Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (1)
Por: Aiatul-lah Muĥammad Ṣâdiq Naӱmî
Respuesta al gobernador de Medina
اَيُّهَا اْلاَميرُ اِنّا اَهْلُبَيْتِ النُّبُوَّةِ وَمَعْدِنُ الرِّسالَةِ وَمُخْتَلَفُ الْمَلائكَةِ وَمَهْبَطُ الرَّحْمَةِ بِنا فَتَحَ اللّه وبِنا يَخْتِم وَيَزيدُ رَجُلٌ شارِبُ الْخَمْرِ وَقاتِلُ النَّفْسِ الْمُحْتَرَمَةِ مُعْلِنٌ بِالْفِسْقِ وَمِثْلى لايُبايِعُ مِثْلَهُ وَلكِنْ نُصْبِحُ وَتُصْبِحُون وَنَنْظُرُ وَتَنْظُرُونَ اَيُّنا اَحَقُّ بِالْخِلافَةِ وَالْبَيْعَة
ꞌAîîuhal ꞌamiru ꞌinnâ ꞌahlu baiti nubûûati ûa ma’dinur risâlati ûa mujtalaful malâꞌikati ûa mahbaṭu raĥmati binâ fataĥal-lahu ûa binâ îaĵtimu ûa îaẕîdu raÿulun shâribul jamri ûa qâtilun nafsil muĥtaramati mu’linun bil fisqi ûa mizlî la îubâîi’u mizlahu ûa lakin nuṣbiĥu ûa tuṣbiĥûn ûa nanḓuru ûa tanḓurûna ꞌaîîunâ aĥaqqu bil jilâfati ûal baî’ati.[1]
Explicación de los vocablos
Mujtalaf, :مُخْتَلَف‘lugar de ida y vuelta’.
Mahbaṭ, :مَهْبَطُ‘lugar de descenso’.
̍An nafsul muĥtaramah, النَّفْسِ الْمُحْتَرَمَة:‘toda persona cuyo derrame de sangre es ilícito’.
Nuṣbiĥu ûa tuṣbiĥûn, :نُصْبِحُ وَتُصْبِحُون ‘amanecemos y ustedes amanecen’. Hace alusión al futuro.
Nanḓuru,:نَنْظُر ‘esperar y meditar el tema’.
Palabras o virtudes del Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él)
Generalmente, cualquier libro que se escriba con el título de “biografía y martirio del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él)” y que gire en torno a la personalidad de esta eminencia, dedican sus primeras páginas a sus virtudes y rango espiritual, religioso y social y también, a los dichos y narraciones que han sido transmitidas respecto a su cualidades y honor. No obstante, nosotros, en este libro sorteamos este método y nos dedicamos, desde el principio, al tema principal que son sus palabras.
El comienzo de este libro se engalana con una de sus más destacadas virtudes – “ꞌinna ꞌahlu baiti nubûûati ua ma’dinur-risâlah” (Ciertamente que nosotros somos gente de la casa de la profecía y la mina del mensaje)- y su culminación con una de las más bellas confidencias de aquel querido entre los queridos –Al-lahumma mut’alal makân ‘aḓîmal ÿabarût (Oh, Dios nuestro, de exaltada posición, de inmenso poderío)-. Es por ello que para la gente que posee una percepción profunda, cada hoja de este libro -que contenga tan solo una palabra de las palabras de aquella eminencia-, será un cuaderno de virtudes, y para los dotados de conocimiento, cada una de sus páginas expresará su personalidad y grandeza.
Entonces, si titulásemos este libro “Virtudes de Al Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él)” en lugar de “Palabras de Al Ĥusaîn (la paz sea con él), también tendrá sentido.
Traducción y explicación:
Con la muerte de Mu’âûîah, a mediados del mes de Raӱab del año 60 de la hégira, su hijo, Îazîd llegó al califato y, sin demora, anunció la muerte de su padre y su propia sucesión –que anteriormente, ya había sido anunciada cuando su progenitor ya había pedido juramento de fidelidad para él- a los gobernadores de diferentes zonas por medio de cartas. También emitió junto al anuncio y confirmación de su jerarquía, la orden de pedir a la gente un nuevo juramento de fidelidad.[2]
Îazîd, también, escribió una carta a Ûalîd Ibn ‘Utbah, gobernador de Medina por parte de Mu’âûîah con el mismo contenido. Pero en otra pequeña carta que le escribió especialmente a él, haciendo énfasis en pedir el juramento a tres personalidades conocidas, quienes no estaban dispuestas en prestarle juramento. Ya desde la época de Mu’âûîah, Îazîd había resaltado lo siguiente:
Actúa con rigidez al pedir el juramento a Ĥusaîn, a ‘Abdul-lâh Ibn ‘Ûmar y a ‘Abdul-lâh Ibn Ẕubaîr, y en este asunto no les dejes ninguna chance.
Ûalîd Ibn ‘Utbah, con la llegada de la carta al comienzo de la noche, solicitó la presencia de Marûân Ibn Ĥakâm, el gobernador anterior de Mu’âûîah en Medina, y consultó con él respecto a la carta y a la orden de Îazîd. Le propuso invitarlos a una reunión lo más pronto posible para pedirles el juramento para Îazîd antes de que la noticia de la muerte de Mu’âûîah sea divulgada en la ciudad.
Ûalîd, sin demora alguna, envió a un mensajero a pedir la presencia de estas tres personas para tratar un tema importante y sensible.
Cuando el mensajero de Ûalîd emitió su mensaje al Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) y a Ibn Ẕubaîr, ellos dos estaban sentados hablando en la mezquita del profeta (la paz sea con él y su descendencia). Ibn Ẕubaîr se atemorizó por esta convocatoria fuera de lugar y nocturna. No obstante, el Imam (la paz sea con él), antes del encuentro con Ûalîd explicó el tema a Ibn Ẕubaîr: “Veo que el dictador de los Omeyas- Mu’âûîah Ibn ꞌAbu Sufîân-ha muerto” (ꞌAra anna tagiâtahum qad halak) -y la intención de esta convocatoria es pedir el juramento de fidelidad para su hijo-.
Según lo trasmitido por el libro Muzîrul Aĥẕân, el Imam, confirmando su palabra agregó: “Ciertamente soñé que llamas de fuego ardían desde la casa de Mu’âûîah y su púlpito se desmoronó”.
Luego, el Imam ordenó a treinta personas de sus fieles y a los parientes más cercanos que se armen y marchen junto a él y que estén preparados fuera de la reunión para defenderlo en caso de necesidad.
Tal como el Imam ya lo había previsto, Ûalîd, luego de darle la noticia de la muerte de Mu’âûîah, le planteó el tema del juramento a Îaẕîd.
El Imam le respondió: “Una personalidad como yo no debe dar juramento en forma oculta, ni tampoco tú debes conformarte con este tipo de juramento. Cuando invites a toda la gente de Medina para renovar su juramento, nosotros también, en caso de que decidamos jurar, juraremos en aquella reunión y frente a todos los musulmanes”.
El Imam le quiso hacer entender que aquel juramento no era para satisfacer a Dios sino para atraer la atención de la gente, entonces, en caso de que sucediera, tendría que ser manifiesto y no oculto.
Ûalîd aceptó su palabra y no insistió en pedirle juramento en aquel momento de la noche.
Cuando el Imam (la paz sea con él) quiso salir de la reunión, Marûân Ibn Ĥakam -que también estaba presente- hizo entender a Ûalîd: “Si no puedes pedir el juramento de fidelidad en este momento de la noche y en esta reunión íntima, jamás podrás obligarlo en otra ocasión, a no ser que se derrame mucha sangre, entonces lo mejor sería que lo mantengas en esta reunión hasta que jure fidelidad o, por orden de Îaẕîd, cortarle la cabeza.”
El Imam (la paz sea con él), luego de las palabras de Marûân, dijo:
Îa Ibn Ẕarqâ anta taqtulunî am hua? Kaḏibta u ‘azimta (Oh hijo de Ẕarqâ,[3]¿Tú me matarás o él? Mientes y pecas).
Aîîuhal ꞌamir innâ Ahlu Baitin-nubûûah […] (Oh gobernador, ciertamente que nosotros somos de la casa profética […]).
Traducción del texto completo
Oh gobernador, ciertamente que nosotros somos de la casa profética y la mina del mensaje y el lugar de circulación de los ángeles y del descenso de la misericordia divina. Dios, a través de nuestra familia, comenzó el islam y lo hará avanzar hasta el final, también a través de ella. No obstante, Îaẕîd, ese hombre a quien me pides que le jure fidelidad, es un hombre bebedor y el asesino de gente inocente; es quien viola las órdenes divinas y comete pecados y corrupción en forma manifiesta. Una persona como yo, con un antecedente brillante y con una ejemplar ascendencia, no le jura fidelidad a un hombre como él, corrupto y desenfrenado. Tanto nosotros como vosotros debemos aguardar al futuro y ver. Pronto veréis quién de nosotros merece el califato y liderazgo de la comunidad islámica y merece el juramento de la gente.
Debido a los alborotos que surgieron de la reunión con Ûalîd y las contundentes palabras que el Imam le dijo a Marûân, los discípulos del Imam, sintieron peligro y un grupo de ellos entró en la reunión. El Imam se retiró y luego de esta conversación, la esperanza de Ûalîd respecto a cualquier conciliación se convirtió en desilusión y desesperanza.
Conclusión: de estas palabras del Imam podemos deducir los siguientes puntos:
1. El Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), en esta conversación expone su posición en forma explícita y clara respecto al juramento hacia el hijo de Mu’âûîah y el no reconocimiento de su gobierno. Luego de enumerar destacadas cualidades de su familia y de explicar su rango y jerarquía -que es el argumento de su idoneidad junto a su familia para el Imamato y el liderazgo de la comunidad- enumera los puntos débiles de Îaẕîd -que es el argumento de su desaprobación hacia él para el liderazgo de la comunidad y la anulación de su adjudicación-
2. El Imam, a través de estas palabras, muestra cuál fue la real motivación de su levantamiento y cuál será su futuro rumbo. Hay que tener en cuenta que esta decisión es expresada cuando, aún, no había habido ninguna noticia acerca de la invitación de la gente de Kufa al Imam para jurarle su fidelidad (al Imam). La orden de pedirle juramento al Imam para Îaẕîd, había sido emitida a Ûalîd antes de que la noticia de la muerte de Mu’âûîah llegue a Kufa o simultáneamente. Pero la invitación de la gente de Kufa al Imam –como veremos más adelante- tuvo lugar luego, cuando se dieron cuenta de la valiente lucha que este emprendía y que comenzó con su oposición y marcha desde Medina hacia Meca.
En pocas palabras, aunque en apariencia, hubo diferentes factores y motivaciones para la formación del movimiento y el martirio del Imam, en realidad, el factor principal de este levantamiento fue quebrantar un poder que no sólo quería tener en su mano el destino de los musulmanes –sin ser competentes para ello- para desviar a la comunidad islámica a través de la opresión y la corrupción y llevarla hacia el abismo- sino que quería, en caso de no toparse con obstáculos, llevar a cabo los objetivos de Abu Sufîân, -quien anteriormente ya había fracasado en la lucha contra el Islam y el Corán pero en forma hipócrita y encubierto por los gobiernos pseudo islámicos de los Omeyas. Por ello, este levantamiento es el quebrantamiento del poder de Îazîd que, en palabras del Imam, es expresado con la frase de “recomendar el bien y prohibir el mal”.
El Imam (la paz sea con él) no sólo señaló tal cuestión en la reunión con Ûalîd sino que por segunda vez, cuando se enfrentó con Marûân Ibn Ĥakam – acérrimo enemigo de la familia del Profeta, ex gobernador de Mu’âûîah y una persona influyente en la familia desde hacía mucho tiempo- lo expresó directamente y sin ninguna ambigüedad, como veremos en las siguientes páginas.
اِنَا للّهِ وَاَنّا اِلَيْهِ راجِعُون وَعَلَى اْلاسْلامِ السَلامُ اِذا بُلِيَتِ اْلاُمَّةُ بِراعٍ مِثْل يَزيدَ وَلَقَدْ سَمِعْتُ جَدِّى رَسُولَ اللّه صلّى اللّه عليه و آله يَقُولُ :الْخِلافَةُ مُحَرَّمَةٌ عَلى الِ ابى سُفْيان فَاِذا رَاَيْتُمْ مَعاوِيَة عَلى مِنْبَرِى فَابْقَرُوا بَطْنَهُ وَقَد رَآهُ اَهْلُ الْمَدِينَة عَلَى الْمِنْبرِ فَلَمْ يَبْقَرُوا فَابْتَلاهُمُ اللّه بِيَزِيدَ الْفاسِقِ
Innâ lil-lâhi ûa innâ ilaihi raӱi’ûn ûa ‘alal ̍Islâm ̍assalamu ̍iḏâ bulîatil ̍ummatu birâ’in mizla Îazîd ûa laqad sami’tu ӱaddî rasûlal-lâhi ṣal-la Al-lâhu ‘alaihi ûa ̍âlihi îaqûlu: ꞌal jilâfatu muĥarramatun ‘alâ ̍âli ̍âbi Sufiân fa ̍iḏâ raꞌaitum Mu’âûîata ‘ala minbarî fabqarû baṯnahu ûa qad raꞌâhu ahlul madînati ’alal minbari fa lam iabqarû fabtalâhumâl-lah bi Îaẕîd ̍al-fâsiq.[4]
Explicación de los vocablos
Bulîat, بُلِيَتِ: verbo pasado (en voz pasiva de la raíz bala, i ablu), ‘fue probado’.
̍Ibqarû, اِبْقَرُوا: (de la raíz baqara, îabqaru), ‘abran’, ‘rajen’, ‘hiendan’. ‘Abrir el vientre’ hace alusión a matar a alguien con la humillación y la deshonra.
Traducción y explicación
Según lo transmitido por el autor de Luhûf y otros historiadores, a la mañana siguiente de la noche mencionada, cuando Ĥusaîn Ibn 'Alî se topó con Maruân Ibn Ĥakâm fuera de la casa, este dijo: “Oh, ꞌAba ’Abdil-lâh[5], yo quiero vuestro bien y tengo una propuesta beneficiosa para usted”.
El Imam le preguntó: “¿Cuál es tu propuesta?”. Y éste le respondió: "Tal como anoche se planteó en la reunión con Ûalîd Ibn ‘Ûtbah, usted júrele fidelidad a Îaẕîd que esta obra lo beneficiará en este mundo y en el otro”. El Imam (la paz sea con él) le dijo: “Innâ lil-lahi ua innâ ilaihi râӱi’ûn […]” (“De Dios venimos y hacia Él retornamos”).
Traducción del texto completo:
Ciertamente de Dios venimos y hacia Él seremos devueltos. Se deberá despedir al Islam cuando los musulmanes padezcan un gobernador como Îaẕîd. Y ciertamente que he oído de mi abuelo, el enviado de Dios, la paz sea con él y su familia, decir: “El califato ha sido prohibido para la familia de ꞌAbû Sufîân. Y si algún día observáis a Mu’âûîah sobre mi púlpito, hiendan vuestro vientre”. Sin embargo, los habitantes de Medina lo vieron sobre el púlpito del Profeta y no lo mataron. (Por eso) Dios les hizo padecer a Îaẕîd, el corrupto (que era peor que Mu’âûîah).
Dos roles diferentes en la lucha de los Imames (la paz sea con ellos)
Así como hemos señalado en la explicación y conclusión anterior, y que también se evidencia en las palabras del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) en Medina, y desde los primeros días del gobierno de Îazîd, el Imam había determinado y explicado directamente su posición frente a este gobierno que consistía en la lucha y resistencia positiva y continuó esta posición hasta el final de sus días.
Cabe destacar aquí, para el estimado lector, un tema básico respecto a los roles diferentes de los Imames de la guía (la paz sea con ellos) en su lucha frente a los opresores y despóticos: la lucha frente a la opresión y corrupción así como contra los falsos gobiernos no es específica del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), sino que todos los infalibles[6]–que son la fuerza de resguardo y protección del Islam- tenían tal grado de resistencia y combate en la época en que lideraban, pero en su lucha en contra de sus opositores, -quienes habían hecho del Islam su juguete- luchaban en dos aspectos diferentes, de acuerdo a las circunstancias y condiciones en las que se encontraban: positivo y negativo.
1. Lucha negativa: se aplicaba cuando, por un lado, las circunstancias que predominaban en la sociedad se presentaban de tal forma que la lucha frente a frente, con toda la fuerza unida y calculadora del enemigo, resultaría en un fracaso definitivo y en un desgaste de las propias fuerzas y, por otro lado, a raíz del mismo ambiente imperante, no existía ninguna ventaja para el Islam, ni siquiera a largo plazo -pues se consolidaba y fortalecía la fuerza y dominio multidimensional del enemigo. Por ello, los Imames y guías (la paz sea con ellos) en lugar de una lucha positiva, entraban en una lucha y resistencia negativa. Es decir, a la vez que se abstenían de las medidas revolucionarias y de la lucha armada, prácticamente estaban en permanente guerra y combate con los aparatos despóticos. Y, exactamente, eran las mismas luchas las que causaban la presión de los enemigos hacia ellos, el control de su libertad de acción, el encarcelamiento, el envenenamiento y finalmente su martirio.
De entre las manifestaciones y ejemplos de la resistencia negativa de nuestros Imames se encuentra el tema de la prohibición de todo tipo de dependencia, inclinación o colaboración con el califato.
Incluso, les habían prohibido recurrir a la administración de Justicia dependiente del califato.
De entre los ejemplos y testimonios de este tipo de lucha se puede mencionar la conversación del Imam Mûsâ îbn Ӱa'far (la paz sea con él) con Ṣafuân Ӱammâl quien había alquilado sus camellos a la gente de la corte del califa Hârûn Ar Rashîd, el poderoso dictador de la historia. Aunque eran para la peregrinación, el Imam le prohibió a Ṣafûân esta acción. Este, para cumplir con la orden del Imam, vendió todos sus camellos en una sola transacción.
Naturalmente, este no fue un asunto encubierto a los ojos de Hârûn. Por ello, lo llamó a Ṣafûân y lo amenazó de muerte.[7]
El rol de la lucha negativa, además de debilitar el poder del gobierno y que un número de dispositivos e individuos, se abstuvieran de colaborar con el califato era una prueba, en sí misma, en contra del régimen y demostraba la ilegitimidad del gobierno.
En realidad, esta posición de los Imames concientizaba a las masas respecto a la naturaleza de los califas además de ser una introducción para las resistencias y luchas positivas en el futuro.
2. Lucha positiva: se aplicaba cuando la lucha positiva era beneficiosa y fructífera, según las circunstancias y condiciones y a largo plazo. Los Imames de la buena guía entraban en el campo de batalla y consideraban el mayor de los pecados no sólo al silencio, sino incluso, a la resistencia negativa frente a los gobernadores criminales. Según un dicho del príncipe de los creyentes quienes así actuaban eran considerados: "kufrun bimâ anẕala Al-lâh" (“incredulidad de la revelación divina”).
La forma más evidente de ambas luchas se observa en el método y conducta del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él), pues él durante diez años, desde el año 50 hasta el año 60 de la hégira (que es el periodo entre el martirio del Imam Hasan al Muÿtabâ (la paz sea con él) y la muerte de Mu’âûîah se valió del método de la lucha o resistencia negativa, así como lo hicieron algunos de los Imames según las condiciones y situaciones. Sin embargo, luego de la muerte de Mu’âûîah- cuando se dieron las condiciones para la lucha positiva- el Imam inició su lucha y aclaró su posición positiva y revolucionaria sin la más mínima vacilación y, a pesar de la intensa oposición de todos sus amigos y parientes, eligió un camino que culminó en su martirio y todo ello, contando con pocos fieles y acompañado de la infidelidad, vacilación y miedo de la gente - factores estos de los que el Imam estaba consciente-. En este camino, su cuerpo fue blanco de flechas, lanzas y espadas; y su cuerpo fue pisoteado por la herradura de los caballos. No obstante, el Imam sabía que las circunstancias no iban a permitir su pura sangre se perdiera en vano y que el aparato propagandístico de los Omeyas, con todo su esfuerzo la pudieran hacer perder.
Pero ¿acaso no era idónea la elección de este mismo método para el Imam Ĥusaîn en la época de Mu’âûîah en las condiciones vigentes para aquella época? No, pues si fuese así, su trato con Mu’âûîah, al igual que su padre, el Príncipe de los creyentes (la paz sea con él) hubiera sido una lucha positiva y no negativa[8].
Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá
Editorial Elhame Shargh
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[1] JÛÂRIẔMÎ, Mûaffaq Ibn Ahmad, Maqtal, t. I, p. 184; TAÛÛS, Saîîd Ibn, Luhûf, p. 19; MAŸLESÎ, ‘Al-lâmah Muĥammad Bâqir, Biĥarul anûâr, t. 44, p. 325; BAĤARÂNI, ‘Abdul-lah, ‘Aûâlimul ‘ulûm, “Maqtal ‘aûâlem”, p. 174.
[2] El pedido de juramento de fidelidad a Îaẕîd por parte de Mu’âûîah fue el mayor de los crímenes de la historia del islam cuya explicación se encuentra en el libro Al Gadir, t. X.
[3] Ẕarqâ era una abuela de Marûân, que tenía mala fama.
[4] ṮAÛÛS, Raḋîu-ddîn ‘Alî îbn Musa, Luhûf, p.20; ĤEL-LÎ, Ibn Namâ, Muzîrul Aĥẕân, p.25; BAĤARÂNI, ‘A., ‘Aûâlimul…, “Maqtal ‘aûâlem”, p.125; JÛÂRIẔMÎ, M., Maqtal, t. I, p.184, MAŸLESÎ, ‘A., Biĥarul…, t. XLIV, p.326.
[5] N. del T.: Sobrenombre que se le da al Imam Ĥusaîn. ‘Abdil-lâh significa “siervo de Dios” y Abâ significa padre, o sea padre del siervo de Dios, en el sentido de su elevado rango de servicio a Dios, no en el sentido de que haya tenido un hijo que se llame ‘Abdil-lâh.
[6] N. de la T.: la palabra “infalible” se utiliza para referirse a ‘seres que alcanzaron la perfección y están libres de pecado’.
[7] ÂNṢÂRÎ, Murtaḋâ, Makâsib, “La prohibición de colaboración a los opresores".
[8]N. del. T: Las condiciones eran diferentes en esa época y la actitud de Mû’âûîah en relación al Islam era diferente a la de Îazîd. Si las condiciones hubieran sido las mismas la lucha hubiera sido positiva.