Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) desde Medina hasta Karbalá (2)

Por: Aiatul-lah Muĥammad âdiq Naӱ

Respuesta a Marûân Ibn Ĥakam

اِنَا للّهِ وَاَنّا اِلَيْهِ راجِعُون وَعَلَى اْلاسْلامِ السَلامُ اِذا بُلِيَتِ اْلاُمَّةُ بِراعٍ مِثْل يَزيدَ وَلَقَدْ سَمِعْتُ جَدِّى رَسُولَ اللّه صلّى اللّه عليه و آله يَقُولُ :الْخِلافَةُ مُحَرَّمَةٌ عَلى الِ ابى سُفْيان فَاِذا رَاَيْتُمْ مَعاوِيَة عَلى مِنْبَرِى فَابْقَرُوا بَطْنَهُ وَقَد رَآهُ اَهْلُ الْمَدِينَة عَلَى الْمِنْبرِ فَلَمْ يَبْقَرُوا فَابْتَلاهُمُ اللّه بِيَزِيدَ الْفاسِقِ

Innâ lil-lâhi ûa innâ ilaihi raӱi’ûn ûa ‘alal ̍Islâm  ̍assalamu  ̍iḏâ bulîatil  ̍ummatu birâ’in mizla Îazîd ûa laqad sami’tu ӱaddî rasûlal-lâhi ṣal-la Al-lâhu ‘alaihi ûa  ̍âlihi îaqûlu: ꞌal jilâfatu muĥarramatun ‘alâ  ̍âli  ̍âbi Sufiân fa  ̍iḏâ raꞌaitum Mu’âûîata ‘ala minbarî fabqarû baṯnahu ûa qad raꞌâhu ahlul madînati ’alal minbari fa lam iabqarû fabtalâhumâl-lah bi Îaẕîd  ̍al-fâsiq.[1]

Explicación de los vocablos

Bulîat, بُلِيَتِ: verbo pasado (en voz pasiva de la raíz bala, i ablu), ‘fue probado’.

̍Ibqarû, اِبْقَرُوا: (de la raíz baqara, îabqaru), ‘abran’, ‘rajen’, ‘hiendan’. ‘Abrir el vientre’ hace alusión a matar a alguien con la humillación y la deshonra.

Traducción y explicación

Según lo transmitido por el autor de Luhûf y otros historiadores, a la mañana siguiente de la noche mencionada, cuando Ĥusaîn Ibn 'Alî se topó con Maruân Ibn Ĥakâm fuera de la casa, este dijo: “Oh, ꞌAba ’Abdil-lâh[2], yo quiero vuestro bien y tengo una propuesta beneficiosa para usted”.

El Imam le preguntó: “¿Cuál es tu propuesta?”. Y éste le respondió: "Tal como anoche se planteó en la reunión con Ûalîd Ibn ‘Ûtbah, usted júrele fidelidad a Îaẕîd que esta obra lo beneficiará en este mundo y en el otro”. El Imam (la paz sea con él) le dijo: “Innâ lil-lahi ua innâ ilaihi râӱi’ûn […]” (“De Dios venimos y hacia Él retornamos”).

Traducción del texto completo:

Ciertamente de Dios venimos y hacia Él seremos devueltos. Se deberá despedir al Islam cuando los musulmanes padezcan un gobernador como Îaẕîd. Y ciertamente que he oído de mi abuelo, el enviado de Dios, la paz sea con él y su familia, decir: “El califato ha sido prohibido para la familia de ꞌAbû Sufîân. Y si algún día observáis a Mu’âûîah sobre mi púlpito, hiendan vuestro vientre”. Sin embargo, los habitantes de Medina lo vieron sobre el púlpito del Profeta y no lo mataron. (Por eso) Dios les hizo padecer a Îaẕîd, el corrupto (que era peor que Mu’âûîah).

Dos roles diferentes en la lucha de los Imames (la paz sea con ellos)

Así como hemos señalado en la explicación y conclusión anterior, y que también se evidencia en las palabras del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él) en Medina, y desde los primeros días del gobierno de Îazîd, el Imam había determinado y explicado directamente su posición frente a este gobierno que consistía en la lucha y resistencia positiva y continuó esta posición hasta el final de sus días.

Cabe destacar aquí, para el estimado lector, un tema básico respecto a los roles diferentes de los Imames de la guía (la paz sea con ellos) en su lucha frente a los opresores y despóticos: la lucha frente a la opresión y corrupción así como contra los falsos gobiernos no es específica del Imam Ĥusaîn (la paz sea con él), sino que todos los infalibles[3]–que son la fuerza de resguardo y protección del Islam- tenían tal grado de resistencia y combate en la época en que lideraban, pero en su lucha en contra de sus opositores, -quienes habían hecho del Islam su juguete- luchaban en dos aspectos diferentes, de acuerdo a las circunstancias y condiciones en las que se encontraban: positivo y negativo.

1. Lucha negativa: se aplicaba cuando, por un lado, las circunstancias que predominaban en la sociedad se presentaban de tal forma que la lucha frente a frente, con toda la fuerza unida y calculadora del enemigo, resultaría en un fracaso definitivo y en un desgaste de las propias fuerzas y, por otro lado, a raíz del mismo ambiente imperante, no existía ninguna ventaja para el Islam, ni siquiera a largo plazo -pues se consolidaba y fortalecía la fuerza y dominio multidimensional del enemigo. Por ello, los Imames y guías (la paz sea con ellos) en lugar de una lucha positiva, entraban en una lucha y resistencia negativa. Es decir, a la vez que se abstenían de las medidas revolucionarias y de la lucha armada, prácticamente estaban en permanente guerra y combate con los aparatos despóticos. Y, exactamente, eran las mismas luchas las que causaban la presión de los enemigos hacia ellos, el control de su libertad de acción, el encarcelamiento, el envenenamiento y finalmente su martirio.

De entre las manifestaciones y ejemplos de la resistencia negativa de nuestros Imames se encuentra el tema de la prohibición de todo tipo de dependencia, inclinación o colaboración con el califato.

Incluso, les habían prohibido recurrir a la administración de Justicia dependiente del califato.

De entre los ejemplos y testimonios de este tipo de lucha se puede mencionar la conversación del Imam Mûsâ îbn Ӱa'far (la paz sea con él) con Ṣafuân Ӱammâl quien había alquilado sus camellos a la gente de la corte del califa Hârûn Ar Rashîd, el poderoso dictador de la historia. Aunque eran para la peregrinación, el Imam le prohibió a Ṣafûân esta acción. Este, para cumplir con la orden del Imam, vendió todos sus camellos en una sola transacción.

Naturalmente, este no fue un asunto encubierto a los ojos de Hârûn. Por ello, lo llamó a Ṣafûân y lo amenazó de muerte.[4]

El rol de la lucha negativa, además de debilitar el poder del gobierno y que un número de dispositivos e individuos, se abstuvieran de colaborar con el califato era una prueba, en sí misma, en contra del régimen y demostraba la ilegitimidad del gobierno.

En realidad, esta posición de los Imames concientizaba a las masas respecto a la naturaleza de los califas además de ser una introducción para las resistencias y luchas positivas en el futuro.

2. Lucha positiva: se aplicaba cuando la lucha positiva era beneficiosa y fructífera, según las circunstancias y condiciones y a largo plazo. Los Imames de la buena guía entraban en el campo de batalla y consideraban el mayor de los pecados no sólo al silencio, sino incluso, a la resistencia negativa frente a los gobernadores criminales. Según un dicho del príncipe de los creyentes quienes así actuaban eran considerados: "kufrun bimâ anẕala Al-lâh" (“incredulidad de la revelación divina”).

La forma más evidente de ambas luchas se observa en el método y conducta del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (la paz sea con él), pues él durante diez años, desde el año 50 hasta el año 60 de la hégira (que es el periodo entre el martirio del Imam Hasan al Muÿtabâ (la paz sea con él) y la muerte de Mu’âûîah se valió del método de la lucha o resistencia negativa, así como lo hicieron algunos de los Imames según las condiciones y situaciones. Sin embargo, luego de la muerte de Mu’âûîah- cuando se dieron las condiciones para la lucha positiva- el Imam inició su lucha y aclaró su posición positiva y revolucionaria sin la más mínima vacilación y, a pesar de la intensa oposición de todos sus amigos y parientes, eligió un camino que culminó en su martirio y todo ello, contando con pocos fieles y acompañado de la infidelidad, vacilación y miedo de la gente - factores estos de los que el Imam estaba consciente-. En este camino, su cuerpo fue blanco de flechas, lanzas y espadas; y su cuerpo fue pisoteado por la herradura de los caballos. No obstante, el Imam sabía que las circunstancias no iban a permitir su pura sangre se perdiera en vano y que el aparato propagandístico de los Omeyas, con todo su esfuerzo la pudieran hacer perder.

Pero ¿acaso no era idónea la elección de este mismo método para el Imam Ĥusaîn en la época de Mu’âûîah en las condiciones vigentes para aquella época? No, pues si fuese así, su trato con Mu’âûîah, al igual que su padre, el Príncipe de los creyentes (la paz sea con él) hubiera sido una lucha positiva y no negativa[5].

Extraído del libro: Palabras del Imam Ĥusaîn Ibn ‘Alî (P) Desde Medina hasta Karbalá

Editorial Elhame Shargh

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[1] ṮAÛÛS, Raḋîu-ddîn ‘Alî îbn Musa, Luhûf, p.20; ĤEL-LÎ, Ibn Namâ, Muzîrul Aĥẕân, p.25; BAĤARÂNI, ‘A., ‘Aûâlimul…, “Maqtal ‘aûâlem”, p.125; JÛÂRIẔMÎ, M., Maqtal, t. I, p.184, MAŸLESÎ, ‘A., Biĥarul…, t. XLIV, p.326.

[2] N. del T.: Sobrenombre que se le da al Imam Ĥusaîn. ‘Abdil-lâh significa “siervo de Dios” y Abâ significa padre, o sea padre del siervo de Dios, en el sentido de su elevado rango de servicio a Dios, no en el sentido de que haya tenido un hijo que se llame ‘Abdil-lâh.

[3]  N. de la T.: la palabra “infalible” se utiliza para referirse a ‘seres que alcanzaron la perfección y están libres de pecado’.

[4] ÂNṢÂRÎ, Murtaḋâ, Makâsib, “La prohibición de colaboración a los opresores".

[5]N. del. T: Las condiciones eran diferentes en esa época y la actitud de Mû’âûîah en relación al Islam era diferente a la de Îazîd. Si las condiciones hubieran sido las mismas la lucha hubiera sido positiva.

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