El Imâm Abû Al-Hasan ‘Alî An-Naqî Al-Hâdî (P), décimo de los Inmaculados Imâmes de la Escuela Shî‘ah, a mediados del mes de Dhul Hiÿÿah del año 212 de la Hégira Lunar (827 d.C.), abrió sus ojos al mundo en un lugar llamado “Sarîâ”, en las afueras de Medina. Su padre fue el noveno de los Inmaculados Imâmes, Imâm Al-Ÿawâd (P) y su madre la honorable dama “Samânah”, mujer virtuosa y abstinente.
A quince años de los atentados contra Estados Unidos, donde murieron 3 mil personas en las denominadas Torres Gemelas, el Pentágono y los pasajeros de los aviones involucrados en estos actos terroristas, ha comenzado a develarse la real implicancia de Arabia Saudita en estos hechos.Hasta ahora la versión de las administraciones estadounidenses, desde el año 2001 a la fecha, tanto con George W. Bush como las de Barack Obama ha sido el de descartar la participación de la Monarquía Wahabita en el financiamiento y apoyo al grupo de terroristas que ejecutaron los atentados del 11 de septiembre. Esto, a pesar de todas las líneas investigativas y pruebas que mostraban que la Casa al Saud está involucrada. ¿Por qué negarse a investigar a fondo, denunciar y sancionar a aquel país que aparece como cómplice en la muerte de miles de sus ciudadanos?
Luqmán era un hombre tan puro y devoto, que Dios Altísimo le dedicó una surah del Corán, consideración que la Verdad Altísima sólo ha tenido con los grandes profetas, tales como Abraham, Noé, Hud.... Era también un hombre de una gran sabiduría y, a pesar de ser un esclavo negro, carente de posesiones mundanales, poseía un gran conocimiento de su época, una gran fe y una profunda visión de las cosas.
La ciudad de La Meca, sitio sagrado para los 1.400 millones de musulmanes, ha sido nuevamente escenario de una catástrofe de proporciones. La muerte de 1.300 peregrinos en una avalancha humana, puso nuevamente en el centro del debate la falta de una administración adecuada, de la escasa política de seguridad preventiva y el descontrol de las autoridades saudíes, para atender a millones de peregrinos que año a año visitan esta ciudad santa.En la localidad de Mina a cinco kilómetros al este de La Meca -  en el valle de Mina está el Puente Jamarat, ubicación precisa donde se realiza el ritual de la lapidación del diablo – Hach –  en la carretera que une el centro de La Meca con el Monte Arafat , la muerte de 1.300 peregrinos y las heridas de otros 3 mil enlutan a los millones de creyentes a lo largo del mundo.
En el mundo de las re­laciones interculturales puede encuadrarse el mundo de las relaciones inter­nacionales, en cuanto a esa re­lación entre pueblos le demos un carácter sociológico, el ca­rácter de sociedad internacio­nal.Aunque la palabra “internacio­nal” es muy moderna, hace re­ferencia a una comunidad po­lítica que regula sus relaciones por medio del “Derecho de Gentes”, ya que no es posible una convivencia política sin unas normas de conducta.
Todo comenzó con un sueño... Un sueño que se hizo realidad. A la mañana siguiente, el primer día del mes de Ramadán, sonó el teléfono. Me llamaban de la Universidad Az-Zahrá (P) de Qom, donde estudio desde hace unos años, para darme la noticia que había sido elegida, junto a otras hermanas extranjeras, para realizar la Peregrinación a la Casa de Dios.Todo fue sorpresivo para mí, ya que, a pesar de que como cualquier otro musulmán, esperaba con ansias poder hacer la Peregrinación aunque fuera una sola vez en mi vida, confieso que todavía no estaba en mis planes, ya que no se reunían las condiciones para que pudiera realizar tal viaje.
Desde el martirio del Imam Hussein (AS) en Karbalá, se viene conmemorando este evento por  los seguidores de la escuela shi´ita o jafarita, casi de una manera exclusiva. Es necesario recordar que la rebeldía del Imam Hussein (AS) nace como un gesto de inconformidad legítima ante la transformación de la sucesión del califato islámico a reinado, por herencia, por parte de Mu´áwiyah Ibn Abi Sifián, quien designó a su hijo Yazid como su sucesor, rompiendo así diversos valores de la nación islámica, e incumpliendo las condiciones que el Imam Hassan (AS) le había impuesto para ceder el poder, en un acto tendente a proteger la unión de la nación islámica.
Son muchos los temores que inundan la política israelí y que irradian a su sociedad, que bajo los oropeles de una riqueza aparente, oculta los costos de una ocupación contra el pueblo palestino.A pesar de su discurso y su actuar belicista, Israel analiza con alarma la corriente política internacional, que pone a la entidad sionista en el centro de la crítica por su política colonialista, racista y criminal en Palestina, su apoyo  a grupos terroristas en Oriente Medio, el afán de entorpecer el desarrollo de relaciones de Irán con el mundo, y practicar una política de persecución contra todas aquellas voces que condenan su actuar.
En muchas cuestiones relacionadas con los derechos de la familia, el hombre del siglo XX ha sido capaz de falsear los hechos y engañar a la mujer con expresiones elegantes de igualdad e independencia, evadiendo sus responsabilidades hacia ella, sumándolo a sus ""éxitos"". Sin embargo, en pocas cosas tuvo tanto éxito hasta el grado conseguido con la poligamia. Algunas veces veo tales cosas en los escritos de los autores iraníes que verdaderamente dudo si es debido a la candidez o al engaño.
Recorrer Palestina en general y la Ribera Occidental – West Bank - en lo específico deja en el visitante una impresión de una inquietante normalidad.Esto, pues el palestino vive el día a día, trabaja, atiende sus quehaceres, hace vida social pero, todo ello, en un entorno inquietante, virulento, de una paz aparente que puede estallar en mil pedazos cuando menos se espera. Un ambiente de situaciones invisibles, que sólo se develan cuando ya han sido ejecutadas con efectos devastadores.