La igualdad del hombre y la mujer en cuanto a la adquisición de conocimiento en el Islam[1]

Por Dra. Z. Rabbani

Educación y enseñanza a las mujeres en los comienzos del islam

La aparición del islam, además de crear un gran cambio a nivel social y normativo fue, además, un punto de partida histórico a nivel cultural, y una de sus manifestaciones más destacadas fue el cambio en la educación y enseñanza a las mujeres.

Un análisis del proceso del cambio en sus comienzos, puede esclarecer, suficientemente, el rol del islam, de su Mensajero y también de las enseñanzas religiosas en el surgimiento de este punto de partida.

Solamente, haciendo una breve comparación entre un número reducido de mujeres en la época preislámica y la gran cantidad de mujeres de la época posterior al surgimiento del islam, se puede mostrar la magnanimidad de este cambio. En este campo, podemos mencionar como ejemplo a los libros de biografía de los discípulos del Profeta del Islam y también a los libros que nos presentan los relatadores de hadices ya que estos mismos libros tienen una sección dedicada a las mujeres donde se exponen sus biografías, mencionando también hadices que son relatados directamente por el Profeta (la paz sea con él y su descendencia)

Como ejemplo, el octavo y último tomo de Muhammad Ibn Saad, (230 h.) titulado "Attabaqatul Kubra" es dedicado a las mujeres y en este ejemplar se desarrolla la biografía de 498 mujeres que vivieron en la época del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) y han sido presentadas como "discípulas" del Profeta (la paz sea con él y su descendencia).

Luego, en el libro "Ma’rifatu Sahaba", escrito por Abu Na’im Isfahani (339-430 d. h), han sido nombradas 493 mujeres sahaba, o sea discípulas.

Este número, en el libro “Al Isti’ab fi ma’rifatil ashab, de Ibn Abdul Birri Qurtubí (368-463 d.h) es de 402 mujeres. Pero en menos de dos siglos, Ibn Asir Yazarí (555-630 d.h) en el libro “Usdul Gabah fi ma’rifati sahabah” logró obtener los nombres de 1022 mujeres discípulas.

Más tarde, en el libro “Al-Issabah fi tamiizi Sahabah” de Ibn Hayar Asqalaní, (774-852 d.h), encontramos nombres de 1550 mujeres que, aunque el escritor de este artículo no considera correcto decir que la mayoría de ellas fueron discípulas, la mención de sus nombres demuestra que éstas han entrado en cuestiones culturales en una época cercana a la época del profeta (la paz sea con él y su descendencia).[2]

En la época contemporánea, un grupo de escritores ha recopilado libros de biografía de las discípulas, documentándose en fuentes antiguas. Entre ellos, podemos mencionar el libro de “Haiatu sahhabiat”, escrito por Jaled Abdurrahman al ‘akd, en dos tomos y también el libro “Mausú’atu haiati sahabiat”, escrito por Muhammad Sa’id Miad que nombra a 1524 discípulas.

También Abdu Sabur Shahin ha recopilado dos tomos de libros bajo el título “Assahabiat, haula rasul”.

Podemos hacer también un análisis comparativo en otras dimensiones culturales como por ejemplo los libros de literatura de Abdu Amir Muhanna como “Mu’yamu Nisai shairat fil yahilia ual islam” ("Encilopedia de mujeres poetas en la época pre islámica e islámica"), que abarca la biografía de 504 mujeres poetas.

Otro libro, Ajbaru Nisa fi kitabel agani que abarca la biografía de 180 mujeres y “Ajbaru nisa fi ‘iqdil farid que abarca la biografía de 250 mujeres y otros libros[3].

Pero nuestro objetivo en este artículo es alcanzar algunos puntos respecto a temas de educación en la época del Profeta (la paz sea con él y su descendencia) luego hasta la finalización de la época de los discípulos. En este trabajo, es nuestra intención profundizar en tres categorías de la educación: materias, lugares y mujeres maestras.

1. La educación de las mujeres en la época pre islámica

En la época preislámica el sistema de educación de las mujeres se limitaba a un plano práctico. Por ejemplo abarcaba las áreas de actividades domésticas, cuidado de los camellos, armar y mantener las carpas y otras de esta índole. Por lo general, las maestras eran las madres, y debido a que las niñas se casaban a temprana edad, las madres trataban de enseñarles todo en el corto periodo que permanecían en las casas de sus padres[4].

En esta época, podemos encontrar escasos nombres de mujeres que hayan traspasado estos límites prácticos de la educación y que hayan aprendido poesías o podido leer y escribir- A pesar de ello, en algunos casos, éstas han sido más adelantadas que los hombres.

De entre estas mujeres podemos nombrar a Ummu Yundab, esposa de Emra-ul Qais, cuya jerarquía había alcanzado un nivel tal que ha logrado ser admitida como árbitro en los concursos de poesías. Aún más, en un caso ha arbitrado entre su esposo-que era poeta- y otro llamado Alqamah, siendo su fallo a favor de Alqamah y en contra de su esposo.[5]

Asimismo podemos nombrar a una mujer llamada Jansa, hija de Amr Ibn Harez Shadid, que en el mercado económico-cultural de ‘Akkazz hizo ocho objeciones a una de las poesías del famoso poeta Hasan Ibn Zabit, las cuales fueron aceptadas[6].

Su hija Umré, había sido famosa en época del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) por sus poesías de lamento que eran escuchadas por él[7].

Asimismo, se ha transmitido respecto a A’ishá que uno de los más grandes poetas de la época preislámica le enseñaba a su hija, y ésta había avanzado tanto en esta materia que, incluso su padre valoraba sus puntos de vista respecto a las poesías que él componía[8].

Otra materia del sistema de educación es la "Escritura". Al respecto, generalmente se hace referencia a lo mencionado por Belazarí, quien al nombrar a los instruidos de la época preislámica y los comienzos del Islam, también hace alusión a algunas mujeres. Entre ellas se encuentran: Shifa, la hija de Abdullah Aduieh, Ummu Kulzum, hija de ‘Uqbah, y ‘A-ishah, hija de Sa’ad[9].

Si consideramos las "Predicciones del futuro" como materia de educación de la época preislámica, podemos encontrar a algunas mujeres que eran muy famosas, de modo que desde kilómetros de distancia venían a consultarlas. Entre ellas se encuentra Qutbah o Sayá, que vivía en Jaiba[10].

2. La educación de las mujeres en época del Profeta Muhammad (La paz sea con él y su descendencia)

a) Periodo en La Meca

Analizando el periodo de La Meca podemos entender que el Profeta del Islam (la paz sea con él y su descendencia), desde el comienzo de su misión, no limitó su convocatoria a los hombres, sino que la hizo llegar a las mujeres en forma directa o indirecta. Nuestro testimonio es la presencia destacada de las mujeres en los acontecimientos de este periodo.

Entre los puntos interesantes de este periodo encontramos que la primera persona que fue invitada al el islam y que lo aceptó fue una mujer que era su esposa: Jadiyah, y fue ella a quien por primera vez el Profeta le enseñó los conocimientos islámicos. Por ejemplo, cuando el Profeta (la paz sea con él y su descendencia), aprendió del Arcángel Gabriel a hacer la ablución y la oración, luego, él se dirigió a Jadiyah y le enseñó. Tras ello ambos rezaron.

Luego de Jadiyah, Fátima Bint Assad, la madre del Imam Ali (la paz sea con él), fue la segunda mujer musulmana.[11]

El martirio de la primera mujer musulmana en los comienzos del Islam, Sumeia, hija de Ammar Iaser, es la mejor prueba a la profundización de las enseñanzas islámicas entre mujeres[12].

La presencia consciente de un grupo de mujeres musulmanas junto a sus esposos en la emigración a Habasha (Etiopía)[13], demuestra su familiarización con las enseñanzas islámicas en forma directa a través del Profeta del Islam y, en forma indirecta, a través de sus esposos.

En la historia de la islamización de Omar, podemos encontrar un nuevo punto con relación a la educación de mujeres y esto es el aprendizaje de conocimientos islámicos de una pareja por medio de uno de los discípulos que era un entendido en materia de islam.

En este relato observamos que Fátima, hermana de Omar, junto a su esposo Said Ibn Zaid, recibía en su casa a Habbab Ibn Arat, quien les enseñaba el Corán[14].

En este mismo relato observamos que cuando Omar, -antes de abrazar el Islam-, se le acercó al Profeta con el propósito de asesinarlo -debido a que miembros de su familia habían abrazado el Islam- lo encontró junto a cuarenta de sus discípulos, hombres y mujeres, en una casa cercana a las montañas de Safa, impartiendo clases de Corán y conocimientos islámicos[15].

b) Periodo en Medina

Tras el establecimiento del gobierno del Profeta del Islam, en Medina; la instauración de las bases del primer gobierno islámico y la fundación de la mezquita para adoración y enseñanza de conocimientos islámicos, la educación de las mujeres también recibió un extraordinario cambio.

Podemos dividir las materias de educación de las mujeres en dos partes: islámicas y no islámicas.

1. Las materias de educación islámica

Con este título nos referimos, fundamentalmente, a conocimientos del Corán, cuestiones éticas, leyes prácticas del islam: lo lícito e ilícito que se relacionan con el Islam y el Profeta (la paz sea con él y su descendencia), que no eran conocidos antes de la aparición del Islam.

Además de las enseñanzas directas de estas ciencias a través del Profeta (la paz sea con él y su descendencia) a las mujeres, hubo enseñanzas en forma indirecta a través de sus esposos o hijos, tal como el Profeta del Islam, lo incentivaba[16], aunque en los textos históricos, en general, se hace referencia a la enseñanza del Profeta a las mujeres.

Por lo tanto, en esta parte, nosotros nos referimos al Profeta (la paz sea con él y su descendencia) como profesor y analizaremos algunos textos al respecto.

Esta sección, desde el punto de vista de la forma de instrucción, se divide en dos partes: pública y particular.

En la sección pública, generalmente, el lugar de enseñanza era la mezquita y, en especial, masyidu- n- nabi (Mezquita del Profeta en Medina) en donde el Profeta (la paz sea con él y su descendencia) impartía enseñanzas islámicas. A veces, también usaban casas u otros lugares con este propósito.

En este periodo, encontramos un texto histórico que dice: “Las mujeres visitaron al Profeta (la paz sea con él y su descendencia) y le dijeron: ‘Oh, mensajero de Dios, los hombres son más que nosotras en cantidad, entonces, elige un día especial para nosotras (donde podamos aprender las cuestiones específicas para las mujeres). El Profeta (la paz sea con él y su descendencia) eligió un día especial para ellos en el que les aconsejaba, les enseñaba y las educaba[17].

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[1] Este capitulo ha sido extraído de la revista Kauzar, Nro 72. con el título: Educación y enseñanza de las mujeres en los comienzos del islam. del autor Dr. Ne´matulah Safarí Furushani, traducido por Taiiebe Rabbani, colaboración: Lic. Masuma Assad de Paz y lic. Fátima Paz y adjuntado a este libro por su relevancia.

[2] Mehrizi, Mahdi, La bibliografía descriptiva de los libros de biografía de mujeres, “Aineh payuhesh”, nro. 57, p. 84.

[3] Muhammad Dagh y Hefzur-Rahman Rashid Uimen, “Tarij ta’lim ua tarbiat dar Islam”, traducción de Ali Asgar Kushafar, Tabriz, Editorial Universidad de Tabriz, 1374 hégira solar, pp. 6 y 271.

[4] Abdullah Afifi, “al mar-atul-‘arabiah fi yahaliatiha ua islamiha”, Beirut, Daru Raidul ‘arabi, p. 172.

[5] Ibid, para mayor información referirse a su biografía en: Abulfaray Isfahani, “Al ‘Aqani”, corrección Yusuf abi Tauil, Primera edición, Beirut, Darul Fekr, tomo XV, pp. 72 a 78

[6] Ia Sin Ibn Amrullah Jairí, “Ar Rouzatul-Faiha fi tauarij nisa”, tahqiq raya: Mahmud Assamaraí; Primera edición, Beirut, Darul ‘arabiah lilmusu’at, p. 54.

[7] Muhammad Dagh y… Ibid, p. 274.

[8] Abul Hasan, Belazarí, “Futuhul-Buldan”, Investigación Reduan Muhammad Reduan, Beirut, Darul Kutub ‘elmíah, 1398, p. 458.

[9] Ibn Hisham, “Assiratun-Nabauiiah”, Colección Mustafa Assaqa y otros, Beirut, Daru Ihia-i Turazul ‘Arabi, 1413, t.I, p. 154.

[10] Mahmud Tu’méh Halabí, “Niasa-a haula Ar-rasul”, Halab, Darul Haiat, p. 30.

[11] Ali Muhammad Ali Dajil, “’Allamun Nisa”, Fátima Bint Assad, Beirut, Mu-assisa Ahlul-Bait, p. 29.

[12] Ibn Husham, Ibid, tomo I, p. 320.

[13] Para conocer el nombre de estas mujeres cfr: Ibn Husham, Ibid, t. I, p. 322-330.

[14] Ibid, p. 343.

[15] Ibid.

[16]Abdul-Haii Katani, Nidhamul-hukumati an-anabauiiah al-musamma bittaratibel-idariah, Beirut, Darul Kitabil ‘arabi, tomo 2, p. 235. En este libro se relata un hadiz de Bujari del Profeta (la paz sea con él): Quien eduque a su esclava de la mejor forma y la instruya, tendrá doble recompensa.

[17] Jaled, Abdurrahman al ‘Akk, “Suratun min haiati sahabiater-rasul”, Primera edición, Beirut, Darul Albab, 1409, p. 11, que su parte relata de Musnad Ahmad, tomo I, pág. 11 y Sahih Bujari, Kitabul ‘ilm.

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