Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (16)

Por: Aiatul-lah Muĥammad âdiq Naӱ

Discurso del Imam Ĥusaîn en la posada de “Sharâf”

اَيُّهَا النّاسُ اِنَّها مَعْذِرَةٌ اِلَى اللّه وَ اَليْكُمْ

وَانِّى لَمْ آتِكُمْ حتّى اَتَتْنى كُتبُكُمْ وَقَدِمَتْ بِها رُسُلْكُمْ

اَنْ اَقْدِمْ عَلَيْنا فَاِنَّهُ لَيْسَ لَنا اِمامٌ

ولَعَلّ َاللَّه اَنْ يَجْمَعَنا بِكَ على الْهُدى فَاِنْ كُنْتُمْ عَلى ذلِكَ

فَقَدْ جِئْتُكُمْ فَاعْطُونى ما اَطْمئنُّ بِهِ مِنْ عُهُودِكُمْ وَمواثِيقِكُمْ وَ اِنْ كُنْتُمْ لِمَقْدَمى كارِهينَ

اَنْصَرِفُ عَنْكُمْ اِلَى الْمَكانِ الَّذى جِئْتُ مِنْهُ اِلَيْكُمْ

̍Aîîuhan nâsu  ̍innahâ ma’ḏiratun ̍ila-lâhi ua  ̍ilaîkum ûa  ̍innî lam  ̍âtikum ĥattâ  ̍atatnî kutubukum ûa qadimat bihâ rusulukum  ̍an  ̍aqdim ‘alaînâ fa ̍innahu laîsa lanâ  ̍Imâmun ûa la’al-lâhu  ̍an iaӱma’anâ bika ‘alâl hudâ fa ̍in kuntum ‘alâ ḏalik faqad ӱi ̍tukum fa’ṯûnî mâ  ̍aṯma ̍innu bihi min ‘uhûdikum ûa maûâzîqikum ûa  ̍in kuntum limaqdamî kârihîn  ̍anṣarif ‘ankum  ̍ilâl makânil-laḏî ӱi ̍tu minhu  ̍ilaîkum.

Explicación de vocablos:

Ma’ḏirah, مَعْذِرَة : ‘prueba’ y ‘argumento’.

‘Uĥud y maûâzîq, عُهُود وَمواثيق : (pl. de ‘ahd y mîzâq), ‘pactos’.

Traducción y explicación:

La caravana del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) llegó a otra parada llamada Sharâf que luego de la entrada del Imam a esta tierra, Ĥurr Ibn Îazîd Rîahî llegó con más de mil personas que tenían la misión de impedir su marcha, bajo su liderazgo. En esta parada, el Imam, en dos discursos importantes, explicó al ejército de Ĥurr su posición y la de su familia y la posición de los omeyas y también el objetivo de su viaje.

El profundo sentimiento del hijo de Fátima Ẕahrâ (la paz sea con ella)

Antes de traducir y analizar los dos discursos del Imam es adecuado relatar el benevolente trato del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) que es un símbolo del afecto del hijo de Fátima (la paz sea con ella) y una lección para todos los líderes del mundo y los pioneros de la revolución, que ha sido transmitido por los propios historiadores:

El Imam (la paz sea con él), luego de entrar en la parada de Sharâf pidió que los jóvenes, antes del amanecer, se dirijan al río Éufrates y traigan agua para almacenar en las tiendas más de lo que necesitaban usualmente.

Antes del mediodía de ese día, y en medio de un intenso calor, entró a esta tierra Ĥurr Ibn Îazîd Rîahî, a la cabeza de mil hombres armados.

Cuando el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) percibió la intensa sed, cansancio, el peso de las armas y los cuerpos polvorientos de las huestes del Ĥurr, ordenó a sus fieles ofrecerles agua hasta que se sacien ellos y sus caballos y rociarles agua para refrescarlos. Sus discípulos, siguiendo sus órdenes, por un lado los saciaban, por otro lado, llenaban los recipientes con agua, los colocaban frente a los caballos y también los refrescaban salpicándoles agua a ellos y a sus caballos.

Uno de los soldados de Ĥurr, llamado ‘Alî Ibn Ṯa’ân al Muĥâribî, dijo: “Yo, debido a la sed y el intenso cansancio, entré al lugar después que el resto de los soldados. En ese momento, debido a que todos los compañeros del Imam estaban ocupados en ofrecer agua a los sedientos, no se dieron cuenta de mi entrada. En ese momento, vi a un hombre de noble carácter y muy hermoso que, desde los alrededores de las carpas, se percató de mi presencia y se apresuró a ayudarme- era el Imam Ĥusaîn- y, mientras traía una cantimplora de agua se acercó a mí y me dijo: “Anijir-râûîah” (“haz sentar tu camello”).

Ibn Ṯa’ân dijo: “Yo, por no conocer la lengua árabe del Ĥiyâẕ, no entendí qué me quiso decir. El Imam, nuevamente me repitió en lengua que yo pueda entender: “Anijil ӱamal”. (“haz sentar a tu camello”, en lengua árabe iraquí).

Hice sentar a mi camello y comencé a tomar agua, pero debido la intensa sed y prisa, en lugar de tomar agua, esta se vertía sobre mi cara y no podía beber bien. El Imam dijo: “Ijnizis-siqâ ̍a” (“presiona la cantimplora”). Nuevamente, no entendí lo que me dijo, por eso el Imam, que estaba tomando con su mano la cantimplora, tomó la boca de la cantimplora y la achicó presionándola con su otra mano para que yo pudiera tomar”.

El comienzo de la oración

Luego de esta amabilidad y recibimiento y un breve descanso, se hizo la hora de la oración del mediodía. El Imam le dijo a Haÿÿâÿ Ibn Masrûq, su muecín particular, haz el Adán (llamado a la oración) -que la misericordia de Dios sea contigo- y haz el iqâmah de la oración para que recemos.

El Imam (la paz sea con él) le dijo a Ĥurr: “¿Tú deseas rezar con nosotros o rezas, independientemente con tu hueste?”

Ĥurr respondió: “No, nosotros rezamos junto a usted y en vuestras filas”.

El Imam (la paz sea con él) se quedó al frente y sus fieles, Ĥurr y su hueste rezaron detrás del Imam y realizaron la oración del mediodía junto al Imam.

Discurso del Imam

Luego de culminar la oración, el Imam (la paz sea con él), mientras tenía puesto una ropa sencilla y una capa árabe, se dirigió a la gente. Les dijo:

Oh, gente, mi palabra es la última prueba para vosotros, y con ella, culmino y concreto mi responsabilidad ante Dios. Yo no me he movilizado hacia ustedes sino después de que sus cartas de invitación y sus mensajes se abalanzaran sobre mí , diciendo: “Nosotros no tenemos un Imam y líder, acepta nuestra invitación. Ven hacia nosotros para que Dios nos guíe a través tuyo”. Si sois fieles y firmes respecto a esta invitación, yo ya he venido hacia vosotros. Debéis cerrar vuestro pacto conmigo firmemente y actuar de tal modo que sus pactos y promesas me den certeza. Y si no están conformes con mi llegada, estoy dispuesto a regresar desde donde vine.

La hueste de Ĥurr se quedó en silencio y no respondió afirmativamente, tampoco negativamente. Luego de la oración del mediodía, llegó el tiempo de la oración de la tarde. Esta oración también fue hecha con los compañeros del Imam y la hueste de Ĥurr bajo la dirección del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) quien ofreció su segundo discurso luego de la oración de la tarde y que expondremos más adelante.

El discurso del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) luego de la oración de la tarde en Sharâf

اَمّا بَعْدُ: اَيُّهَاالناسُ فَاِنَّكُمْ اِنْ تَتَّقُوا اللّه وَتَعْرفُوا الْحَقَّ لاَهْلِهِ يَكُنْ اَرْضى للّهِ
وَنَحْنُ اَهْلُ بَيْتِ مُحَمَّدٍ صلّى اللّه عليه و آله و سلّم اَوْلى بِوَلايَةِ هذا الامْرِ
مِنْ هؤُلاءِ الْمُدَّعينَ ما لَيْسَ لَهُمْ وَالسّائِرينَ بِالْجَورِ وَالْعُدْوانِ وَاِنْ اَبَيْتُمْ اِلاّ الْكَراهَةَ لَنا وَ الْجَهْلَ بِحَقِّنا وَكانَ رَاءيُكُمْ الانَ غَيْر ما اَتَتَنْى بِهِ كُتُبُكُمْ اَنْصَرِفُ عَنْكُمْ

Amma ba’d:  ̍aîîuhân-nâsu fa ̍innakum  ̍in tattaqûl-lâha ûa ta’rifûl ĥaqqa li  ̍ahlihi îakun  ̍arḋa lil-lâh ûa naĥnu  ̍ahla baiti Muĥammadin ṣal-lal-lâhu ‘alaihi ûa  ̍âlihi ua sal-lam  ̍aûlâ biûalâîati hâḏal  ̍amri min ĥâ ̍ulâ ̍il mudda’în mâ laîsa lahum uas-sâ ̍irîn bilӱaûri ûal ‘udûâni ûa ̍in  ̍abaîtum  ̍il-lâl karâhata lanâ ual ӱahla biĥaqqinâ ûa kâna ra ̍îukum al ̍âna gaîra mâ  ̍atatnî bihi kutubukum  ̍anṣarif ‘ankum.

Explicación de vocablos:

As-sâ ̍irîna bil ӱaûri ûal ‘udûân السائرينَ بالْجور وَالعُدوان : ‘los practicantes de la opresión y enemistad’, por ejemplo, cuando los árabes dicen “sâras-sunnata o sâra bis-sunnah” (“actuó según la sunnah o preceptos prescriptos por Dios”).

Abaîtum اَبَيْتُمْ : de la raíz âbâ, îa’bâ, ibâ’an: ‘rehusaron’.

Traducción y explicación:

Tal como hemos visto, el Imam (la paz sea con él), en la estancia de Sharâf se encontró con Ĥurr Ibn Îaẕîd y su tropa, que fue la primera enviada por Ibn Ẕîâd. Pasado el mediodía, y habiendo culminado el discurso del Imam, ambas huestes realizaron la oración de la tarde dirigida por el Imam Ĥusaîn (la paz sea con él). En ese momento, el Imam dio su segundo discurso dirigido a este ejército.

Oh gente, si teméis a Dios y aceptáis que la verdad debe estar en manos de la gente que lo merece, ello atraerá la complacencia de Dios y nosotros, gente de la casa de Muĥammad (la paz sea con ellos) merecemos más el liderazgo sobre la gente que aquellos que alegan algo que no les pertenece y van por el camino de la opresión y enemistad. Y si, contrariamente, insisten en el camino que han adoptado volteando vuestros rostros sin conocer nuestro derecho y deseando, de hecho, algo diferente a lo que han reflejado en sus cartas de invitación, entonces, desde este mismo lugar, regresaré.

Al finalizar sus palabras, Ĥurr dijo que no sabía nada respecto a tales cartas.

El Imam (la paz sea con él) le pidió a ‘Uqbat Ibn Sam’ân que trajera dos monturas llenas de cartas, pero Ĥurr insistió diciendo que no sabía.

Tres puntos importantes en este discurso

El Imam (la paz sea con él) hizo hincapié en tres temas importantes:

1. Presentar a Ahlul Bait, la familia del Profeta y explicar su pureza y que debido a este atributo le fue asignado por parte de Dios el título de líderes y protectores de la comunidad.

2. Presentar quiénes eran sus opositores, gente opresora y corrupta que había tomado el poder de forma ilegítima, a través de la opresión y la fuerza.

3. El tercer punto que el Imam destaca en ambos discursos es que esclareció el motivo de su viaje a Kufa (no la motivación para su lucha). El Imam les explicó que el viaje se debió a la invitación de la gente de Kufa y si los presentes eran parte de ellos y estaban arrepentidos de su invitación, el Imam estaría dispuesto a regresar.

¿Si el Imam hubiera estado libre hubiera vuelto a Medina?

Teniendo en cuenta este discurso, se plantea esta pregunta: En realidad, si el ejército de Ĥurr dejaba libre al Imam, ¿acaso él habría dejado la lucha que había emprendido?

La respuesta a esta pregunta se deduce del texto del discurso que muestra que las palabras del Imam tienen una característica y esta es que argumenta en forma acabada para dejar constancia y prueba y, de este modo, poder cortar con cualquier pretexto o excusa de la gente de Kufa.

El Imam dice:

اِنَّها مَعْذِرَةٌ اِلَى اللّه وَ الَيْكُمْ

Innahâ ma’ḏiratun ila-l-lâhi ûa ilaikum, es decir, oh, gente, mi palabra es la última prueba para vosotros, el fin de la misma y la concreción de mi responsabilidad ante Dios.

Con esta frase el Imam quiere decir que mi venida a vuestra ciudad no tiene ningún carácter de ofensiva y ataque y, si los representantes de los omeyas hacen mala propaganda para crear una atmósfera envenenada, todo eso es mentira y no es real.

Pero el tema en sí, y la cuestión de luchar o desistir, y que el Imam vuelva de Kufa a Medina, no significa que si la gente de Kufa hubiera desistido de su invitación, él hubiera vuelto y abandonado la lucha, sino que el Imam quiere decir que, en caso de que la gente de Kufa se hubiera arrepentido de su invitación y promesa de ayuda y colaboración, nosotros [el Imam y su gente] no hubiéramos entrado, pero el principio de no prestarle juramento a Îaẕîd, hijo de Mu’âûîah y la continuación de la lucha seguirá vigente y con fuerza, aunque termine con nuestro martirio. Pero, si esta lucha no culminaba en Kufa -que es el mejor lugar- se hubiera concretado en cualquier otro lugar, puesto que si el objetivo del Imam no hubiera sido este, y si el gobierno de Îaẕîd hubiera percibido la más mínima vacilación y flojera en la conducta del Imam, jamás hubiera emprendido una guerra en contra del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), dado que sabía bien que esta guerra le resultaría cara a su gobierno .

Además de lo anteriormente dicho, cada una de las palabras del Imam, desde Medina hasta su martirio, también es otro testimonio de la férrea, firme e inquebrantable voluntad y decisión del Imam.

El Imam que dice: “El martirio del hombre en el camino de Dios es el mejor de los martirios”.

Él que dice: “Voy hacia la muerte y la muerte no es vergüenza para el hombre hidalgo”.

Él que dice: “Lejos está de nosotros la humillación”.

Él que dice: “No les daré la mano de la humillación ni escaparé de ellos como los esclavos”.

Él que dice: “Îaẕîd es un adicto al alcohol y alguien como yo no jurará fidelidad a alguien como él”.

Él que dice: “Juro por Dios que no me someteré bajo el humillante pacto de ellos”.

Sí, él -que tiene esa visión-, jamás estará dispuesto a desistir de la lucha que ha emprendido y de la lucha que está buscando.

En conclusión, si la gente de Kufa hubiera dejado al Imam libre, no hubiera tenido ningún efecto en el origen de la lucha del Imam, así como su invitación tampoco fue la motivación y la causa de la lucha del levantamiento del Imam.

En respuesta a Ĥurr

اَفَبِالْمَوْتِ تُخَوِّفُنِى وَ هَلْ يَعْدُو بِكُمُ الْخَطْبُ اَنْ تَقْتُلُونى وَ سَاءَ قولُ ما قالَ اَخُو الاوْسِ لابنِ عَمِّهِ وَهُوَ يُرِيدُ نصْرَة رَسُولِ اللّه صلّى اللّه عليه و آله و سلّم

سَاءَمْضى وَما بِالْمَوْتِ عارٌ عَلَى الْفَتى

اِذا ما نَوى حَقّاً وَجاهَدَ مُسْلِماً

وَآسا الرِّجالَ الصّالِحينَ بِنَفْسِهِ

وَفارقَ مَثْبُوراً وَخالَفَ مُحْرماً

اُقدِّمُ نَفْسى لا اُريدُ بَقاءَها

لِتَلْقى خَمِيساً فِى الْهِياجِ عَرَمْرَماً

فَاِنْ عِشْتُ لَمْ اَذمَمْ وَ اِنْ مِتُّ لَمْ اُلَمْ

كَفى لكَ ذُلاً اَنْ تَعِيش وَتُزْغَما

Afabil maûtî tujaûûifunî’? ûa hal îa’dû bikumul jaṯbu  ̍an taqtulûnî? Ûa sa ̍aqûlu mâ qâla  ̍ajul  ̍aûsi li bni ‘ammihi ûa hûa îurîdu nuṣrata rasûlil-lâhi ṣal-lal-lâhu ‘alaîhi ua sal-lam.

Sa ̍amḋî ûa mâ bil maûti ‘ârun ‘alâ fatâ

̍iḏâ mâ naûâ ĥaqqan ûa ӱâhada muslimâ

Ûa  ̍âsâr-riӱâlaṣ-ṣâliĥîna binafsihi

Ûa fâraqa mazbûran ûa jâlafa muĥrimâ

̍Uqaddimu nafsî lâ  ̍urîdu baqâ ̍aha

Litalqâ jamisân filhîâӱi ‘aramramâ

Fa ̍in ‘ishtu lam  ̍andim ûa  ̍in mittu lam  ̍ulam

Kafâ laka ḏul-lan an ta’îshu ûa turgamâ

Explicación de vocablos:

‘ad-u عَدْو :  ‘velocidad’.

Jaṯb, خَطْب : ‘asunto grande y peligroso’.

Îa’dû bikumul jaṯbu  ̍an taqtulûnî, : esta expresión tiene un concepto metafórico, es decir: “¿acaso tienen otra alternativa más que matarme?”.

Aûs, اَوْس : ‘nombre de una tribu de los árabes de Medina’.

Fâraqa, firâqan فارَق فِراقاً : ‘se alejó’.

Mazbûr, maṯrûd, مثْبُور مَطْرُود : ‘expulsado’, mal’ûn: ‘maldecido’, refiriéndose a la persona incrédula.

Jamîs, خَميس : ‘ejército’, ‘hueste’. Se le dice jamîs (cinco) porque el ejército, generalmente, tenía cinco secciones.

Hîâӱ, هِياج : ‘guerra’.

‘aramram عَرَمْرَمْ : adjetivo para jamîs, ‘intenso’, ‘grande’ y ‘fuerte’.

‘ishtu, عِشْتُ : (de la raíz ‘âsha, ‘aîshan), ‘vivir’.

Lam ûlam, لَم اُلَمْ : (de la raíz lâma, îalûmu), ‘no sentí molestia, ni dolor, ni castigo’.

Turġam, تَرْغَم : (de la raíz raġimah), ‘que seas humillado y despreciado’.

Traducción y explicación:

Como hemos señalado en la última parte, en la parada de Sharâf, luego de que el Imam le mostró a Ĥurr las cartas y este demostró su desinformación al respecto, ellos tuvieron una conversación.

Puesto que el Imam quería seguir su marcha hacia Kufa, y Ĥurr, por su parte, tenía la misión de impedir su marcha, al ver que el Imam estaba firme en su decisión y no mostraba flexibilidad alguna dijo:

Ya que usted quiere continuar su marcha, es mejor que elija un camino que no conduzca a Kufa ni a Medina, para que yo pueda aprovechar la oportunidad y, así, poder escribir una carta pacífica a Ibn Ẕîâd. Quizás Dios me salve de entrar en una guerra con usted.

Ĥurr también agregó la siguiente frase:

 También debo recordarle y advertirle que si toma la espada y comienza la guerra, seguramente será martirizado.

En ese momento, cuando el Imam escuchó esta advertencia con tono de amenaza, le dijo:

¿Acaso quieres atemorizarme con la muerte? ¿Y qué más pueden hacer más que matarme? Yo sólo te recito la poesía del hermano creyente de la tribu de ꞌÂûs cuando se apresuraba a unirse al Profeta en la batalla dirigiéndose a su primo que estaba en contra de su marcha:

 Me apresuraré hacia la muerte puesto que esta no es vergüenza para el hidalgo

cuando tiene fe en el Islam y su objetivo es la verdad;

y desea proteger a los creyentes ofreciendo su vida;

y anhela contrariar a los criminales y elige alejarse de los incrédulos.

Yo ofreceré mi vida sinceramente desapegándome de ella

para enfrentarme en una difícil batalla con un gran enemigo.

Si permanezco vivo no me arrepiento, y si me muero no siento dolor,

 pero tú tendrás que afrontar una vida humillante y vergonzosa.

Ĥurr, al oír estas palabras terminantes del Imam, se separó furioso y molesto.

El escritor del libro ꞌAdabul Ĥusaîn dice: “Que el Imam, varias veces, a lo largo de su viaje, haya repetido estas estrofas muestra que estas eran muy valiosas y apreciadas para él. La pronunciación de estas y su repetición muestra también el objetivo de su marcha que era apoyar a la religión de su abuelo, a la lucha en el camino del Islam y a la defensa de las leyes del Corán…Sí, cada persona que luche en este camino y sea mártir no será reprochado; y quien tome el rincón de su casa y no pise el campo de la lucha en el camino de Dios, será reprochado toda su vida”.[1]

Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá

Editorial Elhame Shargh

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Fundación Cultural Oriente,  www.islamoreinte.com


[1] ṢABERÎ ĤAMEDANÎ, Ahmad, Adabul Ĥusaîn ûa ĥamasatuhu, p. 33.

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