¿Si Dios (Al-lah) es Omnisciente, porque coloca pruebas a la humanidad?
Por: Ayatolá Mahdi Hadavi Tehrani
LAS PRUEBAS DIVINAS
El propósito de las pruebas de parte de Dios no es develar algo desconocido para Él por el contrario, el Corán y los hadices sugieren que estas pruebas sirven para dos propósitos. Primero, llevan consigo una Sunnah ilahiyah (precedente Divino)[1], lo que a su vez se fundamenta en otro precedente Divino, el cual puede denominarse “guía universal”. En particular, Al-lah quiere que la humanidad, por medio de la obediencia a la ley divina (shari’ah) y el esfuerzo en las diferentes circunstancias que se presentan en la vida, florezca desde la potencialidad a la realidad y alcance el nivel de perfección para el cual ha sido creado. Uno de los términos usados para estas pruebas en la literatura islámica es fitnah (crucial). Literalmente Fitnah se refiere al proceso de fundición por medio del cual se purifica el oro. Se narra en un hadiz que la gente es puesta a prueba de la misma manera que el oro. El brío del hombre equivaldría al oro que se purifica por medio de las cruciales pruebas Divinas y la guía. Debe tenerse en cuenta, que aunque se pase por estas pruebas, así como las virtudes alcanzan la perfección en los creyentes, los vicios también se desarrollan al máximo en los incrédulos.
El segundo propósito de estas pruebas es despertar al hombre del letargo de la negligencia. El Corán explica que uno de los propósitos de las tragedias y desastres es poner a prueba al hombre y de este modo despertarlo de tal adormecimiento. De una manera, la adversidad en la vida del hombre tiene el mismo propósito como las crestas incrustadas en algunas autopistas modernas y que tienen como fin mantener despiertos a los conductores a lo largo de una vía monótona en línea recta, evitando que se queden dormidos en el volante.
En realidad hay dos tipos de voluntad Divina funcionando. Una es llamada la Voluntad Existencial (al-Irādah al-Takwiniyyah) y la otra es la Voluntad Legislativa (al-irada al-Tashri’iyyah). La voluntad existencial de Al-lah hace que por medio de las pruebas Divinas, tanto creyentes como incrédulos sean capaces de llevar a la realidad sus potencialidades buenas y malas.
Respuesta Detallada
Las pruebas divinas no han sido diseñadas para develar algo desconocido, puesto que Al-lah es Omnisciente y no necesita descubrir nada. Por el contrario, estas portan un precedente Divino, el cual se fundamenta en un segundo precedente Divino llamado “guía universal”. Por guía universal nos referimos a la guía de Al-lah para toda la creación (sea conscientemente o no), en lo que se relaciona con el ser humano.
Para explicar mejor, primero debemos describir tres tipos de Guía Divina:
1. Una destinada únicamente para las personas más piadosas y que se le ha negado a otros grupos, lo vemos en el Corán:
“Dios no guía a los malhechores” y “
Dios no guía a los corruptos”. El resultado de esto es la desviación.
2. Otro tipo de guía conocida como la “guía legislativa” implica el mostrar el camino. Este tipo de guía va para los creyentes e incrédulos no beneficia a los seres inanimados. Ejemplos de ésta guía son los siguientes versículos:
“Le mostramos el camino en tanto que es agradecido o desagradecido.”[2]
“Y al Pueblo de Zamūd, los guiamos, pero prefirieron la ceguera a la guía.”[3]
3. El tercer tipo de guía es universal, tanto en términos de los seres que son guiados y la guía producto, y también es llamada la guía existencial. Esta es la guía a la que se refiere el versículo siguiente:
“Dijo: Nuestro Señor, es Aquel que le concedió a cada cosa su creación y luego le guio”[4]
Este versículo implica que la guía universal de Dios abarca a toda la creación, animada o inanimada. En otra aleya, el Corán dice:
“Quien ha creado y ordenado
Y quien ha determinado y guiado”.[5]
En esta aleya, el término “decretar” (taqdir) implica la facilitación de los medios apropiados para algo específico, de tal forma que sea “guiado” hacia el cumplimiento del propósito por el cual fue creado.
Toda la creación – animada o inanimada—logra alcanzar el propósito trazado a través de este tercer tipo de guía existencial. Sin embargo, el hombre, quien es más que solo un ser físico vivo dentro de este mundo material, requiere más que la guía existencial proporcionada a toda la creación en general. Él puede alcanzar la perfección únicamente escogiendo su camino conforme a su libre albedrio. Por este motivo, Al-lah debe, por una parte, proveer una serie de mandatos y prohibiciones incluidas en la ley divina (shar’iah) de tal forma que pueda escoger obedecer o desobedecer. Por otra parte, Al-lah debe crear “dificultades” a nivel individual y de sociedades (algunas de los cuales son ocasionadas por escogencia del mismo hombre y otros por medios naturales, tales como desastres) para que el hombre pueda escoger una forma de actuar respecto a estos problemas. Al escoger una determinada acción con respecto a la ley divina y los problemas ya mencionados, el hombre hace real el potencial que está escondido dentro de él y se demuestra a sí mismo ser digno de la felicidad eterna o del castigo. Es por esta razón que tanto la ley divina como la adversidad humana son llamadas en la literatura islámica con términos como: “prueba” “tribulación” y “examen”.
Explicándolo de una manera más sencilla, Al-lah es como un científico que examina a cada individuo. Los parámetros sobre los cuales se fundamentan sus experimentos son la Legislación (Shari’ah) y la adversidad humana. Por medio de estas dos variables se determina la posición respecto al nivel de perfección el cual se espera de él.
Retomando lo anterior, las pruebas Divinas se basan en el Precedente Divino denominado “guía universal”. Por medio de estas pruebas cada persona llega a conocer a que morada ingresará: la morada de la recompensa o la del castigo. El Corán describe al propósito de estas pruebas de esta forma:
“Para que pruebe Al-lah a los creyentes y extermine a los incrédulos.”[6]
A lo largo de una serie constante de pruebas se extirpa la fe superflua y las engañadoras buenas acciones de los incrédulos y los hipócritas. Otro significado de “exterminar a los incrédulos” se menciona en la aleya que dice:
“Hemos escrito en los Salmos, después de la Amonestación, que la tierra la heredarán Mis siervos justos.”[7]
Podemos resumir los efectos positivos de las pruebas divinas en los siguientes dos puntos:
1. Sirven para llevar a la acción potencialidades escondidas. El Imam Ali ibn Abi Talib (a.s.) dijo: “Es en las circunstancias extremas que sale a flote la verdadera entereza de un hombre”[8] Se narra del Imam Ali ibn Musa al-Ridā (a.s.) que dijo: “La gente es puesta a prueba como el oro y son purificados de la forma en que se purifica éste”[9] La palabra fitnah (prueba) se refiere al proceso de fusión del oro en su forma mineral. El mineral se funde para que salgan las impurezas y así quitarlas. De manera similar, la esencia del ser humano es como un oro que Al-lah quiere purificar. Entre tanto, la presencia de cualidades animalescas, tales como la ira, la lujuria, representan un obstáculo significativo para esta purificación. Es por esta razón que las pruebas Divinas son vistas como un medio de perfección para la humanidad.
A los soldados en el ejército se les exige una serie de actividades extremas para fortalecer sus cuerpos, de igual manera, las pruebas Divinas tienen el fin de fortificar el yo interior del ser humano. El Imam ‘Ali (a.s.) dijo: “Aunque Al-lah conoce al hombre mejor de lo que este se conoce a sí mismo, lo pone a prueba para manifestar aquellas acciones por medio de las cuales obtiene su recompensa o su castigo”[10]
2. También sirven para despertar al ser humano del letargo de la negligencia. Al-lah pone a prueba al hombre por medio de la tragedia y la dificultad como por medio de la abundancia de bendiciones como el poder, la salud y la riqueza. Por lo general estas bendiciones engañan a una persona tanto que se convierten en su caída. Al-lah envía a la adversidad a su vida para desentonarlo de su estupor y pueda de nuevo discernir lo correcto de lo incorrecto, y de esta forma recordar que toda la existencia y bendiciones surgen de Al-lah, Aquel a quien nunca deberíamos olvidar y en contra de quien nunca deberíamos pecar.
Muchas aleyas del Corán hablan de este aspecto de las pruebas Divinas[11] Estas aleyas casi siempre utilizan los términos tazakkur (recordar), tadarru’ (mostrar humildad) y ruyu’ (retornar al camino). Estos conceptos se conectan de la siguiente forma:
“Para retornar al camino que conduce hacia Al-la, primero debe ser recordado por Al-lah; luego debe humillarse ante Al-lah; solo entonces podrá regresar a Al-lah realmente y perfeccionarse. El Imam ‘Ali (a.s.) se refiere a esta realidad Coránica así: “Cuando los siervos de Dios cometen un pecado, Él los pone a prueba por medio de la adversidad hasta que se arrepientan, dejen de pecar y le presten atención a las amonestaciones de Dios”.[12]
Si lo que hemos dicho es correcto hasta un cierto punto, entonces uno puede preguntarse ¿Por qué los Profetas de Dios, los Imames y personas cercanas a Dios son puestos a prueba? La respuesta a esto se halla en una narración del Imam ‘Ali (a.s.) en donde dice: “Las pruebas divinas son una forma de disciplina para los malhechores, un examen para el creyente, un medio para elevar de posición a los profetas y un medio para ennoblecer a los amigos de Dios (Santos)”.
Fuente: Fe y Razón; Preguntas de Teología Islámica; Editorial Elhame Shargh
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[1] Es una acción Divina desligada a un tiempo específico, lugar o pueblo. Además es un timo de ley de Dios emitida por Él mismo de tal forma que desde el comienzo del tiempo hasta la eternidad Él actuará conforme a esta ley. Por ejemplo, uno de los precedentes Divinos puede explicarse así: “Si un pueblo rechaza la Guía Divina y mata a los profetas de Dios, será evidente que no habrá ya esperanza de que uno de ellos se someta a Dios, por lo tanto deberán ser castigados”
[2] (76:3)
إِنَّا هَدَيْنَاهُ السَّبِيلَ إِمَّا شَاكِراً وَإِمَّا كَفُوراً
[3] (41: 17)
وَأَمَّا ثَمُودُ فَهَدَيْنَاهُمْ فَاسْتَحَبُّوا الْعَمَى عَلَى الْهُدَى
[4] (20: 50)
قَالَ رَبُّنَا الَّذِي أَعْطَى كُلَّ شَيْءٍ خَلْقَهُ ثُمَّ هَدَى
[5] (87: 2-3)
الَّذِي خَلَقَ فَسَوَّى، وَالَّذِي قَدَّرَ فَهَدَى
[6] (3:141)
وَلِيُـمَحِّصَ اللّهُ الَّذِينَ ءَامَنُوا وَيَمْحَقَ الْكَافِرِينَ
[7] (21:105)
وَلَقَدْ كَتَبْنَا فِي الزَّبُورِ مِن بَعْدِ الذِّكْرِ أَنَّ الاَرْضَ يَرِثُهَا عِبَادِيَ الصَّالِحُونَ
[8] Nahyul Balagha, máxima 217
[9] Al-Kāfi, vol. 1 pág. 370
[10] Nahyul Balagha, máxima 93
[11] (7:49); (30:41), (32:21); (7: 30-168); (9: 126)
[12] Nahyul Balagha, sermón 143