El hiyab (vestimenta islámica), entre oriente y occidente

Por Karina Saín

Hombres y mujeres deben seguir una serie de condiciones al vestirse, según la religión islámica. Es bien sabido que las mujeres llaman la atención más que los hombres por el simple hecho de ser, en general, más bellas. Esta belleza es sinónimo de atracción y el hombre es más débil que la mujer frente a la belleza. Por este motive la mujer musulmana se cubre con el “hiyab” (atuendo que cubre el cabello y el cuerpo), una vestimenta equilibrada en la cual la mujer ni se esconde detrás de una cortina ni tampoco va semi-desnuda por las calles.

En occidente el hiyab no es muy respetado, en general y por lo que podemos ver y oír, se lo califica de “atrasado” y “discriminativo”, cuando en realidad es la opción más acertada para proteger a la mujer de toda mala intención o agresión. Son muy pocos los que entienden el hiyab como un modo de vida y una decisión firme de la mujer que lo usa. No negamos que existan casos en los que se ve obligada a usarlo, pero estos son los menos comparados con los que son llevados por convicción.

Sabemos de mujeres musulmanas nativas que llevan esta vestimenta (sea por convicción o no y sabemos también de muchas conversas al Islam que la llevan con orgullo y comprenden perfectamente su significado.

Esta gran mayoría que usa el hiyab por convencimiento sabe por qué lo usa y no está obligada por nadie, es su decisión y el modo en que ella elige vivir. Veamos el ejemplo de una adolescente que vive en un país europeo o americano, nadie la obliga a usar el hiyab, pero tampoco les agrada a las musulmanas ser obligadas a quitárselo en las escuelas, universidades o lugares públicos, como hemos visto se ha hecho en algunos países que se llaman a sí mismos “modernos y civilizados”. Están prohibiendo una ley divina, cuando al mismo tiempo se desviven por aceptar y defender las modas inventadas por el hombre, muchas veces ridícula e innecesaria. Llevar aros por todas partes del rostro, tatuarse el cuerpo entero o hacerse modelos extravagantes en el cabello; usar ropa extremadamente ajustada o usar poca ropa no es motive de preocupación o discusión de parlamentarios y escuelas, el hiyab sí lo es.

Dice el Sagrado Corán:

“Y dí a las creyentes que bajen la Mirada y guarden sus partes privadas, y que no muestren sus atractivos… (Sagrado Corán: Sura Al-Nur, La Luz)

Este versículo coránico tiene, por supuesto, una interpretación amplia y, por ejemplo, en el Islam el cabello es considerado elemento atractivo. No vamos a entrar en detalles ahora, solo diremos que las sociedades deben abrirse más a todo tipo de cuestiones, no solamente cuando determinados periodistas o gente de la televisión se preocupan por defender la homosexualidad o la maternidad subrogada, sería Bueno que alguna vez se esforzaran por no discriminar tanto a la mujer musulmana tachándola de Antigua, atrasada y oprimida.

Yo, como musulmana nacida en occidente, puedo asegurar que la mayoría de las que usamos el hiyab no somos ni fuimos obligadas, que existan casos, no lo negamos, existen. Así como muchas mujeres se sienten cómodas sin usar el velo yo puedo afirmar que é les lo que me hace sentir reconfortada y feliz, y que quitármelo sería desobedecer a mi Señor y es tal mi convicción que no lo cambiaría por una vestimenta a la moda, aunque dentro de nuestras casas podemos vestir lo que querramos. Estoy refiriéndome a mi persona solo para dar un ejemplo de lo que les sucede a muchas de mis amigas y gente conocida, también gente que no conozco.

Me gustaría que algún día los no musulmanes comprendieran que cubrirse no es sinónimo de “no tener derechos”, por el contrario, muchísimas mujeres cubiertas con el hiyab estudian y trabajan, dirigen escuelas y hospitales, conducen, etc. No estamos encerradas entre cuatro paredes, aunque sera ma de casa no es una aberración, es el trabajo más digno cuidar de la familia y tratar de hacerles al esposo y los ninos la vida má placentera.

Espero que esta reflexión y estas humildes explicaciones puedan ayudar a gente que tomaron una idea equívoca del Islam y el hiyab y de este modo no sorprenderse demasiado cuando vean por las calles mujeres cubiertas por su hiyab, trabajando en un puesto público o conduciendo un automóvil.

La santa virgen María (la paz sea con ella) usaba hiyab. El hiyab es la vestimenta de todos los tiempos, nunca pasará de moda. Wal hamdu lil laahi rabbil aalamin.

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www.islamoriente.com, Fundación Cultural Oriente

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