Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (14)

Por: Aiatul-lah Muĥammad âdiq Naӱ

La segunda carta a la gente de Kufa

اَمَّا بَعْدُ: فَقَدْ وَرَدَ عَلَیَّ کِتابُ مُسْلِمِ بنِ عَقیل یُخْبِرُنی بِاجْتِماعِکُمْ عَلی نَصْرِنا وَالطَّلَبِ بِحَقِّنا فَسَأَلْتُ اللَّهَ اَنْ یُحْسِنَ لَنَا الصُّنْعَ وَیُثیبَکُمْ عَلی ذلِکَ اَعْظَمَ الأَجْرِ وَقَدْ شَخَصْتُ اِلَیْکُمْ مِنْ مَکَّةَ یَومَ الثّلاثاءِ لِثمانٍ مَضَیْنَ مِنْ ذی الْحِجَّةِ فَإذا قَدِمَ عَلَیْکُمْ رَسُولی فَانْکَمِشُوا فی اَمْرِکُمْ فَاِنِّی قادمٌ فی اَیّامی هذِهِ

 ̍Amma ba’d: faqad ûarada ‘alaîîa kitâbu Muslim ibn ‘Aqîl îujbirnî biӱtimâ’ikum ‘alâ naṣrinâ ûa-ṭṭalabi biĥaqqinâ fasꞌaltul-lâha  ̍an îuĥsina lanâṣ-ṣun’.

Ûa îuzîbakum ‘alâ ḏâlika ꞌa’ḋamal ꞌaӱri ûa qad shajaṣtu ꞌilaikum min makkata îaumaz-zulâzâꞌi lizamânin maḋaîna min ḏîl-ĥiӱӱati, faꞌiḏâ qadima ‘alaîkum rasûlî fankamishû fî  ̍amrikum faꞌinnî qâdimun fî ꞌaîîâmî hâḏihi.

Explicación de los vocablos:

Ṣun’,  صُنعَ : ‘lo que va a concretar’.

Îuzîbu,  يُثيِبُ : (de la raíz asábahu), ‘da buena recompensa’.

Shajaṣtu, شَخَصْتُ  : ‘marché’.

Zalâzâ ̍, ثَلاثاءِ : ‘día martes’.

Enkemâsh, اِنْكِماش : ‘apurarse, arreglar las cosas rápidamente’.

Qudûm, قُدُوم : ‘entrada del viajero’.

Traducción y explicación:

Cuando el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) en su rumbo hacia Kufa llegó a una parada llamada Hâӱar, escribió esta carta dirigida a la gente de Kufa en respuesta a la carta de Muslim Ibn ‘Aquîl y la entregó a Qaîs Ibn Musahhar Ṣaîdâûî:

Amma ba’d (luego de nombrar a Dios y alabarlo…) [Oh, gente de Kufa] he recibido la carta de Muslim Ibn ‘Aquîl [primo del Imam, quien fue a Kufa como su representante antes de su salida] en la que cuenta su unión y su coordinación para apoyarnos y ayudarnos en la búsqueda de nuestro derecho, entonces pido a Dios que nos conceda lo mejor y os dé la mejor de las recompensas por ello.

Y yo he salido de la Meca hacia vosotros el día martes, octavo día de Ḏul Ĥiӱӱah, entonces, cuando os llegue mi mensaje, apresuraos en ordenar vuestros asuntos, pues ciertamente estaré llegando en estos días.

¿Por qué Kufa?

A veces, la cuestión de la invitación de la gente de Kufa y su apoyo al Imam se presenta como el factor principal del levantamiento del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él). Esta concepción, por un lado, es absolutamente contraria a la realidad y, por otro lado, disminuye la grandeza e importancia de este levantamiento convirtiéndolo en una cuestión común, ante la cual cualquier musulmán político carente de un grado espiritual elevado,  ante este llamado, también podría hacerlo .

Sin embargo, analizando las palabras del Imam, nos damos cuenta de que la invitación de la gente de Kufa y la formación de su gobierno no representa el punto principal ni el rol principal en este levantamiento, pues el Imam, en Medina, ya se había abstenido del jurar fidelidad a Îazîd. De hecho, el Imam, para demostrar su oposición y fuerte lucha en contra de sus acérrimos enemigos -con quienes era imposible lograr la paz-, se dirigió hacia la Meca en forma programada y ordenada. Él conoce muy bien la situación, a tal punto, que dice a Ibn Abbas: “Ellos no me dejarán sin antes derramar mi sangre”.

La cuestión de invitar al Imam comenzó luego de su entrada a la Meca y luego de que la gente de Kufa se diera cuenta de su posición. Queda claro que esta invitación, en ningún caso, puede ser el principal incentivo en el levantamiento del Imam, pues resulta algo secundario en el contexto de un elevado objetivo y un programa extenso.

El Imam (la paz sea con él), había decidido luchar contra Îazîd, sin embargo, continuar esta lucha en la Meca significaba atentar contra su vida porque, por un lado, [luchar en el recinto sagrado] es un insulto a la casa de Dios y, por otro lado, beneficiaba al califa usurpador Îazîd Ibn Mu’âûîah. Por ello, el mercenario de Îazîd quiso terminar todo dentro de la Meca sin que le acarree mayores problemas y de este modo, sofocar a este movimiento desde el mismo momento de su gestación.

Pero el Imam, para continuar su lucha, ¿qué lugar elegiría? Era lógico que en Irak, Kufa era el lugar, pues esta región fue de las más grandes del Islam, centro del ejército islámico y ciudad que competía y era opositora a Shâm [lugar que había elegido Îazîd]. Además, desde el punto de vista estratégico, incluso tenía mayor importancia que Meca y Medina. La gente de Irak estaba más informada que otras tierras islámicas, y los cientos de cartas al Imam, desde Irak, confirman ello.

Además, ¿acaso existía alguna excusa para que el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) siendo el líder de la comunidad islámica, no les responda? ¿Y si la gente de Kufa alegaba: “Nosotros estábamos dispuestos a ofrecer nuestras vidas y bienes en el camino del Imam Ĥusaîn, y le pedimos insistentemente para que nos lidere, pero él no atendió nuestros pedidos”, ¿acaso sería convincente que el Imam dijera: “yo sabía que vosotros no sois fieles conmigo y por ello no les respondí positivamente”? Ellos podían decir que no era así, que eran muy fieles.

En otras palabras, él estaba en una encrucijada de la historia y esta es que si no respondía positivamente a los pedidos de la gente de Kufa podía ser condenado por la historia. La historia, en el futuro juzgaría que el terreno estaba extraordinariamente adecuado, pero el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) no pudo aprovechar de esa oportunidad dorada, o no quiso, o se atemorizó…

El Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), para que no tengan ningún tipo de excusas, les respondió afirmativamente. Entonces, en realidad, él tenía dos responsabilidades consigo mismo: la primera, una obligación tashrî’î (religiosa) y la segunda una obligación ḏâherí (aparente). El Imam unió ambas responsabilidades, el Imam según su obligación religiosa debía luchar contra la corrupción y el gobierno opresor de Îazîd y ofrecer su sangre hasta la última gota para consolidar la verdad y, según su responsabilidad aparente y clara para cada persona, era necesario responder a la gente de Kufa y llevar a cabo esta lucha en ese marco e invitar a la gente de Irak para que lo apoyen. Para cualquier persona, es un poco difícil separar estas dos responsabilidades del Imam. Tal vez, lo que nos pueda aclarar es la palabra de un gran sabio shî’ah, el Sheij Ÿa’far Shushtarî, en su libro Jaṣâꞌiṣul Ĥusaînîah, quien dijo que el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) unió su obligación aparente y su obligación real y, en su viaje a Kufa, llevó a cabo ambas obligaciones.

Lo interesante es que el Imam (la paz sea con él), en reiteradas oportunidades, se había referido varias veces a estos dos aspectos: a su primera misión, por medio de distintas expresiones, por ejemplo, la misión que le había sido encargada por parte del enviado de Dios en el sueño, la voluntad y la decisión divina y …

Respecto a su segunda misión y su decisión de llevarla a cabo, se refirió a través de diferentes palabras. Por ejemplo, su conversación con ꞌIbn Ẕubaîr y la siguiente conversación -la cual analizaremos-, a pesar de que conocía la infidelidad de la gente de Kufa.

Lamentablemente, cuando en diversas investigaciones y libros, se habla de la filosofía del levantamiento del Imam, se habla más de los objetivos secundarios sin hacer énfasis en su principal motivación que fue su lucha contra del gobierno opresor, así como lo hicieron todos los profetas de Dios.

Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá; Editorial Elhame Shargh

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Fundación Cultural Oriente  www.islamoreinte.com

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