El Sagrado Corán y el conocimiento

Por: ‘Al.lamah Tabataba’i

LA EXALTACIÓN DEL CONOCIMIENTO POR EL CORÁN Y SU INCITACIÓN A PROCURARLO

El tipo de elogio y exaltación del conocimiento dado por el Sagrado Corán no puede encontrarse en ninguno de los otros libros revelados. Sería suficiente decir que el Corán ha llamado a los tiempos de los árabes incivilizados de la época anterior a la aparición del Islam como la “era la ignorancia”. En cientos de versículos el Sagrado Corán habla de muchas maneras del conocimiento y el aprendizaje, a los cuales ha exaltado considerablemente. Considerando la obligación del hombre en este sentido dice Dios Altísimo:

عَلَّمَ الإِنسَانَ مَا لَمْ يَعْلَمْ

“Enseñó (Dios) al hombre lo que éste no sabía.” (96:5)

يَرْفَعِ اللَّهُ الَّذِينَ ءَامَنُوا مِنكُمْ وَالَّذِينَ اُوتُوا الْعِلْمَ دَرَجَاتٍ

“Dios ha elevado a los que creen, y entre ellos a los que han recibido la ciencia en jerarquías elevadas.”(58:11)

هَلْ يَسْتَوِي الَّذِينَ يَعْلَمُونَ وَالَّذِينَ لاَيَعْلَمُونَ

¿”Acaso se equiparan los que saben con los que no saben?” (39:9)

Existen muchos versículos Coránicos en relación con esto, así como hay también muchas narraciones en los anales del Profeta (BPD) y los Imames (P), que siguen en importancia al Corán, dirigidas a exaltar el conocimiento y su búsqueda.

EL TIPO DE CONOCIMIENTO RECOMENDADO POR EL CORÁN

El Sagrado Corán, en un considerable número de versículos que por su elevado número y fácil localización en cualquier lugar del Libro no citaremos aquí, invita a la reflexión en los signos celestes, las brillantes estrellas y la extraordinaria variedad de sus condiciones y el orden sistemático que las gobierna. Incita al hombre a la reflexión y meditación respecto de la creación de la tierra, de los mares, las montañas, los desiertos, las cosas extraordinarias del interior de su planeta, los cambios en el día y la noche, las estaciones, etc. Recomienda reflexionar acerca de la maravillosa creación de las plantas, del orden invisible que las gobierna, de la creación de los animales y las condiciones de sus ambientes. Llama a la reflexión respecto de la creación del ser humano y de los misterios y secretos de su estructura y, sobre todo, de su propia alma, de su mundo interno, y especialmente a su relación con el mundo superior. Insiste en que se viaje por la tierra y que se observen los distintos vestigios de quienes existieron en el pasado, que se investigue las condiciones de las antiguas naciones y sociedades humanas y sus historias.

Con todo esto sin duda alguna incita al estudio de las ciencias naturales y matemáticas, la filosofía, la literatura, y de todas las ramas del conocimiento accesibles a la humanidad, cuyo conocimiento es de interés del género humano y trae sin duda felicidad a la sociedad.

El Sagrado Corán convoca a aquellas ramas del saber cuya condición es que la gente sea guiada por ellas hacia la verdad y hacia el reconocimiento del mundo real que está gobernado y controlado por las leyes divinas. Por el contrario un conocimiento que sirva como mera diversión y que aparte del conocimiento de Dios y de la Verdad, es equivalente a la ignorancia en la concepción Coránica. Dice Dios, exaltado sea:

يَعْلَمُونَ ظَاهِراً مِنَ الْحَيَاةِ الدُّنْيَا وَهُمْ عَنِ الأَخِرَةِ هُمْ غَافِلُونَ

'''Ellos conocen (sólo) lo exterior de la vida del mundo, pero del otro mundo (del mundo superior, metafísico, que trasciende los sentidos) están desatentos y distraídos. “ (30:7)

أَفَرَءَيْتَ مَنِ اتَّخَذَ إِلَهَهُ هَوَآهُ وَأَضَلَّهُ اللَّهُ عَلَى عِلْمٍ وَخَتَمَ عَلَى سَمْعِهِ وَقَلْبِهِ وَجَعَلَ عَلَى بَصَرِهِ غِشَاوَةً فَمَن يَهْدِيهِ مِنْ بَعْدِ اللَّهِ

“Qué piensas de quien ha tomado por dios a su pasión y Dios le ha extraviado su conocimiento, y ha sellado sus oídos y su corazón, y ha puesto sobre su visión un velo ¿Y quién le guiará fuera de Dios?” (45:23) Junto con las recomendaciones que el Corán ha hecho para el aprendizaje de varias ramas de la ciencia, se ha puesto a sí mismo como el maestro del curso perfecto de la enseñanza divina, de los principios generales de la moral y de las leyes.

EL CONOCIMIENTO PARTICULARMENTE VINCULADO AL CORÁN

Entre los musulmanes existen algunas ramas de la ciencia que tratan específicamente del Sagrado Corán. Estas disciplinas comenzaron a aparecer con la revelación del Libro y se desarrollaron gradualmente hasta que alcanzaron la perfección. Muchos libros se han escrito sobre estos temas por especialistas, algunos de ellos tratan del vocabulario Coránico y otros discuten los significados.

Entre aquellos que tratan del vocabulario Coránico se encuentran la técnica del deletreo y la pronunciación, los cambios que ocurren en la lengua árabe de manera singular o con formas determinadas, tales como los énfasis, las pausas, los cambios de letras, etc.

Otra disciplina que trata de los métodos de recitación, siete de los cuales son famosos, así como de otros métodos. Otra disciplina está vinculada al número de las suras, versículos, palabras y letras. Otra describe la caligrafía Coránica y sus diferencias respecto de la escritura árabe común.

Las disciplinas que tratan del significado del Corán son las siguientes: existe una ciencia que se refiere al significado general de los versículos tal como la exégesis y la causa de cada revelación; los sentidos internos y externos de cada versículo, los versículos implícitos y explícitos, los abrogantes y abrogados, etc. Otra rama de la ciencia discute los versículos y sus disposiciones, lo cual constituye de hecho una rama de la jurisprudencia islámica. Incluso otra disciplina trata de explicar el significado de ciertos versículos particulares lo que se conoce como “Ta’wil”, cuyos distintos puntos ya hemos discutido en el capítulo segundo. Otros estudiosos islámicos han escrito muchos libros sobre ramas particulares del conocimiento vinculadas al saber Coránico.

EL SAGRADO CORÁN COMO UN FACTOR QUE ORIGINÓ NUEVAS RAMAS DEL CONOCIMIENTO

No cabe duda de que las ramas del conocimiento religioso que son estudiadas y enseñadas hoy día por los musulmanes están limitadas, en el tiempo y uso, a la época de la designación de Muhammad (BPD) como profeta ya la revelación del Corán, que trajo consigo las enseñanzas y leyes divinas.

Como estas materias estaban prohibidas por los califas en el primer siglo de la Hégira, en la forma de escritos o compilaciones, prevalecían de una manera irregular entre los compañeros y seguidores, y con la excepción de unos pocos que escribieron algunas referencias sobre jurisprudencia, interpretación y tradiciones, la mayoría de la gente las memorizaba y transmitía verbalmente.

Cuando la restricción fue levantada a comienzos del siglo II de la Hégira, la gente comenzó al principio a registrar tradiciones, y más tarde a escribir discusiones vinculadas a otras disciplinas y a compilarlas y registrarlas de una manera ordenada, creando de esta forma la técnica de la tradición, las biografías, el discurso y la retórica, los principios de la jurisprudencia y del Kalám (la metafísica tradicional).

Incluso la filosofía, que al principio ingresó en la cultura islámica a través de los libros de autores griegos que se tradujeron al árabe, y que por un tiempo conservó su forma helena, sufrió cambios a medida que se transformaba el ambiente mental, tanto en su forma como en su contenido. Por eso, en el tipo de filosofía que prevalece actualmente entre los musulmanes, todas las enseñanzas con que nos cruzamos, así como sus textos, argumentos y razonamientos, pueden encontrarse en el Corán y en las tradiciones proféticas.

Esta afirmación es también verdadera en las disciplinas de la literatura árabe y la lengua, porque si bien temas tales como la gramática, la sintaxis, las figuras de la retórica, las expresiones idiomáticas, el vocabulario y sus derivados, están vinculados todos a la lengua árabe en general, lo que incitó a la gente a profundizar en la investigación de estas disciplinas y en clasificar sus reglas y principios fue la misma obra extraordinaria de origen divino, es decir el Sagrado Corán, quien atrajo a toda la gente por su dulzura, por su estilo delicado, fino, elocuente. A fin de comprender las raíces de sus palabras, de su composición y significado, de su fluidez y elocuencia y de la delicadeza de sus expresiones idiomáticas, sintieron la necesidad de reglas generales, y por medio del estudio de la terminología de la lengua árabe intentaron alcanzar una condición adecuada en sus investigaciones. De esta forma se generaron nuevas disciplinas en el campo de la gramática y la sintaxis, así como en el vocabulario, y se organizaron distintas disciplinas en el campo de la retórica.

Se ha narrado que Ibn Abbâs, quien fuera el más destacado comentador del Corán entre los compañeros, expresó, según se conservan en muchos anales, el significado de los versículos mediante poemas en lengua árabe, e hizo recomendaciones para la preservación de una antología árabe. De esta forma, tanto la poesía como la prosa árabe fueron registradas, y uno de los sabios de la escuela Shi‘ita llamado Jalil Ibn Ahmad Al-Basri escribió un libro sobre vocabulario y dedicó una rama de la prosodia a cada una de las figuras poéticas. Otros, también, continuaron la serie escribiendo libros sobre estas tres disciplinas. El arte de la historia, también, se derivó en el Islam del arte de la tradición (hadices o narraciones proféticas), que comenzó con las anécdotas de los Mensajeros divinos y de sus naciones y la biografía del Profeta Muhammad (BPD), su conducta, y más tarde con la historia de los orígenes del Islam que se agregó a ellas. Después de un tiempo tomó la forma de la historia general, sobre la cual historiadores tales como At-Tabari, Al-Mas'udi, Ia'qubi y Uaqidi escribieron varios libros.

Puede decirse definitivamente que el factor principal de incitación de los musulmanes a ocuparse del estudio de cuestiones abstractas de materias intelectuales tales como las matemáticas y las ciencias naturales, que al principio tomaron la forma de citas y traducciones de tratados de otras lenguas (principalmente del griego, aunque también de otras lenguas antiguas como el sánscrito), y luego se constituyeron en investigaciones independientes/y originales; todo ello se debió a la motivación cultural que el Corán realizó entre los musulmanes.

En aquellos días, cuando se había establecido el califato en la comunidad árabe, al principio varias disciplinas de las ciencias intelectuales fueron traducidas al árabe del griego, el siríaco y el sánscrito, colocando así tales obras a disposición de los musulmanes de diferentes naciones del mundo, expandiendo considerablemente su estudio, investigación y cuidadosa organización.

Resulta claro que la amplia civilización islámica, que poco tiempo después de la emigración (Hégira) y fallecimiento del Profeta (BPD) se extendía y dominaba gran parte de lo más importante del mundo, y que hoy comprende a más de mil millones de musulmanes en el planeta, es uno de los productos del Sagrado Corán. (En cuanto a la protesta de la escuela Shi‘ita contra los califas y otros gobernantes de esta maravillosa civilización, se debió a su negligencia en clarificar la verdad y la religión y en ejecutar plenamente sus leyes, lo que hubiera provocado un mayor brillo y hubiera redundado en un mayor poderío de la civilización islámica).

Obviamente tanta fue la transformación que provocó la civilización islámica, y que es uno de los hitos prominentes entre los acontecimientos de la historia universal, que influenció profundamente los hechos subsiguientes y de esta forma el Sagrado Corán sirvió como un factor y como base de muchos cambios modernos, desarrollos y progresos de la cultura mundial. Una mayor elaboración y análisis sería necesaria para clarificar esta afirmación y su verdadero valor, pero este libro es demasiado breve para hacer justicia a esta cuestión.

Fuente: El Corán en el Islam; Editorial Elhame Shargh

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www.islamoriente.com , Fundación Cultural Oriente

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