador de la dinastía Omeya, y su sucesor dijeron que Ruqayyah y Ummu Kulzum eran las hijas del Profeta Muĥammad y la dama Jadiya. Desde su matrimonio con Uzmán un “Omeya”, ellos lo llamaron Dhun-Nurayn, “el dueño de las dos luces” –Ruqayyah y Ummu Kulzum–.

Solo por poco tiempo, estas dos luces pertenecieron a dos idolatras de la Meca. Cada uno de estos idolatras, fue por esto un Dhun-Nur –el propietario de la luz–, la cual paso a Uzmán. Después de todo, la luz o las luces siempre permanecen iguales, solo son sus propietarios los que cambian.

¿Fueron estas mujeres, las hijas del Santo Profeta y la dama Jadiya, tal y como dicen estos mercenarios de la historia? La respuesta a esta pregunta, deben ser buscadas en (A) el sagrado Corán, (B) el testimonio de la historia. Las respuestas, establecidas en estos documentos son inequívocas.

El testimonio del sagrado Corán

Si la luz de la guía del libro de Dios, significa algo para los musulmanes, entonces estas tres mujeres, Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum, no eran y no podrían haber sido las hijas del apóstol de Dios y Jadiya. Ellas eran huérfanas. La única conexión de estas tres niñas, tenían con el Santo Profeta, era que estas vivieron por un tiempo en su casa. Jadiya era la patrona de los huérfanos y (las viudas), incluso después de sus matrimonios.

Si el Santo Profeta Muĥammad y Jadiya hubiesen sido los padres de estas tres niñas, Zainab Ruqayyah y Ummu Kulzum, ellos no las habían dado en matrimonio a idolatras, tal y como eran los esposos de las tres. Es verdad, que todas ellas contrajeron matrimonio antes que la salida del sol del Islam, se levantará en el horizonte; pero entonces, el Santo Profeta no violó ninguna de las órdenes del sagrado Corán en ningún tiempo, ni antes ni después de que le fuese ordenado el mensaje de Dios. El Santo Profeta, nunca cometió un acto pagano en ningún momento de su vida, y el Corán es explícito en la prohibición del matrimonio de una mujer musulmana con un pagano.

El mandamiento proscrito sobre el matrimonio de una mujer musulmana y un politeísta, fue revelado en el siguiente versículo del libro de Dios:

1. ¡Oh humanos! ¡Adorad a vuestro Señor, el Cual os ha creado, tanto a vosotros como a los que os precedieron! ¡Quizás así tengáis temor de disgustarle! (Corán 2: 221)

2. …A las creyentes no les he licito casarse con los incrédulos, ni a los incrédulos casarse con las creyentes...(Corán 60:10)

Hay otros versos en el sagrado Corán, los cuales se refieren específicamente al matrimonio y lo hace imposible el hecho de que un musulmán de a su hija o hijas, a un idolatra, son las siguientes:

1. ¡La maldición de Dios sobre los que descreen! (Corán 2:89)

2. …Dios es enemigo de los que no creen. (Corán 2:98)

2. ¡Oh, los que creéis! En verdad, los idólatras son impuros.(Corán 9:28)

Ningún musulmán, sería tan tonto como para presumir que el Santo Profeta, contravino la prohibición del Corán, mediante el hecho de dar a sus hijas a aquellos hombres, a quienes Dios había maldecido. Quienes eran sus enemigos y no eran puros.

Para un musulmán, los versículos del Corán, mencionados arriba, prueban de manera concluyente, que Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum se casaron una vez con los idolatras, por esto, no eran las hijas del Profeta y Jadiya.

Un musulmán marginal o estadista, se abstendrá si le es sugerido que dé a su hija o hijas en matrimonio, incluso si es un cristiano o un judío. Pero aún, este mismo musulmán, con ironía cree que su propio Profeta, el intérprete y promulgador del Islam, dio a sus tres hijas, a tres idolatras de la Meca.

El testimonio de la historia

El Santo Profeta Muĥammad era extremadamente cariñoso con los niños. Y era especialmente cariñoso con los hijos de su hija Fátima Az-Zaĥrā. al-Hassan y al-Husein, eran las pupilas de sus ojos, el los mimaba. Ellos se montaban en sus cuellos y en sus hombros, incluso hasta cuando él estaba dirigiendo las oraciones en comunidad en la mezquita. De hecho, el interrumpía sus discursos para jugar con ellos, cuando ellos entraban a la mezquita. Cuando él estaba con ellos, él se olvidaba de todos los problemas, del estado y del gobierno. Ellos le trajeron a él, los momentos más alegres de su vida, y con todo esto para él pareciera como si no les hubieses dado los elogios suficientes a ellos y a su madre. Por esta razón, produce curiosidad el por qué él nunca menciono a Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum, en ningún momento. Los padres dan el mismo amor a todos sus hijos, y no hacen ninguna diferencia entre ellos, revisando todas las tradiciones y la historia literaria de aquel tiempo, del apóstol de Dios, no hay vestigios de que él estuviese pendiente de estas tres mujeres, llamadas Zainab, Ruqayyah y Ummu Kulzum.

Para el mensajero de Dios, los años siguientes de la proclamación del Islam en la Meca, fueron llenos de peligros, cada día traía un nuevo peligro y un nuevo reto para él, y aun así, Ruqayyah y Ummu Kulzum, nunca son mencionadas prestándoles algún servicio de asistencia a su padre en ningún momento. Por otro lado, su hija Fátima Zaĥrā lo ayudó tanto en la Meca como en Medina, en diferentes momentos de emergencia. Pero Ruqayyah y Ummu Kulzum, eran muchos mayores que Fátima, era una obligación para ellas, ayudar a su padre, cuando este era oprimido por los infieles en la Meca, o cuando fue herido en las batallas en Medina, pero ellas nunca lo hicieron.

La verdad se hizo manifiesta, mediante la prohibición, tanto en el libro de Dios, como por la lógica de la historia, y esta es qué, Ruqayyah y Ummu Kulzum no fueron hijas del Santo Profeta Muĥammad y Jadiya.

El asunto de la edad y los presuntos números de matrimonios y de hijos de Jadiya, no es algo por de lo cual dependa la fe de los musulmanes; pero un musulmán debe defender la integridad de la historia. Lo mínimo que un musulmán puede hacer es expresarle su gratitud a ella, es no cambiando la historia y mucho menos fabricar su propia historia, respeto a ella. La verdad debe ser dicha a toda costa, sin importar si beneficia o perjudica a amigos o enemigos.

Un hombre puede estar ansioso de mostrar su lealtad a sus héroes, y el culto de adoración al héroe puede hacer que él, los glorifique; pero si él es un musulmán, no puede hacer esto a expensas de la verdad, y si lo hace merecerá el descontento de Dios, Quien dice en su libro:

1. Y no mezcléis la verdad con la falsedad, ni escondáis la verdad a sabiendas. (Corán 2:42)

2. Y “¿quién es más injusto que quien oculta un testimonio que le viene de Dios? Dios no está desatento a lo que hacéis.” (Corán 2:140)

3. A quienes ocultan las pruebas claras y la guía que hicimos descender, después de haberlas explicado claramente a la gente en la Escritura (sagrada), Dios les maldice y les maldicen los hombres. (Corán 2:159)

4. Y no ocultéis vuestro testimonio. Quien lo oculte tiene, verdaderamente, un Corazón pecador. Y Dios sabe lo que hacéis.(Corán 2:283)

Dios, ha ordenado a los musulmanes reconocer y expresar su gratitud por las bondades que él, les ha dado.

Y proclamad la merced de tu Señor. (Corán 93:11)

Si los musulmanes son sinceros en expresar su gratitud hacia Jadiya, ellos deben rechazar la falsedad de principio a fin de la historia de su vida. Estas falsedades han estado circulando por mucho tiempo, no hay mejor manera para un musulmán proclamar y reconocer las bondades de su Señor, sino mostrando lealtad a la verdad absoluta. Siendo leal, a la verdad, ellos también ganan la complacencia del Todopoderoso.

La gran dama Jadiya, fue la sierva favorita de Dios, y la primera esposa de su Amigo y Mensajero. Ella fue única e incomparable y muy especial a los ojos de Dios, quien le envió sus saludos, a través del arcángel Gabriel.

Quiera Dios, bendecir a su sierva Jadiya.

Los siguientes versículos coránicos son una guía o dirección para los sinceros y los amados siervos de Dios, quienes pusieron la complacencia de Dios, por delante de la suya y quien busca su placer en el servicio desinteresado a la creación divina, y Jadiya fue uno de esos siervos de Dios.

(A las almas de los bien guiados se les dirá:)

“! Oh, alma sosegada! ¡Regresa a tu Señor, satisfecha de Él y Él satisfecho de ti! Entra con Mis siervos, y entre en Mi Jardín. (Corán 89:27-30)

Quiera Dios bendecir a Jadiya, y quiera Dios colocarla en el más alto rango de jerarquía, entre sus verdaderos amigos creyentes.

Quiera Dios bendecir al Profeta Muĥammad y a su familia, a través de él, la humanidad recibió las bendiciones y la luz del Islam.

Fuente:  Jadiya (P); La gran esposa del Profeta Mahoma (PB); Editorial Elhame Shargh- 2012

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[1] Un hadiz es algo que recuerda un acto o un dicho el profeta del Islam y es transmitido por una cadena de transmisores.

[2]The Decline and Fall of the Roman Empire.

[3]The Holy Sword, 1959.

[4]Alexander of Macedon, New York 1946.

[5]Alexander the Great, New York, 1969.

[6]Mir Khan, Rawdatus-Safa, volumen 2. P.271.

[7]The Life of Muĥammad,Cairo 1965.

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