Los derechos de la mujer en el Islam (parte 2)

Conferencia del Profesor Rahimpur Azqadi

(Venezuela – 2011)

Traducción: Sheij Suhail Assad, Desgrabación: Fabiana Ríos, Corrección: Sheij Abdulkarim Paz

Dr. Rahimpur Azqadi

Bueno, se hizo un poco larga la reunión anterior y está también se prolongó bastante, pero por la importancia y relevancia que tiene este tema, el tema de la mujer y sus derechos, especialmente con las mentiras que los medios de comunicación se proponen, es necesario responder a estos interrogantes, así que continuamos con la conferencia.

Yo quiero recordar un punto, si es que nosotros en esta reunión hacemos una comparación entre el Corán y la Biblia o los Evangelios, en realidad no significa eso que nosotros no aceptemos a los Evangelios o a la Tora, simplemente creemos que lo que está, hoy en día, escrito y se conoce con el nombre de Tora y Biblia, los Evangelios o el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, no es lo mismo que lo que fue descendido y revelado a Moisés o Jesús. El Corán, cuando habla de la Biblia y de la Tora, habla de una forma respetuosa y los honra de alguna manera, sin embargo, cree que aquello que le fue revelado a Jesús y Moisés no es lo mismo totalmente que lo que está escrito hoy en día, por lo tanto, la Biblia actual, si bien tiene muchos puntos en común con la verdadera revelación, también tiene muchos puntos de diferencia. Pero así y todo, el Corán cuando habla de los cristianos dice que los más allegados a ustedes, los creyentes, son los cristianos, son los que siguen el mensaje de Jesús. Nosotros consideramos que se debe respetar y, de hecho, el Corán respeta y honra tanto a la personalidad de María como a la de Jesús y creemos que el respeto a estas dos personalidades es exactamente igual al respeto a personalidades como Fátima y Muhammad. Entonces, en realidad, nosotros creemos que todo lo que hoy en día existe, con el nombre de valores y principios de la moral en el mundo es gracias a los efectos que tuvo la religión de Dios. Si hoy en día existe bondad en el mundo, eso significa que en realidad no es más que la influencia que tuvieron las religiones cristiana, judía, el Islam, las revelaciones del Corán, el Evangelio en el mundo.

Desgraciadamente muchos medios de comunicación tergiversan la información y, generalmente, adjudican al Islam lo que no es del Islam, adjudican al Corán lo que no es del Corán. Muchas veces se cuestionan cosas que están en el Corán sin mencionar que aparecen en la Tora y en los Evangelios. A veces hay cuestiones que aparecen diez veces más en la Tora y en los Evangelios, pero porque está en el Corán se critica y no se critica lo demás. Uno de estos es la vestimenta islámica. Dicen ustedes por qué en el Corán se habla del hijab, la vestimenta islámica; es una ley que existía desde antes de la revelación coránica, es una ley que existía ya en los textos sagrados de los judíos y los cristianos. El hijab es una cuestión que aparece en la Biblia. En cambio, el Islam es una religión multidimensional, el Islam no habla únicamente de los temas espirituales y religiosos, si no que es mucho más abarcadora, incluyendo temas sociales, de justicia, temas económicos, temas referentes a las distancias entre las clases sociales, temas que van desde los derechos humanos a los derechos de la mujer, los derechos de los niños; habla de la familia, habla de las relaciones internacionales, habla de la guerra y de la paz, habla del matrimonio y del divorcio. En fin, es una religión que, en su revelación, aparece múltiples dimensiones y no deja de lado ningún vacío en las distintas disciplinas de la vida del ser humano. En cuanto a las formas que el Corán abarca estas cuestiones, las dimensiones que abarca la justicia, la moral, la espiritualidad y la educación es porque cree que el ser humano debe perfeccionarse y la perfección del hombre está en el crecimiento y desarrollo de todas sus dimensiones. Para que este no sea un tema seco, digamos vacío de sentido, no vamos a tocar únicamente la parte jurídica de la cuestión, si no vamos a agregar cuestiones que tienen que ver con lo emocional, sentimental, con lo humano y lo moral respecto del tema que tiene que ver con los derechos de la mujer. Nos interesa tocar este tema, porque nosotros, al oponernos a la cultura del poder y la cultura de la riqueza, en donde no creemos que esos son los únicos criterios de la humanidad; esas son características de una cultura netamente materialista; por eso, cuando el Corán dice en la misma Península Arábiga, en la Arabia pre-islámica cuando en una familia se enteraban que nacía una mujer, dice, el rostro de los hombres cambiaba, muchos se enfadaban, el Corán dice “se ennegrecía el rostro de los hombres” ¿por qué? porque justamente la Arabia pre-islámica vivía una cultura materialista, en donde el único criterio y referente de humanidad es la riqueza y el poder, y en una cultura en donde la riqueza y el poder son los únicos referentes de perfección, es obvio que el varón va a tener más poder, porque el varón por su fuerza y por ser su sexo más fuerte, va a otorgar más poder a la sociedad, va a obtener mayor riqueza y, con esa visión materialista, es obvio que la mujer no sirve en comparación con el varón. Sin embargo, nosotros creemos en otro tipo de cultura que es una cultura llena de espiritualidad y de moral, en donde ahí, varón y mujer no tienen diferenciación. Nosotros vamos a tratar ahora de tocar el tema de los derechos de la mujer basados en los textos sagrados, tanto en las narraciones del profeta como en las aleyas del Corán, así que vamos a empezar a leer después algunos de los textos y versículos que aparecen en el Corán.

El Islam, cuando habla de la religión, no habla de una relación únicamente entre el individuo y Dios, no habla de una religión individual y personal, una religión interna; el Islam cree que también existe relación entre persona y persona. El Islam, así como habla de la moral individual también habla de la moral y la ética social. Nosotros creemos, según las narraciones del profeta, que si uno duerme durante la noche, habiendo un vecino, un compañero, un familiar hambriento, esa persona no tiene religión. El profeta dijo: “Aquel que duerme y su vecino está hambriento, esa persona Dios no la mira con una visión de misericordia ni esta vida ni en la otra vida.” Nosotros estamos en contra de aquellos que, únicamente, su preocupación es el dinero y los bienes materiales, su único interés son las riquezas, no le interesa lo permitido y lo prohibido, no le interesa la justicia social, no le interesa los derechos de los pobres. Ésos son compañeros del Shaitán, son compañeros de Satanás. Según algunas narraciones ésos que trabajan con la usura, en donde únicamente ganan intereses, cambian plata por dinero, cambian plata por plata, no plata por trabajo, la visión islámica es que el dinero se obtiene con el esfuerzo y el trabajo; dice aquellos que trabajan con la usura es como aquellos que han hecho la guerra a Dios y al profeta, aquellos que plantean una guerra con Dios y el profeta. En el Islam hay que trabajar para obtener dinero. En el Islam estamos en contra de aquellos que son una minoría que no trabajan pero tienen ganancias, frente a una mayoría que son los que se esfuerzan y trabajan y obtienen menos ganancias. El Islam habla de la pobreza en una forma negativa; unas narraciones dicen que la pobreza es la que corrompe la razón, en otras dice que si el pobre dice algo, muchos pueden decir es un mentiroso, porque es pobre, pero si el rico dice algo, quizá diga lo mismo, y dicen sí, es cierto, porque es rico. Ésa es la visión que tiene el Islam respecto de la justicia social, ya sea a nivel económico o a cualquier otro nivel. Tenemos narraciones del profeta que habla acerca del gobernante y del juez, dicen tienen que ser  igualitarios en el comportamiento y en el trato con los demás; si el juez, por ejemplo, en un juzgado a uno le sonríe y a otro le frunce el ceño está desigualando la relación de comportamiento con ellos dos. Ellos son juzgados por Dios el día del Juicio Final. Del mismo modo un gobernante, si a un grupo de ciudadanos le sonríe y a otro grupo de ciudadanos les frunce el ceño, también está siendo desigual. Tenemos dos casos, una vez en donde un padre besó a un niño, de sus hijos, y al otro no, el profeta dijo: “¿Por qué no eres justo? ¿Por qué no cumples con la igualdad?” Dice: “Aquel que no puede establecer la justicia e igualdad en su hogar no puede establecer la justicia y la igualdad en la sociedad.” Otro caso cuando un padre le había dado un obsequio a un niño, de sus hijos, y a otro no, el profeta se enojó mucho y dijo: “Tienes que ser igualitario hasta en tu casa con tus niños. Si le das algo a un niño de tus hijos, debes darle lo mismo al otro, aquél que no puede ser justo en su hogar no puede ser justo fuera de su hogar.

Entonces, para aquellos que creen que la justicia es la aplicación o la ejecución de ciertas normas, y que con eso nada más se establece la justicia, no; el profeta cree y la religión islámica, que tanto las emociones, como los sentimientos, tienen una posición muy especial en la religión. Especialmente con las mujeres, ya que ellas son más sensibles, más frágiles, sentimentalmente hablando. Tenemos narraciones que dice, por ejemplo el profeta, si uno en su hogar va a entregar un regalo, que primero se lo otorgue a las niñas, a la esposa y luego, a los varones. El profeta dice acerca de la igualdad de trato con los niños, dice: “Deben tratar a sus hijos de una igual manera, pero,” dice el profeta, “si yo hubiera preferido a alguien sobre alguien, si yo hubiera preferido a uno de mis hijos sobre otro, , hubiera preferido a las mujeres.” El Imam Sadiq , aleihi salam, cuando habla del profeta dice que era mucho más sensible y más amigable y más amable con las mujeres que con los hombres. Así que el profeta también tenía en cuenta esa sensibilidad de la mujer. El profeta tiene una narración que dice que aquél que aleja a una persona, soluciona el problema a una mujer o hace sonreír a una mujer, Dios lo mirará con una misericordia especial, lo hará feliz el Día del Juicio Final, porque, de hecho, las mujeres son mucho más sensibles. Ahora bien estos temas que estamos tocando son basados en narraciones shiítas, ustedes saben que en el Islam hay dos escuelas de pensamiento, la sunnita y la shiíta, similar a la división que existe entre las distintas escuelas del cristianismo, como existen católicos, ortodoxos y protestantes, del mismo modo, en el Islam, existen los sunnitas y los shiítas. Las narraciones que nosotros estamos tratando en esta oportunidad son narraciones shiítas, porque creemos, digamos, que el Islam está representado en la escuela shiíta, y es por eso que estamos utilizando narraciones shiítas.

Del mismo modo que uno de los padres, en el Islam, tanto la madre como el padre que son muy respetados en el Islam, el Corán cuando habla de los padres, establece primero una relación entre la obediencia a Dios y hacer el bien a los padres, es decir que van juntas estas dos cuestiones, dice aquél que quiere obedecer a Dios, luego de la obediencia a Dios, viene el hacer el bien y tener buen trato con los padres. Y entre los padres, ha preferido también a la madre; por eso tenemos también narraciones que dicen que el profeta, con él sea la paz, dice si alguien está rezando, orando, obviamente si es una oración obligatoria no se debe cortar, pero supongamos que uno está haciendo una oración preferible o prerrogatoria, dice: “Si tu padre te llama, continúa con el rezo y luego de terminar, pregúntale a tu padre qué desea. Pero si es tu madre la que te llama, inmediatamente debes cortar el rezo.”  Ésa es la forma en que el Islam trata el tema de la madre.

En el Islam, dice, el que desea la misericordia de Dios, que desea el paraíso, debe estar al servicio de la madre, dice el paraíso se encuentra debajo de los pies de la madre. Aquél que desea tener la conformidad de Dios, debe tener la conformidad de los padres, de la madre, y si la madre no está conforme, no logrará la conformidad de Dios.

El profeta, dice el Imam Sadiq, la paz sea con él, cuando una persona vino a hacerle una pregunta dijo si yo quiero lograr la purificación del alma, si quiero perfeccionarme espiritualmente, ¿a quién debo servir? El profeta dijo: “Ummaq,” a tu madre. “Bueno,” dijo, “si yo sirvo a mi madre, luego qué” Dijo: “Ummaq,” nuevamente a tu madre. “Nuevamente sirvo a mi madre,” dijo “y luego qué.” Dijo: “Ummaq,” a tu madre. Tres veces repitió tu madre y luego dijo, luego a tu padre.

Nosotros creemos que la madre no es una máquina de poner huevos, no es como una gallina que lo único que hace es poner huevos para tener hijos; o sea, la madre no es una herramienta en manos del hombre para poder procrear. La mujer tiene que ser respetada de tal modo que no sea únicamente un símbolo sexual, un aparato en donde uno puede saciar su instinto sexual y luego, cuando ya no sirve, cuando envejece, cuando es vieja, ya no se respeta. En el Islam se debe respetar a la mujer constantemente, habla del respeto a los padres. El profeta en ningún sentido permite que la madre o la mujer sea considerada una persona de segunda clase. En ningún sentido permite que haya un sentido de superioridad entre el padre y la madre, los dos deben ser respetados. Nosotros tenemos narraciones, o el mismo Corán, dice que el respeto a los padres debe ser de tal modo que ni siquiera, la palabra árabe "uf" como nuestra exclamación española "ufa" que viene de ahí, debe ser dicha a un padre o una madre, “uf” es la más pequeña expresión de falta de respeto o humillación, como que alguien de los padres nos pida un favor y digamos: “¡No, ufa!,” esas expresiones de cansancio, o de falta de respeto mínimas.

El Corán dice: “Hemos planteado al hombre, al ser humano, que respete a su padres, que haga el bien, que sea bondadoso con sus padres, que proteja su reputación.” Luego de hablar de los padres dice: lo cargó la madre durante el embarazo, la madre carga a su hijo, durante esa etapa el hijo se alimenta de la sangre de la madre; al dar a luz se alimenta de la leche de la madre; la madre es como la protectora del hijo durante toda la primera etapa del crecimiento; con dificultad lo hace crecer, permite que se desarrolle; con dificultad da a luz; con dificultad permite que nazca; con dificultad lo protege y lo cría durante los primeros tiempos. Una narración del Imam Sadiq, la paz sea con él, dice: “La madre soporta el calor para que tú no soportes calor. La madre soporta hambre para que tú no soportes hambre. La madre soporta sed para que tú no soportes sed. La madre soporta el frío para que tú no soportes el frío.” Ver el sacrificio de la madre en pro de la protección del niño, por eso uno nunca puede terminar de agradecer, o de servir a una madre, por los favores que una madre le hace a uno. Ustedes deben dos tercios a su madre y un tercio a su padre, están en deuda con su madre y con su padre.

En las narraciones se dice: “Teman a Dios en cuanto a las mujeres. Todo lo referente a las mujeres tengan temor de Dios, en cuanto al respeto por las mujeres, la honra, la reputación de las mujeres, los derechos de las mujeres, no perjudicar a las mujeres.” La última frase que el profeta dice en esta vida, antes de morir, según lo que cuenta Amir al Mu’minin, Ali Ibn Talib, dice: “El profeta dijo: tengan cuidado de las mujeres, protejan a las mujeres; les aconsejo que protejan a las mujeres tanto su vida como sus derechos y sus necesidades.” Ésas fueron las últimas frases del profeta antes de morir.

El profeta decía que cuando el Arcángel Gabriel me hablaba de la mujer, me hablaba tanto de la mujer, me insistía tanto acerca de la mujer, me aconsejaba tanto acerca de la mujer, que yo pensé que era casi imposible divorciarse de una mujer por más mala que sea. Dice aunque sea la peor mujer con el peor carácter y el peor comportamiento, yo creo que, por tanta insistencia de Gabriel, no me divorciaría de ella a no ser que sea por corrupción sexual, que la mujer sea un corrupta, sexualmente hablando, o que transgreda las normas de la sexualidad.” Frente a la lógica que decía que la mujer no puede ir a la guerra, en la época pre-islámica, y la mujer no tenía ningún tipo de valor porque no nos convenía a los hombres en materia de defensa en la guerra, era considerada una mala suerte, la narración del Imam Sadiq dice: “Cuando nace una mujer en la familia, Dios envía un ángel que pondrá sus alas sobre el cuerpo de la mujer, sobre su pecho y sobre su cuerpo, y todo hombre que pueda educar a dicha mujer, pueda proteger sus derechos y pueda asegurar su bienestar, Dios asegurará para ese hombre tanto la vida terrenal como la otra vida.”

Pregunta el Corán: ¿acaso son ustedes los que sustentan y son causa de providencia de las niñas, de las mujeres?

En una de las batallas donde se atacó y se invadió una tierra islámica, el profeta salió con sus hombres a librar dicha batalla, en ese momento se acercó al profeta un joven y le dijo: “Profeta, yo amo la lucha en tu camino, en el camino de Dios, por la justicia y el bien, quiero participar de la guerra, quiero que me permitas participar, pero tengo un problema, mi madre es anciana, está enferma y ella no está conforme, no me permite que yo vaya a luchar.” La respuesta del profeta fue: “vuelve, regresa con tu madre, está con ella.” Porque ciertamente Aquél que me envió con la verdad, como mensajero con la verdad, la compañía de tu madre, una noche junto a ti, por Dios, vale más que un año de jihad y un año de lucha y de guerra por una causa justa.

Le preguntaron al profeta quién de nosotros será el más cercano a ti el día del Juicio Final, respondió: “el más cercano de vosotros ante mí el Día del Juicio Final es el mejor de vosotros con vuestra familia.” En otra narración dice: “el mejor de vosotros con su esposa,” el que más amable y misericordioso con la esposa. Dice: “El más creyente de ustedes es el que más amor otorga a su esposa.” Debe gobernar el amor en la familia, sobre la economía, sobre cualquier otro principio. En otra narración dice: “yo soy el más benévolo con mi familia,” como que nadie había alcanzado el grado del profeta Muhammad, con el sea la paz. El Corán dice: “convivan con ellas a través del bien, con el buen trato, con la buena acción, con el buen comportamiento.” Una regla general que propone el Corán para los hombres, tanto en lo familiar como en lo económico como en otro tipo de situación o dimensión. Ustedes saben que el Islam, el criterio fundamental y el referente de la bondad es la moral, los valores y los derechos, no el poder y el dinero, no la riqueza y el poder. Cuando comienza a haber riqueza y competición, competitividad entre hombre y mujer, ahí es donde se empieza a destruir la familia, cuando el hombre no quiere estar al servicio de la mujer, sino quiere competir con la mujer y la mujer competir con el hombre es cuando el amor, la justicia, la familia se destruyen. No deben permitir en ningún sentido que la familia y el amor se destruyan; deben intentar y poner todo su esfuerzo en pro de la construcción de una relación amorosa y familiar.

Dicen las narraciones que una persona se quejó ante el profeta, dijo “Yo tengo mi mujer que tiene un muy mal carácter, cuando estoy cansado y entro en mi casa y ella comienza a discutir y a pelear conmigo y ya no soporto esto, no aguanto y quiero separarme, quiero divorciarme.” El profeta dijo: “Todo aquél que tenga una mujer con mal carácter y soporte dicho mal carácter, Dios lo recompensará con una gran recompensa.”

Hay un caso en Irán, hace poco que pasó, de un hombre que fue juzgado y le dijo al juez: “Mi mujer me pega,” entonces el juez le dijo: “Bienvenido seas,” Le dijo: “Trata de arreglarlo de alguna manera,” obviamente no lo iba a divorciar, le dijo: “Ve con tu mujer y arréglalo de alguna manera, dialoga con ella, fíjate si hay forma de arreglar.” La cosa es que el hombre no fue a la casa, el juez se enteró y dijo: “¿Por qué no fuiste?” dijo: “No, porque si se entera que fui adonde el juez me sigue pegando”

Una persona vino a lo del Imam Ali, la paz sea con él y le dijo: “Mi mujer tiene un mal carácter, me insulta; si a veces me pide que compre algo y no lo hago, se pone muy mal, quizá rompe algo. Y yo ya no soporto, quiero irme, quiero salir de mi casa.” El Imam le dijo que no, trata de mejorar la situación con ella y de tener un buen carácter, trata de acompañarla en su mal carácter y soporta.  (el Dr dice: Hay un par de hombres que se rieron, parece que a ellos también les pega la mujer). (Risas) Deben soportar y deben administrar el hogar con buen carácter. En otra narración dice háblenle bien, tengan una agradable forma de hablar a las mujeres; respeten a sus mujeres, utilicen palabras bellas, las bellas palabras ayudan al cambio, quizá así mejoren su carácter si el hombre utiliza esas palabras. El profeta decía: “Nunca se olviden de demostrarle el amor a las mujeres, nunca se olviden de decirle a la mujer ‘te amo’ o ‘te quiero’, aunque sea una vez en la semana o una vez al mes o cada diez años… no, tan así no (risas); pero traten de decirle constantemente. Aunque sea una vez en la vida (risas) ¡o en la tumba! (risas) Dice con la buena educación, con los principios, con los valores, con la moral, es que se mejoran las relaciones, no con la ley.

Dice que una vez, una mujer tenía un niño pequeño, el profeta lo agarró al niño para besarlo, y cuando lo cargó, el niño orinó sobre la ropa del profeta; la mujer se puso muy mal, se enojó y agarró violentamente al niño. El profeta dijo: “¿Que estás haciendo? ¿Por qué lo tratas así? Yo me puedo lavar, puedo purificar mi ropa y no pasa nada.” Dijo: “Esa violencia que estás utilizando con el niño no la olvidará jamás.” En otra oportunidad venía un hombre con su hijo, el profeta agarró al niño y lo besó, y el hombre lo miró medio raro y dijo: “Yo jamás en mi vida he besado a mis hijos,” dijo el profeta: “¿Por qué?” Dijo: “Porque para besar a mi hijo me tengo que agachar, y al agacharme, la postura mía, mi clase, mi reputación se ve humillada.” Dijo el profeta: “¿Acaso tú eres un ser humano?” Esa es la forma en que el profeta, con él sea la paz, trataba a los niños. El profeta donde entraba siempre saludaba, y cuando había niños, saludaba a los niños. Una vez un niño entró a una reunión donde estaba el profeta, y el profeta se paró, se levantó por respeto al niño. En otro caso, un hombre había dicho: “Dile a mi hijo que no coma más dátiles.” El profeta pensó un poco y dijo: “¿Puedes venir mañana?” El otro dijo “Sí.” Al otro día vino, se presentó ante el profeta con el niño y el profeta le dijo: “No comas dátiles.” Cuando se fue se fue con la esposa, el padre le preguntó al profeta que qué diferencia hay entre hoy y mañana, por qué me hiciste venir hoy. Le dijo: “Porque ayer yo había comido dátiles y no puedo yo aconsejar algo a un niño que, en mi vida personal, no lo practico.” Entonces, el profeta era tan sensible ante los niños, que ni siquiera estaba dispuesto a mentir o a fingir algo ante un niño, y esas son las formas en que actuaba el profeta con los niños, esa es la cultura del profeta, esa es la cultura de personas como Ali, Hassan, Hussein, Fátima.

La violencia

Con respecto a la violencia, también queremos hablar porque habíamos hablado de esa mujer que le pegaba al hombre, vamos a hablar también de la cuestión de la violencia, cuál es la visión que tiene el Islam acerca de la violencia. Sobre la opinión del Islam, acerca de la violencia podemos ver en una primer narración del profeta que dice: “Tres cosas son las más importantes en materia de comportamiento, uno es el amor al prójimo, el amor a las personas, otro es el servicio a los humanos y otro es el buen trato, el trato humano, agradable, misericordioso con la humanidad; el trato no sólo en las relaciones sociales, en las relaciones económicas, en las relaciones de mercado, en las transacciones, en los negocios; tratar sin engaño, sin mentir, sin usura, sin venderles caro, sin derroche, en todo sentido proteger los derechos de los demás. Hay una narración que dice que una vez un musulmán se acerca donde el profeta y le dice: “Yo hice un muy buen negocio,” dijo: “¿Con quién?” “Con un cristiano.” Dijo: “¿Cómo es?” Dice: “Compré una tierra de él, pero la compré un poquito más barato.” El profeta se puso muy mal y se enojó y dijo: “¿Acaso no sabes que sus derechos son nuestros derechos?” Y en las transacciones no hay religión, da lo mismo que sea musulmán, que sea no musulmán. Dijo: tienen los mismos derechos que tenemos nosotros, también tienen las mismas obligaciones que tenemos nosotros, las mismas responsabilidades que tenemos nosotros. Del mismo modo tenemos narraciones del Imam Ali, la paz sea con él, cuando era gobernador, y ustedes saben que el gobierno del Imam Ali no era un gobierno pequeño, era un gobierno que en aquel momento, geográficamente hablando, abarcaba una de las zonas más grandes del mundo. Venía caminando por la calle y encontró una persona anciana, un viejo ciego, en ese momento el ciego estaba pidiendo limosna, y el Imam Ali se puso muy mal, dijo, “¿Cómo es que esta persona está pidiendo limosna?” Uno de sus compañeros le dijo: “No importa, no te preocupes, es cristiano,” y ahí es cuando se puso muy nervioso el Imam Ali y dijo: “¿Cómo dices así? ¿Acaso hay diferencia entre un cristiano y  un musulmán? Ese pobre viejo, cuando era joven trabajaba y beneficiaba a la comunidad, no dijiste que era un cristiano, y ahora que está viejo, indefenso, débil y ciego, dices que es un cristiano.” En ese mismo momento, el Imam Ali ordenó sacar dinero del tesoro público y mantener a ese viejo hasta el día de su muerte con plata de los dineros del tesoro pública. De esa forma el Imam Ali interactuó con ese tipo de realidad, una especie de seguro social, que hoy en día aparecen con el nombre de seguro social o de seguro de solidaridad o de jubilación; todo eso existía en el gobierno islámico. Cuando el Imam Ali se enteró que había una niña judía, que en una de las guerras fue maltratada, fue perjudicada, dañada, dice que en ese momento no hubo nadie de los musulmanes para poder defenderla, hasta le habían quitado una cadenita del tobillo, le habían arrancado esa cadena, luego se enteró de eso el Imam Ali y dijo, se puso muy mal y dijo: “Si yo, por esa aberración que ocurrió, que saquearon a esa niña, que robaron a esa niña, la maltrataron, la dañaron, a una niña judía, aunque tenga que morirme por dicha causa, estaría justificado” Dice: “Morir por sufrimiento, porque es saquear a una niña judía, en mi gobierno, está justificado porque no tuve la oportunidad de poder defenderla y poder defender sus derechos.”

El profeta decía: “Juro por Dios, que ustedes son responsables de cualquier tipo de violencia, aunque esa violencia se perpetre en contra de un animal, una vaca, un caballo o de un cordero. Son responsables de la violencia que se perpetra en contra de las plantas y de los árboles. Todos tendrán que responder ante Dios. Todos son responsables. La falta de respeto a una persona, el humillar a una persona, el faltar a la honra de una persona es considerada violencia, todos somos responsables frente a ese tipo de actos y todos deberemos responder el Día del Juicio. Una narración del profeta dice si alguna persona sea musulmán o no musulmán se encuentra en una parte del mundo y usted se encuentra en este punto del mundo, y escucha a alguien que pide socorro y dice: “¡Oh, musulmanes! Ayúdenme,” y no lo ayuda, no es musulmán, no nos pertenece a nosotros, no pertenece a nuestra religión. Dice el Imam Ali, la paz sea con él: “Juro por Dios, si me permitirían gobernar, si me otorgarían el gobierno de todo el universo a cambio de que hagas una pequeña acción, un solo acto pequeño.” O sea, imagínense ahora ustedes que venga alguien que sea el dueño del universo que diga: ‘Bueno, te entrego el universo para que lo gobiernes y pido a cambio una sola acción,’ que qué es, es que ‘si pasa una hormiga, cargando un granito de trigo o de avena o lo que sea, lo único que debes hacer es injustamente, es quitar ese grano de la boca de la hormiga, y a cambio de eso te entrego el universo para que lo gobiernes.’” Dice: “Por Dios que no lo haría.”

Del mismo modo tenemos enseñanzas que proponen enfrentarnos y resistir y pararnos en contra de la opresión y la injusticia, en contra del imperialismo, en pro de la defensa de la sociedad, en contra de los poderosos que crean y proponen sus civilizaciones con la pobreza de los demás, con la matanza de otros pueblos, con el saqueo y el robo y la injusticia a otros pueblos. Si en América Latina, durante cuatrocientos años no hubieran saqueado los recursos materiales de este continente, jamás los Estados Unidos tendrían la riqueza y el poderío que tiene hoy en día. Si en África no hubieran esclavizado a decenas de millones de africanos, no hubieran sido lo que son en materia de poderío y de riqueza. Si no hubieran saqueado y matado a decenas de millones de indios en este mismo continente, hoy en día Inglaterra, en Francia, el sionismo en Israel, no hubieran sido lo que son. Sí, nosotros apoyamos el jihad, apoyamos la lucha, porque la lucha no es la matanza de civiles y de inocentes, la lucha no es más que la lucha en contra de aquellos que utilizan la violencia en contra de los inocentes y la humanidad. Es la lucha en contra de los violentos y los opresores injustos que con su comportamiento oprimen a las masas. En ese sentido dijo el profeta: “Sí, todo el bien está junto con las armas y la espada. Las armas y la espada que se van a levantar en contra de la opresión y la injusticia universal. En contra de aquellos que dice el Corán que con su poderío tanto material como político. Utilizan en pro de destruir a las personas, de oprimir y ser injustos con las personas. En esa lucha, si matamos o somos asesinados, los dos entran al paraíso, en esa lucha de defensa de los derechos de los oprimidos, aquella persona que defiende y muere en ese camino o mata en ese camino, los dos van al paraíso.

¿Ustedes saben lo que hicieron en Chile, en la época de Allende? ¿Lo que hicieron en El Salvador, la matanza de miles de personas? Donde se escucha la voz de la resistencia, ellos exterminan y acaban con todas las personas, hasta siete generaciones. Cuatro millones de personas fueron sacadas de sus hogares y andan de un lado a otro refugiados en Irak, supuestamente ellos vinieron a traer el bienestar, la democracia y la libertad. Hoy en día Irak no tiene bienestar, no tiene agua ni tiene seguridad; setecientos mil personas fueron muertos en estos últimos años, desde la invasión norteamericana a Irak. Decenas de miles de niños fueron raptadas, no se saben dónde están, no se supo su destino. Son violadas las mujeres, son violadas, transgreden sexualmente a las mujeres, los niños generalmente venden sus órganos, muchos de ellos se escaparon y dieron informes que son aterradores. Bajo esa violencia después vienen con eslóganes de que el Islam es el terrorismo y nosotros hablamos de derechos humanos. Lo que están haciendo en Libia. En Afganistán, un millón de personas quedaron lisiadas, quedaron defectuosas, muchos sin manos, sin pies, con problemas en el cuerpo, ponen bombas hasta en los muñequitos, en las muñecas de los niños, en los juegos. Dice esa misma gente es la que después viene a hablar de libertad, y de seguridad y de derechos humanos. Donde vean que hay invasión, violencia y guerra, ahí están ellos.

La violencia en contra de la mujer

Voy a leer algunas narraciones acerca de la violencia en contra de la mujer y con eso termino y después le damos lugar al foro.

La primera narración del profeta dice: “La más bella de las acciones, la mejor de las acciones, la más amada de las acciones ante Dios es aquella en donde hay amabilidad, buen trato, consuelo mutuo, tolerancia. Y la más odiada de las acciones ante Dios es asociar alguien a Dios, o decir que Dios no existe o decir que son dos o tres o cuatro, y la segunda, que es la peor dentro de estas dos malas acciones, la violencia en contra de los siervos de Dios, las criaturas de Dios.

Una narración del profeta dice que cualquier persona, no que mate o que robe, o que haga algo de eso, cualquier persona que daña o perjudica a una persona, me ha dañado o me ha perjudicado a mí, y quien me perjudique a mí, ha perjudicado a Dios; y quien perjudica a Dios es maldecido tanto en la Tora, como en los Evangelios, como en los Salmos y en el Corán.

En otra narración dice el Imam Sadiq, aquél que daña o perjudica a una persona está estableciendo una guerra con Dios. En otra narración, el profeta dice: “Han triunfado, han tenido éxito, se han salvado aquellos bienhechores,” y le preguntaron: “¿Y quiénes son los de la buena acción, los bienhechores?” Les dijo: “Aquellos que no dañan a nadie, ni siquiera a un pequeño insecto, una hormiga o cualquier ser.” Tenemos narraciones que dicen el más desgraciado, el más humillado de los hombres es aquél que falta el respeto a las personas. En otras narraciones dice si alguien entristece a una persona, hace deprimir a una persona, digamos que le da una mala noticia que le da, no digamos una mala noticia, le dice algo que le hace sentir mal, triste o deprimido, y luego de eso, para poder compensarle le otorga todo el universo, dice, eso no es considerado una compensación, ni siquiera será recompensado por dicha dádiva. Ésos son algunos de los ejemplos que se dan en las narraciones, del mismo modo que el tema de los derechos de las personas, ustedes saben que las personas que quieren ir al Hajj, a la peregrinación, uno no puede tener ni siquiera una pequeña deuda o un derecho usurpado o cualquier otro tipo de derecho que le pertenece a otra persona, debe pedir el perdón. Ustedes saben que no es aceptada la peregrinación de la persona que debe algo y no lo paga o dañó a alguien y no le pidió perdón, o alguien tiene un derecho usurpado o alguien tiene una queja y no fue perdonado por esa persona, primero la persona tiene que perdonar al hombre o tiene que ceder su derecho o tiene que otorgar el permiso para que luego pueda ir tranquilo a la peregrinación y sea aceptada su peregrinación.

Una vez, uno de los compañeros del profeta, un gran compañero del profeta, falleció y el profeta mismo acompañó su féretro hasta la tumba y él mismo lo bajó a la tumba e hizo súplica por él. La madre, mirando esa escena, dijo: “¡Qué suerte tienes hijo, eres morador del paraíso!” Luego el profeta habló en privado con la madre y le dijo: “¿Cómo está segura que su hijo es un morador del paraíso? Pide a Dios por él, porque tu hijo tenía un defecto y era que en su casa, en su hogar era muy violento con su familia,” dice, “y quizá por esa falta de respeto a su familia, por ese mal trato con su familia, Dios lo esté castigando ahora.” Tenemos que el Corán dice: “convivan con ellas, con las mujeres, con una buena modalidad, con un buen trato, con un buen carácter, en cualquier tipo de condición, en las buenas y en las malas, hasta en el divorcio que es la peor situación por la que puede pasar un hombre con una mujer, con la esposa, en ese momento también deben interactuar con las esposas de una forma moral.” "cuando se divorcien, se separen de sus mujeres, si desean quedarse con ellas, y no divorciarlas, háganlo, pero con un buen trato, con algo correcto, con buen carácter, con un buen modal, y si quieren divorciarse, separarlas, permitir que se vayan de vuestros hogares, también háganlo con una buena manera, con buenos modales, con ética, con valores, con principios, con buen carácter,  y no la perjudiquen en nada, no la dañen al momento de dejarlas, no transgredan los límites de Dios, aquél que hace eso, que transgrede los límites y que la perjudique o la dañe, se ha oprimido a sí mismo, ha sido injusto consigo mismo. No tomen los signos de Dios, no tomen estas enseñanzas de Dios como una broma; no es broma los signos de Dios. Aquello que Dios les otorga como signo como enseñanza, como guía, no es una broma, no es un chiste. En cualquier momento deben actuar correctamente, estén en las buenas o estén en las malas, estén peleados o enojados o no estén enojados, de cualquier forma no deben ser violentos, la violencia no se permite de ninguna manera. Estas son algunas de las enseñanzas, en realidad, no es ni un mínimo, digamos, de las enseñanzas tan bellas del Islam y del Corán y de las narraciones.

Muchísimas gracias, yo, igualmente, haga lo que haga, ustedes no se cansan, son incansables. Esto es la atracción que tiene tanto la religión como la justicia.

Bueno, tengo algunas preguntas escritas otras que pueden hacer verbalmente y para ver cuánto se puede responder en esta ocasión. Tengo suerte que mi esposa no está acá, no deben hacer llegar el informe de esta reunión ni a mi madre, ni a mi hermana, ni a mi esposa, ni a mi hija.

Pregunten ahora, una a una las preguntas, también hay tres preguntas escritas.

Diferencia entre infracción y crimen, la pena de muerte

- Yo quería preguntarle, en el marco legal cuál es la distinción que tienen ustedes entre una infracción y un delito. Cómo ustedes determinan cuál es la pena que se le da a una infracción y cuál es la pena que se le da al delito, ya que no han dicho ustedes por qué se utiliza la pena de muerte y cuándo se utiliza la pena de muerte, entonces, el delito en sí, qué trato debe tener ese hecho punible, para llegar a la pena de muerte, porque aquí, en Ecuador, es un país democrático en donde no se utiliza la pena de muerte. Queremos saber eso, cuál es para ustedes la infracción, qué es lo que está determinado como infracción, qué está determinado como delito, cuál es el grado del delito, si hay resarcimiento del delito, es decir, por ejemplo, esto es un crimen y después que se comente ese crimen, qué pasa, cómo queda la familia y como se resarce, cómo repercute esta situación de parte del delincuente.

- Cualquier acto que sea una opresión para sí mismo, una opresión para los demás, cuando hay algo que me aleje de la realidad o me aleje de Dios, y cualquier acto que no me permita, que sea un obstáculo para mi evolución, mi perfeccionamiento, es considerado un pecado, o sea una infracción, judicialmente hablando. Con respecto a la infracción, digamos, quedó claro que es todo aquel tipo de opresión interna o a los demás. Con respecto al crimen tiene que ver con todo tipo de transgresión o el usurpar los derechos de los demás, especialmente tiene que ver en las relaciones sociales, todo tipo de violencia en contra de otro, un perjuicio, un daño, en contra de otro, y eso sí, de alguna manera, se puede llevar a juicio. Los pecados normales o las infracciones normales morales no se pueden llevar a juicio, por ejemplo, la envidia; si yo envidio a alguien, una persona por ejemplo, no sé, esta estudiando y le está yendo muy bien, una persona de éxito o que está haciendo muy bien los trabajos y yo lo envidio de tal modo que digo “bueno, ojalá que te vaya mal, ojalá que no tengas triunfo, ojalá que no tengas éxito,” esa persona no me puede hacer un juicio y decirle al juez: “Bueno, esta persona es un envidioso, quiero que lo juzguen,” o sea un tipo de pecados internos. O por ejemplo, hablar mal de una persona, que es considerado por el Islam como algo muy grave, un pecado capital. Si una persona no está presente en una reunión y uno empieza a hablar mal de él, es un pecado, todo eso no se puede juzgar, no se puede llevar a juicio…

- Pero también hay juicios de calumnias.

- No, no, pero eso es otra cosa. Hablamos de los pecados internos. Esa persona va a ser castigada por Dios…Entonces, ese tipo de infracción no puede ser juzgada por un juez, a no ser que sí, que haya una acusación, como dijo la hermana, una acusación que perjudica la reputación de la persona, eso sí se puede juzgar. El tema que dijimos hablar mal de una persona, de una tercer persona, hablar mal sea verdad o sea mentira, de las dos formas es un pecado y  en ambas formas, el hablar mal del ausente es castigado por Dios, pero es obvio que no se pueden llevar como un crimen al juzgado.

Yo no quiero dividir el tema entre el sector privado y el sector público, decir que todo lo que ocurre en el sector privado es un pecado y todo lo que ocurre en el sector público es un crimen, no es así, pero más o menos se puede dividir el tema entre privado y público. Quiere decir que aquello que se da entre el sector privado el castigo y el juicio será en la otra vida, después de la muerte. Pero muchas de las cuestiones que se dan en el sector público, por ejemplo, transgredir los derechos de los demás, usurpar los derechos de los demás, violar a una mujer, violar a un niño, robar, raptar a alguien, el tráfico de drogas, matar a un inocente, todas esas cosas tienen un efecto directo en el sector público, ése tipo de cuestiones es considerado un crimen. Ahora bien, eso que usted dijo que nosotros estamos en un país democrático, y por eso no existe la pena de muerte como juicio, como ley, dice en realidad, nada tiene que ver con que la pena de muerte es democrático o no; la pena de muerte, en algunos casos, es más democrático que la no pena de muerte, por ejemplo, en un estado democrático como este, en donde no existe la pena de muerte, están ustedes abogando por los derechos del asesino y no por los derechos del asesinado. Cuando una persona viene y mata a veinte inocentes, y ustedes dicen no, la pena de muerte no, porque no es democrático, o sea está dejando pasar los derechos de veinte personas asesinadas, para defender los derechos de esa persona, eso no es democrático, ni moral, ni ético. En ese sentido, la pena de muerte a ese asesino de veinte personas inocentes es lo ético, y es lo democrático y es lo justo.

- Dr: se enfría la comida (Risas) Bueno, para resumir, la ley del Talión del Corán, en realidad la ley del Talión es vida, no es muerte, ¿por qué? imaginen que, viene alguien  y mata a su hijo, Dios no lo permita, mata a su padre, y usted por ser democrática dice no, yo no le hago nada.

- No, por eso dice que los derechos humanos son para los humanos derechos, porque es verdad, los derechos humanos son para los humanos que son derechos, ahí uno tiene derecho humano, moralmente.

- Bueno, nosotros pongamos un ejemplo, de esta superpotencia que invade continentes como el nuestro, que matan, asesinan a millones de personas, saquean, roban, a ellos nadie les puede decir nada; cuando un par de personas se levantan y resisten dicen estos son terroristas, estos son violentos y ahí empiezan a hablar de derechos humanos. O sea, la matanza de diez millones de indios acá, veinte millones de indios, no hay problema, eso es democracia y eso es, digamos,  derechos humanos, pero si una persona discute, resiste y se levanta en contra de ellos, dicen estos son terroristas, son violentos. Entonces no hay igualdad en el juicio a estos dos grupos.

Muchas gracias.

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