La responsabilidad de los padres en la educación de los hijos según el Islam (VIII)
“Un Hijo Benevolente; Una Flor del Paraíso”
Programa ético, espiritual, médico y nutricional desde antes de la concepción del niño hasta su primera infancia
Cuarenta consejos ético-religiosos en cuanto al trato con el niño
1- Den los regalos a las niñas antes que a los niños.
2- Al momento de jugar con el niño, actúe como él. En la psicología actual, el juego entre grandes y niños es considerado fundamental. Mil cuatrocientos años atrás, el Profeta y su pura familia (la paz sea con todos ellos) han tenido este punto muy en cuenta y lo han recomendado a todos los musulmanes. Se ha narrado del Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con él y su familia): “Aquél que tenga un niño, pues que actúe de forma infantil (al momento de tratarlo)”.[1] También se ha transmitido del Imam Ali (la paz sea con él): “Aquél que tenga un hijo, debe descender al nivel (intelectual) del niño, para poder educarlo”.[2]
3- No golpee al niño porque llora, puesto que su llanto es, durante un período, en realidad, testimonio de unicidad divina, testimonio de la profecía de nuestro Inmaculado Profeta (la paz y bendición sean con él y su familia), así como súplica para los padres.
4- Bese a sus hijos, puesto que, por cada beso, les es otorgado un grado en el paraíso.[3] El Imam Ali (la paz sea con él) dijo: “Besar a los niños es misericordia”.[4]
5- Ayuden a aumentar la autoestima de sus hijos con un simple saludo. Cuando un niño saluda a un mayor es necesario responderle con cariño, esto hace que se sienta valorado y respetado. Una de las características del Profeta del Islam (la paz y bendición sean con él y su familia) era que saludaba a toda la gente, desde los más pequeños, hasta los más grandes.
6- No es correcto burlarse del niño ante sus actos infantiles, y no consideren su accionar tonto y sin sentido.
7- No reiterar tanto las órdenes y prohibiciones a los hijos (para que ellos no se revelen).
8- Ayuden a afirmar el carácter y la personalidad del niño (ténganlos en cuenta). Tal como observamos en la vida del Profeta (la paz y bendición sean con él y su familia), Éste a veces alargaba su prosternación hasta que sus nietos, que se subían a sus espaldas, bajen por decisión propia. Y otras veces finalizaba su oración más rápido de lo común, por respeto a un niño que lloraba, y así enseñaba a los musulmanes, de manera práctica, el valor del respeto a los menores.
El niño debe sentir que tiene valor y debe contar con una alta autoestima, es decir, sentir que tiene algo valioso que otorgar a los demás. Tanto los padres como los educadores, deben demostrarle al niño que ellos comparten ese sentimiento y que creen en él, por ejemplo, preguntarle algunas veces: ¿y tú qué opinas?
El Imam Ali (la paz sea con él), solía animar y valorar a sus niños haciéndoles preguntas difíciles en público y hasta a veces, delegaba las respuestas de la gente a ellos.
Cuando los padres no logran satisfacer las necesidades naturales del niño por medio de una buena educación y respeto a la personalidad del niño, él mismo caerá en una vía incorrecta e intentará llamar la atención de los demás a través del pecado y malas obras, tratando, de esta forma, llegar a sentir el valor deseado.
El carácter, la independencia, la voluntad, la alta autoestima, y, de la misma forma, la baja autoestima y la humillación son cualidades que se originan en el seno de la familia (los padres). De aquella persona que no haya sido tratada como un ser humano digno desde su infancia y no se lo haya considerado un miembro respetado en la familia, no se puede esperar, en su adultez, independencia y personalidad.
9- Cumpla sus promesas. En el Islam, ser fiel a las promesas es considerado un signo de fe. Dice el Sagrado Corán: “Sean fieles a sus promesas, ciertamente serán cuestionados (el Día del Juicio) por ellas”. (Sura El viaje nocturno, aleya 34) Y en otra aleya, haciendo referencia a los creyentes, vemos: “aquellos que protegen la confianza”. (Sura Los Creyentes, aleya 8) El cumplimiento de las promesas es el pilar de la felicidad de la humanidad y uno de los aspectos más elevados de la moral del ser humano, por lo tanto, hay que fortalecer este pilar desde la infancia.
El Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con él y su familia) dijo: “Amen a sus hijos y sean cariñosos y bondadosos con ellos. Si les prometen algo, cúmplanlo, ya que los niños los consideran sus sustentadores”.[5]
10- Para la educación sexual de los niños, hay que enseñarles que no deben entrar al cuarto de los padres sin pedir permiso, tal como nos señala Dios, Altísimo, en el Sagrado Corán, en la sura “La Luz”, aleya 58; “Oh, creyentes, que vuestros sirvientes y quienes de los vuestros todavía no hayan llegado a la pubertad, os pidan permiso en tres momentos: antes de la oración del amanecer, cuando os quitáis vuestros vestidos al mediodía y tras la oración de la noche. Tres momentos de intimidad para vosotros. En otros momentos no hay falta para vosotros ni para ellos en que os frecuentéis unos a otros, así es como Dios os aclara sus señales y Dios todo Lo conoce, es Sabio”.
También se debe controlar el comportamiento y abandonar frente a ellos cualquier conducta que despierte en ellos los instintos sexuales.
Cabe destacar, que el sentimiento de curiosidad en la infancia es extremadamente fuerte, además que los ojos de los niños son muy hábiles en captar imágenes y disfrutan, continuamente, llevar a cabo y experimentar todas las imágenes que han visto.
A tan temprana edad, no piensan en el beneficio o perjuicio de sus actos, ni en sus consecuencias.
En base a lo mencionado deben ser tenidos en cuenta los siguientes puntos:
Las madres deben prestar atención y evitar que, al momento de bañar a los niños o cambiarles las ropas, haya otros niños mirando, especialmente niños del sexo opuesto.
Desde la misma infancia, de ninguna manera se debe jugar con los genitales del niño, incluso ni siquiera con las mamas, ni con los muslos.
No hay que dejar solos a los niños en una habitación, ni con los hermanos, ni con otros niños.
Cuando la niña llega a los seis años, el hombre que no es mahram (consanguíneo) no debe tomarla en brazos, abrazarla o besarla.
No deben estar desnudos los cuerpos de las niñas frente a otros, especialmente los muslos y los senos.
El Corán considera a la oración el factor más importante para alejarse de la corrupción.
Cuando son más grandes, los niños deben recibir educación sexual, las niñas antes de ver su periodo menstrual, a través de su madre; y los varones, antes de su primera eyaculación, a través de su padre u otra persona de confianza. Los padres deben ser cuidadosos ya que son los responsables de educar a sus hijos para que tengan un pudor consciente, pero, por otro lado, que no sea exagerado, de modo que padezcan falta de autoestima, vergüenza y un pudor tan extremo e inconsciente que lo termina cohibiendo al querer expresarse.
11- Mimar demasiado a los niños los convierte en personas débiles, sin voluntad y desobedientes. Este tipo de niños, en su infancia, con sus conductas indebidas, molestan a sus padres y los ponen en problemas. El niño educado de esta forma padece de dos infortunios: por un lado, espera que los individuos en la sociedad, al igual que sus padres, lo mimen, lo veneren sin causa y le obedezcan. Y al ver que la gente no los veneran, sino que muchas veces hasta lo burlan, se enojan fuertemente y se sienten menospreciados y, por otro lado, los fracasos internos y las frustraciones psíquicas terminarán en complejos y lo convertirán en una persona de mal carácter, nerviosa, poco entusiasta, cobarde, gente que piensa mal de los demás y enoja a la gente con palabras indebidas.
12- Nada puede sofocar el sentido de autoestima en un niño como el menosprecio que recibe frente a la fuerza de los mayores, especialmente cuando el niño se propone algo y se esfuerza por conseguirlo y le dicen: “no te esfuerces en vano, tú no puedes, tú no tienes el valor suficiente”.
13- Supliquen por sus hijos. El profeta Abraham (la paz sea con él) le pidió a Dios Altísimo un niño utilizando las siguientes palabras: “Dios mío, otórgame un hijo de los benevolentes y Nosotros le albriciamos la buena nueva de un joven complaciente”. (Corán, 37:100).
En otras aleyas, el profeta Zacarías (la paz sea con él) le pide a Dios un hijo virtuoso: “Señor mío, otórgame una descendencia purificada que venga de ti. En verdad tú escuchas la súplica.” (Corán, 3:38).
He aquí una parte de la súplica del Imam Sayyad (la paz sea con él): “¡Oh, Dios! Agráciame y confíame a mis hijos, agráciame y no los prives de las gracias de la benevolencia y el camino recto. Haz que me beneficie de sus buenas creencias y su buena educación. Dios mío, adorna a mis hijos con el adorno de la devoción y profundo entendimiento para que piensen bien, oigan bien, y, frente a tu orden, sean obedientes y sumisos”. (Sahifah Sayyadiah).
También es recomendable recitar la súplica “faray” (el alivio) para la protección de su correcta creencia religiosa y su salud en esta vida.
14- Los consejos deben ser ofrecidos con la suavidad necesaria para no crear una barrera entre los padres y los hijos. Un día el Imam Hasan (la paz sea con él), invitó a sus sobrinos a su casa y se dirigió a ellos y a sus propios hijos diciéndoles: “Ustedes son los niños de esta reunión y tengo la esperanza de que sean los grandes de las reuniones de mañana. Entonces, pues, aprendan y esfuércense en adquirir conocimiento. Aquél que no tenga buena memoria como para recordar lo que dice el maestro en clase, que escriba y guarde los escritos en la casa”.
Como pueden ver, el Imam sembró el amor al conocimiento en esos niños sin recurrir al miedo, las amenazas y el castigo, y les hizo entender que estudiar hoy los llevará a la grandeza del mañana.
Tengan en cuenta que para tratar a los niños hay que respetar una serie de principios:
* El ser monótono a la hora de educar resulta aburrido y cansador.
* Generalmente es mejor decir las cosas indirectamente.
Es bueno dejar que los niños sean quienes lleguen a las conclusiones. Por ejemplo haciendo preguntas y dejando que el niño responda hasta que llegue al resultado.
15- Si el niño es respetado tiende a ser más obediente con los padres. Respetar al niño y mantener un buen trato es uno de los factores más influyentes en la personalidad del niño.
Dijo el Mensajero de Dios (la paz y bendición sean con él y su familia): “Tengan respeto por sus hijos y (de esa forma) proveedles una buena educación”.
16- Un buen educador es quien equilibra los deseos del niño de forma razonable y sana.
17- Eduquen a sus hijos en la fe.
Fortaleciendo la fe en el niño y finalmente entregando personas creyentes y de bien a la sociedad, aseguran dejar algo maravilloso tras sí y ciertamente será recompensado por Dios.
“Pero los buenos actos que perduran, obtendrán una mayor recompensa junto a tu Señor y son una esperanza mejor fundada”. (Sagrado Corán, sura “La cueva”, aleya 46)
Los niños que se educan con fe en Dios desde el comienzo tendrán una gran voluntad y un fuerte espíritu. Son valientes y valerosos desde la misma infancia. Y los luminosos efectos de su fe se perciben en sus palabras y toda su conducta.
El espíritu se asemeja a una tierra fértil que logra dar fruto a cualquier semilla que se siembre en ella. Por lo tanto, los padres deben estar atentos y sembrar en el alma del niño el amor a Dios y a los amigos de Dios.
Dijo el Imam As-Sadiq (la paz sea con él): “Apresúrense a enseñarle a sus hijos los hadices (dichos de los infalibles) antes de que se les adelanten los enemigos de Dios (y ocupen sus mentes con palabras vacías)”.
El profesor Yauad Muhaddezi utiliza un bello ejemplo en cuanto al tema, y aquí señalamos algunos puntos:
El ataque no es solo militar, y la derrota no es solo material
El ataque cultural es aún peor que el ataque militar
En el ataque militar el blanco es la tierra, pero en el ataque cultural, el blanco es la ética y la fe.
Aquél es evidente y éste es oculto
En el ataque militar se pelea en las fronteras, mientras que, en el cultural, el enemigo ataca en las propias casas.
En el ataque militar las armas son bombas y misiles, mientras que en el cultural son satélites e imágenes nocivas.
En aquél se disparan armas de fuego, y en éste se toca música (ilícita).
Pues, si es que nos hirieron en esta batalla, vayamos al hospital del arrepentimiento y retiremos el tumor del pecado mientras no sea tarde.
Acaso la salud del pensamiento y del espíritu no es tan importante como la del cuerpo?
En los dichos de los infalibles, los padres que no atienden la fe de sus hijos son reprochados fuertemente.
Dijo el Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con él y su familia), al ver a un grupo de niños: “Guay de los hijos de los últimos tiempos por la educación reprobable de sus padres”. Se le dijo: “¡Oh, Mensajero de Dios! ¿De los padres que son incrédulos?”. Dijo: “No, de los padres musulmanes que no le enseñan a sus hijos ninguna de las obligaciones religiosas. Se preocupan por las cosas materiales que no tienen valor. Yo, respecto a esta gente no soy responsable y no me hago cargo”.[6]
18- Es necesario evitar el autoritarismo y absolutismo al tratar con los niños.
19- Una de las responsabilidades de los padres en la educación del hijo es la educación correcta de su alma. Ellos son responsables de que en su casa actúen de tal forma que invite a los niños a adoptar costumbres buenas y correctas. Esta responsabilidad de educar muchas de las virtudes en los niños es más difícil y para llegar a un resultado, hace falta una observancia en el conocimiento y en la acción.
En un hadiz del Profeta (la paz sea con él y su descendencia), se ha transmitido que dijo: “Dios se apiade de quien ayuda a su hijo en el (camino del) bien”. Una persona le preguntó: “¿Cómo?”. Y el Profeta (la paz sea con él y su descendencia) dio la siguiente respuesta:
*Aceptar lo que haya realizado de acuerdo a su poder.
*No pedirle al niño algo muy pesado para él.
*No conducirlo al pecado.
*No digáis mentiras al niño y no actuéis en forma tonta delante de él.
Para curar el miedo se debe:
*Abstenerse de asustar a su propio hijo.
*Fortalecer al niño corporalmente.
*Ser bondadoso con él.
*El padre, la madre y los allegados no deben mostrar al niño sus propios miedos.
*Abstenerse de contarles cuentos que le provoquen miedo.
* Inculcarle al niño la valentía y convencerlo de que no es miedoso.
*Darle responsabilidades al niño en la casa y asociarlo en los asuntos del hogar revive y fortalece su resistencia y entereza.
20- No se debe asustar al niño para educarlo, porque el miedo perjudica la personalidad del niño, le provoca desequilibrios psicológicos y le crea dependencia.
Tampoco se debe asustar al niño cuando se lo quiere reprender, ya que deja efectos nocivos (especialmente en la infancia). Reprender al niño cortando la relación de la madre no es adecuado y desestabiliza el lugar y valor que la madre ocupa en el corazón del niño.
En lugar de golpearle o asustarlo, sea su amigo y guía y modelo de verdadero amor y cariño. En muchas oportunidades puede, con un silencio o una mirada, hacer que el niño entienda su propio error.
21. Las caricias son uno de los nutrientes psicológicos del niño que se le debe proporcionar en una medida suficiente y es necesario saber que muchas veces el llanto del niño se debe únicamente a que está sediento de amor y caricias. El niño que está acostumbrado a ver suficiente amor y cariño en el ambiente familiar, no estará falto del mismo y no caerá en la trampa de cualquier intruso (aquel que por distintas razones esté interesado en desviar al niño, engañándole y ofreciéndole falso amor).
22. Los padres tienen la responsabilidad de que el niño entienda, desde la infancia, que el pecado es algo malo y que Dios y la gente tienen rechazo por el pecador, además, deben reprobar sus malas obras y aplaudir e incentivar las buenas, de esa forma le darán rectitud y esperanza al niño.
Es importante saber que la reprensión y la aprobación fuera de lugar o más de lo requerido puede acabar siendo contraproducente.
23. Deben separarse de la misma cama los niños que tengan más de seis años (ya sea que sean del mismo sexo o no).
24. Los consejos tienen efecto, siempre y cuando, los padres los pongan en práctica también.
El primer paso en el camino de la educación de los hijos es la educación propia (de uno mismo). Quien no se haya embellecido a sí mismo con la virtud de la buena moral, nunca podrá guiar a otro hacia la pureza. Un padre y madre crueles y agresivos podrán, difícilmente, educar niños tranquilos y saludables.
Además de las cualidades que el hijo hereda de sus padres, las acciones y expresiones de ellos tienen un profundo efecto en la formación de sus hijos y es muy remoto que dentro de familias problemáticas, se desarrollen personas libres de esa problemática.´
Vuestros hijos deben saber que no son aceptadas las mentiras, la maledicencia, los insultos, o acciones similares, así, en el momento en que su hijo se enfrente ante este tipo de acciones él mismo se aleje y no las realice.
25. Tolerar las conductas que uno no espera de sus hijos, siempre dentro de los límites.
No consideren siempre los errores del niño pecados imperdonables como para verse obligados a reprenderlo. Es necesario tener paciencia, indulgencia y tolerancia. Si el niño tiene una conducta reprobable, el padre y la madre deben indicarle el camino correcto razonablemente y sin ofensas para que se aleje de este tipo de conductas. Si el padre y la madre reprochan a su hijo e insisten en ello y como resultado de continuos retos insultan a su hijo y le crean un complejo, este tipo de padres no sólo no tendrán éxito en corregir la conducta de su hijo, sino que con esta conducta dura y rígida llevan al niño a obstinarse.
Se transmite del Imam Ali (la paz sea con él), que dijo: “Exagerar en el reproche y amonestación enciende el fuego de la obstinación”.
27. Recordamos que no se debe poner a otros niños como ejemplo para los hijos, ni compararlos.
28. A través de cuentos puede hacer entender a su hijo diversos conceptos, como la verdadera amistad, la fe y demás.
El Corán considera a estos cuentos un medio para depurar la negligencia y dice:
“Ciertamente que en sus historias se halla una moraleja para la gente de intelecto”. (El Sagrado Corán, 12:111)
Estas historias deben poseer ciertas características:
- Deben presentar a Dios y tener el propósito de educar y de recordar.
- Se debe tener en cuenta el nivel intelectual y espiritual del oyente, de acuerdo a la edad.
- Se deben evitar los extremismos, la mentira, la difamación y no huir de las verdades.
- Se debe responder a las inquietudes del oyente.
- Elegir la mejor historia. Así como Dios dice:
“Nosotros te contamos las mejores historias”. (El Sagrado Corán, 12: 3)
- Que los cuentos terminen en el triunfo de la verdad y no al revés.
- Que las historias sean cortas.
29. Las travesuras de los niños en la infancia demuestran su inteligencia futura, así pues, no hay que preocuparse, ni tampoco se los debe reprimir.
30. Incentivar a los niños a rezar a partir de los siete años y ayudar a los niños a ayunar, aunque sea medio día, a partir de los nueve.[7]
Asimismo, observamos en un legado de nuestros Imames: “Nosotros ordenamos a nuestros hijos a aprender el tasbih[8] de Fatimah Zahra (la paz sea con ella) así como también les ordenamos que recen”.[9]
Tengamos en cuenta que los niños son un medio de prueba para nosotros, entonces, tengamos cuidado de que la intensidad del amor hacia ellos no vaya a impedirnos ordenarles la adoración a Dios:
“Y sabed que vuestros bienes y vuestros hijos son una prueba para vosotros y que junto a Dios hay una recompensa inmensa.” (El Sagrado Corán, 8:28)
Por supuesto, en la adoración también, así como en otras cuestiones, se debe observar un equilibrio. Así como se transmite del Profeta (la paz sea con él y su descendencia), que dijo: “EI Islam es la religión verdadera de Dios. Camina en ella con precaución, haz algo de modo que tu corazón no aborrezca la adoración”.[10]
31. Enséñale a tu hijo la lectura del Sagrado Corán.
Leer el Corán en las casas hace que se eleve la palabra verdadera (la palabra de Dios) y que se difundan las verdades del Islam. Un padre que lee el Sagrado Corán de forma regular es un perfecto incentivo para el resto de la familia. Es posible que los niños y adolescentes se entusiasmen aún más en el aprendizaje, puesto a que gozan de una mayor capacidad para ello y pueden memorizar sin dificultades y de forma más permanente.
Se ha transmitido del Imam Ali (la paz sea con él): “El corazón del niño es igual que una tierra fértil, cualquier semilla que se arroje en ella será aceptada”·[11]
El enviado de Dios (la paz sea con él y su descendencia) dijo: “El conocimiento en la infancia es como esculpir en la piedra”.
Entonces, estar en un medio ambiente familiarizado con el Corán, escucharlo y actuar de acuerdo a sus normas tiene un gran efecto en la vida de un niño.
32. Se debe evitar acusar a los niños de mentirosos, ya que es realmente raro que un niño, antes de los cinco años, diga una mentira en el verdadero sentido de la palabra. Cuando dice cosas que no son reales, es simplemente un reflejo de su imaginación que proviene de su deseo de jugar y sorprender a los demás. El niño no busca la mentira, sino el auto conocimiento.
33. Reprocharle al niño que cansa al adulto con sus preguntas debilita su curiosidad.
34. Procuren no discutir (entre los padres), especialmente frente al niño, esto realmente lo lastima y perjudica su personalidad.
35. Los niños le tienen terror a la palabra “muerte”, especialmente si se relaciona a sus padres. Por lo tanto, procuren no abordar el tema de la muerte propia, las desilusiones y otros temas entristecedores con sus niños, salvo que sea necesario. Por el contrario, enséñenles sobre la realidad de la muerte (lo positivo de la vida después de la muerte, etc.).
36. Descubran las capacidades de sus hijos y esfuércense por hacerlas desarrollar.
37. No sacien a sus hijos materialmente en demasía, esto puede causar perdición. Tampoco sean tan indiferentes en ese aspecto, los dos extremos son peligrosos.
38. La fuente de esperanza, alegría y energía del niño es la bondad de los padres. No hay nada que afirme y tranquilice más a un niño, que el amor de sus padres y no hay desgracia que desestabilice y hiera al niño más que perder todo, o parte del amor de sus padres.
Si los padres logran ser exitosos en este terreno, tendrán hijos que los respetarán y amarán y los alejarán de todo aquellos que los haga sufrir, tanto en su infancia como en su adultez.
Entonces, el amor y la bondad hacia los niños, además de satisfacer la necesidad de éstos, es un medio para atraerlos y preparar el terreno para que éstos obedezcan. Tal como Dios, Todopoderoso le dice al Profeta:
“En verdad, por una misericordia de Dios fuiste blando con ellos, pues si hubieras sido antipático y duro de corazón, rápidamente se hubieran apartado de ti”. (Corán, 3:159)
Naturalmente, tengan cuidado de que esta expresión de cariño no llegue al extremo, porque así como la falta de afecto es dañino para el niño, un amor demasiado intenso también lo es, puesto que les impide pararse sobre sus propios pies cuando es necesario.
Dijo el Imam Al-Baqir (la paz sea con él): “Los peores padres son quienes, en la bondad y amor hacia sus hijos, atraviesan los límites”.[12]
39) Es necesario que el padre y la madre le den libertad al niño (teniendo en cuenta la edad y capacidad del niño) y lo dejen actuar según su voluntad para que reviva el sentimiento de amor y libertad del alma. Dejarlo que juegue y corra y se desarrolle con seguridad y confianza en sí mismo, todo ello con total supervisión y cuidado para que su libertad no pase de sus límites y el niño no abuse de ella.
Algunos padres, por no querer asumir la responsabilidad de educar a sus hijos o a causa de un amor excesivo, le dan demasiada libertad al niño. Esto puede dar como resultado que este niño crezca sin conciencia de sus propias responsabilidades y necesite que los demás le indiquen sus deberes constantemente.
Por el contrario, algunos padres no otorgan al niño suficiente libertad, no le dan oportunidad para desarrollar su creatividad y actividades personales, continuamente lo molestan y se entrometen en todos sus asuntos sin razón. Por supuesto, ambos grupos están en el error.
40) La educación del niño y la enseñanza de las obligaciones es parte de la responsabilidad de los padres. Y aquellos que se muestran negligentes en este aspecto son motivo de reproche por parte de los Imames de Ahlul Bait (la paz sea con ellos).
Para tener hijos obedientes de las órdenes divinas y de Ahlul Bait debemos revivir en ellos el amor y, ya que la exigencia del amor es conocimiento, debemos también tratar de inculcar en ellos conocimiento.
Reglas básicas y generales para la memorización del Sagrado Corán
1. La sinceridad en la acción (ijlas)
Es decir que lo que hagamos sea pura y exclusivamente para Dios Altísimo y para obtener su satisfacción. Sin embargo, esta base no se aplica de la misma forma en chicos y grandes. Es natural que para motivar a niños y adolescentes sean necesarios otros métodos, como por ejemplo: ofrecer premios y regalos, lo que está, naturalmente, permitido. Y paulatinamente, a medida que el niño/adolescente va creciendo, familiarizarlo con el verdadero objetivo de memorizar la palabra de Dios.
2. Memorizar cada aleya en memoria de un infalible (alguien de la casa del Profeta-la paz sea con ellos) o mártir del Islam.
Por ejemplo, memorizar la aleya “En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso,” en memoria del Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con él) y su tío, Hamza (la paz sea con él), luego memorizar “La alabanza es para Dios, el Señor del universo,” en memoria del Imam Ali (la paz sea con él) y su hermano, Ya’far At-Tayyar.
El memorizar aleyas en memoria de infalibles o mártires y obsequiar la recompensa de esta acción a sus almas tiene efectos sorprendentes. Esto hace que tengamos más recompensa aún (por memorizar), y hace que estos grandes del Islam se vuelvan en nuestros intercesores y que Dios Altísimo nos otorgue aún más misericordia, bendiciones y éxito en este camino.
3. Encomendarse al poder inagotable de Dios, Alabado sea.
4. La súplica.
Como dice en el hadiz: “Si no fuese por vuestra súplica, mi Señor no os prestaría atención”.
5. Comer comida simple y lícita.
Los alimentos simples y puros tienen gran efecto en la preparación mental y la memoria.
6. Un programa ordenado y puntual.
Sin respetar esta regla, llegar al objetivo se hace difícil, lejano o hasta imposible.
Para memorizar el Sagrado Corán se debe dedicar un tiempo específico todos los días a un mismo horario.
Dos consejos para tener en cuenta:
- No esperen al momento indicado, ¡ustedes deben crear el momento indicado!
- Esfuércense por no abandonar el programa ni un solo día.
7. Voluntad, esfuerzo, paciencia y esperanza
Para llegar al objetivo hace falta, además de las ganas y el entusiasmo, poner toda la energía, capacidad y esfuerzo.
Algunas recomendaciones para una memorización mejor y más veloz:
- Utilicen un Corán de letra simple, bella y completamente clara.
- Que el fondo del texto no sea totalmente blanco, ya que cansa la vista.
- Cuando se disponga a memorizar el Corán, procure obtener la máxima concentración y trate de alejar toda distracción de la mente. Esto es esencial para una memorización exitosa.
Suprimir todo factor que contribuya a la dispersión (como lo es el hambre, la sed, la intranquilidad y el cansancio) y elegir el lugar y tiempo apropiado son elementos importantes para conseguir la concentración.
- Haber realizado la ablución antes de comenzar a memorizar.
- En lo posible, dirigirse a la qibla (la Meca) mientras se memoriza. Se relata del Imam As-Sadiq (la paz sea con él): “El lector del Corán necesita cuatro cosas: un corazón humilde, un cuerpo y mente libre de dispersión y preocupación y un lugar vacío (tranquilo).
Catorce formas de inculcarle a nuestros niños el amor a Ahlul Bait (la paz sea con ellos)
1. Las condiciones en las cuales se produce la fecundación, el estado de la madre durante el embarazo y el ánimo de los padres antes de la infancia del hijo tienen un importante efecto (para lograr que el efecto sea positivo recomendamos, además de educarse y seguir las instrucciones de los capítulos anteriores, que la madre sea precavida con los alimentos que consume, que procure la comida bendita hecha en nombre de los Imames-como en Ashura y otras ocasiones- que concurra a reuniones religiosas, que tenga precaución en cuanto a lo que oye-que no escuche música ilícita, por ejemplo- y que, en lo posible, escuche Corán y poesías para Ahlul Bait (la paz sea con ellos) en el momento de amamantar).
Aquí les ofrecemos catorce consejos que servirán para inculcar el amor a Ahlul Bait (la paz sea con ellos) en nuestros hijos:
2. El contacto con el agua del río Éufrates y la tierra de Karbalá. Como saben es una costumbre islámica mezclar un poco de esta tierra con agua del Éufrates (si no está al alcance, se puede usar agua de la fuente de Zamzam) y humedecer el paladar del recién nacido con un poco de esta mezcla.
3. Tener en cuenta el deseo del niño de ser amado. Es decir que expliquemos a los niños que el estar vinculado con la familia del Profeta (la paz y bendición sean con ellos) trae como resultado el amor de Dios y los Imames hacia nosotros. Dice el Sagrado Corán: “Dios está complacido con ellos y ellos están complacidos con Él”. (Corán, 9:100)
Cuando nuestros niños comprenden que el amor a Ahlul Bait (la paz sea con ellos) nos convierte en seres amados por Dios Altísimo, su amor y cariño por esta familia aumenta automáticamente.
4. Hacerles ver el amor que tiene esta bendita familia (la paz sea con ellos) para con los shi’as (sus seguidores) y la forma en que nos ayudan en nuestros asuntos día a día.
Dijo el Imam As-Sadiq (la paz sea con él): “Nosotros conocemos a nuestros shi’as (seguidores) de la misma forma que uno conoce a su propia familia”.
“Los seguidores de Ali (la paz sea con él) estarán satisfechos, triunfantes y victoriosos en el Día del Juicio”.
5. Hablarles del mérito que tiene amar al Profeta y su familia (la paz y bendición sean con todos ellos), por ejemplo, transmitiendo este hadiz: “Sepan que aquel que fallezca con amor a la familia de Muhammad ha fallecido mártir”. Y también: “Sepan que aquel que muera con amor a la familia de Muhammad se abrirán, desde su tumba, dos puertas al paraíso”.
El valor del ser humano depende del amor que pueda abarcar en su corazón. Cuanto más valioso sea el amado, más valioso es el ser humano.
Leer estos dichos e información nos toca el corazón directamente, y nos atrae a Ahlul Bait (la paz sea con ellos) de forma inevitable.
6. Explicarles lo mucho que necesitamos este amor, y cuánto nos sirve en nuestras vidas. El ser humano, generalmente, se siente atraído a gente que le solucionan los problemas y lo haga sentir bien. Los Imames (la paz sea con ellos) son nuestros auxiliares en los momentos que más necesitamos auxilio.
Se narra de nuestro amado Profeta (la paz y bendición sean con él y su descendencia):
“El amor a mí y a mi familia viene en ayuda (del amante) en seis lugares aterradores: al morir, en la tumba, en el momento de la resurrección, cuando es entregado el libro de acciones, en el momento del cómputo, ante la balanza (de acciones) y en el Sirat (camino que hay que atravesar para entrar al paraíso)”.
7. Alentar y apreciar ciertas acciones para que sean registradas (por los niños) como acciones buenas y aceptables y, de esa forma, los niños se sientan incentivados a realizarlas.
En un hadiz observamos que el Profeta Muhammad (la paz y bendición sean con él y su descendencia) obsequió un poco de oro (que le había sido obsequiado a él previamente) a un árabe que solía adorar a Dios con palabras hermosas y llenas de significado. El Profeta le dijo: “Te doy este premio por haber glorificado a Dios apropiadamente y con mucha belleza”. (De más está decir que hay que evitar que estos premios se vuelvan en una condición para que el niño cometa buenas acciones).
8. Los hábitos y costumbres del educador (padres, maestros, etc.) pueden servir como métodos indirectos de educación. Una forma muy efectiva que puede utilizar el educador para inculcar el amor y respeto por la familia del Profeta (la paz y bendición sean con ellos) es procurar respeto al nombrar a cualquier miembro de Ahlul Bait y después de nombrarlos enviar paz y salutaciones, ponerse de pie al oír el nombre del Imam Mahdi (Dios apresure su llegada) y conmemorar los nacimientos y martirios de los inmaculados (la paz sea con ellos).
9. Organizar reuniones de celebración, como también de duelo, en ocasiones relacionadas con Ahlul Bait (la paz sea con ellos) y participar de este tipo de eventos (como los son Ashura, ‘id del Ghadir, el natalicio del Profeta, etc.) en las casas, escuelas, mezquitas, etc.
Es muy importante “conectar” los momentos alegres de la vida del niño con Ahlul Bait (la paz sea con ellos). Por ejemplo: lograr que el nombre de los Imames, sus historias, los aniversarios de sus nacimientos y demás se conviertan en recuerdos alegres en la mente del niño. Si en el día del nacimiento de algún integrante de la familia del Profeta, el niño acude a una fiesta, recibe dulces, un obsequio, una medalla (por ejemplo: en un concurso relacionado con ese inmaculado) y otros tipos de incentivo, el amor a Ahlul Bait (la paz sea con ellos) crecerá en el corazón de ese niño natural e inevitablemente.
10. En las etapas de la adolescencia y juventud, el ser humano siente una importante necesidad de superarse y perfeccionarse, por eso es que se siente atraído a personas que él cree mejores. Entonces, no hay que desatender esta necesidad, sino que hay que guiar a nuestros jóvenes para que Ahlul Bait (la paz sea con ellos) sean su ejemplo a seguir, ya que son ellos los guías destinados por Dios Altísimo.
Los Imames (la paz sea con ellos) son el reflejo de perfección y belleza divina. Hablar de su valentía, virtudes, milagros, curaciones, ayuda a la sociedad, así como también informar sobre su posición ante Dios y el hecho de que son intercesores de la umma, son factores que ayudan a aumentar el amor y admiración hacia ellos.
El Corán utiliza este mismo método para guiar a la humanidad hacia el camino recto. Es decir que nos familiariza con grandes ejemplos de fe en la historia:
“Ciertamente, en el Mensajero de Dios tenéis un buen modelo para quien tiene su esperanza puesta en Dios y en el Último Día y recuerda mucho a Dios.” (Corán, 33:21)
11. Evitar los factores que provocan rechazo
No sólo hay que preocuparse por inculcar el amor a Ahlul Bait (la paz sea con ellos) en los niños, sino que también hay que estar atento y evitar todo factor que pueda contribuir a provocar, en el niño, rechazo por Ahlul Bait (la paz sea con ellos) y la religión en general. Por ejemplo: si el niño, al concurrir a las reuniones realizadas para conmemorar el evento de Ashura, se siente aburrido, maltratado, o ignorado, puede generarse en él un barrera que lo separa de la familia del Profeta (la paz y bendición sean con él y su descendencia).
12. Crear un ambiente espiritual
Normalmente, si dejamos a los niños en completa libertad, no suelen dirigirse a actividades religiosas o reuniones espirituales (de súplicas y demás). Pero si los educamos desde pequeños en ambientes espirituales, sentirán atracción más adelante.
Por ejemplo llevarlos a viajes de ziarah (visita a santuarios de la familia del Profeta-la paz y bendición sean con él, tumbas de grandes sabios, etc.), encuentros con personalidades espirituales y místicas, procurar amistades creyentes y con amor a los Imames (la paz sea con ellos) y demás, pueden dejar un gran efecto.
13. La gente ama a los héroes. Por eso es que en la mayoría de los países del mundo se escriben libros y novelas, se filman películas y se hacen monumentos dedicados a personajes nacionales importantes, para que así, entren en el corazón y mente de la gente y sirvan de ejemplo. ¿Por qué no hacemos lo mismo con nuestros profetas, imames y guías espirituales (que son mucho más merecedores de dicho amor y admiración)?
Si la gente logra conocerlos en profundidad y familiarizarse con sus dichos y consejos, terminarán por admirarlos y amarlos, lo que los llevará a seguirlos y obedecerlos. Cabe decir que el uso del arte y la originalidad es muy importante para lograr el objetivo.
14. Presentar libros, escribir artículos y poesías (esto puede lograrse haciendo competencias de lectura y resumen, artículos, etc.).
Fuente: Basado en fuentes islámicas y recopilaciones de dichos, especialmente en el libro en persa “Reihané beheshti”, Compilación y traducción: Zohre Rabbani, Colaboración: Masuma Assad y Fátima Paz
Publicado por: Editorial Elhame Shargh
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[1] Wasa’il Ash Shi’a, T. 5, P 126.
[2] Ídem
[3] Al-Kafi, T. 6, P. 49, Biharul Anuar, T. 104, P. 99, etc.
[5] Al-Kafi, T. 6, P. 49, hadices 3 y 4, y otras fuentes.
[6] Mustadrak, T. 2, P. 625.
[7] Para ver más hadices de este tema: Wasa’il ash Shi’a, T. 2, P. 3.
[8] El tasbih es parecido al rosario que usan los cristianos. Éste consta de noventa y nueve cuentas y se lo utiliza para alabar a Dios diciendo treinta y cuatro veces: Allahu Akbar, treinta y tres veces: Alhamdulillah y treinta y tres veces: Subhanallah.
[9] Usul al-Kafi, T. 2, págs. 82-87.
[10] Ídem, T. 3, pág. 343, dicho 13.
[11] Nahyul Balagha, Carta 31.
[12] Tarij Ia’qubi, T. 3, P. 53.