La infalibilidad de los profetas según el Corán
Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani
Traducción: AbdulKarim Orobio
Pregunta: Explique la infalibilidad de los profetas. ¿Por qué algunos versículos del Corán contradicen su infalibilidad?
Respuesta concisa:
La respuesta a estas preguntas puede resumirse en los siguientes puntos:
1. La infalibilidad es un estado del alma que hace que una persona denominada infalible evite cualquier pecado o cualquier acto desagradable y lo proteja de errores y olvido sin anular su libre albedrío.
2. El secreto detrás de la infalibilidad de los profetas yace en su visión e intuición directa de la realidad, su fe perfecta y su certeza, así como su profundo amor por Al-lah (SWT) junto a su profunda concientización acerca de la Majestuosidad de Dios (SWT) y el entendimiento de Sus atributos. Además, por medio de la infalibilidad, Al-lah fortalece a los profetas en contra de los engaños de Satanás y los deseos del alma que ordena (nafsul 'ammarah).
3. Diversos argumentos racionales confirman la necesidad de la infalibilidad de los Profetas. La más clara de estas pruebas es el hecho de que el Propósito de Dios en la creación del hombre puede cumplirse únicamente por medio de la infalibilidad.
4. Si algunos versículos del Corán a primera vista contradicen estas pruebas racionales, debemos analizar aquellos versículos cuidadosamente, debemos reflexionar profundamente en su significado superficial y aparente y desvelar su verdadero significado.
5. Algunos versículos afirman la existencia e inclusive la necesidad de la infalibilidad, aunque el término "Infalibilidad" aún no haya sido utilizado. Citemos algunos ejemplos:
a) Algunos versículos hablan de un número de profetas como mukhlisin (aquellos que han sido purificados). Por ejemplo, ver la aleya 38:45-48:
“Y recuerda a Nuestros siervos Abraham, Isaac y Jacob. Eran fuertes y clarividentes en su adoración. Les escogimos (ahklasnaahum) (les hicimos sinceros y puros de corazón) por causa de su pura dedicación al recuerdo de la morada y, en verdad, ellos son ante Nosotros, de los escogidos entre los buenos. Y recuerda a Ismael, a Eliseo y a Dul Kifl, todos ellos eran de los mejores.”[1]
En estos versículos aquel que se considera mukhlass, es aquel que ha sido guiado y no puede ser desviado por Satanás.
b) Muchos versículos explican que los Profetas han sido guiados por Dios (SWT). Por ejemplo:
“Le regalamos a Isaac y a Jacob. Dirigimos a los dos. A Noé ya le habíamos dirigido antes y, de sus descendientes, a David, a Salomón, a Job, a José, a Moisés y a Aarón. Así retribuimos a quienes hacen el bien. Y a Zacarías, a Juan, a Jesús y a Elías, todos ellos de los justos. Y a Ismael, a Eliseo, a Jonás y a Lot. A cada uno de ellos le distinguimos entre todos los hombres, así como a algunos de sus antepasados, descendientes y hermanos. Les elegimos y dirigimos a una vía recta. Ésta es la dirección de Alá, por la que dirige a quien Él quiere de Sus siervos. Si hubieran sido asociadores, todas sus obras habrían sido vanas. Fue a éstos a quienes dimos la Escritura, el juicio y el profetismo. Y, si éstos no creen en ello, lo hemos confiado a otro pueblo, que sí que cree. A éstos ha dirigido Alá. ¡Sigue, pues, su Dirección! Di: «No os pido salario a cambio. No es más que una Amonestación dirigida a todo el mundo».”[2]
c) En muchos versículos Dios de una manera incondicional le ha ordenado a la humanidad obedecer a los Profetas.
“Di: "Si amáis a Dios seguidme, Dios os amará y perdonará vuestros pecados. Dios es perdonador, Misericordiosisimo con los creyentes. Di: "Obedeced a Dios y al Mensajero". Pero si dan la espalda, en verdad Dios no ama a los que no creen”.[3]
“Quien obedece al Mensajero, ciertamente, obedece a Dios. En cuanto a quienes te den la espalda, no te hemos enviado para que seas su protector”.[4]
“Quienes obedezcan a Dios y a Su mensajero y teman a Dios y sean buenos serán los triunfadores.”[5]
Es claro que esta orden incondicional de parte de Dios (SWT) tiene como prerrequisito el ser infalible.
d) Los versículos en la Surah (72: 26-28) indican que Dios protege a Sus profetas de todo riesgo.
“Él es el Conocedor de lo oculto a los sentidos y nadie accede a Su ocultación excepto aquel de los mensajeros con quien Él se complace y, entonces, Él le pone guardianes por delante y por detrás para saber que, con seguridad, han transmitido los mensajes de Su Señor. Él abarca todo lo que tiene que ver con ellos y lleva cuenta de todo.”[6]
e) El versículo de la Purificación (Ayat Al-Tathir) en la Surah 33:33 claramente indica la infalibilidad del Profeta Muhammad (P).
“Ciertamente Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Gente de la Casa! y purificaos absolutamente.”[7]
1. Aquellas aleyas que aparentemente contradicen la infalibilidad de los Profeta son proposiciones condicionales que no procuran decir que ellos hayan pecado o a veces van dirigidas a los creyentes y no a los Profetas.
2. Acerca del Profeta Adán (a.s.), de quien se ha dudado mucho acerca de su infalibilidad puede decirse lo siguiente. Primero, las ordenes en las aleyas relacionadas con este tema son irshadi (consejeras) en naturaleza, no son mawlawi (orden emitida por un superior a un inferior con la esperanza de ser obedecido). Segundo, inclusive si fuesen imperativos mawlawi, no significa que el no cumplir con la orden sea igual a un pecado, al contrario Adán escogió entre dos caminos permisibles el menos bueno. Tercero, el mundo en el cual vivió Adán no era un mundo que exigiera una responsabilidad legal ante Dios. En dicho mundo, el no cumplir con un mandato no podría ser considerado un verdadero pecado. Si vemos ocasionalmente que Dios se dirige a los profetas con un tono fuerte, es porque ellos, después de todo son hombres con las facultades de la ira, la pasión y las necesidades animales. Por lo tanto, necesitan una amonestación y guía constante de tal forma porque si son abandonados a su propio destino sin la ayuda de Dios entonces habrían perecido.
Respuesta Detallada
Comencemos respondiendo esta pregunta definiendo el término 'ismah (infalibilidad). 'Al-lamah Tabātabā’i define infalibilidad como "la presencia de una cualidad en una persona que evita que cometa cualquier acto no permitido, por ejemplo un pecado".
Al-Fadil al-Miqdad, reconocido teólogo Chiita expone una definición más amplia cuando dice que: "Infalibilidad es una característica concedida por Dios a un individuo legalmente responsable de cumplir con ciertas ordenes (mukal-laf) de tal forma que la presencia de esta cualidad no permite que este individuo por cualquier motivo desobedezca o cometa un pecado, aun teniendo la capacidad de hacerlo. Esta concesión es una consecuencia de la adquisición de la persona de un hábito moral (malakah) el cual es abstenerse del pecado. Además, esta persona es consciente de la recompensa que genera la obediencia y del castigo producto de la desobediencia y teme descuidarse y no realizar lo meritorio".
Es fundamental reiterar que la infalibilidad nunca constriñe a una persona a obedecer. Por el contrario, su fe, conocimiento y percepción de la Grandeza de Dios ha alcanzado un nivel tan elevado que no le permite transgredir las leyes de Dios. Según algunos hadices, Dios Todopoderoso fortalece a los profetas e Imames por medio del Espíritu Santo, El Espíritu de la Fe, el Espíritu de la Fortaleza y el Espíritu Supremo.
Ahora que hemos definido lo que es infalibilidad vamos a analizar las pruebas racionales y textuales que demuestran la existencia de esta característica en algunos individuos. Como punto preliminar, cuando examinemos los versículos del Corán que hacen alusión a la infalibilidad de los profetas es importante recordar que la revelación Divina no puede nunca contradecirse con la razón humana. Por lo tanto, debemos leer estos versículos bajo la luz de la razón, de tal forma que no se nos presente una contradicción.
Con respecto a la infalibilidad de los profetas, mencionaremos únicamente una prueba racional. Sheikh At-Tusi, con una frase muy atractiva dice: "La Infalibilidad es necesaria en los Profetas para que se pueda creer en ellos y como resultado, se pueda cumplir el propósito de la creación". En otras palabras, el profeta debe ser infalible para que la humanidad pueda confiar en la revelación que transmite.
Algunos eruditos exponen esta prueba de la siguiente manera: "Una vez el intelecto acepta por si solo la existencia de Dios y la posibilidad lógica de la revelación y la profecía (en un sentido general, no hablando de un profeta en particular), el intelecto posteriormente afirma la necesidad de la infalibilidad de los profetas al recibir y entregar la revelación divina. La evidencia para esto es que, puesto que Dios ha enviado a Sus profetas para guiar a la humanidad, Él debe enviar a una persona que no sea irreflexivo, olvidadizo y mucho menos pecador. Si no fuese así, contradeciría Su propio propósito al enviar a los profetas, la revelación y en esencia, el propósito de la creación misma. Si existiera la posibilidad de que los profetas fuesen irreflexivos, olvidadizos o pecadores, la gente nunca confiaría completamente en que lo que ellos dicen viene de Dios. Cabría la posibilidad de que hubiesen mentido a los pueblos o que se hubiesen equivocado o mal interpretado el propósito de Dios".
Este principio teológico se basa firmemente en los atributos de Dios mismo. En particular se basa en Su Omnisciencia ('Ilm), Omnipotencia (qudrah), en que todos Sus actos tienen un propósito (hikmah), tanto en la creación como en la legislación y esencia, se basa en el hecho de que Él está libre de toda injusticia y de realizar actos sin sentido o sin un propósito. Si un profeta se equivocara al recibir o entregar la revelación, este error demostraría ignorancia, debilidad e incompetencia en las acciones de Dios. En realidad, si el profeta no fuera infalible, accidentalmente o intencionalmente cometería errores al guiar a los pueblos, su pueblo no confiaría en él totalmente ni en su profecía, ni en el mensaje que dice traer.
En el primer caso, la profecía se convertiría en una causa para el desvío de los pueblos. En el segundo caso, la profecía sería algo sin un propósito claro. Es imposible que Dios desvíe a la humanidad y que realice actos sin sentido.
Hemos definido hasta ahora la infalibilidad y hemos presentado una prueba racional de la necesidad de esta característica en los profetas. Ahora nos dirigiremos a realizar un análisis de los versículos coránicos que hablan de la infalibilidad. Analizaremos estos versículos en dos secciones. La primera sección abarca los versículos que reafirman la infalibilidad de los profetas. La segunda sección analiza los versículos que contradicen dicha infalibilidad. Por último, mostraremos nuestra respuesta a la pregunta inicial.
Evidencia Coránica que apoya la Infalibilidad.
Muchos versículos del Corán hablan de la cualidad de la infalibilidad en los profetas, aunque no utilicen necesariamente el término ‘ismah. Podemos dividir y discutir estos versículos de la siguiente manera:
1. Algunos versículos se refieren a los profetas como mukhlasin (aquellos que han sido escogidos especialmente). Aquel que es mukhlis no puede ser desviado por Satanás y por lo tanto, debe ser infalible. Los siguientes versículos nos sirven de ejemplo:
“Y recuerda a Nuestros siervos Abraham, Isaac y Jacob. Eran fuertes y clarividentes en su adoración. Les escogimos por causa de su pura dedicación al recuerdo de la morada y, en verdad, ellos son, antes Nosotros de los escogidos entre los buenos. Y recuerda a Ismael, a Eliseo y a Dhul Kifl, todos ellos eran de los mejores”.[8]
En estos versículos son mencionados los Profetas considerados mukhaslisin junto a otros versículos que mencionan a Satanás diciendo:
“Dijo: "Juro, pues, por Tu poder, que extraviaré a todos ellos a excepción de quienes entre ellos sean Tus siervos puros.”[9]
“Dijo (Iblis): “Señor mío, puesto que me has desviado, les adornaré en la Tierra y les desviaré a todos, excepto a quienes de entre ellos sean Tus siervos puros.””[10]
Queda claro que los mukhlasin son aquellos que están fuera del alcance de Satanás y por lo tanto son infalibles.
2. Otro grupo de aleyas que hablan de la presencia de "la guía divina" en los Profetas. Por ejemplo:
“Y le otorgamos a Isaac y a Jacob y les guiamos como antes habíamos guiado a Noé. Y de él descienden David y Salomón, Job, José, Moisés y Aarón. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Y también a Zacarías, Juan, Jesús y Elías. Todos ellos eran de los justos. E Ismael, Eliseo, Jonás y Lot. A todos ellos les distinguimos por encima de los demás seres del Universo, así como a algunos de sus antepasados y descendientes y hermanos. Les escogimos y les guiamos al camino recto. Esta es la guía de Dios, con la que guía a quien Él quiere de Sus siervos. Pero, si hubiesen sido politeístas, todo lo que hubiesen hecho no habría valido de nada. Es a ellos a quienes Nosotros dimos la Escritura (Sagrada), la Sabiduría y la Profecía. Pero si descreen de ella, Nosotros se la hemos encomendado a una gente que jamás dejará de creer en ella. Esos son a quienes Dios ha guiado. Así pues, Sigue Su guía”.[11]
Estos versículos indican que los profetas han sido guiados por Dios. Además junto al versículo en el que Dios dice:
“A quien Dios extravía no hay quien le guie y a quien Dios guía no hay quien pueda extraviarle.”[12]
Se entiende que nadie puede guiar a los profetas mencionados puesto que han sido ya guiados por Dios y porque cometer un pecado es una forma de desvío, podemos concluir que estos profetas están libres de pecado, es decir, son infalibles.
El hecho de que estas aleyas mencionan a estos profetas en particular como los profetas escogidos puede ayudar a corroborar la evidencia para su infalibilidad. Después de todo, ellos han sido escogidos para guiar a otras personas, entonces ellos mismo deben ya con anterioridad haber sido guiados. Además, el último versículo citado anteriormente le ordena a Muhammad (P) a seguir la guía de estos profetas. Evidentemente, para el último profeta, con el elevado nivel que posee, el que se le ordene seguir a sus predecesores indica la infalibilidad de estos. Por otra parte, seguir a alguien que no sea infalible tendrá como consecuencia el desvío.
- Un tercer grupo de aleyas invita a los musulmanes a obedecer al Profeta Muhammad (P). Por ejemplo, una aleya dice:
“Di: ¡Si amáis a Dios seguidme, Dios os amará y perdonará vuestros pecados!
Di: ¡Obedeced a Dios y al Mensajero! Pero si dan la espalda, en verdad, Dios no ama a los que no creen”.[13]
Un versículo en la Surat al-Nisā (Las mujeres) dice:
“Quien obedece al Mensajero, ciertamente, obedece a Dios.”[14]
Otro habla también de la obediencia incondicional del Profeta y dicha obediencia requiere de su infalibilidad, de lo contrario, la consecuencia sería el desvío de la humanidad en lugar de la guía.
Aparte de los tres grupos de aleyas que hemos mencionado, existen otros versículos que pueden mencionarse para corroborar la infalibilidad de todos los profetas en general o el Santo Profeta Muhammad (P) en particular. Un versículo dice:
“Él es el Conocedor de lo oculto a los sentidos y nadie accede a Su ocultación, excepto aquel de los Mensajeros con quien Él se complace y, entonces, Él le pone guardianes por delante y por detrás para saber que, con seguridad, han transmitido los mensajes de Su señor. Él abarca todo lo que tiene que ver con ellos y lleva cuenta de todo.”[15]
Otra aleya dice:
“Ciertamente, Dios quiere apartar de vosotros la impureza ¡Gente de la Casa! y purificaros absolutamente”.[16]
Debe tenerse en cuenta que el "querer (quiere)" de Dios en este versículo denota su voluntad existencial y no su voluntad legislativa. Por otra parte, debido a que no puede negarse su voluntad existencial (es decir, lo que él desee debe ocurrir obligatoriamente), la "Gente de la Casa" necesariamente han sido purificados de toda impureza, la mayor de todas siendo el pecado. Esta aleya por lo tanto establece la infalibilidad de estas personas "La Gente de La Casa". Aquellos que son incluidos con exactitud en este grupo están fuera de discusión. Pero sin duda, el Profeta Muhammad (P) está incluido en este grupo. Por lo tanto, esta aleya señala con exactitud la infalibilidad del Profeta. Esta aserción, junto con las siguientes premisas lógicas nos lleva a la conclusión de que todos los profetas son infalibles. Esta premisa dice que todos los eruditos están divididos en dos grupos según la opinión acerca de la infalibilidad de los Profetas; son infalibles todos o son falibles todos. Nadie puede argumentar que algunos profetas son infalibles en tantos que otros no lo son. Entonces, al establecer la infalibilidad del último profeta por medio de los versículos mencionados, podemos concluir que todos los profetas son infalibles.
Algunos versículos coránicos parecen contradecir la infalibilidad de los Profetas. Una vez hayamos establecido lógicamente la necesidad de la infalibilidad de los profetas, si encontramos algunos versículos que parezcan contradecir nuestro razonamiento, debemos observar y analizar con más cuidado estos versículos para entender lo que realmente quieren decir. Un análisis de dichos versículos requeriría de todo un libro, sin embargo, para responder a la pregunta por el momento, examinaremos un ejemplo de una de estas aleyas.
1. Un versículo del Corán dice:
“Y, ciertamente, juro que fue revelado, a ti y a quienes vinieron antes de ti, que si adoras a otros dioses invalidarás tus obras y serás de los perdedores. Así pues, adora a Dios y se de los agradecidos”.[17]
Según este versículo parece que asociar algo a Dios (s.w.t) es posible inclusive para los profetas. Por otra parte no tendría sentido advertirles de tal posibilidad. El argumento en contra de esta mala interpretación es que los profetas son libres de escoger la incredulidad, porque como lo dijimos anteriormente, la infalibilidad no elimina el libre albedrio. Sin embargo, los profetas en realidad nunca se volverían incrédulos porque su profundo entendimiento de Dios y su relación directa con Él les evita siquiera pensar en pecar aunque fuese por un segundo. Al contrario, este versículo apunta a dos significados. Primero, es un enunciado condicional que indica que "vuestras acciones serán vanas" si ocurriese la condición de asociar seres a Dios, no quiere decir que "asociar seres" va a suceder. Segundo, el versículo nos advierte del peligro de asociar seres a Dios y nos informa que este pecado no se toleraría ni siquiera en uno de los Profetas. En realidad esta aleya aclara el deber de todos los seres humanos con respecto al pecado de la idolatría, colocando como ejemplo a los profetas. Dicho análisis ha sido narrado por el Imam Reza (a.s.) cuando dice: "Estos versículos hablan de todos los creyentes, aunque se vea que se le habla al Profeta (P)".
Otro versículo similar dice:
“Di: ¡Ciertamente, la guía de Dios es la Guía! Y si siguieras sus deseos después del conocimiento que te ha llegado, no tendrías protector ni auxiliador de parte de Dios”.[18]
Uno podría preguntarse, ¿Es posible que el Profeta sucumba ante los deseos de los judíos y cristianos? Primero que todo, este versículo al igual que el anterior es un enunciado condicional y por lo tanto no indica que la condición de hecho ocurrirá. Segundo, como dijimos anteriormente, la infalibilidad del Profeta (P) no hace que sea imposible pecar, sino que, es el entendimiento, el temor a Dios, y la fe que lo aleja del pecado. Tercero, este enunciado puede estar hablando de todos los creyentes, aunque se dirija al Profeta.
2. Un segundo grupo de aleyas está representada por el siguiente versículo:
“Y no hemos enviado antes de ti a ningún Mensajero ni profeta que no tuviera un deseo, sin que Satanás se interpusiera en sus deseos. Pero Dios anula los obstáculos puestos por Satanás y hace Dios que se cumplan Sus señales, pues Dios todo lo conoce, es sabio, haciendo de los obstáculos de Satanás una prueba para quienes tienen una enfermedad en sus corazones y para los duros de corazón. En verdad, los opresores mantienen un comportamiento profundamente inadecuado y para que sepan quienes obtuvieron conocimiento, que ello es la Verdad que proviene de tu Señor y crean en ella y humillen ante Él sus corazones. En verdad, Dios guía a quienes tienen fe hacia un camino recto”.[19]
Estos versículos se encuentran entre los argumentos más sólidos de quienes niegan la infalibilidad. Para crear dudas acerca de la autenticidad del Corán, los orientalistas también han recurrido a estos versículos. Interpretan "sin que Satanás se interpusiera en su deseos" como un tipo de interferencia en la revelación. De esta forma pretenden rechazar la infalibilidad de los Profetas tanto en la recepción como en la entrega del mensaje. Otra interpretación que presentan es que Satanás le susurra a los profetas por lo tanto debilita su voluntad para guiar a la gente.
En realidad estos versículos no quieren decir nada de esto. Dios claramente niega la existencia de cualquier tipo de susurro e interferencia en los profetas. La interpretación correcta de estos versículos es la siguiente.
En toda época, cuando fueron enviados los profetas para guiar a los pueblos, las fuerzas de Satanás de entre los hombres y yines intentaron interferir con la misión divina, corrompiendo el mensaje para desviar a los pueblos. El Corán hace alusión a este fenómeno cuando dice:
“Les hace promesas y les hace concebir falsas esperanzas, pero lo que Satanás les promete es sólo ilusión”.[20]
En la surah al-Hayy, Dios dice que Él no permanece sin hacer algo frente a estos planes satánicos, por el contrario acude pronto a ayudar a Sus profetas y otorgarles la victoria.
3. Otras aleyas que requieren mucha atención son las que describen la historia del Profeta Adán (a.s.) 2:35-37; 7:19-24; 20:115-123. Estas aleyas parece que indicaran que Adán fue engañado y desviado por Satanás y por lo tanto pecador.
Podemos analizar estas dudas de varias maneras:
Primero, el imperativo negativo en estas aleyas (no se acerquen al árbol) es irshadi (amonestación, consejo) por naturaleza, no mawlawi (una orden emitida por un superior a un inferior con la esperanza de que la orden sea obedecida). En particular, estos versículos son pronunciados con el tono de alguien que con simpatía le aconseja a otro porque sabe la consecuencia de sus acciones. El actuar en contra de este imperativo que se aconseja no contradice la infalibilidad de Adán.
Segundo, a favor del argumento, si el imperativo fuera del tipo mawlawi, no era algo que fuese obligatorio hacer por parte de Adán. Al contrario, le mostraba lo mejor en dos opciones permisibles. Cuando él actuó en contra de este imperativo, no estaba en realidad cometiendo un pecado (algo que mereciera el castigo), sino que por el contrario, lo que sería considerado un pecado con respecto al elevado estatus que ocupaba. Es esto lo que quiere decir la conocida frase "Las buenas acciones de los piadosos son como pecados para los más cercanos a Dios".
Tercero, lo que contradice la infalibilidad aplica para una persona "responsable legalmente" (mukal-laf) si esta comete un pecado. Por otra parte, Adán (a.s.) en esa época se encontraba en un lugar donde no existía ley alguna. Fue solo después del descenso cuando comenzó su vida terrenal y fueron declaradas las leyes por las cuales se debía ser responsable frente a Dios. Por lo tanto, cualquier fracaso al seguir un instructivo de Dios antes de esta época no contradecía la infalibilidad. Además, el mismo versículo dice que el nivel de la profecía le fue concedido después de su arrepentimiento. Entonces, si alguien cree que los profetas son solamente infalibles durante sus profecía, esta acción de Adán no contradeciría su infalibilidad. Sin embargo, si uno piensa que un profeta es infalible desde su nacimiento (como lo creen los Eruditos Shiitas), dicho argumento no tendría validez.
4. Otras aleyas insinúan que algunos profetas cometieron pecados o admitieron cometer errores lo que contradice su infalibilidad. Estos versículos mencionan a Noé, Abraham, José, Moisés, David, Salomón, Job y Jonás (a.s.). Un análisis exhaustivo de estos versículos requeriría de una larga discusión y por lo tanto, aconsejamos leer las exegesis del Sagrado Corán que tratan estos tópicos a mayor profundidad.
5. Algunas aleyas se refieren al Profeta Muhammad (a.s.) mismo, y han sido punto clave para aquellos que niegan su infalibilidad. Uno de tales versículos dice:
“En verdad, [Muhammad] te hemos proporcionado una victoria evidente para que Dios te perdone de los cargos anteriores y de los últimos y para completar Su favor sobre ti y guiarte a un camino recto”.[21]
En lo aparente estos versículos indican que el Profeta (P) cometió y cometerá pecados y que Dios lo ha perdonado por todo esto por medio del Pacto de Hudaibyyah.
La interpretación correcta de estos versículos es muy diferente. Primero, las palabras ḏanb (pecado Y gufran (perdón) han sido usadas con un significado literal, no con el significado que han adoptado en la terminología Islámica. En particular, dhanb es la consecuencia indeseable que posee una acción. Ghufran significa cubrir u ocultar. Por último, el significado del versículo es "Te hemos concedido esta victoria para que ocultes las consecuencias de tu misión".
Antes y después de la migración del Profeta desde Meca a Medina, los paganos de la Meca mantenían muchos conceptos errados acerca del Islam y el Profeta, estos conceptos fueron corregidos por medio de los triunfos posteriores. Además, la conmoción que ocasionó la misión Islámica en la forma de vida de los idolatras se olvidó rápidamente debido al triunfo que le fue concedido. Ya que los términos dhanb y ghufran no han sido utilizados con su significado convencional (pecado y perdón), de ninguna manera este versículo contradice la infalibilidad del Profeta. En segundo lugar, si uno insiste en que estos términos han sido utilizados con su significado convencional, los "pecados" a los cuales se refiere son aquellas acciones suyas que los idolatras de la Meca consideraban pecados, no pecados en contra de Dios.
Otro versículo similar dice:
Se les convocará diciendo: ¡Que Dios te perdone! ¿Por qué les diste permiso antes de que te quedase claro quiénes eran sinceros y supieses quienes eran los mentirosos?[22]
Hay quienes han tomado la palabra 'afa (él perdonó) para hacer entender que el Profeta (P) había cometido pecados y que por lo tanto era infalible.
Podemos responder este ataque diciendo que la oración عَفَا اللّهُ عَنكَ ('afa Al-lahu 'anka) es una oración indicativa que ha sido utilizada aquí como una forma de du'a(suplica) para honrar al Profeta (P) así como se usan las oraciones 'ayyadaka Allahu (Quiera Dios ayudarte) y raĥimaka Al-lahu (Quiera Dios tener misericordia de ti) . Finalmente, estas frases no contradicen la infalibilidad del Profeta (P) en lo absoluto. En palabras de Al-lamah Tabataba'i, "Aquellos que malinterpretan estos versículos realmente juegan con las palabras de Dios y no entienden el Corán en lo absoluto. Ni siquiera saben el ABC del Corán". Podemos concluir que estas aleyas parecen contradecir la infalibilidad de los profetas pero en realidad no es así, con la esperanza de que lo que hemos expuesto baste al lector para interpretar correctamente las aleyas que faltan.
Queda por explicar el porqué de la existencia de dichas aleyas en el Corán y porque Dios se dirige a los profetas en ocasiones con un tono amenazante.
A pesar del elevado nivel del que gozan los profetas, ellos son seres humanos como nosotros. Tienen facultades como la pasión, ira e instintos humanos. Por lo tanto, necesitan constantemente la guía de Dios. Si son abandonados un instante sin tener esta guía se destruirían. Todas las personas que cargan con la responsabilidad de guiar a la humanidad, un pequeño desliz en su determinación se considera un gran pecado. Es por esta razón que algunas veces Dios se dirige a ellos con un tono fuerte y es por la misma razón que necesitan constantemente de las oraciones y el perdón.
Para resumir, basados en estas pruebas lógicas, debemos renunciar a los significados aparentes de las aleyas que parecen contradecirlas. Con esta metodología, ningún versículo del Corán contradice la infalibilidad de los profetas. Además, existe una gran cantidad de aleyas que explícitamente indican que los profetas son infalibles, de las cuales hemos mencionado solo algunas.
Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica
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[1] (38:45-48)
وَاذْكُرْ عِبَادَنَآ إِبْرَاهِيمَ وَإِسْحَاقَ وَيَعْقُوبَ أُوْلِي الأَيْدِي وَالأَبصَارِ، إِنَّآ أَخْلَصْنَاهُم بِخَالِصَةٍ ذِكْرَى الدَّارِ، وَإِنَّهُمْ عِندَنَا لَمِنَ الْمُصْطَفَيْنَ الأَخْيَارِ، وَاذْكُرْ اِسْمَاعِيلَ وَالْيَسَعَ وَذَا الْكِفْلِ وَكُلٌّ مِنَ الأَخْيَارِ.
[2] (6:84-90)
وَوَهَبْنَا لَهُ إِسْحَاقَ وَيَعْقُوبَ كُلاًّ هَدَيْنَا وَنُوحاً هَدَيْنَا مِن قَبْلُ وَمِن ذُرِّيَّتِهِ دَاوُدَ وَسُلَيْمَـانَ وَأَيُّوبَ وَيُوسُفَ وَمُوسَى وَهَارُونَ وَكَذلِكَ نَجْزِي الْمُـحْسِنِينَ. وَزَكَرِيَّا وَيَحْيَى وَعِيسَى وإِلْيَاسَ كُلٌّ مِنَ الصَّالِحِينَ. وإِسْمَاعِيلَ وَالْيَسَعَ وَيُونُسَ وَلُوطاً وَكُلاًّ فَضَّلْنَا عَلَى الْعَالَمِينَ. وَمِنْ ءَابَآئِهِمْ وَذُرِّيَّاتِهِمْ وإِخْوَانِهِمْ وَاجْتَبَيْنَاهُمْ وَهَدَيْنَاهُمْ إِلَى صِرَاطٍ مُسْتَقِيمٍ. ذلِكَ هُدَى اللّهِ يَهْدِي بِهِ مَن يَشَآءُ مِنْ عِبَادِهِ وَلَوْ أَشْرَكُوا لَحَبِطَ عَنْهُم مَاكانُوا يَعْمَلُونَ. اُولئِكَ الَّذِينَ ءَاتَيْنَاهُمُ الْكِتَابَ وَالْحُكْمَ وَالنُّبُوَّةَ فإِن يَكْفُرْ بِهَا هَؤُلآءِ فَقَدْ وَكَّلْنَا بِهَا قَوْماً لَيْسُوا بِهَا بِكَافِرِينَ. اُولئِكَ الَّذِينَ هَدَى اللّهُ فَبِهُدَاهُمُ اقْتَدِهْ قُل لآ أَسْاَلُكُمْ عَلَيْهِ أَجْراً إِنْ هُوَ إِلاَّ ذِكْرَى لِلْعَالَمِينَ
[3] (3:31-32)
قُلْ إِن كُنْتُمْ تُحِبُّونَ اللَّهَ فَاتَّبِعُونِي يُحْبِبْكُمُ اللّهُ وَيَغْفِرْ لَكُمْ ذُنُوبَكُمْ وَاللّهُ غَفُورٌ رَّحِيمٌ، قُلْ أَطِيعُواْ اللّهَ وَالرَّسُولَ فإِن تَوَلَّواْ فَإِنَّ اللَّهَ لاَ يُحِبُّ الْكَافِرِينَ
[4] (4:80)
مَن يُطِعِ الرَّسُولَ فَقَدْ أَطَاعَ اللَّهَ وَمَن تَوَلَّى فَمَآ أَرْسَلْنَاكَ عَلَيْهِمْ حَفِيظاً
[5] (24:52)
وَمَن يُطِعِ اللَّهَ وَرَسُولَهُ وَيَخْشَ اللَّهَ وَيَتَّقْهِ فَاُوْلَئِكَ هُمُ الْفَآئِزُونَ
[6] (72:26-28)
عَالِمُ الْغَيْبِ فَلاَ يُظْهِرُ عَلَى غَيْبِهِ أَحَداً. إِلاَّ مَنِ ارْتَضَى مِن رَّسُولٍ فَإِنَّهُ يَسْلُكُ مِن بَيْنِ يَدَيْهِ وَمِنْ خَلْفِهِ رَصَداً. لِيَعْلَمَ أَن قَدْ أَبْلَغُوا رِسَالاَتِ رَبِّهِمْ وَأَحَاطَ بِمَا لَدَيْهِمْ وَأَحْصَى كُلَّ شَيْءٍ عَدَداً
[7] (33:33)
اِنَّمَا يُرِيدُ اللَّهُ لِيُذْهِبَ عَنكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَيُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيراً
[8] (38:45-48)
وَاذْكُرْ عِبَادَنَآ إِبْرَاهِيمَ وَإِسْحَاقَ وَيَعْقُوبَ أُوْلِي الأَيْدِي وَالأَبصَارِ. إِنَّآ أَخْلَصْنَاهُم بِخَالِصَةٍ ذِكْرَى الدَّارِ. وَإِنَّهُمْ عِندَنَا لَمِنَ الْمُصْطَفَيْنَ الأَخْيَارِ. وَاذْكُرْ اِسْمَاعِيلَ وَالْيَسَعَ وَذَا الْكِفْلِ وَكُلٌّ مِنَ الأَخْيَارِ
[9] (38:82-83)
قَالَ فَبِعِزَّتِكَ لأُغْوِيَنَّهُمْ أَجْمَعِينَ. إِلاَّ عِبَادَكَ مِنْهُمُ الْمُـخْلَصِينَ
[10] (15: 39-40)
قَالَ رَبِّ بِمَآ أَغْوَيْتَنِي لاُزَيِّنَنَّ لَهُمْ فِي الاَرْضِ وَلاُغْوِيَنَّهُمْ أَجْمَعِينَ. إِلاَّ عِبَادَكَ مِنْهُمُ الْـمُخْلَصِينَ
[11] (6:84-90)
[12] (39:37)
وَمَن يَهْدِ اللَّهُ فَمَا لَهُ مِن مُضِلٍّ أَلَيْسَ اللَّهُ بِعَزِيزٍ ذِي انتِقَامٍ
[13] (3: 31-32)
قُلْ إِن كُنْتُمْ تُحِبُّونَ اللَّهَ فَاتَّبِعُونِي يُحْبِبْكُمُ اللّهُ وَيَغْفِرْ لَكُمْ ذُنُوبَكُمْ وَاللّهُ غَفُورٌ رَّحِيمٌ
[14] (4:80)
مَن يُطِعِ الرَّسُولَ فَقَدْ أَطَاعَ اللَّهَ
[15] (72:26-28)
عَالِمُ الْغَيْبِ فَلاَ يُظْهِرُ عَلَى غَيْبِهِ أَحَداً. إِلاَّ مَنِ ارْتَضَى مِن رَّسُولٍ فَإِنَّهُ يَسْلُكُ مِن بَيْنِ يَدَيْهِ وَمِنْ خَلْفِهِ رَصَداً. لِيَعْلَمَ أَن قَدْ أَبْلَغُوا رِسَالاَتِ رَبِّهِمْ وَأَحَاطَ بِمَا لَدَيْهِمْ وَأَحْصَى كُلَّ شَيْءٍ عَدَداً
[16] (33:33)
اِنَّمَا يُرِيدُ اللَّهُ لِيُذْهِبَ عَنكُمُ الرِّجْسَ أَهْلَ الْبَيْتِ وَيُطَهِّرَكُمْ تَطْهِيراً
[17] (39:65-66)
وَلَقَدْ أُوحِيَ إِلَيْكَ وَإِلَى الَّذِينَ مِن قَبْلِكَ لَئِنْ أَشْرَكْتَ لَيَحْبَطَنَّ عَمَلُكَ وَلَتَكُونَنَّ مِنَ الْخَاسِرِينَ. بَلِ اللَّهَ فَاعْبُدْ وَكُن مِنَ الشَّاكِرِينَ
[18] (2:120)
قُلْ إِنَّ هُدَى اللّهِ هُوَ الْهُدَى وَلَئِنِ اتَّبَعْتَ أَهْوَاءَهُم بَعْدَ الَّذِي جَآءَكَ مِنَ الْعِلْمِ مَا لَكَ مِنَ اللّهِ مِنْ وَلِيٍّ وَلاَ نَصِيرٍ
[19] (22:52-54)
وَمَآ أَرْسَلْنَا مِن قَبْلِكَ مِن رَّسُولٍ وَلاَ نَبِيٍّ إِلآَّ إِذَا تَمَنَّى أَلْقَى الشَّيْطَانُ فِي اُمْنِيَّتِهِ فَيَنسَخُ اللَّهُ مَا يُلْقِي الشَّيْطَانُ ثُمَّ يُحْكِمُ اللَّهُ ءَايَاتِهِ وَاللَّهُ عَلِيمٌ حَكِيمٌ. لِيَجْعَلَ مَا يُلْقِي الشَّيْطَانُ فِتْنَةً لِّلَّذِينَ فِي قُلُوبِهِم مَّرَضٌ وَالْقَاسِيَةِ قُلُوبُهُمْ وَإِنَّ الظَّالِمِينَ لَفِي شِقَاقٍ بَعِيدٍ. وَلِيَعْلَمَ الَّذِينَ اُوتُوا الْعِلْمَ أَنَّهُ الْحَقُّ مِن رَبِّكَ فَيُؤْمِنُوا بِهِ فَتُخْبِتَ لَهُ قُلُوبُهُمْ وَإِنَّ اللَّهَ لَهَادِ الَّذِينَ ءَامَنُوا إِلَى صِرَاطٍ مُسْتَقِيمٍ
[20] (4:120)
يَعِدُهُمْ وَيُمَنِّيهِمْ وَمَا يَعِدُهُمُ الشَّيْطَانُ إِلاَّ غُرُوراً
[21] (48:1-2)
اِنَّا فَتَحْنَا لَكَ فَتْحاً مُبِيناً. لِيَغْفِرَ لَكَ اللَّهُ مَا تَقَدَّمَ مِن ذَنْبِكَ وَمَا تَاَخَّرَ وَيُتِمَّ نِعْمَتَهُ عَلَيْكَ وَيَهْدِيَكَ صِرَاطاً مُسْتَقِيماً
[22] (9:43)
عَفَا اللّهُ عَنكَ لِمَ أَذِنتَ لَهُمْ حَتَّى يَتَبَيَّنَ لَكَ الَّذِينَ صَدَقُوا وَتَعْلَمَ الْكاذِبِينَ