La responsabilidad de los padres en la educación de los hijos según el Islam (VI)
“Un Hijo Benevolente; Una Flor del Paraíso”
Programa ético, espiritual, médico y nutricional desde antes de la concepción del niño hasta su primera infancia
El recién nacido
La primera responsabilidad de los padres es la aceptación del recién nacido (ya sea niña o niño) pues es una encomienda de Dios a sus padres y por ende merece ser honrado. Entonces aceptemos al niño tal como es.
Luego, la responsabilidad de los padres es dedicarse a la alimentación, cuidado, apoyo del niño y también brindarle cariño.
Teniendo en cuenta lo deducido de las aleyas coránicas y los dichos, el sexo del niño depende de la voluntad de Dios.
“A Dios pertenece el reino de los cielos y de la Tierra. Él crea lo que quiere. Otorga hijas a quien él quiere y otorga hijos a quien él quiere.” (Corán, Sura 42:49)
Además de ello, el método y la vida de los Imames (la paz sea con ellos), nos enseña que pidamos a Dios hijos sanos y benevolentes y que en el momento del nacimiento del niño preguntemos por su salud y no si es niño o niña.
En un dicho del Imam Sayyad Zainul ‘Abidin (la paz sea con él) se ha transmitido que dijo:
“En el momento que escuchas la noticia de un recién nacido no preguntes si es niño o niña y ruega por su salud y si es sano di: (Alhamdulillahi alladhi lam iajluq minni shai’an mashauuahhan), Alabado quien no creó a través mío un niño defectuoso.”[1]
En la historia vemos que los reyes divorciaban a sus esposas que no le traían hijos varones y muchas mujeres- si traían hijas mujeres- bajo la presión de que sus maridos y otros miembros de la familia querían varones, se sentían como si estuvieran pecando mientras que:
Primero: en los dichos (del Profeta y los Imames, la paz sea con ellos) el tener hijas mujeres es considerado como un valor y un bien.
El Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) transmitió:
“Min iumnil mar.ati an iakuna bikruha yariatun”
De entre las bendiciones y felicidad de la mujer es que su primer hijo sea una niña.[2]
Las mujeres son una obra de bien y los varones son una bendición. De las bendiciones se te preguntará y de las obras buenas se te recompensará.
Qué bueno es tener una hija mujer, llena de favor y amor, asistente, compañera, pura y purificadora.[3]
Segundo: los científicos han demostrado que es el esperma el que define el sexo del niño, y no el óvulo. Pero, lamentablemente, todavía, algunas familias no lo han entendido y a veces provoca la preocupación de las madres. El comienzo de la vida es desde el mismo momento en que el óvulo es fecundado por medio del espermatozoide masculino. Millones de espermas entran en la vagina por medio del genital masculino y luego de atravesar el cuello uterino, entran en el útero.
La mayoría de ellos mueren pero llegan a las trompas de Falopio entre dos mil a tres mil de ellos. Por supuesto, de entre tantos millones de espermatozoides sólo uno fecunda el óvulo.
El óvulo fecundado entra en el útero y comienza a crecer. Cada célula en el cuerpo humano abarca cuarenta y seis cromosomas. De entre las veintitrés parejas de cromosomas en cada célula existe una pareja de cromosoma que define el sexo.
En el sexo femenino ambos cromosomas son idénticos (XX), mientras que en el masculino son distintos (XY).
Cada uno de los progenitores brinda sólo un cromosoma a su hijo y debido a que ambos cromosomas de la madre son X, entonces siempre un cromosoma X brinda a su hijo. Mientras que el padre es posible le dé a su hijo el cromosoma X o Y.
Si la fecundación se concreta a través del esperma que lleva cromosoma X, será XX, por lo tanto nacerá una niña y si se concreta con el esperma portador del cromosoma Y será XY, por lo tanto nacerá un niño.
Las recomendaciones en el momento del nacimiento del bebé
1. Bañar al niño después de su nacimiento, siempre y cuando no sea perjudicial para él.
Entre las acciones que se realizan en el momento del nacimiento y que son sunna (tradición islámica) es darle un baño de purificación al niño y algunos lo consideran una obligación. Es recomendado que se diga la siguiente intención: “Le realizo el baño de purificación al niño para satisfacer a Dios”. Primero se debe comenzar por la cabeza y luego de ello continuar con la mitad derecha del cuerpo desde los hombros hasta los pies y luego la otra mitad izquierda del cuerpo, de la misma forma.[4] N.de T.: es menester aclarar que el baño de purificación se debe hacer con agua solamente sin ningún tipo de agregado. Por lo tanto, éste se realizará inmediatamente después de que el niño haya sido higienizado y bañado totalmente.
2. Recitarle el adán (llamado a la oración) en el oído derecho y el iqamah en el oído izquierdo del recién nacido.
Se transmite del Imam As-Sadiq (la paz sea con él y su descendencia):
“…Di el adán en el oído derecho y el iqamah en el oído izquierdo, dilo antes de que le deis un nombre, si haces ello nunca se atemorizará”[5]
Del mismo modo, se transmitió que el Enviado de Dios (la paz sea con él y su descendencia) dijo:
“Todo aquél que sea agraciado con un niño, que diga el adán en el oído derecho y el iqamah en el izquierdo. Ciertamente que este acto hará que se aleje Shaitán.”[6]
En un dicho, el Profeta (la paz sea con él y su descendencia) recomendó que recitaran el adán en el oído derecho del Imam Hasan y del Imam Husein (la paz sea con ellos), además de recitar la sura Al-Fatiha, la aleya el escabel (aiatul kursi), las últimas aleyas de sura Al-Hashr y también las suras La Unicidad (112) y las suras para refugiarse en Dios: “El Alba” y “Los humanos” (113,114).[7]
3. Rociar el agua del Éufrates y pasar un poco de polvo de tierra de Karbalá.
Se ha transmitido del Imam Muhammad Al-Baqir (la paz sea con él):
“Rocíen la boca de su niño con el agua del Éufrates y digan iqamah en sus oídos.”
En otro dicho se ha transmitido que rocíen su boca con agua del Éufrates y tierra del Imam Husein (la paz sea con él), y si no hubiera agua de Éufrates que sea con agua de lluvia.[8]
Del Imam As-Sadiq (la paz sea con él) se transmitió que dijo:
“No hay persona que beba agua del Éufrates y rocíe la boca de su niño con agua del Éufrates y no sea nuestro amigo porque el Éufrates es el río del creyente”.[9]
Del mismo modo, se transmite del Imam As-Sadiq (la paz sea con él) que rocíe la boca del niño con tierra del Imam Husein (la paz sea con él) que le deja a salvo de los dolores y las desgracias.
…“He tomado de la leche de mi madre
El dolor y el amor de Husain
Desde primer día que vine a este mundo
Hasta mi último día tomé este modelo
Sobre mi espíritu he arrojado
Una gota de perfume de Husein
Y les gané al perfume de almizcle,
De agua de rosas, de nafeh[10] y de ámbar”
4. Brindarle un lindo nombre al niño
Es mejor que sean nombres que recuerde que son siervos de Dios como lo son los siguientes nombres: Abdur-Rahim, Abdur-Rahman y otros, o que sean nombres de los profetas y el mejor de estos nombres es Muhammad. Alí también tiene un significado elevado y honrado, proviene de los nombres de Dios y es el nombre del primer Imam de los shi’as que además de ser un lindo nombre ha sido recomendado en los hadices (dichos).
Se transmite del Imam Muhammad Al-Baqir (la paz sea con él) que el más correcto de los nombres, es aquél que señale la servidumbre a Dios, como Abdullah, y el mejor de los nombres es el nombre de los profetas.
Se transmite del Imam Musa Al-Kazim (la paz sea con él) que el primer bien que un padre hace a su propio hijo es darle un buen nombre.
Se transmite en un dicho del Imam Husain (la paz sea con él) que dijo:
“Si hubiera tenido cien hijos, me hubiera gustado nombrarlos a todos Ali”[11]
Se transmite del Profeta (la paz sea con él y su descendencia) :
“Quien tenga cuatro hijos y uno de ellos no lleve mi nombre me han oprimido.[12]
“Entre los derechos del niño sobre sus padres es que le dé un buen nombre y una buena educación”.[13]
Se transmite de los inmaculados (la paz sea con ellos) que:
“Ciertamente que Satanás cuando escucha que llaman a alguien diciendo “Oh Muhammad” u “Oh Alí” se derrite como el hielo se hace agua.”[14]
Del mismo modo se ha transmitido:
“No entra la pobreza y penuria en la casa en que exista el nombre Muhammad, o Ahmad o Ali, o Hasan, o Husain, o Ya’far, o Talib o Abdullah, o Fatimah.”[15]
Se transmite del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) que dijo:
“En la casa en que algunos de sus miembros tenga el nombre del Profeta no se terminan las bendiciones.”[16]
Se transmite de los inmaculados (la paz sea con ellos):
“Para nosotros -Ahlul Bait- del Profeta (la paz sea con él y su descendencia)-, no nace el niño varón, a no ser que durante siete días se lo llame con el nombre de Muhammad y luego de ello, sí podemos cambiarle el nombre o dejárselo.”[17]
Nombrar a los hijos con los nombres de Ahlul Bait es un signo que demuestra amistad y amor, y la religión no es otra cosa que amor y afecto, al respecto Dios dijo:
إن كنتم تحبون الله فاتبعوني يحببكم الله
“In kuntum tuhhibbuna Allah fattabi’uni iuhhbibkumullah”[18]
“Si amáis a Al.lah, pues, sígueme y Dios te amará”.
Se transmite del Profeta Muhammad (la paz sea con él y su descendencia) que dijo:
“Sé afectuoso con el niño al que le has dado el nombre Muhammad, y cédanle el lugar en las reuniones y no se muestren enojados con él y dijo que en cada familia que uno de sus miembros tenga el nombre de un profeta, por cierto que Dios todos los días a la mañana y a la tarde envía un ángel que suplica para ellos, por su santidad y pureza.[19]
“Entre los derechos del niño sobre los padres está que le brinden un buen nombre, que le enseñen a escribir y que lo casen en la pubertad.”[20]
5. Rasurar el cabello del niño luego del nacimiento y también dar sadaqah en oro o plata del peso del cabello del niño.
6. Circuncidar al niño varón al séptimo día.[21]
7. Dar ualimah, es decir, ofrecer comida el día de la circuncisión (sacrificar un cordero y dar de comer de ese cordero. Por supuesto que se puede hacer el ualimah del nacimiento y la circuncisión el mismo día).
8. Alimentar al niño con la leche materna.
9. Hacer el ‘Aqiqah, es decir sacrificar un cordero, también al séptimo día.[22]
Debes saber que el ‘aqiqah del niño está entre las tradiciones más recomendadas y enfatizadas para aquellos que puedan hacerlo y algunos de los sabios lo consideran una obligación y mejor es que se realice el día séptimo y si se atrasa, está el realizar esta tradición sobre el padre hasta la pubertad del niño, y luego de la pubertad pesa esta tradición sobre el mismo niño.[23]
Y en un dicho se transmite que cada recién nacido está rehén de su ‘aqiqah.[24] (Pues el ‘aqiqah aleja enfermedades y desgracias, es protección para el niño).
10. Y finalmente, del hadiz del nacimiento del Imam Husain (la paz sea con él) se hace evidente que al comienzo de su nacimiento, envolver al niño en una tela amarilla no es recomendado mientras que en una tela blanca es tradición recomendada.[25]
Importancia del cuidado del niño
Los primeros veintiocho días luego del nacimiento se denomina periodo neonatal y el cuidado del recién nacido en este periodo es de suma importancia debido a su capacidad para infectarse, o cualquier otro peligro.
Dado que el niño es producto del embarazo y el parto, es probable que los problemas durante este periodo y también las enfermedades que poseen los padres o familiares tengan un efecto en el estado de salud del niño.
Recomendaciones a seguir en el cuidado del niño
*Lo mejor que se puede hacer inmediatamente después del parto es que se seque al recién nacido rápidamente y se lo haga tomar contacto con la piel de su madre y envolver a ambos con una frazada.
*Se debe dar al niño a su madre inmediatamente luego del parto para que éste pueda mamar de su pecho. El niño, a la media hora luego del nacimiento, está completamente consciente y atento. Este momento es el más adecuado para familiarizarse con la succión del pecho.
El recién nacido reacciona perfectamente al tacto, al calor, al roce con la piel y a los abrazos y rápidamente se queda dormido, así como la madre también tiene mucha necesidad de descansar y dormir.
Aunque en los dos o tres primeros días no tiene mucha leche, ésta es suficiente en relación a la necesidad del niño, además de ser necesaria y beneficiosa.
Lamentablemente, el primer día en algunas salas de maternidad, debido a que piensan que la madre no tiene leche o necesita descanso, alimentan al recién nacido con biberón y ello provoca que su alimentación con el pecho de su madre se postergue y el recién nacido no pueda succionar bien.
También aumenta la probabilidad de infecciones en el recién nacido.[26]
*Mantener al niño en un cuarto que sea poco concurrido.
*Lavar las manos antes de cualquier contacto con el recién nacido como amamantar o cambiar pañales.
*El recién nacido es sensible al frío. En el momento del amamantamiento éste debe estar bien abrigado.
*Evitar la apertura de puertas y ventanas que hacen correr la corriente de aire y baja la temperatura del cuarto y por ende la temperatura del cuerpo del niño.
*La ropa del neonato es mejor que sea de telas livianas y amplias. También debe ser cubierta su cabeza con un gorro y ser mantenido en un cuarto cálido.
*Ser atento a cualquier señal anormal en el recién nacido como fiebre, ictericia, palidez, fastidio, llanto, problemas para succionar directamente del pecho, diarrea, vómitos o convulsiones, en tales casos recurrir rápidamente al médico. (El llanto del neonato puede ser por calor, frío, hambre, dolor, temor o necesidad de cambiar el pañal. Entonces no acostumbrar al niño a comer por cualquier motivo.)
Si su grupo de sangre es negativo y el grupo de sangre de su niño es positivo, cuanto antes posible comentarle al médico y aplicarse la inyección correspondiente para estos casos.
*La zona del ombligo debe mantenerse seca y limpia.
*La limpieza del lugar debe ser según la recomendación del médico y evitar poner cualquier material que no esté inmunizado.
*El ombligo cae por sí mismo y no hay que manosearlo. La salida de cualquier mal oliente o sangre del ombligo y asimismo la aparición de erupción o enrojecimiento o inflamación en la zona es anormal e inmediatamente hay que trasladar al recién nacido a un centro sanitario
*Evitar besar al recién nacido reiteradas veces o por varias personas.
*El hierro es un elemento básico en la alimentación durante el periodo de lactancia y su carencia acarrea problemas en el crecimiento del niño. La carencia de este elemento trae aparejado inapetencia, disminución del poder de concentración, atención y aprendizaje del niño.[27]
*Los factores más comunes que provocan paspaduras y erupciones en la zona del pañal es la permanencia de orina y defecación durante mucho tiempo.
Si las paspaduras se limitan a pliegues del muslo por la robustez del niño es posible que se deba a no secarlo bien luego del baño. Las paspaduras que comienzan desde alrededor del ano y se extienden a las nalgas y muslos, es posible que se deba a hongos en la boca.[28]
Para curar el lugar de las paspaduras y erupciones es mejor que si usan pañales de tela se los lave con jabón de aceite de oliva en lugar de productos químicos.
*Uno de los factores importantes y comunes de ahogo del niño es la entrada de una materia externa e incluso a veces el bocado de comida. Por lo tanto es importante tener una mínima información de lo que se debe hacer en esos momentos.
Si su niño de repente deja de respirar o tiene alteraciones de su conciencia debe pensar en la posibilidad de ahogo u obstrucción de la vía respiratoria debido a un objeto externo. Si el lugar de paso del aire está cerrado completamente el niño se pondrá inconsciente y correrá peligro de muerte. Por ello es muy importante sacar rápidamente el objeto externo y hacerlo respirar.
Tos
Salivar y voz débil
Labios morados
Jadear y esforzarse demasiado para poder respirar
Respecto al niño lactante, acueste al niño sobre una de sus manos (boca abajo) y en esa misma posición mantenga su cabeza. Debe colocar la cabeza del niño más abajo que su pecho, luego, con la otra mano, darle suaves golpecitos en su espalda (entre los dos hombros).
Si el niño es más grande, colocarlo sobre la rodilla boca abajo, de modo que su cabeza esté completamente hacia abajo. Luego mantenga su pecho con su mano y con la otra mano darle suaves golpecitos entre los dos hombros.
Atención: En el momento de sacar el bocado o el objeto externo de la boca del lactante preste total atención. Sólo introduzca su dedo dentro de la garganta del niño en caso de que vea el objeto externo, porque hay peligro de que el objeto se vaya para atrás debido a la presión de su dedo. Nunca introduzca directamente su dedo en la boca del niño, sino que introduzca el dedo por el costado del labio del niño hacia adelante y hágalo llegar hasta por atrás del objeto para luego sacarlo. Si el niño se puso morado o quedó inconsciente, rápidamente avise a la ambulancia y mientras espera al médico péguele suaves golpes en la espalda del niño para que se movilice el objeto
c. Para prevenir la entrada de un objeto externo en la vía respiratoria.
Nunca deje solo al niño pequeño que está en edad de comer.
No dé de comer pistachos, avellanas o alimentos parecidos al niño menor de tres años.
Aleje del alcance de los niños las cosas o juegos pequeños.[29]
Fuente: Un Hijo Benevolente; Una Flor del Paraíso; publicado por: Editorial Elhame Shargh
Todos derechos reservados. Se permite copiar citando la referencia.
www.islamoriente.com ; Fundación Cultural Oriente
[1] Al-Kafi, T. 6, P. 21; Biharul Anuar, T. 104, P. 123; dicho 68, Cap. 4
[2] Biharul anuar, T. 104, P. 98, h. 64.
[3] Al-kafi, T. 6, P. 6, h. 8.
[4] La higiene de la madre y el niño, P. 17-19.
[5] Heliatul Muttaqin, pág. 145-146.
[6] Al-Kafi, T. 6, pág. 24, h. 6, Tahdib, T. 7, P. 437, dicho 6, Bihar, T. 104, P. 126, dicho 86, Cap. 4.
[7] Biharul Anuar, T. 104, P. 126, hadiz 86.
[8] Al-Kafi, T. 6, P. 24, dicho 4. Del mismo modo se puede encontrar en dichos del Profeta en los siguientes textos: Biharul Anuar, T. 104, P. 126, dicho 87, Cap. 4, Al-Faquih, T. 3, P. 488, dicho 4726, Cap. 2.
[9] Bihar, T. 104, P.114, dicho 33, Cap. 4.
[10]Bolsa de almizcle
[11] Al-Kafi, T. 6, P. 19, dicho 7
[12] Tahdhib, T. 7, P. 438, dicho 11, capítulo 36.
[13] Mustadrak, T. 15, Cap. 14, P. 128, dicho 17748.
[14] Bihar, T. 104, P. 131, dicho 26, Cap. 5.
[15] Al-Kafi, T. 6, P. 19, dicho 8, Bihar, T. 154, P. 131, dicho 25, Cap. 5.
[16] Mustadrak, T. 15, Cap. 15, P. 129, dicho 17751.
[17] Al-Kafi, T. 6, P. 18, dicho 4.
[18] Bihar, T. 104, P. 130, dicho 19, Cap. 5.
[19] Hiliatul Muttaqin.
[20] Bihar, T. 74, P. 80, dicho 83 y T. 104, P. 92, dicho 19, Wasa’il, T. 15, P. 200, dicho 9, Mustadrak, T. 15, P. 166, dicho 17876 y P. 169, dicho 17888.
[21] Bihar, T. 104, P. 124, dicho 79, Cap. 4.
[22] Tahrir al Wasilah, parte Nekah, Al Mustadrak, T. 15, Cap. 32, P. 145, dicho 17807.
[23] Hiliatul Muttaqin, P. 150.
[24] Al-Kafi, T. 6, P. 25, h. 3.
[25] Hiliatul Muttaqin, P. 146.
[26] La salud de la madre y su bebé, P. 89-90.
[27] Revista trimestral “Leche Materna”, Nro. 9.
[28] Ídem.
[29] Revista trimestral “Leche materna”, Nro. 1.