La mujer occidental versus la mujer musulmana
Por C. Gómiz Cendrós
La mujer joven en Europa tiene por lo general, estudios medios o superiores, busca la independencia económica y defiende su papel activo dentro de la sociedad. Y a la hora de pensar en unirse en matrimonio, desea ante todo un hombre que sea su compañero en la vida y con el cual planificar su futuro. Pero esto no es diferente a los deseos de la joven educada en el Islam.
Muchas de estas jóvenes europeas, cada vez más, tienen inquietudes espirituales, deseando encontrar un camino que las haga sentir seres dignos e íntegros, pero cuando oyen hablar del Islam, en su ignorancia y por la propaganda masiva en contra, sobresale en primer lugar, su aspecto meramente externo y grotesco con el que quieren pintar a la mujer musulmana, y esto hace que estas jóvenes, retrocedan y desconfíen.
Hoy por hoy, cuando ya ningún sistema político tiene credibilidad como modelo a seguir, -para los que aspiran un bienestar tanto físico como espiritual en su vida-, el Islam emerge como la única alternativa válida para el creyente, y para la mujer en particular.
Y hay varios temas que interesan a la mujer y que abordaremos de una forma clara y directa, con la intención de presentar la verdadera personalidad de la mujer musulmana. No de la mujer ignorante, inculta y por lo tanto llena de supersticiones, que existe lamentablemente en todas las partes del mundo y que pueden pertenecer a cualquier religión, sino la de la mujer cultivada y educada dentro de las normas del verdadero Islam.
Al ser preguntada la señora Jameneí qué debía hacer una mujer para sentirse emancipada, contestó: "Hacer el trabajo que le corresponde como mujer. Hacer lo que su corazón le dicte debe hacer. Enriquecerse interiormente para educar correctamente a sus hijos y atender al marido".
Después de la tan publicitada IV Conferencia Internacional sobre la Mujer en Beijing, todos pudimos enterarnos de los justos derechos que la mujer todavía está luchando por conseguir, tanto en el plano económico, social como humano. Pero querer poner al Islam como un freno para el avance de la mujer o como una religión que abusa o mantiene en inferioridad de condiciones a la mujer, es desconocer las leyes y normas del Islam al respecto.
SOBRE EL MATRIMONIO
En el Islam se valora el que "la mujer sea el interior (el espíritu) de un ser, en el que el hombre es su exterior". Es decir; ambos son parte complementaria uno del otro. Si una de las partes se niega a cumplir con su tarea; desestabiliza, rompe la armonía. Si una de las partes abusa u oprime al otro; crea una tiranía y sus consecuencias tarde o temprano son desastrosas.
Pero estando cada parte en su medida y puesto justo hace que, lo externo proteja lo interno -que es la parte delicada y valiosa (la madre)-. Y lo externo se sumerge y busca refugio en lo interno, encontrando armonía y paz espiritual. Esta sería la pareja ideal que el Islam ensalza y que la mujer occidental también desea.
Pero cuando se oye a la mujer exigir "igualdad" diciendo que ya no quiere quedarse en casa cuidando a los hijos, sin querer valorar la importancia de la maternidad y la educación de los hijos, lo que está haciendo es un "crimen" contra la familia. Porque es esencial para el buen desarrollo del núcleo familiar y de la buena conducta y estabilidad emocional de la familia, que la mujer -como madre y esposa- acepte su naturaleza y rol que Dios le asignó.
Dar a luz un nuevo ser es una experiencia única y maravillosa que sólo la mujer posee y que por supuesto no es comparable a la paternidad. Estas son dos funciones complementarias y que deben ir unidas.
Si el acto de parir lo despojamos del sentimiento profundo de la maternidad, verdaderamente se convierte entonces como algo temido, doloroso y no deseado, y no como un alumbramiento. Pero si el sentimiento maternal es fuerte, éste transforma -ese mismo acto- en una experiencia maravillosa y sin igual.
Declaró el Profeta Muhammad (BP):
"El Paraíso está a los pies de la madre."
La maternidad da luz al espíritu pues es entrega, generosidad, desprendimiento. Tiene en sí todas las virtudes; la paciencia, la bondad. La maternidad es amor a Dios. Es la gran tarea que Dios ha encomendado a la mujer. Pero muchas mujeres, lamentablemente, desvalorizan y rechazan este don
ETICA Y MORAL
Toda persona creyente en Dios basa su vida según los principios morales que hacen desarrollar las cualidades y virtudes del ser humano. Apartarse de estas normas creyendo van en contra de la libertad y de la felicidad es otra de las falsas valoraciones que hace el individuo moderno.
Llevándolo al tema de la mujer, diremos que, cuando hace treinta años atrás en Europa se comenzó a ridiculizar el valor de la virginidad en la mujer -o sea el respeto a sí misma-, en nombre del "amor libre", la mujer fue presa fácil para los hombres sin escrúpulos.
Tantas madres solteras, tantas muertes de jóvenes desesperadas que optaron por el aborto llevado a cabo en malas condiciones, tantos niños sin una familia completa y equilibrada que los eduque... Tantas vidas de jóvenes engañadas, destruidas, sin guía.
Y todo ello por no tener unas firmes convicciones morales, por no seguir una religión; que indica con claridad cuál es el papel de la mujer en este mundo; cuál es su función, cómo puede desarrollarse, cuáles son sus objetivos, cómo realizarse para ser un ser humano digno e integral, que al fin y al cabo, es allí donde radica la felicidad, que todos buscamos.
PLANIFICACION FAMILIAR
Lo razonable es que la mujer se cultive a sí misma primero, y luego piense en los hijos que desea tener, una vez ha decidido casarse.
La pareja, antes de dar este paso tan serio como es el del matrimonio, debe dialogar sobre los hijos que desean tener, pues es un tema que muchos no le dan importancia pero que luego son motivo de graves problemas entre el matrimonio. Que si el marido quiere muchos hijos y la mujer lleva la idea de tener sólo dos, o que el marido no le gustan los niños y a su esposa le encantaría tener cinco, no es algo que se deba dejar para hablarlo después de casados.
Luego está, por supuesto, los planes de Dios, pues sólo El sabe por qué a unos les da tantos hijos y a otros ninguno. Esto entra dentro del Destino de cada uno.
Pero para aquellas mujeres musulmanas que desean planificar su familia y no saben qué métodos están permitidos en el Islam, les podemos orientar de una manera general:
En primer lugar, deben saber, que es preciso el consentimiento del esposo, pues los hijos no es cuestión de la decisión de uno sino un acuerdo entre la pareja.
Por ejemplo, la pareja que se casa siendo muy jóvenes, y ambos están siguiendo sus estudios, es conveniente que los padres les aconsejen en aguardar unos cuantos años antes de tener hijos, por ser ésta una responsabilidad muy grande, que requiere madurez.
Igualmente, para el matrimonio que ya tiene varios hijos y la mujer por su edad y condiciones particulares, se siente cansada, con el permiso del esposo puede recurrir al control de la natalidad, buscando un método que no suponga esterilidad ni perjuicio para su salud.
El aborto solamente está permitido en el Islam cuando la madre corre peligro de muerte, o su salud se ve amenazada, y sólo se puede llevar a cabo antes de los tres primeros meses de embarazo.
El que sigue atentamente la invitación del Islam a casarse, y observa sus normas, se dará cuenta de la importancia de esta relación humana, del énfasis que pone el Islam y de su santidad. Es entonces cuando los hijos se transforman en una bendición y un regalo del Cielo.
Numerosas aleyas en el Generoso Corán tratan de esta relación entre el hombre y la mujer, y definen los derechos y obligaciones de ambos cónyuges. Existen más de ochenta aleyas que hablan de la boda, el goce matrimonial, de las relaciones con la mujer y el amor y respeto que se merece.
El sistema universal del emparejamiento es expuesto en el Corán:
"Todo lo creamos por parejas. Quizás, así, puedan reflexionar". (51:49)
LA MUJER EN OCCIDENTE MALTRATADA
Hemos hablado de la mujer europea culta y preparada para formar una familia estable y feliz y ser activa a la vez dentro de la sociedad. Lamentablemente, la situación de malos tratos que las mujeres sufren en el ámbito familiar, según el Ministerio del Interior y Comisión de Investigación realizado en España, dan un resultado poco alentador.
Parte de los estudios hecho por la Consejería de la Juventud, Secretaria de la Mujer, del Principado de Asturias, España, dice así:
"Un tipo de situaciones que merecen atención, es el de un gran número de mujeres (en su mayoría con maridos alcohólicos) que habiendo sufrido durante largo tiempo amenazas y malos tratos físicos y psíquicos, además de estar en muchos casos muy destruidas, presentan una clara sintomatología paranoica, que a veces llega a situaciones muy graves. Mujeres que en un intento de soportar la realidad, como vía de supervivencia la disocian (esto sucede en los casos más graves de tortura, casi siempre, física), pero luego, este comportamiento lo han integrado como habitual (a fuerza de repetirlo) y se han convertido en verdaderas enfermas"
"También es alto el porcentaje de mujeres oligofrénicas que han pasado por la "Casa Refugio", mujeres completamente desvalidas, de las que se abusa fácilmente y que en muchos casos tienen uno o varios hijos, que por otra parte no están en condiciones de atender.
PROBLEMATICA PSICOLOGICA EN LOS NIÑOS
Los hijos de familias destruidas presentan la siguiente problemática:
1) Gran agresividad no canalizada, que se observa fundamentalmente en la destrucción sistemática de todo lo que les rodea.
2) Sentimiento de falta de cariño, apoyo y educación por parte de sus padres, que provoca en los niños sensación de pérdida, que de forma habitual tratan de eludir a través de las puestas en práctica de mecanismos de llamada de atención, como son los intentos de suicidio.
3) Terrores nocturnos. Suelen despertar durante la noche aterrorizados, después de haber tenido pesadillas.
4) Hiper-responsabilidad, generalmente el entorno familiar y social de estos niños, le ha venido obligando a tempranas edades (4 ó 5 años) a hacerse cargo de responsabilidades y asumir como suyos problemas familiares lo que crea en ellos un problema de desarrollo emocional importante.
5) Niños sanos, que se rigen por un modelo, incapaz de desarrollar adecuadamente su personalidad. Normalmente las madres de estos niños (sus modelos) son consideradas "Borderline" (sujetos límites) y no pueden, porque no saben o por falta de madurez, educación, etc... darles una educación adecuada, unas normas de comportamiento social, ni realmente un cariño, lo que lleva a que los niños se sientan perdidos y no sepan seguir adelante, comenzando un deterioro de su personalidad.
Lo que estamos exponiendo son los problemas que presentan las sociedades modernas y civilizadas de Occidente. Y así como la prensa silencia estos hechos pone, sin embargo, en grandes titulares lo subestimada que está la mujer musulmana y lo que sufre por ser una simple ama de casa y madre de familia.
La cultura materialista europea no brinda protección a la mujer que, desengañada, recurre al divorcio, o como tantas jóvenes que ni siquiera se plantean el formar una familia y viven emparejamientos esporádicos o poco estables.
Es incorrecto culpar al Islam debido a la vida social atrasada de algunos de sus pueblos o culpar al Islam como religión, de las supersticiones de algunos musulmanes. En la sociedad islámica la mujer tiene una posición de honor y además de sus derechos civiles y legales, goza de respeto. El Islam garantiza a la mujer una vida sin sobresaltos, primero en la casa de sus padres y luego junto al esposo (que ni toma alcohol ni la engaña con otras mujeres ni se gasta el dinero en el juego ni se va de juerga con los amigos...).
La realidad de la decadencia de las sociedades occidentales son tapadas, para dar una imagen de libertad y alegría fácil ante la vida, dando por lícitas actitudes sociales que son anormales y desviadas: Desvirtuando el valor de la familia y el matrimonio. Publicitando el alcohol, el desenfreno y la amoralidad -pero eso sí- denunciando el Islam y sus valores de castidad, pudor, honestidad, y respeto entre los miembros de la familia...
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