Divide y vencerás; el paradigma del nuevo orden mundial

Roberto Chambi Calle[1]

Medio Oriente siempre fue una región de disputas, particiones y desmembraciones territoriales; cuyo objetivo siempre ha sido sus recursos naturales. Así la Primera como la Segunda Guerra Mundial delimitó y desmarcó el escenario de la sociedad internacional, bajo la égida de los países ganadores; así como de aquellos que habían perdido, que para complementar estas derrotas se prorrateaban los territorios y sus recursos, sin importar las personas que habitaban en ellas.

En esa época como en la actual solo imperó la imposición bélica y las amenazas de ataque armado, muchas veces al verse derrotados los países colonialistas confabulaban para desestabilizar gobiernos y estados en Medio Oriente, aquel Perogrullo de “Divide y Vencerás” se había vuelto el  axioma favorito para conquistar por la fuerza los recursos de la región. En esa línea en 1914 Medio Oriente era controlado por la Corona Británica y Francia, mientras algunas potencias occidentales permeaban sus influencias y sus políticas al Imperio Otomano, el mismo que era enemigo de los dos primeros países; pues eran vistos como “musulmanes hostiles”.

Al desencadenarse la 1ra Guerra Mundial los otomanos para desligarse de las potencias occidentales, llaman a la lucha armada siendo estos derrotados por los imperios Europeos, los mismos empiezan a prorratearse el botín de guerra firmando así el Acuerdo secreto “Sykes Picot”[2] que de acuerdo al mismo, Francia se quedaría con la Gran Siria más el Norte de Irak. Los británicos por otro lado, se quedarían con Jordania parte de Irak y Palestina.

Como podemos apreciar la guerra siempre género “favores” a los ganadores, los cuales victoriosos siempre se han repartido el botín de guerra, dividiendo y destruyendo naciones no solo en aquella época; sino en la presente cuando los conflictos suscitados hoy tienen sus raíces precisamente en estas intervenciones bélicas.

Otro elemento que fue también el caldo de cultivo para el terrorismo en Medio Oriente fue la Guerra Fría que después de la 2da Guerra Mundial, se creó un mundo bipolar en donde los EEUU influían en los países europeos para invadir a naciones en Medio Oriente por los recursos energéticos como: el petróleo y el gas. Preocupados EEUU y sus aliados en la región prepararon  ofensivas para quitar la influencia de Rusia sobre países que orbitaban bajo su sombra.

En ese marco, la administración norteamericana en 1945, establece acuerdos con la dinastía de los Saud[3] para que se coopere y se explote los recursos petroleros a cambio de protección militar, por otro lado, la Corona Británica fomentaba la creación de la hermandad Musulmana en 1928 bajo el liderazgo de Hassan Al Banna cuyo objetivo “era restablecer el islam”, se debe recordar que los Británicos apoyaron a la hermandad musulmana para golpear políticamente al Pan Arabista[4] Gamal Abdel Nasser en Egipto; mientras tanto la CIA confabulaba y orquestaba el golpe de estado contra el gobierno democrático de Mohammad Mossadeq[5] para restablecer la monarquía absoluta de Reza Pahlavi, habida cuenta de que el Irán de aquel entonces flotaba en petróleo, por tal motivo era clave que EEUU controlase este país por sus reservas ingentes del oro negro. No obstante de que los Iraníes derrocaron a la Monarquía Pahlavi bajo el liderazgo religioso del Imam Jomeni, la administración Norteaméricana de aquel entonces aun no perdía la esperanza de que Jomeini fuese un hombre corrupto, que sirviese a los intereses de Norteamérica; sin embargo al darse cuenta de que este Ayatola era incorruptible y antiimperialista es que  desde acá el imperialismo norteamericano demarcara y dará énfasis para dividir aún más a los musulmanes y a Medio Oriente en Musulmanes Sunnitas[6] (“Buenos”) y Musulmanes Shiitas[7] (“Malos”).

En 1947 para presionar y controlar aún más a los países en Medio Oriente es que se crea el “Estado de Israel”, el mismo que  desde aquel momento se convertiría en el gendarme y brazo de hierro de EEUU y sus aliados europeos. Pero estas políticas expansionistas no acabarían ahí; sino que continuarían, pero ya de manera más sistemática con un fuerte fundamento teórico cuando se creó el Plan “Yinon[8]” para establecer la Gran Israel, ésta propuesta de 1982 tenía el fin de conquistar y expandir su poder territorial en la región bajo esta línea el objetivo principal era la división de Irak, el mismo que debía ser debilitado por Irán; así como la división de Siria,  Líbano, Egipto y Sudan.

Otro de los aspectos de esta política de divide y vencerás es lo que pasó con Afganistán, y la incursión de la administración Norteamérica cuando se financiaba a los “Muyahidinis”. Debemos recordar que en 1978 el partido Democrático Popular de Afganistán derrocó al gobierno de turno pro americano, sin duda esto fue alarmante para EEUU; pues se desestabilizaba su política de control en la región mediante este país en el Asía, siendo que esta parte se constituye en un lugar estratégico para apoderarse de los recursos energéticos de la región. La administración Norteamericana para hacer frente a esta desestabilización creó grupos guerrilleros para derrocar al nuevo gobierno, ello en coordinación con la Inteligencia Pakistaní: “ISI”, y de Arabia Saudí “Istajbarat”, los mismos que atacaron y guerrearon al nuevo gobierno afgano obligándolo a pedir ayuda a Rusia.

Hacemos mención de estos sucesos en especial; ya que en medio de esto Bin Laden y el futuro Al Qaeda harán su aparición, pues para combatir a los grupos terroristas que querían derrocar al gobierno la Hermandad Musulmana  creó una parte de la Liga Anticomunista Mundial, este comité alimentaba y daba logística a estos grupos radicales; así los recursos entregados por EEUU, Reino Unido y Arabia Saudí llegaban a la liga anticomunista mundial, quienes a través del Ahmed Salah vinculado al Consorcio empresarial Bin Laden group[9]  hacían llegar para su administración a Osama Bin Laden. Debemos recordar que el padre de  Osama Bin Laden, Awad Bin Laden era uno de los hombres más ricos de Arabia Saudita, quién mantenía una estrecha amistad con la familia Bush. Fue precisamente Bin Laden uno de los artífices de la desestabilización en Afganistán y en Medio Oriente, cuyo radio de acción incluso llegó al territorio de sus patrocinadores con el suceso de las dos Torres Gemelas.

Afganistán una vez que fue atacada, cuando a EEUU ya no le interesaba Bin Laden, éste se convirtió en su enemigo; pero no sólo quedó allá sino que cuando se encarceló a parte de su sequito en Guantánamo así como en Irak o en el mismo Afganistán, estas prisiones a la larga serían el caldo de cultivo y la gran universidad para que nuevos grupos terroristas con “slogans islámicos” quiten la vida de muchas personas, aquellos reos de esas prisiones se convirtieron en sus sucesores, quienes hoy se hacen Denominar “Estado Islámico”.  Aquel principio de divide e impera hoy es más latente que nunca.

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