Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (15)

Por: Aiatul-lah Muĥammad âdiq Naӱ

Camino a Kufa

انَّ هؤُلاءِ اَخافُونی وَهذِهِ کُتُبُ اَهْلِ الْکُوفَة وَهُمْ قاتِلی فَاِذا فَعَلُوا ذلِکَ وَلَمْ یَدَعُو اللَّه مُحَرَّماً اِلاّ انْتَهَکُوهُ بَعَثَ اللَّهُ اِلَیْهِم مَنْ یُذِلّهُمِ حَتّی یَکُونُوا اَذَلَّ مِنْ فِرامِ الْمَرأَةِ[1]

Inna haꞌûlâꞌi ꞌajâfûnî ûa hâḏihi kutubu ꞌahlil-kufati ûa hum qâtilî fa ̍iḏâ fa’alû ḏâlika ûa lam îada’ul-lâh muĥarramân ꞌil-lân-tahakûhu ba’azal-lâhu ꞌilaihim man îuḏil-luhum ĥattâ îakûnû ꞌaḏal-la min firâmil-marꞌati.

ꞌIbn Kazîr Dameshqî y ꞌIbn Namâ, han transmitido de un hombre de Kufa: “Yo, luego de haber realizado los actos de la peregrinación, regresé rápidamente a Kufa y, en el camino, me encontré con unas cuantas carpas. Pregunté por el dueño. Me respondieron que esas carpas pertenecían a Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él). Al escuchar esto, me dirigí a visitar con todo amor al nieto del Profeta (la paz sea con él) y fui directamente a ver su carpa. Lo encontré con el rostro de una persona en los inicios de su vejez, recitando el Corán. Vi que las lágrimas descendían por su rostro y su barba. Le dije: “Que mis padres se sacrifiquen por ti, oh hijo de la hija del profeta. ¿Qué te motivó a venir a este desierto tan árido?”.

El Imam respondió:

اِنَّ هؤُلاءِ اَخافُونى وَهذِهِ كُتُبُ اَهْلِ الْكُوفَة ...

Inna haûlâi ajâfûnî ûa hâḏihi kutubu ahlil-kufati …

Por un lado, me han amenazado estos Omeyas y, por otro lado, están las cartas de invitación que me han enviado la gente de Kufa y es esta misma gente la que me va a matar y, cuando cometan este crimen y rompan el respeto a las órdenes de Dios, Él también hará dominar a alguien que los hará llegar a la muerte y los humillará tanto, que serán más bajos que los apósitos de una mujer.

La predicción del Imam

Un punto interesante de las palabras del Imam (la paz sea con él) es la predicción que hizo respecto a la gente de Kufa. Dijo: “Esta gente me matará y, luego de cometer este rimen, Dios va a hacer que alguien domine sobre ellos, que los hará llegar a la muerte, y de este modo, sucumbirán y serán humillados a tal punto que serán de la gente más humillada y vil de este mundo”.

Esta predicción se la encuentra en distintas frases del Imam. Por ejemplo, cuando partía desde la Meca, en respuesta a la propuesta de ꞌIbn ‘Abbas[2] y también, en el segundo discurso del Imam, en el día de ‘Ashurâꞌ, cuando se enfrenta con la gente de Kufa, dijo: “Por Dios que luego de esta guerra, no verán un día de felicidad y comodidad, más que por poco tiempo, que no durará más de lo que dura un caballero montado sobre su caballo. Y luego, el molino de los sucesos los hará girar intensamente a su alrededor y al igual que el eje de este molino, os hará temblar.[3]

La humillación de la gente de Kufa hecha realidad

Ahora, debemos ver cuándo, cómo y en manos de quién se hizo realidad esta predicción del Imam respecto a la gente de Kufa.

¿Quién fue la persona que dominó a ese pueblo y lo condujo a la humillación convirtiéndolo en el más humillado de los pueblos?

Tal como el Imam lo predijo, luego de ‘Ashurâꞌ, excepto por un breve lapso, ese pueblo no vio el rostro de la alegría y el sosiego, pues, posteriormente, un grupo de ellos se levantó en nombre de Taûâbîn [los arrepentidos] y más tarde, apareció el levantamiento del Mujtâr ꞌIbn ꞌAbi ‘Ubaid Zaqafî.

Todo esto transcurrió en medio de matanzas y derramamiento de sangre, ocasionando mucho desconcierto y alteración entre la gente de Kufa, culminando con el castigo a los que habían participado en Karbalá [luchando en contra del Imam].

Además, esta alteración y decepción continuó durante el periodo de la dinastía omeya y gran parte de la historia de los abasidas en Irak y en su centro, Kufa. Respecto a ellos el Imam dijo: “لا تُرْضِ الْولاةَ عَنْهُمْ اَبَداً”. (Lâ turḋil ûlâta ‘anhum abadan) “Que los gobernadores jamás estén satisfechos de ellos”.

Pero la peor de las épocas que padeció la gente de Kufa, y los más amargos días que permanecieron en su recuerdo fue durante el gobierno de Ĥaӱӱaӱ ꞌIbn Îusuf Zaqafî, que duró veinte años. Durante el periodo de su gobierno (75 a 95 de la hégira) fue un gobernador tirano y déspota de Irak y parte de Persia. A tal punto oprimió a los iraquíes, en especial, a la gente de Kufa, infundiendo en sus corazones el horror y el temor, y mató, torturó, encarceló y humilló a tanta gente, que no se puede encontrar una expresión más adecuada que la empleada por el Imam.

Leemos en los libros de historia Murûӱuḏ-ḏahab y Kâmel Ibn Azîr que cuando Ĥaӱӱaӱ ꞌIbn Îûsuf Zaqafî fue elegido gobernador de Irak por parte del califa, al entrar a Kufa, centro de su gobierno, en su primer discurso colmado de amenazas e intimidaciones -además de no mencionar el nombre de Dios-, mostró su sanguinario rostro.

Entre sus palabras leemos:

¡Oh, gente de Irak! ¡Oh gente de discordia e hipocresía y dueños de las peores cualidades! Por Dios que entre vosotros se ven muchos cuellos altaneros y cabezas que evidencian que ha llegado el tiempo de su cosecha. Y ello es algo que yo puedo hacer. ¡Oh, gente de Irak! Sabed que yo no perdono sus faltas ni aceptaré sus excusas.[4]

Luego ordenó:

Todos vosotros debéis reuniros en las afueras de la ciudad y debéis apresuraos a ayudar a Muhal-lab, quien está en Basora en guerra junto a los opositores al gobierno. ¡Apresuraos! Quien se rehúse a hacerlo lo decapitaré y destruiré su casa.

El tercer día en que el propio Haӱӱâÿ estaba supervisando la marcha de la gente hacia Basora, un anciano, jefe de una de las tribus de Kufa, llamado ‘Umaîr Ibn Ḋâbî dijo: “Oh, Amir, yo soy anciano, estoy postrado y débil, y mis hijos jóvenes participan en la guerra, cuenta a uno de ellos en mi lugar y líbrame de participar de esta guerra”.

Aún no habían terminado las palabras del anciano que Haӱӱaӱ ordenó que le corten la cabeza y le confisquen sus bienes.

Debido a que tanta gente de Kufa se congregó y apresuró a participar en la guerra, al observar tales presiones y por temor, que varias personas terminaron cayéndose desde arriba del puente en el río Éufrates y se ahogaron.[5]

Según historiadores, hasta el momento de la muerte de Ĥaӱӱaӱ ꞌIbn Îûsuf, además de quienes habían muerto en las batallas, ciento veinte mil personas fueron asesinadas bajo su orden.

En el momento de su muerte, cincuenta mil hombres y treinta mil mujeres estaban en sus cárceles, dieciséis mil de ellas estaban desnudas.

Mas’ûdî, el famoso historiador, luego de relatar lo mencionado dice: Ĥaӱӱaӱ encarcelaba a las mujeres y hombres todos juntos en sus cárceles sin techo. No tenían nada que les protegiera del sol ardiente, el viento, la lluvia y el frío del invierno.[6]

En la historia de Ibn Ÿuẕî vemos que la comida de los encarcelados de Ĥaӱӱaӱ estaba compuesta de harina, cebada, cenizas y sal; y a toda persona que la consumía se le ennegrecía su cuerpo por unos días debido a su consumo y a los rayos del sol.[7]

ꞌIbn Qutaîbah cuenta que Ĥaӱӱaӱ ꞌIbn Îûsuf, a raíz de una discrepancia que tenía la gente de Basora con él, un día viernes del mes de Ramadán, entró a la ciudad de Basora y a través de un complot premeditado, masacró en la mezquita de esta ciudad a setenta mil personas. Sí, setenta mil personas, matanza jamás vista en toda la historia.[8]

El difunto Sheîj Muaĥammad Ÿaûâd Muġnîeh, el famoso escritor libanés dice: “Con todo lo que estudié de historia, jamás he visto crueldad salvajismo tan sanguinario semejante al de Haӱӱaӱ”.

Sólo podemos ver algo similar en la personalidad de Nerón que cuando quemó Roma y veía las ráfagas de fuego que ascendían, al oír los llantos y gritos de las mujeres y niños que estaban en el fuego, se reía.

Omar ꞌIbn ‘Azîz, uno de los califas Omeyas, decía respecto a Ĥaӱӱaӱ ꞌIbn Îûsuf: “Si todos los pueblos del mundo presentaran a las personas más sanguinarias de sus pueblos, en una competencia internacional, y nosotros trajéremos a Ĥaӱӱaӱ a este concurso de malvados, nosotros seríamos los triunfadores”.[9]

Aquí es donde el significado de la palabra Imam se hace más claro: “Dios hará dominar a alguien que los hará llegar a la muerte y los humillará tanto que serán más bajos que los apósitos de una mujer”.

En respuesta a la Saîdah aînab

يا اُخْتاهُ كُلُّ ما قُضِيَ فَهُوَ كائِنٌ[10]

Îa ꞌujtâhu kul-lu mâ quḋîa fahûa kâꞌinun

Oh, querida hermana mía, todo lo que fue decretado por Dios, se concretará.

Explicación e interpretación:

El Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), en su trayectoria a Karbalá, llegó a una estancia llamada Juẕaîmîah. Descansaron allí durante toda una noche y un día. En ella, al amanecer, la Señora Ẕaînab visitó al Imam y le dijo:

Oh, hermano, es como que estas dos estrofas hubieran llegado a mis oídos desde lo oculto e hicieron que esté más preocupada”.

Oh, ojos míos, prepárense para llorar mucho

Pues, ¿quién más que yo llorará a los mártires?

Llorar a un grupo, cuyos peligros, según lo predestinado,

lo empujará a cumplir el pacto prometido.

El Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), respondió a su hermana con una frase: “Oh, querida hermana mía, todo lo que fue decretado por Dios, se concretará”.

¿Cuál es el sentido del vocablo “qaḋâ”?[11]

Con la explicación que hemos dado en las anteriores páginas respecto a la voluntad takûînî y tashrî’î de Dios, y teniendo en cuenta las circunstancias específicas que determinaban un deber shar’î para el Imam, creemos que con la palabra qaḋâ (determinación) el Imam se refiere a la orden divina en tales circunstancias y al cumplimiento de este deber por parte de él, puesto que la definición de qaḋâ significa “una orden definitiva y llevar a cabo el decreto y la voluntad” que, naturalmente, se halla en un grado posterior al decreto y a la voluntad.

El Imam, a través de esta palabra se refiere a su decisión definitiva de llevar a cabo la orden divina.

En la posada de Za’labîah

لا خَيْرَ فِى الْعَيْشِ بَعْدَ هؤُلاءِ

La jaîra fîl-‘aîshi ba’da hâꞌûlâꞌi

No hay nada bueno en la vida, luego de ella.[12]

La explicación e interpretación:

La caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), luego de Juẕaîmîah y Ẕarûad entró a la parada de Za’labîah y en esta se han transmitido tres dichos del Imam. Uno, por recibir la noticia del martirio de Muslim Ibn ‘Aqîl y otras dos en respuesta a dos preguntas.

He aquí el primero: este dicho es relatado por Ṯabarî y otros historiadores de ‘Abdul-lâh Ibn Salîm en forma bien detallada. A continuación, les presentamos una síntesis de ello.

«“Ibn Salîm, que es oriundo de Kufa dice: “Yo y mi compañero Maḏrî, luego de realizar los rituales del Ĥaӱӱ, hicimos lo posible por apresurarnos a alcanzar la caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) y saber lo que iba a suceder. En la parada Ẕarûad la vimos y, en el mismo lugar, nos encontramos con un viajero llamado Bukaîr que venía de Kufa. Le preguntamos acerca de la situación en nuestra ciudad. Él dijo: “Por Dios, no he salido de Kufa sin ver que habían martirizado a Muslim Ibn ‘Aqîl y Hâni Ibn ‘Urûah, y vi con mis propios ojos que arrastraban los cuerpos de estos dos mártires en el bazar de Kufa”».

‘Abdul-lâh dice: “Luego de oír esta noticia, nos unimos a la caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) hasta que, al anochecer, llegamos a la parada de Za’labîah. En este lugar visitamos al Imam (la paz sea con él) y le dimos la noticia del martirio de Muslim y Hâni.

Ibn Salîm dice: “El Imam, al escuchar esta noticia dijo: “Innâ lil-lâhi ua innâ ꞌilaihi râӱi’ûn” (Ciertamente venimos de Dios y hacia Él retornamos). Luego las lágrimas cayeron sobre su rostro. Todos los compañeros del Imam y de la tribu Bani Hâshim se echaron a llorar, y se podían escuchar los llantos de las mujeres.

Luego de que la situación se apaciguó, ‘Abdul-lâh y su compañero le dijeron al Imam: “Îa- bna rasûlal-lâh (Oh, hijo del mensajero de Dios), el martirio de Muslim y Hâni muestra que usted no tiene partidarios ni soporte en Kufa, y es mejor que se regrese”. Por otro lado, los hijos de ‘Aqîl dijeron: “No, por Dios. No nos retiraremos sin vengar la sangre de Muslim, de sus asesinos, o martirizarnos como él lo fue”.

La conversación entre ‘Abdul-lâh y su compañero, por un lado, y los hijos de ‘Aqîl, por otro, se intensificó. Cada uno argumentaba algo y esperaba la opinión del Imam.

El Imam dijo:

No hay nada bueno en la vida luego de ello [o sea, el martirio de Muslim y Hâni].

Conclusión: desde el punto de vista del señor de los libres, vivir en tal sociedad no tiene beneficio. Una sociedad en la que hombres como Muslim y Hâni son martirizados en una ciudad como Kufa que es la base del Islam, y sus cuerpos son arrastrados por el suelo en el bazar de la ciudad, aquel mismo en el que aún se podía percibir resonancia del consejo del príncipe de los creyentes (la paz sea con él). Sí, luego de semejante crimen y del martirio de tales hombres divinos, y en este ambiente de vileza y degradación, la vida no tenía sentido. Aunque una vida tan humillante, para personas que sólo tienen un aspecto humano, pero sin calidad humana sea dulce y placentera.

En la posada de Za’labîah: respuesta a una pregunta

اِمامٌ دَعا اِلى هُدىً فَاَجابُوا اِلْيهِ
وَامامٌ دَعا اِلى ضَلالَةٍ فَاَجابُوا اِلَيْها هؤُلاءِ فِى الْجَنَّةِ وَهؤُلاءِ فِى النّار وَهُو قَوْلُهُ تَعالى فَرِيقٌ فِى الْجَنَّةِ وَفَريقٌ فِى السَّعيرِ

ꞌImâmu da’â ꞌilâ hudan faꞌaӱâbû ꞌilaîhi ûa ꞌimâmun da’â ꞌilâ ḋalâlatin faꞌayâbû ꞌilaîhâ ĥaꞌulâꞌi fîl-ӱannati ûa haꞌûlâꞌi fîn-nâri ûa ĥûa qaûluhu ta’âlâ: “farîqun fîl-ӱannati ûa farîqun fîs-sa’îr”.

Un líder que convoca a la gente hacia la guía y le responden afirmativamente y un líder que convoca hacia el desvío y le responden afirmativamente: los primeros estarán en el paraíso y los últimos en el infierno. Y esto es palabra divina cuando dice: “[…] Un grupo destinado al paraíso y otro grupo destinado al infierno”. (Corán, 42:7)[13].

Explicación e interpretación:

En la misma estación de Za’labîah, una persona se acercó al Imam preguntando respecto a la interpretación de la aleya 71 del sura 17:

يَوْمَ نَدْعُوا كُلَّ اُناسٍ بِاِمامِهِمْ

“El día del Juicio Final llamaremos a cada grupo con su Imam”.

El Imam respondió del modo anteriormente citado:

“Sí, existe un Imam y líder que invitan a la gente hacia el camino recto y la felicidad, y un grupo le responderá en forma afirmativa y lo seguirá y hay también otros líderes que invitan a la gente hacia la perdición y desdicha, y hay otro grupo que también le responderá afirmativamente. El primer grupo está en el paraíso y el segundo grupo en el infierno.” El Imam, luego, dijo: “farîqun fî-l-ӱannati ûa farîqun fîs-sa’îr”, “Un grupo está en el paraíso y otro grupo en el infierno”.

Tipos de liderazgo

El Imam (la paz sea con él) basándose en las aleyas coránicas habla de dos grupos opuestos y dos tipos de liderazgo, cada uno de estos grupos es influenciado por el pensamiento de su líder y lo sigue. En todo tiempo y época existen estas dos líneas y las personas que quieren seguir la verdad tienen que mirar el programa que proponen y seguir al líder que lleve a los seres humanos hacia la felicidad en esta vida y en la otra.

Respuesta a otra pregunta

اَما وَاللّه لَوْ لَقِيتُكَ بِالْمَدِينَة لارَيْتُكَ اَثَرَ جَبْرَئيلَ فى دارنا
وَنُزُولِه بِالْوَحى على جَدّى يا اَخا اَهْلِ الْكُوفَةِ مِنْ عِنْدِنا مُسْتَقَى الْعِلْمِ اَفَعَلِمُوا وَجَهِلْنا؟ هذا مِمَّا لا يَكُونُ

Ammâ ûallâhi laû laqîtuka bilmadînati laꞌra ̍îtuka ꞌazara Ӱabraꞌîla fî dârinâ ûa nuẕûlihi bil ûaĥî ‘alâ ӱaddî îâ ꞌahlil Kûfati min ‘indinâ mustaqâl ’ilmi ¿ꞌafa’alimû ûa ӱahilnâ? hâḏâ mimmâ lâ iakûn.

Explicación de vocablos:

Araitu, iraah, اَرَيْتُ، اِرئة : ‘mostrar’.

Azara Ÿabrâîl, اثر جبرئيل : ‘lugar de entrada de Gabriel’.

Mustaqâ, مُسْتَقى : ‘lugar que se prepara para almacenar agua y para que se sacie la gente’.

Traducción y explicación:

Esta es la tercera alocución del Imam en la estación de Za’labîah. Cuando una de las personas de la ciudad de Kufa lo visitó, el Imam le preguntó: ¿A qué ciudad perteneces? Le respondió: “Kufa”. Entonces el Imam le dijo:

¡Por Dios! Si te hubiera visto en Medina, te mostraría el efecto de las huellas del arcángel Gabriel[14] en nuestra casa y el descenso de la revelación a mi abuelo. ¡Oh, hermano de Kufa! La fuente del conocimiento proviene de nosotros. ¿Acaso ellos saben y nosotros ignoramos? Esto es imposible.

Estas palabras que se encuentran presentes en los libros Baṣâꞌirud-daraӱât y ꞌUṣûlul Kâfi, demuestran que lo que ha dicho ha sido en respuesta a una pregunta que esa persona de Kufa le había planteado. Nosotros hicimos lo posible para entender más la pregunta original, pero no llegamos a un resultado.

Pero, del conjunto de las palabras del Imam, especialmente de la frase “¿acaso ellos saben y nosotros ignoramos?”, se evidencia que la persona no sabía, estaba desinformada y que no había entendido la naturaleza del levantamiento del Imam en contra de los omeyas, pues pensaba que era igual a otros oponentes y por ello lo objetó. El Imam, refiriéndose a los crímenes y abusos de los omeyas, le habló de los desvíos acontecidos en el liderazgo del Islam y que, por ello, los omeyas -que siempre fueron acérrimos enemigos del Islam y del Corán- habían llegado a ser gobernantes y líderes de los musulmanes, manchando sus manos con crímenes y traiciones en nombre del Islam y produciendo desviaciones dentro del mismo. Pero, el hombre de Kufa no se persuadió con las palabras del Imam y se llevó por las apariencias de los actos de los omeyas, por ejemplo, sus oraciones y ayunos, sus oraciones de los días viernes y colectiva, considerando ello prueba de la veracidad de los omeyas, del mismo modo que lo hacen muchos musulmanes que poseen una mirada limitada.

Conclusiones de las palabras del Imam

Podemos deducir muchos puntos de la palabra del Imam, pero una de ellas es la más importante y es la referencia al principio que dice: “Ahlu Baiti adra bi mâ fîhi” (la gente de la casa conoce más lo que hay en ella). El Imam aprovechó de este principio para analizar la división de los musulmanes en dos grupos luego del fallecimiento del Profeta (la paz y bendición sean con él y su descendencia). En otras palabras, estas dos escuelas, es decir, la shî’ah y la sunna, en sus principios y en muchas ramas, por ejemplo: el monoteísmo, la profecía, la resurrección, el Corán, la qiblah (orientación hacia la ka’bah), la oración, el zakat[15] , la peregrinación, son idénticos, pero sus diferencias se limitan a algunas ramas y algunas cuestiones de principios como es el caso del Imamato que si podríamos correr a un lado las cortinas del fanatismo, podremos a través del entendimiento mutuo, investigaciones científicas y análisis holísticos obtener una completa unidad y retornar estas dos escuelas a una escuela genuina que es la voluntad de Dios y su enviado. Pero, en estas contadas cuestiones ¿quién tiene la verdad? es una pregunta que tiene diferentes y numerosas respuestas: generales y específicas. Una de las respuestas generales es el principio ya mencionado: (“La gente de la casa conoce más lo que hay en ella”).

Deducimos de la palabra del Imam que la shî’ah tomó todas sus creencias y preceptos religiosos, es decir, los principios y las ramas de Ahlul Bait y, a su vez, ellos tomaron directamente las enseñanzas del Profeta del Islam quien es la fuente del conocimiento islámico.

La escuela shî’ah, en realidad, es la escuela de la revelación y de Ahlul Bait. Ellos son presentados en el sagrado Corán con la siguiente aleya:

“¡Ciertamente Dios quiere apartar de vosotros la impureza, oh Gente de la Casa, y purificarlos absolutamente!” (Corán, 33:33)

Pero la escuela sunna, no tomó sus principios y mandatos de Ahlul Bait. La shî’ah basa sus creencias respecto al monoteísmo y resurrección, en el príncipe de los creyentes, Imam ‘Alî (la paz sea con él) y su familia, mientras que la escuela sunna se basa en las enseñanzas de Abu Ĥuraîrah y otros similares a él.

La shî’ah toma sus preceptos de jurisprudencia del Imam Bâqir y del Imam Sâdiq (la paz sea con ellos) mientras que la escuela sunna toma los preceptos de Abu Ĥanîfah, Mâlik, Shâfî’i y otros[16]. Esto es lo que nosotros deducimos de las palabras del Imam cuando dice:

“Oh, hermano de Kufa. La fuente del conocimiento proviene de nosotros. ¿Acaso ellos saben y nosotros ignoramos? Esto es imposible”.

En la posada de Shuqûq

اِنّ الامْرَ للّهِ يَفْعَلُ ما يَشاءُ وَ رَبُّنا تَبارَكَ هُوَ كُلَّ يَوْمٍ فِى شَاءنٍ

فَاِنْ تَكُنِ الدُّنْيا تُعَدُّ نفَيسَةً

فَانّ ثَوابِ اللّه اَعْلا وَاَنْبَلُ

وَاِنْ تَكُنِ الاَمْوالُ لِلتَّرْكِ جَمْعُها

فَما بالُ مَتْروكٍ بِهِ الْمَرءُ يَبْخَلُ

وَاِنْ تَكُنِ الاَرْزاقُ قِسْماً مُقَّسماً

فَقِلَّةُ حِرْصِ الْمَرْءِ فِى الْكَسْبِ اَجْمَلُ

وَاِنْ تَكُنِ اْلاَبْدانُ لِلْمَوْتِ اُنْشِاءتْ

فَقَتْلُ اِمرى ءٍ بِالسَّيْفِ فِی اللّه افضلُ

عَلَيْكُمْ سَلامُ اللّه يا الَ اَحْمَدَ

فَاِنِّى اَرانى عَنْكُمُ سَوْفُ اَرْحَلُ

Innal amra lillâhi îaf’alu mâ îashâ ̍u ûa rabbunâ tabâraka

ûa ta’âlâ hûa kul-la îaumin fî sha ̍n.

Fa ̍in takunid-duniâ tu’addu nafîsatan fa ̍inna zaûâbal-lâhi a’lâ ûa  ̍anbalu

Ûa in takunil amûâálu littarki ӱam’ahâ famâ bâlu matrûkin bihil mar ̍u îabjalu

Ûa in takunil  ̍arẕâqu qisman muqassama faqil-latu ĥirṣil mar ̍i fil kasbi aӱmalu

Ûa in takunil  ̍abdânu lil mauti  ̍unshi  ̍at faqatlum-ri  ̍in bissaifi fîl-lâhi  ̍afḋalu

‘alaîkum salâmul-lâhi îâ  ̍ala  ̍Aĥmad, fa  ̍innî  ̍arâni ‘ankum saûfa  ̍arĥalu

Explicación de vocablos:

Nafîs/nafîsah, نَفيس و نَفيسه :‘valioso’.

 Anbal, اَنْبَلْ : ‘mejor’, más meritorio’.

Bâlu, بال : ‘estado’, ‘situación’.

Explicación e interpretación:

En el camino hacia Kufa, el Imam (la paz sea con él) se encontraba cada día con diferentes personas de Kufa e Irak. Luego de atravesar la parada de Za’labîah, llegaron a otra posada denominada Shuqûq. Allí se encontró con un hombre de Kufa a quien le preguntó acerca de la situación de aquel lugar y la opinión de su gente. El hombre dijo: “Oh, hijo del mensajero de Dios, los iraquíes se unieron y acordaron en oponerse a usted y pactaron luchar contra ti”.

El Imam (la paz sea con él), en su respuesta dijo: “Los asuntos pertenecen a Dios y lo que Él considere sucederá y Dios cada día está en un nuevo asunto”.

El Imam en esta respuesta cita la frase de la siguiente aleya del Corán:

A Él imploran quienes están en los cielos y la Tierra y Él cada día está ocupado en un nuevo asunto. (Corán, 55:29)

Luego, el Imam recitó algunas poesías:

Aunque para algunos esta vida mundanal es valiosa y preciosa,

la casa de la recompensa de Dios es superior y más valiosa.

Y si juntar los bienes, es para perderlos algún día,

entonces el hombre no tiene que ser tacaño con su riqueza.

Y si el sustento de las personas está decretado y dividido,

cuanta menos ambición tenga el hombre para conseguir su riqueza, será mejor.

Y si estos cuerpos fueron creados para morir algún día,

entonces, que uno muera en el camino de Dios, qué mejor.

Saludos a vosotros, oh, familia del Profeta, pronto partiré de entre vosotros.

Una voluntad de hierro

Una de las condiciones del triunfo y éxito en una movilización y movimiento revolucionario, y especialmente, en el liderazgo, es tener una voluntad férrea que no se debilite y no retroceda ante los sucesos y acontecimientos amargos que puedan presentarse como obstáculo frente al objetivo.

En estas palabras del Imam, es posible visualizar claramente esta situación. El hombre de Kufa trae la noticia amarga e inesperada de que la gente de Kufa ha unificado todas sus fuerzas en contra del Imam.

En la parada de ubâlah

بِسْمِ اللّه الرَّحْمنِ الرَّحيم

اَمّا بَعْدُ فَانَّهُ قَدْ اَتانا خَبَرٌ فَظيعٌ قَتْلُ مُسْلِمِ بْنِ عَقيلٍ

وَهانِى بن عُرْوَةٍ وَ عَبدِاللّه بْنِ يَقْطُرٍ وَ قَدْ خَذَلتْنا شيعَتُنا فَمَنْ اَحَبَّ مِنْكُمُ الانْصِرافَ فَلْيَنْصَرِفْ لَيْسَ عَلَيْهِ مِنّا ذِمام

Bismil-lahir-Raĥamánir-Raĥîm

̍Ammâ ba’du fa ̍inahu qad  ̍atâna jabarun faḓî’un qatlu muslim ibn ‘Aqîl

Ûa Ĥâni ibn ‘Ûrûatin ûa ‘Abdil-lâhi ibn Îaqṯurin ûa qad jaḏalatnâ shî’atuna faman  ̍aĥabba minkumul inṣirâfa falianṣarif laîsa ‘alaihi minnâ ḏimâmun.

Explicación de vocablos:

Faḓi’un, فَظيعٌ : ‘trágico’.

Jaḏalahu, خَذَلَهُ : ‘dejó de apoyarlo’.

Inṣirâf, انْصِراف : ‘volver’, ‘retractar’.

Ḏimâmun, ذِمامٌ : ‘derecho’, ‘pacto’.

Traducción y explicación:

La caravana del Imam (la paz sea con él), luego de la parada de Shuqûq llegó a la parada de Ẕubâlah. En esta parada, llegó, formalmente, la noticia del martirio de Muslim, Hâni y Abdul-lah Ibn Iaqṯûr[17]a través de una carta escrita por uno de los partidarios en Kufa. El Imam (la paz sea con él), mientras sostenía en su mano la carta dijo:

En el Nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso. Luego de las alabanzas a Dios… nos llegó una noticia muy trágica que fue el martirio de Muslim Ibn ‘Aquîl, Hâni Ibn ‘Urûah y ‘Abdul-lâh Ibn Iaqṯûr, y que nuestros shî’as dejaron de apoyarnos, pues ahora, cada uno de vosotros que desee regresar es libre para hacerlo. No hay sobre ustedes un pacto de parte nuestra”. (El Imam les dio completa libertad a quienes lo seguían y acompañaban para que elijan el camino que deseen para que puedan dar pasos en forma consciente)

Sinceridad en las palabras del Imam

Uno de los privilegios y diferencias claras y destacadas de los líderes religiosos con los líderes políticos y seculares es la existencia de franqueza, veracidad y lealtad en los líderes religiosos.

Un líder religioso, respaldándose en el principio de su fe y creencia, siempre es veraz y franco con sus seguidores y pueblos en explicar y mostrarle todo lo relacionado con la situación que les acontecerá en el futuro, aunque ello termine perjudicándolo, puesto que el programa y objetivo de estos líderes es generar fe en los corazones de la gente. Todos sus esfuerzos son una introducción para llegar a este objetivo. Sin embargo, alcanzarlo no es posible a través de engaños, encubrimientos y construyendo apariencias, algo muy común entre los políticos del mundo que cambian permanentemente según las personas y lugares.

Este espíritu de amor y amabilidad, lealtad y veracidad podemos encontrarlo en todos los líderes religiosos, especialmente, en la persona del enviado de Dios quien es modelo para todo el universo en todos los aspectos de su vida. En el mismo sentido, el Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî, este líder libre de toda dependencia mundanal, también es un modelo para todos los líderes espirituales del mundo.

Es por ello que vemos que todo lo que él prevé para su propio futuro, lo comunica a sus fieles en diferentes lugares y ocasiones desde Medina hasta Karbalá. Por ejemplo, cuando hace un discurso en Meca antes de su salida, además, en sus conversaciones con los tres ‘Abdul-lâh (Ibn Abbas, Ibn Umar, Ibn Ẕubaîr) y con Muĥammad Ibn Ĥanafîah y, por último, cuando recibe la carta de uno de sus amigos comunicándole el martirio de tres de sus más fieles compañeros que, para mayor énfasis, toma en su mano la carta original y les lee el texto.

Motivación y resultado de la propuesta

Ṯabarî, el famoso historiador de la escuela sunna y el difunto Mufîd, uno de los más grandes sabios de la escuela shî’ah, luego de mencionar esta frase del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) ofrecen un análisis semejante que expondremos a continuación, según las palabras de Ṯabarí: “El Imam (la paz sea con él) sabía que quienes se le unieron en el camino tenían la esperanza de entrar en una ciudad en la que su gente sea obediente y acepte sus disposiciones, pero, debido a que él no quería que la gente lo acompañe sin que supiesen, exactamente, la realidad de la situación -pues sabía que si este grupo supiese la verdad de lo que estaba sucediendo, regresaría y sólo quedarían contadas personas que realmente estuvieran decididas a apoyarlo hasta llegar al martirio-, el Imam les hizo esa propuesta y los puso al tanto del contenido de la carta.”

Ṯabarî cuenta el resultado de esta propuesta del siguiente modo:

Luego de las palabras del Imam, la gente, se fue dispersando de a grupos y él quedó solo con un grupo de fieles compañeros que lo habían acompañado desde Medina.

Las mismas palabras también habían sido mencionadas en el libro Ṯabaqat de Ibn Sa’âd.

Como ya hemos mencionado anteriormente, estas palabras no fueron mencionadas sólo una vez ni en una sola parada, sino que el tema fue planteado en diferentes lugares y ocasiones.

Aunque luego de su propuesta en la parada de Ẕubâlah habían quedado pocas personas- como veremos- nuevamente, el Imam en la siguiente parada, con otras palabras repitió el mismo contenido y con más claridad.

En la posada Ban ‘Aqabah

ما اَرانى اِلاّ مَقْتولاً فَاِنِّى رَاءيْتُ فىِ الْمَنامِ كِلاباً تنهشنى وَاَشَدُّها عَلَىَّ كَلْبٌ اَبْقَعُ يا عَبْدَاللّه لَيسَ يَخْفى عَلَىَّ الرَّاْىُ وَ اَن َّاللّه لا يُغْلَبُ عَلى اَمْرِهِ
مِنْ جَوْفِى اِنَّهُمْ لَنْ يَدَعُونى حَتّى يَسْتَخْرِجُوا هذِهِ الْعَلَقَةَ
فَاِذا فَعَلُوا ذلِكَ سَلَّط اللّهُ عَلَيْهِمْ مَنْ يُذِلّهُمْ حَتّى يَكُونُوا اَذَلَّ فِرَقِ الاُمَمِ

Mâ arânî il-lâ maqtûlan fa innî ra ̍aîtu fîl manâmi kilâban tanhashunî ûa ashadduhâ ‘alaîîa kalbun ̍abqa’u îâ ‘Abdal-lah laîsa îajfâ ‘alaîîar-ra ̍îu ûa  ̍annal-lâha lâ îuglabu ‘alâ  ̍amrihi.

̍Innahum lan iada’uni ĥattâ iastajriӱû hâḏihil ‘alaqata min ӱaûfî faiḏâ fa’alû ḏâlika sal-laṯal-lâhu ‘alaîhim man iḏil-luhum ĥattâ îakûnû aḏal-la firaqil ̍umami.

Explicación de vocablos:

Manâm, مَنام : ‘sueño’.

Kilâb, كِلابْ : (pl. de kalb), ‘perros’.

Tanhashunî, تَنْهَشنى : (de la raíz nahasha), ‘me muerde’.

 Abqa’u, اَبْقَعُ : ‘gris, blanco y negro’.

‘Alaqah, عَلَقَة : ‘un puñado de sangre’. ‘Extraer un puñado de sangre quiere decir “matar a la persona”’.

Traducción y explicación:

La caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) luego de salir de la parada de Ẕubâlah, entró en otra parada llamada Baṯn ‘Aqabah. Según lo transmitido por Ibn Qûlaûaîh del Imam Sadiq (la paz sea con él), según relatos de otros sabios e historiadores, el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), dirigiéndose a sus fieles y discípulos dijo:

No veo para mí sino el hecho de me maten, pues he visto en el sueño que un grupo de perros me atacaba y el más malvado y violento de ellos fue uno de color blanco y negro.

Según lo transmitido por el sabio Mufîd, en su libro Irshâd, en ese momento un anciano de la tribu Akramah, llamado Amr Ibn Lûẕan, que se había encontrado con el Imam en esta misma parada, le preguntó al Imam: ‘¿Cuál es vuestro destino?’. El Imam respondió: ‘Kufa. Dijo Amr: “Te pido por Dios que regreses desde aquí mismo, puesto que yo pienso que en este viaje no te enfrentarás con otra cosa más que espadas y lanzas. Espera a que impidan la guerra y los disturbios quienes te invitaron y se preparen para recibirte, luego marcha hacia ellos. Pero en la actual situación no veo para nada correcto tu marcha”.

El Imam (la paz sea con él) le respondió:

Oh siervo de Dios, lo que tú dices, para mí es completamente claro y evidente pero la voluntad de Dios es inalterable (y yo he decidido seguir mi responsabilidad y la voluntad de Dios en este asunto.

Luego, agregó:

Ellos no me dejarán sin antes extraer la sangre de mi cuerpo, pero una vez que hicieran este acto vergonzoso, Dios hará que alguien domine y les hará saborear el amargo sabor de la humillación en su forma más intensa. Y hará que sean más humillados que otras naciones.

Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá

Editorial Elhame Shargh

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Fundación Cultural Oriente,  www.islamoreinte.com


[1] IBN ASÂKIR, Abul Qâsim ‘Ali îbn Hasan, Târîj Madînatu Dameshq (conocido como Tarîj Asâkir), p. 211; ÎBN KAZIR, ‘Imâdud-dîn Ismâ’îl, Al-bidaiatu ûa nihâîah, t. VIII, p. 169; ĤEL-LÎ, Ibn Namâ, Muzîrul Aĥẕân, p. 21.

[2] Ver en este libro: “Respuesta del Imam a Ibn ‘Abbâs”.

Ver en este libro: “Segundo discurso del Imam en ‘Âshûrâ”. [3]

[4] MAS’ÛDÎ, ‘Alî îbn Ĥusaîn, Muruӱuḋ-ḋahab, t. III, p. 134; IBN AZÎR, ‘Îẕẕu-ddîn, Kâmel fî târîj, t. IV, p. 34.

[5] MAS’ÛDÎ, ‘Alî îbn Ĥusaîn, Muruӱuḋ-ḋahab, t. III, p. 137.

[6] Ibíd

[7] QOMÎ, Sheij ‘Abbâs, Safînatul Biĥâr, t. I, p. 222

[8] Para ver detalles de este suceso referirse al libro Al ꞌImâmah ûas- sîâsah, de ꞌIbn Qutaîbah, t. II, p. 32.

[9] IBN ĤAŸAR ASQALÂNÎ, Aĥmad îbn ‘Alî, Tahḏîb-ut tahḏîb, t.II, p. 211.

[10] JÛÂRIẔMÎ, M., Maqtal, t. I, p. 225.

[11] La palabra qadâ (determinación) significa “determinar”, “realizar”, “juzgar”. Qadar (decreto) significa “medir”. Taqdîr, significa “sopesar”, “calcular”. A veces se usa como “destino”. El “decreto divino” (qadar) significa que Dios, Altísimo, ha establecido para cada fenómeno una medida y límite cuantitativo y cualitativo, así como un lugar y tiempo específico que se concreta bajo efectos y factores en forma paulatina. El significado de “determinación divina” (qadâ) es que después de la preparación de los aspectos preliminares- los medios y condiciones de un fenómeno- este alcanzará su último y definitivo estadio. Según esta explicación el “decreto” es anterior a la del qadâ.

[12]BALAḎURÎ, Aĥmad Ibn Îaĥîâ, Ânsâbul Âshrâf, t. III, p. 168;  ṮABARÎ, M., Târîj, t. VII, p. 293; IBN AZÎR, ‘Îẕẕu-ddîn, Kâmel fî târîj, t. III, p.278; ꞌIBNI KAZÎR, ‘Izzu…, Al Bidâîah, t. VIII, p. 168;

MUFÎD, Sheij, Irshâd, p. 222; Luĥûf, p. 41; ḎAHABÎ, Shamsud-dîn, Seir a’lamu nubalâ, t. III, p. 208.  

[13] ṢADÛQ, Sheij, Amâlî, reunión núm. 30; JÛÂRIẔMÎ, M., Maqtal, t. I, p. 221.

[14]En el libro Mirâtul ‘uqûl vemos que la huella del arcángel Gabriel es el mismo lugar en el que él se paraba y le pedía permiso al Profeta (la paz sea con él y su descendencia). Este lugar es famoso y su puerta -que se encuentra en el mismo lugar- es denominada bâbu Yibrâîl que significa “puerta de Gabriel”.

[15] N. de la T.: Se denomina zakat al impuesto sobre algunos cultivos, animales y metales.

[16] Ellos son los principales líderes religiosos de la escuela sunna quienes, a su vez, han sido alumnos del Imam Ṣâdiq (la paz sea con él) y solían enorgullecerse de ello. Abu Ĥanîfah decía: “Si no hubiera sido por los años que fui alumno del Imam Ṣâdiq (la paz sea con él) hubiera perecido”.

[17] El historiador Ibn Ĥaÿar, en su libro Al-Iṣâbah relata el martirio del ‘Abdul-lâh Ibn Îaqṯûr del siguiente modo: el Imam, luego de salir de Meca, envió a ‘Abdul-lâh con una carta para Muslim. ‘Abdul-lâh fue detenido en Qâdisíah a manos de Ĥasîn Ibn Numaîr y fue enviado a Kufa hacia el gobernador de Îazîd, ‘Ubaîdul-lâh Ibn Zîâd. Ibn Zîâd le ordenó que dé un discurso frente a la gente criticando al príncipe de los creyentes, Imam ‘Alî y a Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con ambos), difamándolos y ofendiéndolos. Pero ‘Abdul-lâh Ibn Îaqṯûr, por el contrario, criticó a los omeyas y comenzó a alabar al príncipe de los creyentes diciendo: “Oh, gente: yo soy el enviado de Ĥusaîn Ibn Fâṯimah (la paz sea con ella). He venido hacia vosotros para invitarlos a apoyarlo en contra del hijo de Marÿânah (la abuela de’ Ubaîdul-lâh Ibn Zîâd, que era mujer de mala fama)”. Luego, Ibn Zîâd ordenó que le aten las manos y que lo arrojen desde la terraza del lugar de su gobernación (Dâr-ul-imârah). Lo arrojaron y se quebraron todos sus huesos. Cuando aún estaba con respiración, un hombre llamado ‘Abdul Mâlek Ibn ‘Umaîr, saltó y lo decapitó. Cuando este fue objetado por la gente dijo: “Lo vi sufriendo, quise que deje de sufrir”.

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