Según la creencia solida del Shiismo Doce-Imamita, basada en algunas aleyas y narraciones del Profeta, el Imamato es una posición divina. Por lo tanto, si se establece que alguien ha sido designado para esta posición, un musulmán debe someterse a su mandato y autoridad sin cuestionar la obediencia a Al-lah (s.w.t), como Él lo dice: “Al-lah sabe mejor donde coloca Su Mensaje”.
Debe saberse que aunque los nombres de los sagrados Imames (a.s.) no se encuentran especificados en el Corán, el Profeta (PB) sí los dijo, especialmente el nombre del Imam ‘Ali ibn Abi Talib (a.s.). Un ejemplo muy claro de dicha afirmación se da en el hadiz de Gadir, el cual es considerado como el pronunciamiento oficial del Califato del Imam ‘Ali ibn Abi Talib (a.s.).
Es obvio que cuando el Profeta Muhammad dictó las aleyas del Corán, sus escribas designados las anotaban. Sin embargo, ¿Cuándo fue compilado completamente el Corán en la forma como lo conocemos hoy?
En general, la palabra “mut’a” comúnmente fue usada más que en otros términos, para el matrimonio temporal durante la vida del Profeta (BPD) y, después durante el tiempo de los Imames Shiías (P) y otros líderes musulmanes; tanto sus defensores y oponentes prefirieron esta palabra y sus derivados. En Wasa'il al-shi'a, la referencia definitiva y comprensiva por el Hádiz Shia concierne a todas las ramas de la jurisprudencia, la palabra “mut’a” es empleada en los encabezados de todas las secciones del matrimonio temporal.
Cada una de las acciones mencionadas puede curar potencialmente la enfermedad independientemente o combinándolas. Sin embargo, la mejor forma es acompañarla con nuestras acciones —entre las cuales están la medicina y los tratamientos supranaturales— con la súplica (la cual exige establecer una relación con Dios y pedirle directamente a Él). La razón para esto es que la eficacia del tratamiento médico o de un a medicina en particular, o la intercesión del Imam al-Husein (a.s.) y el polvo de los alrededores de su tumba, se une intrínsecamente a la voluntad de Al-lah (s.w.t).
Hay dos clases de sustento: un sustento el cual perseguimos y un sustento que viene detrás de nosotros. En las narraciones, el sustento que viene detrás de nosotros se denomina “El sustento que busca” y el sustento que nosotros perseguimos es llamado “El sustento buscado”.
El hecho que la herencia de la mujer sea mitad de la del hombre ha hecho que muchos busquen un argumento racional para esto. En las respuestas que nos han llegado de parte de los líderes de la religión, se ha hecho énfasis en el siguiente punto: El motivo por el cual la herencia del hombre es más es por la manutención y gasto de la esposa e hijos. Desde otro punto de vista, es el hombre quien da la dote a la mujer y ella quien recibe.
El Sagrado Corán se refiere a la Revelación y a su transmisión mucho más que cualquier otro de los Libros Sagrados, como la Torah o el Evangelio, y hasta encontramos en él versículos que se refieren a la cualidad o forma misma de la revelación.Cree la generalidad de los musulmanes -a partir de lo que se desprende del mismo texto del Libro-, en la revelación del Corán: Que éste es la expresión de la Palabra de Dios, exaltado sea, que fue comunicada al Profeta Muhammad (BPD) por intermedio de  Gabriel . Este texto se acerca a unos de los tópicos más importantes de doctrina islámica de la mano de uno de los más importantes sabios del shiímo contemporáneo ,el filósofo iraní Allahmah Tabatabai.
La prédica del Gran Profeta (BP) cuenta con una serie de particularidades, de las cuales las más importantes las conforman cuatro que mencionaremos en los siguientes tres artículos: La universalidad de la prédica y el Mensaje del Gran Profeta (BP)...
La historia concluyente testimonia que el Mensajero del Islam (BP) juntamente con su invocación de ser profeta realizó numerosos y diferentes milagros, solo que él (BP), entre todos sus milagros, enfatizaba en uno sólo de ellos, que es en realidad su milagro eterno, y que no es otra cosa que el Sagrado Corán.